Capítulo 62 : SPECIAL YOU
“Te necesito cuando estoy destrozado, cuando estoy recuperado. Te necesito cuando estoy bien, cuando estoy enfermo. Los amigos en los que confío, no aparecen cuando los necesito. Corren como un río, pero tú no. No puedo ver cuando estoy cayendo, perdiéndome a mí mismo… pero entonces te oigo llamándome. Ahí estás tú. Tú estás ahí con los brazos abiertos.“
- ZAYN (There You Are)
Jungkook no se imaginó que la habitación de Jin en la casa de sus padres seguiría decorada como la de un niño pequeño, por eso abrió los ojos impresionado cuando su entrenador lo empujó levemente hacia el interior de esta, posando la mano sobre la parte baja de su espalda. La imagen entró por su retina al instante, causando en su interior automáticamente una sensación de ternura que le calentó el corazón.
-Me fui a Seúl con once años, mi madre no ha cambiado nada de esta habitación así que es como volver al pasado en cada una de las ocasiones que vengo. Mi padre está tratando de explicarle que cuando traiga a alguien no cabremos en esa cama. -Jin sonrió cerca de su oído - A alguien como por ejemplo tú.
Jungkook sonrió por un instante, notando como los brazos de Seokjin lo envolvían por la cintura y este posaba la barbilla sobre su hombro. Era una postura a la que ya se había acostumbrado, un acto cargado de cercanía e intimidad que él siempre se encontraba disfrutando. Cuando los brazos de su entrenador lo rodeaban, la sensación de tener a alguien que lo quería con sinceridad lograba borrar cualquier resquicio de estrés por las cercanas competiciones nacionales.
En las últimas semanas se había vuelto mucho más frecuente que los dos se dedicasen esas muestras de cariño, atrás habían quedado los momentos de timidez marcados por el inicio de su relación. Jungkook podía colarse entre los brazos de su entrenador casi en cualquier momento, lo hacía mientras veían una película en el sofá de su casa, mientras cocinaban, cuando Jin se sentaba en su despacho para organizar los horarios o simplemente en ese instante. En cada ocasión Seokjin respondía con besos cariñosos que causaban temblores de felicidad en cada extremidad del cuerpo del nadador.
Era feliz a su lado. Los dos lo eran teniéndose mutuamente.
-Es interesante. Yo ni siquiera puedo recordar cómo era mi habitación en Busan.
Un ordenador enorme permanecía sobre un despacho todavía decorado con manchas de pintura de colores, el reloj tenía forma de gato y sobre las paredes descansaban fotos de un Kim Seokjin mucho más pequeño pero con la misma sonrisa acogedoramente preciosa y brillante que en la actualidad. A medida que se adentraba en aquel cuarto pintado de azul, sus ojos se movieron desde el armario repleto de pegatinas de Mario Bros hasta una de las estanterías en la que se podían observar medallas y trofeos de natación. La sonrisa fue algo inevitable, casi podía imaginarse a su novio como un niño ilusionado que comenzaba a notar la ilusión que aportaba a sus extremidades el zambullirse en una piscina.
Su atención y cariño se posaron sobre los diplomas recibidos por innumerable cantidad de competiciones, uno que fechaba de Octubre del 1997 llamando su atención sobre todos los demás. Mientras él acababa de nacer, su entrenador ya obtenía su primer certificado de natación en preescolar. Aquello era algo que los dos compartían, lo que los unió por primera vez y por supuesto lo que les permitía entenderse mutuamente a menudo. Ambos adoraban su deporte.
-1997 - leyó en voz alta Jungkook - Un mes después de que yo naciese, y tú estabas recibiendo tu primer diploma de natación.
-Ahí tenía unos ocho años. Mi madre mantiene la foto de ese día en el mueble del recibidor. Estaba tan feliz que ni siquiera preste atención al objetivo, así que solo se me ve de perfil.
Jungkook apoyó su espalda sobre el pecho de su entrenador, aspirando el olor de su perfume mientras sujetaba el diploma entre sus manos con una pequeña sonrisa.
-Yo también obtuve el mio a los ocho años. - sus labios estaban curvados con una enorme sonrisa.
-No esperaba menos de mi nadador favorito. - bromeó Seokjin, notando como Jungkook ponía su atención sobre algunas medallas - Son las últimas que conseguí aquí y algunas de Seúl cuando apenas estaba iniciando como profesional.
-Eras de los que presumen poniendo las medallas y trofeos en su estantería. - bromeó Jungkook.
Seokjin sonrió, estrechando un poco más a su chico mientras acercaba su boca hasta la mejilla de este para dedicarle un beso cariñoso.
-La distancia entre mi casa y Seúl no es de mucho más de una hora pero de todas formas decidí mudarme, porque odiaba tener que pasarme una hora en autobús después de clase y otra hora tras el entrenamiento. A veces me saltaba las paradas porque me quedaba dormido y entonces tenía que correr hasta la piscina o telefonear a mi entrenador. - Jin hizo una pausa notando que Jungkook atendía en silencio a sus palabras - Mis padres no querían arriesgar su trabajo y mi hermano no quería dejar su instituto, así que me quedé con mis tíos en Seúl. Cada viernes regresaba, lo que sin duda influyó mucho en que no modificasen la habitación. Hasta que mi horario comenzó a hacerse un poco más apretado, entonces solo regresaba a casa cuando realmente sabía que tendría varios días libres.
Las manos de Jungkook depositaron con cuidado el diploma en su sitio mientras sus ojos barrían de nuevo la estantería hasta encontrar algo interesante. Y solo unos segundos después lo encontró, un trofeo de una competición en Seúl durante el siete de septiembre del 2013 a la que fue por curiosidad. Era su primer año en aquella ciudad tras haber dejado Busan, su primer cumpleaños sin su padre y la primera vez en su vida que se sentía completamente miserable, por lo que su madre lo intentaba mantener feliz llevándolo a ver todas las competiciones que se realizaban cerca de su nueva casa.
-Estuve en esta competición, mi madre me llevó porque yo no lograba hacer amigos en el colegio y los chicos de la piscina en la que entrenaba conocían lo que había sucedido con mi padre porque a alguno de sus padres se le ocurrió advertirle sobre el niño nuevo.
Seokjin abrió los ojos sorprendido, observó la medalla antes de apretar el abrazo alrededor de la cintura de Jungkook, no le gustaba imaginarse a su chico como ese niño al que nadie le daba una oportunidad. Kook podía engañar a primera vista, pero en realidad esa frialdad que parecía desprender no era nada más que una timidez que le obligaba a cerrarse dentro de una carcasa de protección propia.
Se había hecho amigo de Taehyung con rapidez, porque el novio de Yoongi mantenía su mente abierta y no se había asustado de esos ojos de cachorro asustado que de vez en cuando Kook mostraba ante extraños. Su chico era precioso, un gran atleta y estaba lleno de una nobleza que el mundo se empeñaba en ignorar. Y eso no era justo, por eso Seokjin prefirió abordar el tema por un lado distinto.
-A eso se le llama destino, precioso. Los astros se alinearon para que me conocieses. - dijo con una enorme sonrisa. Solo quería ver a Jungkook feliz, escuchar su voz emocionada y observar esos bonitos ojos desbordantes de ilusión mientras sus labios se curvaban en una sonrisa atractiva.
-Ganaste aquel día. Le hablé a mi madre durante semanas de ti porque eras realmente rápido. No me acordaba bien de tu nombre porque había demasiados Kim, pero sabía que habías ganado y recordaba tu gesto cuando te subiste al podium, estaba seguro de que podría reconocerte. Así que traté de encontrarte, e hice todo un escándalo porque mi madre no quiso llevarme de nuevo a una competición en la que pudiese verte nadar. - el tono de la voz de Jungkook se hizo un poco más agudo a medida que la emoción del recuerdo provocaba que sus labios se tornasen sonrientes - Ella dijo que los aficionados a la natación podrían reconocernos e increparnos, pero si ahora me paro a pensarlo… ¿crees que no le gustó mi reacción y por eso se negó a llevarme a ver competiciones de nuevo? Quiero decir… Realmente hablé mucho de ti.
Jin se tomó unos segundos antes de darle una respuesta. Su corazón un poco derretido por comprender que Jungkook y él habían estado cerca mucho antes de que se convirtieran en entrenador y atleta.
-No puedo opinar sobre eso, es posible que fuese por los aficionados pero también debido a su cerrada mente acerca de chicos amando a otros chicos. Tú la conoces, así que sigue tu instinto para encontrar una respuesta adecuada.
-Creo que ella odiaba que yo hablase de otros nadadores y creo que sabía que era homosexual incluso antes de que se lo confésase. Al principio, cuando admiraba a Jimin… mi madre siempre respondía que así nunca lograría ganarle. Supongo que me lo tomé tan a pecho que empecé a ver a Park como un rival, incluso si todavía éramos principiantes. Mi padre me ha dicho que él y yo solíamos llevarnos bastante bien antes de que las competiciones se volvieran más serias. Crecimos en las mismas piscinas después de todo.
Seokjin depositó un beso cariñoso sobre la nuca de su novio al percibir que su tono parecía comenzar a detonar un poco de tristeza.
-Bueno, al menos ahora me tienes a mí para ayudarte a distinguir entre admiración y atracción.
Y Jungkook estaba tremendamente agradecido por aquello, Jin le demostraba cada día que no existía ni una sola cosa que no pudiese confiarle. Cada vez que algo rondaba su mente y abría la boca para decírselo, su novio le respondía con la verdad.
-Te tengo a ti. - sonrió - Me gusta tenerte a ti.
No fue hasta un dos días después de aquella comida en la casa de los padres de Jin que Jungkook modificó un poco su idea para la fiesta de cumpleaños sorpresa de Jin, tras obtener el teléfono de la madre de su novio ambos decidieron que los miembros de la familia de Seokjin podrían ir a Seúl aquella noche. De la misma manera Yoongi y Taehyung estaban disponibles, los nadadores habían sido descartados en su gran mayoría porque muchos de ellos estaban más concentrados en su trabajo que en el cumpleaños de un ex entrenador.
-¿Dónde pongo esto? - Taehyung alzó su mano manteniendo apenas el equilibrio. Llevaba platos de plástico en una mano porque la madre de Jin había llegado con gran cantidad de comida y estaba dispuesta a hacer de aquella noche una fiesta de cumpleaños de la que todos podrían salir con el estómago lleno y rodando - Tu suegra me ha pedido que los traiga al salón pero la mesa de la comida ya está a rebosar.
Jungkook se apuró a ayudar a Taehyung mientras llevaba una de sus manos hacia Mei para impedir que la perrita alcanzara las salchichas, no sabían cuánto tiempo Yoongi podría entretener a Jin así que la mayoría de personas en esa casa se movían con rapidez.
-Los pondré en una esquina de la mesa, de esa manera todos podrán servirse a su justo. Siéntate, o acabarás en el suelo otra vez.
-En mi defensa diré que fue porque había demasiados globos en el suelo. La potencia pulmonar de tu hermana debe ser incluso superior a la tuya Kook.
Una risa llegó hasta sus oídos desde la pequeña terraza de la casa, donde el padre de Jin y su hermano llevaban dos horas peleando con la piscina desmontable de madera. La tarea era fácil, sin embargo ellos lo hacían parecer bastante complicado mientras se llevaban la contraria el uno al otro. Para cuando Jungkook salió al jardín la imagen había pasado de padre e hijo discutiendo a padre e hijo mojándose con una manguera en pleno invierno, nuevamente, la familia de Kim Seokjin era una bonita sorpresa.
-¿Está montada? - preguntó caminando hacía el enorme bulto, tapado a medias por la funda negra.
-Lista, estoy seguro de que a mi hermano le gustará.
Jungkook asintió con timidez, a pesar de que la familia de Jin era amable y todas las personas de esta lo trataban realmente bien, le seguía costando desenvolverse bien con desconocidos.
-Genial, eso me relaja un poco. - Jungkook miró por quinta vez en los últimos diez minutos su reloj - Iré a cambiarme, si llega alguno de los invitados decidle que se acomode donde quiera pero el segundo piso está prohibido. Moví a la mayoría de nuestras mascotas arriba, el baño de la planta baja será suficiente… o eso creo.
El padre de Seokjin le dedicó una sonrisa tranquila, que a Jungkook le recordó a esas expresiones que su entrenador le regalaba cuando él estaba demasiado agitado durante las rutinas de entrenamiento.
-Ve, mi mujer y yo podemos encargarnos de lo que falta. ¿Necesitas que hagamos algo en concreto?
-Creo que está todo listo, ya hemos puesto la tarta y el alcohol en la nevera, la comida está sobre la mesa, nuestras mascotas a salvo y el regalo principal listo. - Jungkook le devolvió la sonrisa al padre de Jin - Muchas gracias por la ayuda, hubiese sido difícil para mí prepararlo todo después de mi entrenamiento. Mi horario no deja mucho espacio para la organización de fiestas.
Después de comprobar que Yuqi y la sobrina de Seokjin estaban tranquilamente sentadas en el sofá de la sala de estar mientras creaban una playlist repleta de vídeos de idols, Jungkook le dedicó una mirada de agradecimiento a un cansado Taehyung que lidiaba con las perritas y su propio cachorro, estirado en la alfombra y rodeado casi por completo de globos.
-Yeontan es tan pequeño que ni siquiera puedo verlo si se sienta detrás de uno de los globos. - bromeó acercándose para sostener al precioso animal entre sus manos.
Taehyung le dedicó una sonrisa, todavía acostado sobre la alfombra y con el teléfono en la mano, en el caso de que Yoongi avisara de que estaban cerca todos tendrían que prepararse para la sorpresa. Y todo suponía la familia de Jin, su hermana, Taehyung, Yeontan y un nadador que aún no había llegado.
Jungkook se sentía como si estuviese a punto de nadar en la competición más importante de su vida, pero la sonrisa feliz de Jin le bastaría para calmar cualquier rastro de estrés en su alma. Como siempre lo hacía.
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Hii!!!
Espero que os haya gustado este capítulo sorpresa. Últimamente he tenido tiempo estando resfriada, así que por eso actualizo tan seguido.
Un beso,
os amo
Mel
💜
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