Capítulo 64 : VERSATILITY
“Sé que crees que lo tengo todo resuelto porque camino como si mi cabeza estuviera en las nubes, pero sólo soy un chico con su corazón saliendo de su cabeza.”
- Anson Saebra (Trying My Best)
Seokjin adoraba la forma en la que su lindo niño siempre se pegaba contra él buscando más contacto, como si quisiera que sus cuerpos se fundieran en uno. Por eso aquella noche decidió que era el momento adecuado para permitirle seguir descubriendo el placer de lo desconocido.
-Ven aquí. - Jin tomó la mano de Jungkook y los llevó hasta la cama. - Quiero que intentemos algo nuevo, te dije que te ayudaría a descubrirte y para eso necesitas experimentar y saber qué es eso que te gusta de verdad. Me encanta que disfrutes de nuestra forma de hacer el amor pero hay otras muchas posibilidades que podrían atraerte.
Jungkook sonrió, sus ojos abriéndose un poco cuando comprendió qué era lo que el entrenador trataba de decirle torpemente.
-¿Vamos a cambiar posiciones? - preguntó con una sonrisa brotando hasta sus labios.
Jin correspondió rápidamente su gesto y le sonrió mientras se levantaba para ir hacia la puerta del baño.
-Solo si a tí te apetece. ¿Qué opinas de la idea?
Jungkook se relamió los labios, poniendo su mirada sobre el cuerpo de su entrenador cuando este se libró del bañador mojado que todavía llevaba. Solo pudo asentir, se sentía tan nervioso como atraído hacia la imagen mental que comenzaba a formarse en su cabeza.
-Me gusta la idea, ¿vas a...prepararte para mí? - Jungkook notó como algo quemaba en su estómago al percibir un pequeño asentimiento por parte de su entrenador.
-Tardaré un poco, sécate mientras tanto precioso. No quiero que te enfermes.
Después de aquello Jungkook sintió que los minutos se hacían horas cuando su cuerpo comenzó a responder ante los estímulos de su imaginación, un pequeño gruñido se escabulló de su boca notando como la erección comenzaba a parecer incluso cuando Jin todavía se encontraba en el baño.
Por suerte no necesitó esperar mucho más. Solo cinco minutos después su precioso entrenador estaba saliendo del baño con una expresión necesitada que logró hacer temblar las piernas de Jungkook. Sus manos cosquilleaban ante la necesidad de tocarlo, de explorar y conocer lo que a Jin le gustaba y si sus gemidos sonarían diferentes cuando él fuese quien se encontrase dentro.
-Ven aquí. - gimoteó Jungkook, tirando de su mano para depositarlo sobre la cama con cuidado. - Si sientes que tu hombro duele debes avisarme. Yo… siento sacar el tema pero con Solar nunca me entusiasme demasiado y creo que contigo será lo contrario.
Seokjin sonrió mientras llevaba una de sus manos hacia la nuca de Jungkook y posaba una caricia cariñosa sobre la piel conocida.
-No te pongas nervioso, soy yo. La misma persona con la que te acuestas cada noche, lo único que cambiará es la postura. ¿Está bien?
Jungkook asintió, dejando que sus labios se perdieran sobre la piel del cuello de Seokjin para encontrar los puntos sensibles de su entrenador. Fue fácil descubrir que aquella zona bajo la oreja causaba reacciones en el otro, porque de alguna forma había muy pocas partes del cuerpo de Jin que él no conociese todavía. También fue sencillo percibir la forma en la que su espalda se arqueaba si succionaba sus pezones, de la manera en que le ocurría a él mismo cuando era el entrenador quien realizaba tal movimiento.
Era todavía un chico torpe en el aspecto de llevar el control, a Jungkook se le antojaba mucho más sencillo y natural provocar abriendo sus piernas o llevando su boca hasta las hendiduras de Jin pero no podría negar que aquello gozaba de cierto encanto. La sensación que recibía con cada sensible muestra de placer llenaba su interior de mariposas.
-El lubricante. - la mano de Jin se posó sobre la mejilla de Jungkook para llamar la atención de este y apartó las hebras de su cabello que le resbalaban sobre los ojos para poder mirarlo - Dilatame sin prisa, hace bastante que no…
Jungkook se precipitó rápidamente hacia los labios de su entrenador, dejó que su boca buscase desesperadamente la del contrario a medida que sus lenguas se envolvían en una excitante danza que les quitó la respiración a ambos. Solo entonces, cuando percibió que los labios de Jin estaban hinchados ante el roce, que sus pezones se encontraban rojizos y sus erecciones chocaban de forma inevitable entre sus cuerpos, en aquel instante Kook comprendió que esa posición también le gustaba. Porque la sensación de poder causar un desastre de placer en su pareja era incomparable con cualquier otra cosa que él hubiese conocido. Incluso a las piscinas.
-Avísame si te lastimo. ¿Está bien? - susurró con la voz ronca. Incluso el acto de impregnar la entrada de Seokjin con lubricante hacía que su cuerpo entero se tensase en necesidad.
Las caricias llegaron primero, cuando las yemas de los dedos de Jungkook juguetearon con la entrada explorando algo completamente nuevo. La sensación de excitación punzante y desesperada llegó un poco más tarde, cuando tras varios minutos de torpeza por fin tocó la próstata de su entrenador desencadenando un gemido agudo completamente diferente de los gruñidos que este proporcionaba cuando se encontraba ejerciendo el papel de activo.
-Eres muy bonito. - afirmó Jungkook en un suspiro. - Así eres bonito, cuando eres tú el que está arriba eres tremendamente sexy pero en este instante te ves delicado y no sé como lidiar con la nueva imagen porque me gusta tanto como la otra.
Jin sonrió entrecortadamente, un gemido queriendo abandonar sus labios mientras se mecía solo contra los dedos de su niño.
-La versatilidad está bien precioso, la mayoría de parejas se intercambian los papeles de vez en cuando. - Jin alzó levemente sus caderas - Creo que estoy listo.
Jungkook mordisqueó su propio labio, volviendo a recorrer con sus ojos la imagen llamativa y diferente que el cuerpo de Seokjin temblequeante a la par que necesitado le proporcionaba.
Y si había pensado que de esa forma era bonito, Jungkook sencillamente creyó que su cabeza explotaría cuando entró en este y percibió como Seokjin lo apretaba levemente de forma completamente intencional.
Aquellos ojos que conocía lo estaban retando y él solo pudo dejarse llevar a cambio.
-A..así. - Jin gimoteo sobre su oído antes de lamer la zona del lóbulo y Jungkook sintió que todo aquello estaba siendo realmente intenso.
Él nunca se había sentido interesado realmente por el terreno sexual hasta que ese hombre había llegado a su vida. Su entrenador continuaba proporcionandole experiencias nuevas cada sencillo día.
Fueron solo diez minutos antes de que el clímax lo golpease, Jungkook realmente no encontró las fuerzas para estirar esa vorágine de placer y sensaciones nuevas más allá. Él no pudo ampliar las estocadas de la manera en que Seokjin lo hacía cuando estaba sobre su cuerpo, pero a su entrenador no pareció importarle demasiado cuando se deslizó contra su abdomen y bajo hasta su miembro.
-Bien, puesto que yo aún tengo una erección es tu turno de estar abajo.
Kook sonrió en grande, echando su cabeza hacia atrás y alzando sus caderas cuando el entrenador embadurno de lubricante su entrada a medida que chupaba su glande en busca de una nueva erección que no tardó demasiado en aparecer.
-Mierda, eso ha sido… wow… todavía me gusta más ser el pasivo pero podríamos repetirlo siempre que...q...quieras. - gimoteó Jungkook.
Aquella noche los dos decidieron dejar que el agua caliente de la ducha calmase sus cuerpos después de horas de placer. Jungkook nunca se había sentido tan cómodo contra el cuerpo de otra persona como cuando Seokjin lo envolvía por completo con sus brazos.
-Te quiero. - y últimamente sentía la necesidad de decirlo constantemente. De hacerle saber a su entrenador lo muy seguro que se encontraba acerca de ese sentimiento.
-Y yo a ti, niño.
Jungkook frunció el ceño cuando escuchó sonidos en la planta baja de la casa y llevó su mirada hacia Jin, quien dormía tranquilamente a su lado. Se libró con cuidado de la mano de este que rodeaba su cintura y tras estirarse un poco observó el reloj, eran las cuatro de la mañana y el sol todavía no había salido. Algunas gotas de lluvia resbalaban sobre el cristal de la ventana de su habitación donde una ventisca hacía que el viento silbase al chocar contra las ramas de los árboles, el frío cubrió su cuerpo en cuanto se encontró lejos del amparo del abrazo de su novio y dudo entre si bajar a comprobar lo que ocurría o no. Solo el creer que podría tratarse de los gatitos lo alertó en medio de sus adormiladas acciones y con movimientos todavía torpes se la ingenio para ponerse el sweater de Seokjin.
Intentando no hacer demasiado ruido Jungkook salió al pasillo enfundandose ahora en una gruesa chaqueta de lana azulada, para cobijarse del frío de la noche invernal. Caminó con Peach y Mei mordisqueando sus zapatillas a cada sencillo paso a medida que los bostezos escalaban hasta su boca y perdió su calzado al menos unas tres veces mientras trataba de bajar las escaleras del dúplex. Para el instante en el que logró alcanzar la primera planta el nadador pensó que si se hubiese tratado de un ladrón probablemente ya les habría dado tiempo para escapar o golpearlo, debido a sus patosas acciones. Todavía adormilado abrió los ojos con sorpresa al notar a Park Jimin, sentado sobre la encimera con un oloroso café que despedía vaho desde la taza en su mano.
-Oh, lo siento muchísimo. - se excusó el chico – Tengo que volver a Busan y no sé si lograré centrarme en la carretera sin un poco de café. Estabais dormidos así que no quería molestar, escribí una nota.
Jungkook siguió con la mirada la zona señalada por Jimin y percibió un cuidado pedazo de servilleta sobre la que se encontraban garabateadas algunas cosas en tinta negra.
-¿Te vas tan temprano? Aún no ha amanecido y el tiempo no es el mejor. - cuestionó acercándose, todavía con las perritas jugueteando a su alrededor Jungkook se las ingenio para sentarse al lado de Park. También sobre la encimera de la cocina.
-Suelo entrenar cuando está amaneciendo. Mi entrenadora es bastante controladora en cuanto a los horarios, le gusta que todo salga bien... ella es... horrible, pero sabe como hacer crecer la fuerza de un atleta.
Jungkook asintió, había escuchado sobre el mal carácter de la nueva entrenadora de Park en varias ocasiones. La mujer no se lo pensaba demasiado cuando necesitaba gritarle al chico que era un inutil, él mismo había escuchado las duras palabras que le dedicaba en algunas competiciones.
“No entreno a perdedores así que más te vale ganar.” - le había gritado en la pasada competición.
Esa vez Jungkook había tratado de ignorar el justiciero suicida que a veces llevaba dentro. Detestaba cuando los entrenadores ponían una presión tan pesada sobre los hombros del atleta.
-¿Por qué decidiste dejar de entrenar con Jin para meterte en la boca del lobo? - Jungkook necesitaba expresar su duda en voz alta, había estado preguntandose aquello durante un tiempo. Para él entrenar con Seokjin era lo mejor del mundo, y aunque no podía ser del todo objetivo incluso su lado perfeccionista le daba la razón. - No lo digo porque sea mi pareja pero Jin realmente sabe lo que hace cuando se trata de su trabajo. No entiendo del todo porque esa bruja es mejor para entrenarte que…- vale, quizás estaba dejando salir su lado protector pero ni siquiera podía crearse una pequeña idea acerca del motivo que llevaría a un chico con un entrenador más que decente a preferir someterse a los insultos de una entrenadora que no entendía acerca de límites. - Lo siento pero no lo puedo entender. Seokjin es bueno, él te entrenaba y lo cambiaste por esa entrenadora maleducada que siempre está avergonzandote con sus gritos durante las competiciones.
-Fue una nadadora olímpica galardonada, uno no siempre tiene la oportunidad de ser entrenado por una leyenda y ella se presentó ante mis patrocinadores como eso. Así que solo me dije a mí mismo que en realidad sonaba bien, me gustaba entrenar con Jin pero la oferta de seguir creciendo al lado de alguien que había estado en las Olimpiadas... Me dejé llevar un poco por consejos ajenos y ahora estoy atado a un contrato de varios años. Mis patrocinadores la quieren como mi entrenadora, el gimnasio donde entreno se beneficia de su nombre… Mi padre es mi manager desde que tengo memoria, él quiere lo mejor para mí pero la confianza apesta y eso deriva en que sea más padre que manager. Cree que decidir sobre mí está bien porque al fin y al cabo él ha vivido más años y visto más cosas que yo. - Jimin se encogió de hombros - Seokjin me ayudo un poco con esa faceta sumisa que siempre le muestro, pero ahora todo ha regresado a su curso habitual.
-¿Por eso estáis tan unidos? - Jungkook dejó escapar su curiosidad mientras se acomodaba sobre la encimera y se giraba levemente hacia Jimin.
-Bueno… conozco a mucha gente pero él es mi único amigo. - Park se encogió un poco abrazando sus piernas con los brazos - Me ayudó a recordar porque me gusta nadar, hacía años que ya ni siquiera comprendía si nadaba para mi o para mi padre. Creo que es una mezcla de ambas cosas. Si pudiese regresar atrás en el tiempo no habría firmado el contrato con mi nueva entrenadora.
-¿Ella sabe que eres homosexual? - la pregunta podría parecer innecesaria para cualquiera, pero ellos dos no eran personas aleatorias sino dos atletas completamente conscientes de los pensamientos antiguos que envolvía el terreno del deporte en todos los lugares del mundo.
Jimin suspiró con una sonrisa irónica asomándose a sus labios.
-Por suerte no lo sabe y no pretendo decírselo. Ese es el porqué la gente como nosotros no puede tener una pareja de verdad y también es el verdadero motivo por el que no pretendo decirle a nadie que tú y Jin estáis juntos. - Jimin bajó la mirada, una marca de profunda tristeza se extendió por sus ojos y Jungkook se preguntó desde cuándo aquel muchacho parecía tan deprimido. Ese que ahora dejaba escapar lamentos era el mismo muchacho que posaba con sonrisas victoriosas ante los paparazzi una semana atrás. – Es muy difícil. - añadió. - Pocas personas comprenden que como atletas no podemos sencillamente decidir salir del armario y defender nuestros derechos, ni siquiera en Europa es sencillo... ¿Cómo sería en Corea?
Jungkook asintió, comprendía las palabras de Jimin. Sus vidas estarían condenadas si alguien descubriese su secreto, y eso era precisamente lo que siempre impediría que sus vidas fueran normales. Lo que le impedía incluso sacar a su madre de esa casa que él continuaba pagando cada mes. Ellos debían elegir entre el amor romántico y la pasión por el deporte que adoraban.
Kook se había propuesto tener ambas, pero de nuevo Jimin tenía razón. Eran pocos los que aceptarían esperar y Jin lo estaba haciendo porque había conocido aquella sensación, sabía lo que significaría para un atleta abrirse ante el mundo y confesar su homosexualidad.
-Bueno, al menos has tenido una buena noche hoy. - trató de bromear, mas Jimin no sonrió. En lugar de dedicarle una mínima reacción, este se hundió un poco en sí mismo y estrechó la taza de café entre sus manos.
-Eso es todo, cuando desperté ellos dos estaban abrazados y yo en una esquina de la cama sin tan solo un fragmento de manta. Y siempre será así para mí Jungkook, yo siempre seré una persona que tendrá que conformarse con lo temporal y fugaz. - Jimin bebió, sus manos temblaban. - Ellos realmente me gustan pero pude notar la forma en la que yo no encajaba, un puzzle de dos piezas no acepta una tercera.
-Jimin... - Jungkook lo observó, preocupado por el tono lastimado que su voz había obtenido. - Quizás estás mirándolo todo desde el pesimismo.
-Ya estoy acostumbrado. La gente nunca se queda demasiado tiempo a mi lado y ellos ya son una pareja, ¿por qué querrían a un tercero? - las manos de Park volvieron a temblar. Jungkook no supo decir si se debía al frío de la noche o a sus nervios pero el café desbordó un poco en consecuencia y el muchacho ni siquiera se inmuto – Es una pena, ellos realmente son bonitos y creí que había química... pero de nuevo... ¿quién puede amar a una persona que debe esconderse y que decidirá hacerlo por encima de cualquier sentimiento de amor? Quiero ser un gran atleta, así que me obligo a que todos esos sueños de ser acariciado con cariño desaparezcan... es solo que... A veces no es sencillo. Y a veces me gustaría dejarlo todo para poder ser un chico normal y corriente, alguien que pueda tener amigos, una pareja y que no tenga que despertarse de noche para entrenar mientras escucha los gritos de una mujer que presume de ser una leyenda olímpica. En ocasiones solo quisiera ser yo mismo, no la mentira que quieren que le muestre al mundo.
Jungkook observó hacia el frente, Mei y Peach se perseguían y derrapaban por toda la cocina. La vida siempre era un poco menos dura con personas en las que sostenerse.
-Apunta mi teléfono, si necesitas hablar puedes contactar conmigo. Hemos crecido lo suficiente para escapar de esa idea absurda que nuestros padres trataron de plantar en nuestras cabezas. Podemos ser amigos fuera de la piscina digan lo que digan, creo que tú necesitas a una persona a tu lado tanto como yo la necesitaba antes de conocer a Jin y a Taehyung.
Jimin sintió la timidez envolverlo y se forzó a negar, incluso si se moría de ganas por decir que sí.
-No era una pregunta hombre. - Jungkook trató de mostrarle una sonrisa animada - ¿Qué hay de malo en ser amigo de tu principal rival en la piscina? - volvió a bromear - ¿Es por tu entrenadora?
Jimin negó y rápidamente se apuró a alcanzar el teléfono del bolsillo de sus vaqueros.
-Está bien. Seamos buenos amigos Jeon.
-Seámoslo, Park.
------------
Hii!!
Capítulo sorpresa. Perdonad si se junta algún diálogo o parágrafo pero Wattpad ha decidido comenzar a comerse los espacios cuando copio y pego de docs.
Como podéis observar en estos capítulos hay algunas cosillas sobre la vida de los demás personajes.
Un beso,
os amo
Mel
💜
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro