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Capítulo 67 : STRIVE

"Tus palabras son como un disparo, estoy sangrando amor. Me impactaron como un disparo, estoy sangrando amor."
- GUNSHOT (KARD)

Kim Seokjin cumplía años el cuatro de Diciembre y Kim Taehyung el treinta, lo que convertía ese mes en uno que prometía convertirse en el favorito de Jungkook. Si este le sumaba que con su finalización el año nuevo siempre llegaba o lo mucho que le agradaba el frío invernal. Diciembre era un mes precioso, y al menos en su presente estaba lleno de momentos felices que quería atesorar en su memoria por una larga cantidad de tiempo.

Mientras colocaba algunos platos sobre la mesa de la cocina de Yoongi, Jungkook alzó la mirada para observar a Jin charlando tranquilamente con su amigo a la par que servía un poco de vino sobre cuatro copas perfectamente colocadas en la encimera. Taehyung se encontraba sentado cerca, con Yeontan acurrucandose en su regazo como una pequeña bolita de pelo.

-Jimin llegará más tarde. - mencionó, sus ojos moviéndose curiosos hacia Taehyung y Yoongi con el único objetivo de captar algo. Y oh, desde luego lo hizo porque las pupilas de sus amigos relucieron con interés. - Ha dicho que necesita descansar un poco antes de tomar el coche, su entrenadora es bastante dura así que puedo comprenderlo.

Jungkook se movió automáticamente más cerca de Jin cuando este extendió un brazo hacia él, realmente disfrutaba de esa sensación de familiaridad que invadía todo su cuerpo cuando Seokjin lo envolvía con su agarre cuidadoso. Por eso dejó caer su cabeza sobre el hombro de este a medida que alcanzaba una de las copas y la hacía chocar levemente contra la de su entrenador en un pequeño brindis precena.

-Jungkook mencionó que saldrá de Busan a las seis o a las siete, así que llegará con el tiempo justo para cenar.

Yoongi revisó su reloj mientras una de sus manos acariciaba cariñosamente la nuca de Taehyung.

-Son las siete menos cuarto, en el caso de que haya salido a las seis no deben quedar mucho más de veinte minutos para que llegue desde Busan. Eso, si no se ha topado con demasiado tráfico.

-La carretera estaba asombrosamente tranquila cuando Jungkook y yo llegamos a Daegu, e incluso en Seúl. - comentó Seokjin llevando sus ojos hacia el muchacho que ahora se fundía entre sus brazos mimosamente - Tanto que este niño se durmió en el trayecto a pesar de que me prometió que haríamos turnos para conducir. - Jin se inclinó y tras rozar levemente la mejilla de Kook con su nariz, bajó el tono de su voz - He conducido casi por cuatro horas, esta noche tendrás que darme un buen regalo pequeño.

Las mejillas de Jungkook tomaron un tono rosado casi al instante en el que aquellas palabras abandonaron los labios de su entrenador, se había acostumbrado a provocar y ser provocado pero se encontraban en presencia de sus amigos.

-Aggg, solo callate. - susurró a cambio - Conduciré todo el camino de vuelta el lunes, ¿está bien?

Jin negó.

-No estoy enfadado, solo quiero una recompensa y tal vez uno de esos masajes que tanto me gustan. Piénsalo.

Seokjin y Jungkook se encontraban enfrascados en su propio mundo cuando el timbre sonó, ni siquiera se molestaron en apartarse o seguir a los anfitriones de la fiesta hasta la puerta de entrada. En su lugar, ambos aprovecharon el instante de soledad para permitir que sus labios se tocasen en un roce cariñoso que les supo a poco.

-Lo siento de verás. - habló Jungkook - Deberías haberme despertado, dijiste que lo harías si el hombro te dolía pero no me despertaste hasta que estábamos dentro del garaje de Yoongi.

-No lo sientas, no me dolió demasiado el hombro durante el trayecto. El tiempo ha sido bastante agradable hoy, deja de darle vueltas a lo que sea que creas que has hecho mal porque como te dije, no estoy enfadado. Buscaré una recompensa de tu parte siempre que pueda, no necesito un motivo concreto pequeño.

Jungkook clavó sus ojos sobre la mirada repleta de sinceridad que su entrenador le estaba entregando y antes de tan siquiera planearlo sonrió acercándose un poco más a este para besar sus labios.

Ese día no había sido tan frío como los anteriores, pero el nadador estaba convencido de que la humedad que dejaban los leves chubascos podía causar que el hombro de su novio se resintiera. Jin le había dicho que lo despertaría después de una o dos horas en carretera, pero no lo había hecho. Lo había dejado dormir hasta el instante en el que llegaron a la casa de Yoongi.

-De todas maneras tendrás esa recompensa que has pedido. He visto que has comprado algo con sabor a fresa que me interesa probar y…- el atleta frenó sus palabras en el instante en el que los pasos sobre el suelo del pasillo se hicieron notables.

-Era Hoseok, he invitado también a Namjoon pero Yoongi dice que tiene demasiado trabajo últimamente. - Taehyung frenó notando como un sorprendido Jungkook escondía la cara contra el pecho de Seokjin - ¿Interrumpo algo importante? - sonrió.

-Solo estábamos hablando sobre quién conducirá el lunes por la mañana, no te preocupes.

Taehyung volvió a sonreír notando la mano protectora del entrenador Kim sobre la espalda baja de su atleta, y la manera en la que todo su cuerpo se situaba de la forma adecuada para permitir que el escondrijo que Jungkook había buscado fuese útil.

-Seguro que sí. - Taehyung se apoyó sobre una de sus muletas y suspiró cuando sintió nuevamente el timbre de la casa sonando - Kook, me has contado muchas cosas... así que no tienes porque esconderte de mí. Soy el que te explicó como hacer buenas limpiezas an…

-Más te vale cerrar la boca Kim Taehyung porque te juro que te dejaré cojo de por vida si acabas esa frase. - Jungkook se giró rápidamente, sus mejillas estallando en rojo mientras la risa divertida de Seokjin rosanaba a sus espaldas.

-Anales. - soltó el novio de Yoongi.

Taehyung desapareció tan rápido como había llegado, el sonido de sus muletas resonando en el pasillo de la casa mientras se dirigía hacia la puerta. Jungkook todavía recordaba lo torpe que era el chico si se trataba de moverse cuando se conocieron, ahora ya casi no necesitaba las muletas pero incluso en las pocas ocasiones que las usaba la agilidad de sus movimientos destacaba. Con el paso del tiempo se había acostumbrado.

-Podrías haberme preguntado a mí. - Jin bromeó, escabulléndose rápidamente en el instante en el que Jungkook alzó su mano dispuesto a pellizcar la piel de sus costillas - Creo que en realidad me duele el hombro un poquito, necesito que mi novio me cuide y…

-Viejo. - Jungkook realmente le sacó la lengua a su entrenador, como si fuese un niño de diez años, por alguna razón incluso ese sencillo acto se sentía bien con Jin. Con él podía ser el muchacho más infantil del mundo, ese que se quedaba jugando videojuegos delante de la pantalla de su ordenador por horas cuando tenía tiempo libre, o simplemente ser el atleta más perfeccionista. Porque Kim Seokjin siempre encontraba el modo de hacerle sentirse querido sin importar la gran cantidad de errores que a veces cometía siguiendo impulsos.

-Claro, y atractivo. ¿No lo dijiste tú mismo en una ocasión? - Seokjin rodeó nuevamente con su brazo los hombros de Jungkook antes de posar un sonoro beso sobre la piel de la mejilla de este.

-Te quedarás sin regalo si continúas jugando con tu suerte.

-Alea iacta est.* - Jin le guiñó un ojo a su novio a medida que avanzaban por el pasillo de la casa de Yoongi. Ambos se quedaron quietos cuando la imagen de un agitado Jimin extendiendo una llamativa bolsa de regalo púrpura, llegó hasta sus ojos.

Jimin se escondía bajo sus redondas gafas y un sombrero negro en el que se apreciaban algunas gotas de la suave lluvizna que había empezado a caer en el exterior. Su flequillo rubio caía desordenado sobre sus ojos, mientras que su respiración agitada ayudaba a entender que probablemente había subido las escaleras del edificio con apuro.

-Feliz cumpleaños Tae, espero que te guste. He pedido el ticket, así que si no es de tu talla o no te gusta dímelo y lo cambiaré… También he… añadido algo para Yoongi. - susurró el rubio, con las mejillas tan encendidas como lo habían estado las de Jungkook minutos atrás.

-No tenías que molestarte en comprar algo. - a pesar de sus palabras Tae se apuró a equilibrarse en las muletas para poder romper el papel de regalo del mismo color que la bonita bolsa. - Pero no seré yo quien se niegue a un regalo de tu parte.

Jungkook se asomó con curiosidad sobre el hombro de Taehyung cuando este rasgó el papel de regalo, arrastrando a Jin consigo de la mano en el proceso. Le había ayudado a Jimin a descubrir qué tipo de cosas podrían gustarle a Taehyung, pero el nadador de Busan se había negado a decirle por cuál de todas las ideas se había decantado.

Tal vez por eso Jungkook no pudo evitar sonreír cuando el envoltorio más simple le dejó ver un gorrito navideño con un enorme Rudolf de nariz enrojecida. Además de eso Jimin había añadido un bonito sweater beige y dos cajas de joyería que Taehyung dejó de lado por unos instantes mientras luchaba con sus muletas para colocarse sobre la cabeza el primero de los regalos.

-¿Estás de broma? - Yoongi fue el primero en reaccionar, tras notar que una de las cajas llevaba sus iniciales. En el instante en el que percibió el asentimiento tímido de Jimin, se apuró a investigar su propio regalo. - Un reloj como este es demasiado, no sé si puedo aceptarlo…

-Es solo un regalo. - Jimin se encogió un poco en su abrigo, todos estaban todavía en el descansillo de la casa. Ocupados observando con curiosidad los regalos. - No puedes rechazarlo a no ser que no te guste, en cuyo caso te daré el ticket para que lo cambies.

Yoongi abrió los ojos de nuevo antes de negar casi con timidez. Sus manos se movieron hacia la cintura de Taehyung cuando este abrió su propia cajita, hallando en esta un reloj igual al de Yoongi con un único cambio, el color. Mientras que uno era plateado el otro era dorado. Ambos mantenían las iniciales de sus nombres grabadas en el metal, tal y como el propio Jimin se había encargado de pedir en la joyería.

-Realmente es demasiado. - afirmó Taehyung.

Solo se conocían de… ¿Cuánto? ¿Dos semanas tal vez? Aquello parecía exagerado, teniendo en cuenta que solo habían compartido tiempo real de conversación en un par de ocasiones.

-¿Por qué yo solo recibí una planta como regalo? - Jin posó su cabeza sobre el hombro de Jungkook mientras le dirigía una mirada divertida a Park.

-Era un árbol de jade, son bonitos. - contestó Jimin encogiéndose de hombros. - Y no tuve mucho tiempo para pensar en algo, Jeon me llamó a última hora.

-Tú ya tienes un reloj. - interrumpió Jungkook - Te queda realmente bien y hace destacar esas venas tuyas, así que no necesitas uno nuevo. Deja de quejarte viejo.

La voz del nadador mostraba un tono tranquilo, repleto de cercanía y cariño.

-También tengo un bonito anillo. - Seokjin guiñó su ojo antes de besar la mejilla de Jungkook, todavía manteniéndolo entre sus brazos.

-Uno que tu niño te regaló. - sonrió el atleta apoyando su espalda contra el pecho de su entrenador.

-Y por eso me gusta llevarlo siempre.

Jungkook asintió, complacido con la afirmación de su novio y tras notar que el resto empezaban a moverse hacia el salón se giró entre los brazos de este. El beso que depositó sobre los labios de Jin fue rápido, rutinario y tranquilo, pero llenó a ambos de esa especie de sentimiento hogareño que tanto disfrutaban cuando se encontraban juntos.

Seokjin se preguntó en silencio si acaso Jimin seguía siendo el niño tímido que un día tuvo el placer de entrenar o si por lo contrario era la presencia de Taehyung y Yoongi lo que le estaba dando un empujón para mostrar sus verdaderos colores. Fuera como fuese, aquel muchacho se encontraba sonriendo felizmente mientras ayudaba a mover los platos y cajas de pizza desde la cocina hasta la mesa del comedor.

Portaba un sencillo polo negro a juego con un pantalón del mismo color, así que cualquiera que no lo conociese creería que no se había preparado demasiado. Jin en cambio sabía que el muchacho tenía una especie de amor por esos polos invernales de cuello alto, habían sido amigos por varios años y seguían siéndolo. Así que Seokjin podía notar que Jimin se estaba esforzando por obtener la atención de Yoongi y Taehyung, quienes sin duda parecían caer con timidez ante sus encantos.

-Se está esforzando. - Jin susurró mientras obtenía uno de los platos en los que Jungkook había colocado el pollo a la barbacoa - Es curioso ver a Jimin interesado en alguien después de tanto tiempo. Estuve ahí cuando salió del armario y sus padres creyeron que solo era una fase, pero él nunca mostró un interés real por alguien concreto.

Jungkook sonrió levemente antes de alzar su mano para retirar un poco de salsa barbacoa de la mejilla de su novio.

-Deja de comerte las cosas antes de que lleguen a la mesa. - Jeon sonrió sin poder evitarlo al percibir la expresión de queja por parte de su entrenador - Y sí, Park parece bastante interesado. Es casi adorable ver lo mucho que se esfuerza pero también triste.

Jin volvió a levantar la mirada. Jimin sonreía mientras le ayudaba a Yoongi con el hielo para las latas de cerveza que este último había puesto a enfriar.

-Dale una oportunidad a los finales felices, ya te he dicho que el poliamor existe. Quizás a ellos les funcione bien lo de ser tres. - habló devolviendo sus ojos a Jungkook y sus brillantes ojos repletos de felicidad.

-No creo que Jimin tenga esa esperanza Jin, ese es el motivo de que se esté esforzando tanto. Apuesto a que ha pensado cien veces en qué hacer o cómo comportarse esta noche. - Jungkook suspiró levemente - Después de tu fiesta de cumpleaños, durante la madrugada, hablé con él y su visión de la vida, e incluso la natación, es muy negativo. Creo que su entrenadora no está ayudando demasiado tampoco. Me dijo que ya no sabe bien porqué sigue nadando, si por su padre, para ganar o porque es lo que quiere. Amo la natación, del mismo modo en que tú lo haces… Dime, ¿alguna vez te preguntaste si amabas tu deporte o solo estabas nadando para cumplir el sueño de otro?

-Llegué a preguntarme muchas cosas después de lesionarse, hasta que finalmente lo deje cuando descubrí que me estaba perdiendo a mí mismo en el intento de ser el atleta que fui en cierto momento. Dudar es algo lícito así como humano, Jimin está confundido y triste pero no creo que odie la natación.

Jungkook asintió con la mirada gacha.

-No creo que la odie pero al menos en la actualidad no es lo que más le guste. Entrena porque debe hacerlo y gana porque entrena.

Jin se quedó callado, pensando en la reflexión que Jungkook había compartido con él.

-Intentaré hablar con Jimin. Has logrado preocuparme niño. - y cuando notó la hermosa sonrisa de Jungkook regresando hasta su rostro, entendió que su atleta había estado expresando esa petición de forma indirecta. - ¿Eso pretendías al contarme todo esto niño travieso? Solo tenías que decirme que Jimin te preocupa y crees que necesita hablar con alguien.

Jungkook amplió aún más su sonrisa.

-A veces no es necesario decir las cosas directamente para que me entiendas. Si pudieses hablar con él sería genial, hace poco que decidimos recuperar nuestra amistad y siento que podría resultarle intrusivo si yo me meto demasiado pronto en su vida personal.

-Hablaré con él. - Jin revolvió el flequillo azulado de Jungkook - Pero ahora llevemos esto a la mesa, me muero de hambre.

-Ya te has comido la…

-Si nadie lo ha visto no ha ocurrido. Recuerda eso en el futuro Jungkookie. - bromeó a medida que caminaban con los platos hacia el salón de la casa.

El amigo de Taehyung parecía un poco fuera de lugar, sentado en el sofá mientras le daba vueltas a su colorida pulsera una y otra vez. Mirada gacha y ceño completamente fruncido, sus pies pisoteando la alfombra con nerviosismo al ritmo de la música que sonaba de fondo en la casa.

-Vendrá. - Taehyung habló, confundiendo a la mayoría de los presentes, pero obteniendo la atención del chico que todavía no abandonaba la manía de mover la pulsera sobre su muñeca. - Relajate un poco Hoseok, Yoongi ha mencionado que Namjoon nunca se enfada por demasiado tiempo.

-Sí, bueno, dije algo similar pero nunca lo había visto en una situación así… - el entrenador de baloncesto se mantuvo en silencio y llevó un pedazo de pizza hacia su boca cuando Taehyung le dedicó una mirada de advertencia.

El muchacho que seguía sobre el sofá dejó de mover su pulsera, mas le dedicó una irónica sonrisa a Taehyung que añadió una gota de tensión al ambiente festivo.

-¿Cómo dejas de estar enfadado con alguien que te rechaza después de que hayas dejado a tu prometida creyendo que a esa persona le gustabas? - el chico se removió incómodo en el asiento - Él… puede que no se equivocase del todo al pensar que a mí me gustaba pero nunca pretendí hacérselo notar, yo no quería una relación y mucho menos que dejase a su prometida. Eso solo demuestra que no es una persona fiel.

Yoongi gruñó al lado de Taehyung y Jungkook se movió al instante hacia su entrenador tras dejar los platos sobre la mesa de cristal del comedor. Detestando la sensación de tensión que comenzaba a aumentar alrededor del salón de la casa.

-Namjoon es una de las personas más fieles que conozco a pesar de sus errores, no voy a dejar que un niñato pretenda ser el centro del mundo en mi casa después de destrozarle el corazón a mi amigo. Si vas a quedarte tengo que pedirte que abandones esa necesidad de encerrarte en odio cuando lo que sientes es pura culpabilidad. - Yoongi miró por un segundo a Taehyung antes de susurrar - Lo siento pequeño, no quería amargar tu noche pero tu amigo está hablando mal del mío.

Taehyung alzó la mano para quitarle importancia al asunto, forzando una sonrisa que todos a su alrededor pudieron percibir.

-Todavía queda mucho tiempo, tengo a mis dos mejores amigos, a Jimin y a ti aquí. Las cosas saldrán bien.

Seokjin sonrió levemente.

-¿Debería irme y pasar a por Jungkook cuando acabe la fiesta? Veo que no soy muy necesario. - bromeó, tratando de regresar a la velada tranquila que hasta ese instante todos habían estado disfrutando. - Es una fiesta de cumpleaños, sea lo que sea, estoy seguro de que podréis hablarlo con calma en otra ocasión. Como Yoongi ha mencionado, es la noche de Taehyung.

Jungkook golpeó levemente su mejilla con un dedo antes de acurrucarse a su lado con una pequeña sonrisa divertida.

-Bien hecho entrenador Kim. - susurró.

Jin mordió levemente el dedo de Jungkook haciéndolo reír.

-He salvado la noche. ¿Dónde está mi regalo?

-En el maletero del coche, en mi mochila. - Kook respondió rápidamente antes de escabullirse para alcanzar un poco de pizza.

Kim Namjoon había dejado de ser, sentirse y actuar como un niño desde muchos años atrás. Se había independizado pronto, había logrado obtener una carrera a temprana edad y de alguna forma podía vivir por sí mismo desde sus diecinueve años sin necesidad de pedir favores o llamar a sus padres para suplicar ayuda. Él solía lidiar con el mundo sin crear dramas alrededor de sus problemas.

Por eso mientras se encontraba de pie delante de la puerta del departamento de Yoongi, preguntandose si era buena idea o no entrar ahí sabiendo que Hoseok estaría en esa fiesta de cumpleaños, todo aquello lo hacía sentirse como un idiota de tres años de nuevo.

Había dejado a su prometida, porque no soportaba mentirle a ella o a sí mismo. Así que en un intento por aclarar su mente y obtener respuestas decidió abandonar sus planes de boda antes de que fuese insanamente tarde. Sin embargo, tras escuchar los gritos de reclamo de sus padres y tener que ver las lágrimas de una mujer a la que ciertamente amaba pero en el sentido que está merecía y deseba, él jamás pensó que Jung Hoseok lo rechazaría. Pero lo había hecho, solo tres días atrás ese muchacho le dijo que no sentía nada hacia su persona.

Así que siendo ese ser humano infantil que solamente era cuando su mente sentía que todo se escapaba de su control, Namjoon se encerró y lloró. Lo hizo buscando la forma de desahogarse pero solo hallando enfado, porque Jung Hoseok fue el primero en besarlo. Ese idiota empezó a crear las dudas que ahora se transportaban deprisa por todo su cuerpo cada día.

-Oh, Namjoon. - la voz alegre de Taehyung lo recibió junto a una sonrisa - Me alegra mucho que hayas venido, Yoongi dijo que tenías mucho trabajo.

Namjoon forzó una sonrisa.

-Bueno, no miento si te digo que llevo un par de noches sin dormir. - porque no era mentira,  las ojeras que se había empeñado en tratar de esconder sin éxito lo demostraban. - Feliz cumpleaños Taehyung, ten.

Taehyung se tomó un instante para abrir rápidamente su regalo antes de caminar con Namjoon hacia el salón donde el resto de invitados todavía se encontraban devorando sus porciones de pizza y pollo. Quizás tratando de retrasar un encuentro que era completamente inevitable.

-Gracias por el regalo. Estoy seguro de que quedará bien en la habitación, eres la única persona que conozco a la que le gusta el arte, además de a Yoongi por supuesto.

Pero retrasarlo era imposible, porque Hoseok estaba de pie en la puerta del salón que daba al pasillo de la casa, con los ojos repletos de esperanza y la mirada clavada en Namjoon. El mejor amigo de Tae habría abierto por sí mismo la puerta en cuanto el timbre sonó si no fuese porque aquella no era su casa.

Taehyung se escabulló rápidamente, dejando atrás a Hoseok y Namjoon mientras se adentraba de nuevo en el salón pretendiendo querer enseñarle su regalo a Yoongi.

-Hola. - la voz se escabulló de sus labios con timidez - Yoongi dijo que tenías mucho trabajo y…

-Eres el segundo que me dice eso esta noche. - contestó Namjoon, fingiendo que ver de nuevo el rostro ante sus ojos no le afectaba en absoluto. - Y eres al segundo que le diré que en realidad llevo un par de noches sin dormir.

Hoseok movió con duda sus labios, queriendo añadir algo más. Quizás para demostrar su preocupación en voz alta debido a que conducir desde Ilsan hasta Daegu sin haber dormido bien era peligroso o solo porque hacía tres días que no veía a Namjoon, tres días desde que lo rechazó y tres días en los que ese hombre ante sus ojos todavía no se había quitado aquella absurda pulsera que los dos llevaban.

Y puede que solo quisiese hablar con él de nuevo por un par de segundos más, pero este se limitó a entrar en el salón dejándolo atrás por completo.

-Yoongi diji qui tinias muchi trabaji… - Hoseok se burló de sí mismo con frustración regresando al salón. - Que idiota eres Jung Hoseok.




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Hiiii!!!!

Se supone que iba a esperar hasta el viernes para subirlo. Incluso lo consulte con vosotres en mi perfil... Pero realmente me apetecía subirlo así que intentaré tener el próximo lo antes posible para no alargaros tanto la espera.

Dejadme saber si os ha gustado baes.

" Alea Iacta Est : la suerte está echada. " *

Un beso,
os amo
Mel
💜

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