ESPECIAL #1
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" Cause I'll be in love maze. "
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Jungkook observó desde la ventana del coche mientras Seokjin buscaba aparcamiento cerca de la academia de natación del pequeño colegio. Sus ojos se dirigieron a la acristalada fachada del edificio desde la que se podía apreciar la piscina decorada con carteles y banderillas.
-No puedo imaginarte enseñándole a nadar a un grupo de niños. - dijo con una pequeña sonrisa, moviendo sus ojos de nuevo hacia su pareja. - Es realmente adorable que les prometieses volver para ver sus primeras competiciones.
Jin dejó escapar una sonrisa antes de quitarse el cinturón, su mano acarició la mejilla de Jungkook mientras observaba ese bonito brillo aparecer en la mirada de su chico. Le había contado un par de semanas atrás acerca de la promesa que le hizo a esos niños, una promesa que él estaba completamente dispuesto a cumplir. Hacía casi un año desde la última vez que sus pies pisaron el interior de la academia de natación del colegio, cuando su hermano le pidió que se encargase de entrenar a los más pequeños para cubrir la baja del profesor de natación.
Su tarea allí no había sido precisamente la de un entrenador de estrellas. Jin se había limitado a enseñarle lo básico a esos niños que ahora tendrían una especie de competición de prueba como finalización del año escolar.
-Fue un favor que le hice a mi hermano, pero lo cierto es que fue agradable. Cuando Sejin me llamó para empezar a entrenarte, estaba en mi última semana como sustituto del profesor de natación de esta escuela. Probablemente habría acabado entrenando a cualquier otro chico si no hubiese recibido la llamada. - confesó. - Así que deberíamos agradecerle a Sejin eso.
Jungkook sonrió animadamente, sus manos se apuraron a quitarse el cinturón para salir del coche.
-Ah, realmente se lo hemos estado agradeciendo aunque no lo creas. Tiene mucho más tiempo libre desde que tú te encargas de que me porte bien, y ya no necesita buscarme entrenadores cada cierto tiempo. - Jungkook sonrió, evitando la necesidad de tomar la mano de Jin mientras caminaban hacia el interior del recinto en el que se llevaría a cabo esa especie de competición para los niños que estaban comenzando a aprender sobre la natación.
Agradeció el hecho de que Seokjin se atreviese a pasar el brazo alrededor de sus hombros, a su alrededor la presencia de los padres acompañados de sus hijos era algo que podría significar demasiados ojos mirándolos. Los rumores seguían creciendo a su alrededor, siempre lo hacían, se habían incrementado mucho más después de que algunas personas comenzasen a comentar que el entrenador Kim y su joven atleta habían pasado juntos gran parte del período de recuperación del primero tras la operación de hombro a la que este se había sometido.
Y por supuesto, el que vivían juntos era un secreto a voces que nunca se habían molestado en negar.
-¿Estás bien con esto? - Jin susurró, observando el modo en el que Jungkook se encontraba mirándolo. - ¿Deberíamos poner un poco más de distancia?
Jungkook no pudo hacer nada más que negar. Se acercó un poco al agarre del entrenador Kim alrededor de sus hombros mientras caminaban y sonrió en el instante en el que percibió la pequeña piscina. Era muy diferente de esas en las que él solía entrenar y competir, más pequeña y probablemente adaptada para los niños que estaban empezando a sumergirse en el deporte que ellos dos amaban.
-Estoy bien así. Dos personas pueden caminar juntas, no hay nada malo en ello. ¿No crees? - a Jungkook le dolía el hecho de no poder sostener la mano de su novio en público, o el simple detalle de tener que mantener un poco más de distancia de lo normal. Sin embargo, aquella era una decisión que los dos habían tomado juntos. Algo con lo que no sentían dudas, a pesar de esa sensación extraña que los envolvía cada vez que se forzaban a mantenerse actuando como dos amigos cercanos cuando ellos dos eran muchísimo más que solo eso.
-Nada malo en ello. - estuvo de acuerdo Jin, apretando su agarre alrededor de Jungkook a medida que se acercaban a la pequeña piscina.
-¡El entrenador Kim ha venido! - los niños notaron su presencia tan pronto como se adentraron por completo en la piscina. Jungkook solo pudo pensar en que era adorable ver sonreír ampliamente a Jin mientras los niños correteaban hasta situarse a su alrededor.
Los ojos brillantes del atleta se mantuvieron mirando la bonita escena, demasiado tímido como para interrumpir ahora que Seokjin se había sentado de cuclillas en un intento de mantener sus ojos a la altura de los pequeños.
-Claro que he venido, os dije que vendría y nunca incumplo mis promesas. - sonrió.
A veces Jeon Jungkook se decía a sí mismo que sentirse tan bien alrededor de alguien no podía ser realmente bueno, pero después ese sentimiento lo golpeaba nuevamente logrando que todo su cuerpo temblase ante la bonita sensación. Eso era lo que le ocurría en ese instante, mientras observaba la manera en la que su entrenador chocaba las manos de los niños y respondía sus preguntas con una sonrisa. Jin era una persona de la que él parecía no poder cansarse.
Era maravilloso verlo así, tan sonriente y feliz con todos esos pequeños contándole cosas acerca de sus progresos en la natación. A Jungkook le resultó inevitable imaginárselo siendo padre, la ternura repleta de calidez llegó rápidamente a su pecho.
Estaba seguro de que Jin podría ser un padre maravilloso, pero todavía tenían que cambiar muchas cosas para que eso fuese posible. Y de todos modos ahí estaba él, creando imágenes de Seokjin sosteniendo un pequeño en brazos o enseñándole a nadar dentro de una piscina. Las imágenes eran tan bonitas que Jungkook se obligó a cerrar los ojos tratando de mantenerlas por un par de instantes en su imaginación.
-He traído a alguien realmente importante conmigo. - susurró Seokjin, observando las expresiones curiosas de los niños. - Él es Jeon Jungkook, y pronto se convertirá en un gran nadador. Ya lo es, en realidad.
Jungkook abrió los ojos levemente, miró a los niños dejando a un lado su personal ensoñación sobre una familia feliz como la que él siempre había deseado.
-Hola. - susurró, con las mejillas sonrojadas de forma automática.
-Él será una leyenda de la natación algún día. - añadió Jin, con una sonrisa sincera brotando de sus labios.
Los pequeños abrieron sus ojos con sorpresa, comenzando a arremolinarse ahora alrededor de su atleta. Seokjin se puso de pie, sus ojos se clavaron en la expresión cohibida y tímida que su novio le estaba dedicando a los niños mientras estos comenzaban a realizar más y más preguntas.
-El entrenador Kim es muy bueno. - dijo uno de los niños. - Él siempre nos dejaba jugar en la piscina con las bollas después de cada clase.
Jungkook sonrió, de nuevo cuando se trataba de Jin las sonrisas llegaban hasta su boca de forma casi automática.
-¿Quereís saber un secreto? - Jungkook miró a Seokjin a los ojos mientras hablaba. - A mi también me deja divertirme un poco después de los entrenamientos, me da tiempo de descanso extra y a veces incluso me permite comer tarta de queso después de una sesión de natación intensa. ¿Os gusta la tarta de queso?
Los niños observaron con curiosidad a Jungkook, mas asintieron rápidamente tras su pregunta.
-Entonces, el entrenador Kim y yo os traeremos tarta de queso para celebrar vuestro primer año en la academia de natación.
-¿Lo haremos? - Jin dejó escapar una pequeña carcajada, sabiendo que incluso si aquel no era su plan inicial terminaría cediendo ante la idea de su bonito novio. - Sí, definitivamente lo haremos. Tarta de queso para todos.
Jungkook alzó la mirada y sus ojos se posaron sobre la suave expresión repleta de amor que Jin le dedicaba. Había pasado casi un año desde que empezaron su relación, pero los escalofríos de amor todavía no cesaban.
Cuando los pequeños fueron llamados para colocarse en la línea de salida, Jungkook rompió la distancia que lo separaba de Seokjin para depositar un suave beso sobre la mejilla de este.
-Te quiero. - susurró mirándolo, con el flequillo azulado más largo de lo normal resbalandole sobre los ojos.
-Y yo a ti, precioso. - Jin extendió su mano para echar hacia atrás esos mechones rebeldes que tapaban la mirada de su pareja. - Realmente te quiero muchísimo.
Jungkook apartó la mirada notando sus mejillas teñirse de rojo. La risa de Jin sonando de fondo hizo que su cuerpo se sintiese completamente a gusto y bien.
Con Jin, se sentía en casa sin importar el lugar.
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Hola personitas!!
Quería escribir algún especial para navidad pero no tenía mucho tiempo así que esto es lo que he podido hacer.
Espero que de todas formas os haya gustado y habrá más especiales seguro, así que no os preocupéis. Feliz Navidad! Espero que tengáis unas vacaciones geniales.
Un beso,
os amo
Mel
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