Capítulo 61 : FAMILY TASTE
“Quebrador de mandíbulas, él sabe a caramelo.”
-Jawbreaker (Machine Gun Kelly)
Jungkook sostuvo el teléfono entre sus manos mientras observaba la puerta de la habitación, tenía poco tiempo y quería obtener la ayuda de Yoongi lo antes posible para comenzar con la organización.
Había pensado en tantas cosas que su cabeza ya estaba a punto de estallar para cuándo marcó el número de Taehyung y presionó la tecla de llamar.
-Jin cumplió años el día que tuve mi segunda competición pero no pudimos hacer nada interesante así que quiero preparar algo para él, entre una cosa y otra el tiempo ha pasado pero él todavía no tiene la celebración que merece. El problema es que no conozco a ninguno de sus amigos, a parte de a Yoongi. - Jungkook escuchó como Taehyung llamaba a su novio tras la línea. - Así que por eso quiero hablar con él, será rápido.
-Dame un segundo Kook. - una vez más Taehyung hizo sonar su voz pronunciando el nombre de Yoongi, esta vez usando un tono más alto. - Viene ahora, está terminando de hacer ese asqueroso café que siempre bebe.
Jungkook suspiró en silencio mientras se dejaba caer sobre la cama y asintió levemente nervioso. Nunca le había preparado una fiesta de cumpleaños a un adulto, con Yuqi era tan sencillo como comprar comida, dulces y dejar que esta invitase a dormir a sus amigas. Pero dudaba que su entrenador quisiese una fiesta de pijamas a sus veintiocho años, a menos que fuesen ellos dos solos sin ropa. Lo cual formaría parte de la celebración también si todo salía de la forma adecuada.
Unos cuantos amigos, pizza, el alcohol justo para quienes quieran beber algo, música y lo que sea que a Jin le guste hacer con sus amigos. Después de aquello Jungkook le daría un regalo perfecto y se meterían en cama como cada noche para disfrutar el uno del otro. A la mañana siguiente un desayuno sorpresa y celebración terminada.
Algo. Jin merecía algo porque se había pasado el día de su cumpleaños masajeandole la rodilla en aquel hotel de Gangwon. Solo habían salido de sus habitaciones para llenar sus estómagos e incluso el restaurante era una zona en la que la prensa había sacado fotos de ellos dos aprovechando las cristaleras de cristal que daban a la calle.
-¿Qué ocurre? - la voz de Yoongi lo hizo despertar de su bucle de pensamientos y Jungkook se sentó sobre la cama con los ojos clavados en la puerta del baño que estaba usando Jin - ¿Jungkook? Tae ha dicho que necesitas ayuda con algo que tiene que ver con Seokjin.
-Sí, en realidad estoy pensando en prepararle una pequeña fiesta de cumpleaños. Ha pasado más de una semana y por fin tenemos un poco de tiempo, no pudo celebrarlo porque estaba conmigo en una competición y cenar en el restaurante de un hotel no es la mejor de las celebraciones cuando sabes que hay un paparazzi al otro lado de la ventana. - Jungkook se detuvo, entendiendo que quizás estaba alargando sus palabras demasiado - La cosa es que no conozco a ninguno de sus amigos, me preguntaba si tú tienes el contacto de alguno de ellos que esté dispuesto a venir.
Hubo silencio por unos instantes.
-Jin se cerró un poco cuando dejó de nadar, así que no tiene muchos amigos cercanos. Estamos Namjoon y yo, su primo o alguno de sus nadadores. Tiene conocidos en otras zonas de Asia y alguno que otro desperdigado por Europa, pero se dedican a la natación así que me imagino que será difícil lograr que libren sus agendas.
Jungkook frunció el ceño levemente pero no abrió la boca, él tampoco podía considerarse como la persona más social del mundo. Sus únicos amigos eran esos conocidos que le enviaban un mensaje de vez en cuando si había alguna fiesta en un local que le gustaba, pero en los últimos meses todas sus respuestas eran negativas ante la más mínima invitación. Se había cansado de ser el que siempre estaba de adorno, el que siempre pagaba y siempre terminaba marchándose solo a casa. Cuando tenía a Solar a su lado era más sencillo fingir, porque su ex novia había sido la única amiga real en su toda su vida.
-¿Tienes el teléfono de su primo? Eso podría servir…
-Mmm… déjame que revise, más tarde Taehyung puede enviarte un mensaje con el contacto si lo encuentro. Debo tener su tarjeta por algún lado, el tipo es profesor y siempre está buscando entrenadores para las actividades extraescolares del colegio. Jin seguiría hinchando chalecos salvavidas de Nemo si no fuese porque te entrena a ti.
Jungkook sonrió, su mente fluyendo hacia la imagen de Jin entrenando a aquellos niños pequeños. No podía evitar imaginar la sonrisa de su entrenador, o la manera en que los ojos de este se cerrarían mientras se llevaba el silbato a la boca para indicarle a sus alumnos que el calentamiento comenzaba y debían realizarlo sin prisa.
-Si quieres el contacto de alguno de sus nadadores puedes preguntarle a Namjoon porque él ha tratado a muchos de ellos, le diré a Taehyung que te pase su número también. ¿Necesitas algo más?
-¿Alguna idea de qué se le puede regalar a una persona que solo muestra interés por la natación? - Jungkook ni siquiera se creía que él estuviese realizando aquella pregunta, y a juzgar por la risotada irónica tras la línea Yoongi tampoco.
Jin tenía otros intereses pero su mueble del salón ya estaba repleto de películas y álbumes de música. Su entrenador incluso coleccionaba algunos vinilos que de vez en cuando hacía sonar mientras se recostaban juntos en la terraza si el sol brillaba.
-Soy entrenador de baloncesto, no suelo acercarme a las piscinas demasiado pero imagino que… ¿algo que tenga agua? Realmente no lo sé. - Yoongi hizo una pausa - No te compliques, Jin no es exigente con los regalos. Incluso si le escribes una carta él estará feliz porque valorará su significado y cada palabra.
Jungkook asintió sin tan siquiera pronunciar una sola palabra a cambio, aquello no había sido de gran ayuda. Quería regalarle a Jin algo que realmente le resultase útil porque su entrenador no parecía necesitar demasiado, su casa estaba bien amueblada a pesar de esas cajas de mudanza que seguían en la esquina del trastero, su armario repleto de ropa, tenía un despacho propio, una preciosa cocina y aquella terraza que de vez en cuando usaba para encender la barbacoa cuando el buen tiempo acompañaba.
Antes de que pudiese despedirse de Yoongi la voz de Taehyung estaba sonando en su oído.
-Una piscina. - dijo el chico - Esa terraza es un verdadero desperdicio sin una piscina.
-Hay una piscina comunitaria en…
-Venga ya, no es lo mismo. La terraza está bien camuflada con todos esos setos y enredaderas, piensa en lo bien que la amortizariais en verano lejos de las cámaras. No tiene porque ser una enorme, está esa opción de comprar las de plástico o madera desmontables. Yoongi tiene una y es genial incluso si el espacio es bastante pequeño en comparación con el de Seokjin.
-¿La estáis usando en invierno? - preguntó Jungkook, la curiosidad estaba comenzando a pulular a su alrededor cuando notó la figura del entrenador saliendo del baño con unos pantalones negros ajustados y la camisa a medio abotonar. - A eso se le llama estar caliente todo el año, Kim Taehyung.
Aunque él no era el más indicado para juzgar, de momento su libido se mantenía bastante alto.
-No puedo negar eso, pero en realidad la terraza de Yoonie está cerrada. Al principio pensé que era un desperdicio pero al parecer puede desmontar las ventanas en verano. Con mi pierna así es lo único que me ayuda a desconectar… - el ruido de lo que a Jungkook le pareció un beso se pudo escuchar de fondo - Creeme, la piscina es una buena idea y podrás darle un buen uso como su novio… - las palabras de Taehyung se detuvieron por unos segundos y un ruido extraño resaltó de fondo - Luego te paso algunas fotos con los contactos, ahora tengo que irme. El desayuno me espera.
-Adi…- pi pi pi. Taehyung le había colgado de inmediato.
Jungkook lanzó despreocupadamente el teléfono sobre la cama y alzó la mirada topándose con su novio realmente cerca. Sus ojos siguieron a Jin cuando este se inclinó para obtener aquel perfume que solo había logrado olisquear en su piel en un par de ocasiones y de repente estaba memorizando la marca porque estaba a punto de terminarse.
-Iré a darle una rápida visita a mis padres, no voy a aceptar un no por respuesta esta vez. Estaremos allí solo unas horas, llegaremos a tiempo para entrenar durante la tarde y entonces podremos volver a casa para cenar y ver un episodio de esa serie que tanto te gusta antes de dormirnos. - Jin posó el bote de perfume de nuevo sobre la mesilla. A Jungkook le resultó sencillo reconocer la marca, Le Male de Jean Paul Gaultier. Aquel era el aroma de su novio cada vez que se vestía bien y su boca se hacía agua por algún motivo al olisquear - ¿Qué dices? ¿Vienes? Ya les he hablado de ti, y mi madre no parará de insistir hasta conocerte.
Jungkook había planeado pasar esa mañana libre organizando una fiesta para su atractivo entrenador, pero los ojos de este suplicándole que aceptase fueron más fuertes que su voluntad y pronto se encontró saliendo de la ducha y rebuscando entre su ropa de forma desesperada. Entre las prendas que se habían quedado en la vivienda que solía compartir con su madre, las que estaban en casa de su padre y la colada todavía húmeda por las lluvias, realmente no lograba localizar nada más que ropa deportiva.
Y Jeon Jungkook simplemente no quería conocer a los padres de su novio mientras llevaba unas mallas cortas de hacer running. Porque las mallas cortas de running eran un poco ridículas para todo aquel que no estaba haciendo deporte mientras las llevaba, marcaban zonas innecesarias que no estaba dispuesto a resaltar en presencia de los padres de Seokjin.
-¿Quieres usar algo mio?
Jungkook levantó la mirada con las manos todavía en el armario y se maldijo por hacerlo. Porque Kim Seokjin era un maldito desgraciado que se había remangado la camisa hasta los codos y se colocaba un reloj tranquilamente, mostrando las venas de sus brazos trabajados y sus largos dedos. Unos dedos que, por qué no decirlo, Kook amaba sentir últimamente.
En todos sus años de vida él jamás imaginó que podría llegar a sentirse atraído por las venas o los cuerpos trabajados de los hombres. Pero quizás aquello explicaba, de alguna manera, el que cuando tenía catorce en su ordenador había muchas más fotografías de nadadores atléticos en bañador que de las chicas que nunca llegaron a atraer su mirada a pesar de ser preciosas. Jungkook sabía apreciar la belleza femenina todavía, incluso si nunca lo había atraído excesivamente. Solar era hermosa y deslumbraba por completo, tanto interior como exteriormente, pero ella no le causaba esas extrañas reacciones que su entrenador sí.
Con ella no había sentido el cosquilleo de su corazón golpeando con fuerza su pecho mientras se besaban. Con ella solo había sido feliz de tener a una confidente, alguien a quien escuchar y con quién hablar.
-Deja de provocarme o no iremos a ningún lado salvo a la cama. - amenazó notando la sonrisa que comenzaba a formarse en los labios de su novio.
-¿Qué? Yo no estoy haciendo nada, niño lindo.
Jin se levantó y caminó hacia Jungkook quien todavía se mantenía de pie, cerca del armario y observando cada uno de sus movimientos. A Seokjin no le llevó demasiado seleccionar algunas prendas que podrían servirle a su chico, así que tras literalmente lanzarlas sobre los brazos de Kook, miró su reloj.
-Salimos en media hora, iré a acomodar las cosas de Mei y Peach. Se vienen con nosotros de excursión.
Aquello le devolvió la sonrisa a Jungkook, quien dejando a un lado la ropa se acercó al entrenador Kim para besar los labios de este de forma rápida y cariñosa. Era increíble lo libre de preocupaciones que podía sentirse su cabeza cuando estaba al lado de aquel hombre.
Media hora más tarde, exactamente, Jungkook se acurrucaba en el asiento del coche encantado con el olor a Jin que aquella ropa desprendía. Además de portar sus prendas se había permitido usar las últimas gotas del perfume que este tendía a ponerse.
-Duerme si tienes sueño. - habló Jin notando como el nadador bostezaba con los labios dentro del cuello alto de su mullido sweater.
-Está bien, quiero hablar con Taehyung sobre algunas cosas. Nada importante.
Mientras las leves gotas de lluvía que se mezclaban con la salida del sol, se depositaban sobre los cristales del coche y formaban arcoiris a los lejos, la música de su playlist conjunta sonaba al volumen ideal. Jungkook decidió sólo diez minutos después de que el coche atrancase, que le regalaría una piscina a Jin. Tras tomar la decisión se dejó caer en los brazos de Morfeo, y lo siguiente que escuchó fue la voz de una niña gritando el nombre de su entrenador y a Peach ladrando felizmente todavía acomodada con su arnés en el asiento trasero del coche. Mei estaba en una situación similar a la suya, despertando entre confusión.
-Bienvenido a la residencia Kim.
Una residencia mucho más grande de lo que Jungkook había imaginado, pero toda su atención fue robada por los familiares de Jin que salían a la entrada con tranquilidad mientras su novio aparcaba el coche sin dificultad.
Era la primera vez que Jungkook se sentía tan nervioso como en una final sin tener una piscina ante sus ojos.
-Te voy a matar por esto. - protestó bajito.
-Sonríe, mi madre está viniendo hasta aquí y le encanta pellizcar mejillas. - bromeó Jin - Ya no hay vuelta atrás precioso, yo conocí a tu padre. Tu turno.
Jungkook abrió los ojos sintiendo su corazón desbocado al notar como una mujer que portaba rasgos similares a los de su novio se acercaba al coche con una brillante sonrisa.
-Te mataré viejo.
-Será más fácil para ti de lo que lo fue para mí. No hay vuelta atrás niño, sostén mi mano cuando sientas que es demasiado y me encargaré de encontrar espacio para los dos.
Jin tenía razón. A su madre le encantaba pellizcar mejillas pero solo las de su hijo pequeño, por eso Jungkook se encontraba sentado cómodamente en uno de los sofás de jardín con Peach y Mei sobre sus pies mientras sonreía al notar que su novio rodaba los ojos tras recibir el quinto apretón de mejillas en la última hora.
En su lugar, Jungkook había recibido un abrazo maternal que por un instante casi derritió su corazón. La familia de su entrenador era tan distinta de la suya que el ambiente lo había atrapado instantáneamente. Allí se sentía aceptado, cuidado e incluso consentido.
-¿Puedes pasarme las bandejas niño? - Jin se apartó el flequillo de la frente y le hizo una seña mientras sostenía entre sus manos las pinzas con las que manipulaba el churrasco que se estaba haciendo en la barbacoa, su sobrina colgaba de su espalda como un koala en busca de atención.
Y aquello era un logro desbloqueado para Jungkook porque estaba acostumbrado a ver a Jin usando la barbacoa de su casa, pero no a notar como su personalidad acogedora se expandía alrededor de toda su familia creando sobre su boca una sonrisa mucho más tranquila todavía de la que normalmente portaba.
-Tienes dos pares de pies y manos Jinnie, deja que el chico descanse. Si es un atleta debe estar cansado - interrumpió la madre de Seokjin.
Jungkook le lanzó una mirada traviesa a su novio y se acomodó en el sofá de jardín mientras le sacaba la lengua.
-Vivo consintiendolo. - se defendió su novio con una sonrisa - Es un descarado.
-Eso es lo que tienes que hacer. Las parejas deben cuidarse mutuamente. - la madre de Jin le pellizcó una vez más la mejilla antes de caminar hacia el sofá situado a la izquierda de Jungkook, en cuanto se miraron ambos sonrieron.
La familia de Seokjin no era aterradora, incluso su padre parecía un hombre bastante amable y lo había recibido con una sonrisa enorme antes de chocar su puño tratando de parecer cool.
A Jungkook también le gustaba aquello, esa sensación de estar en un lugar repleto de tranquilidad y buenas vibras.
-Trae a tu hermanita si quieres en la próxima ocasión, estoy seguro de que se llevará bien con mi nieta. - lo animó el padre de Jin comenzando a dejar algunas bandejas de comida sobre la mesa que habían colocado en el jardín - Sois bien recibidos aquí.
Todo lo que Jungkook pudo hacer fue asentir notando sus mejillas enrojecerse, Jin estaba besando su frente de forma cariñosa solo un minuto después.
-Estoy seguro de que a Yuq le gustará esto. - añadió antes de sentarse a su lado.
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Hiiii!!
Capítulo extra esta semana porque empecé a escribirlo para adelantar trabajo y cuando me di cuenta era suficiente largo como para publicarlo.
Espero que os guste.
Un beso,
os amo
Mel
💜
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