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Capítulo 50 : COLD.

"En esta película nuestra, solo nuestra, el verdadero héroe eres tú bebé. Por supuesto, hoy también eres tú. Como un espléndido héroe."

-Heroine (SUNMI)


Jin pasó el brazo alrededor de los hombros de Jungkook mientras avanzaban hacia el aparcamiento exterior del gimnasio. El tiempo cada vez era mucho más frío y su nadador parecía estar notando la gran diferencia de temperatura tras su ducha en los vestuarios. Su nariz enrojecida y sus manos frías eran una prueba de lo mucho que necesitaba llegar al coche para encender la calefacción y relajarse.

Jin lo ayudó con las correas de Peach y Metí antes de presionar el botón de las llaves de su coche para permitirle a su novio entrar. La suave llovizna chocaba contra su piel mientras sus respiraciones dejaban nubes de vapor en el aire. Ya había anochecido y la humedad de las frías calles de Seoul calaba sus huesos haciéndolos estremecerse.

-Encenderé la calefacción - habló el entrenador - Tienes que cuidarte. Las competiciones importantes están a menos de una semana.

Jungkook asintió llevando sus manos hacia el aire caliente. Tras respirar hondamente un estornudo lo hizo trastabillar un poco en el asiento.

-Te prohíbo que te resfries niño. - el entrenador habló con un tono desenfadado pero Jungkook pudo observar esa preocupación tan humana en su mirada. Esos ojos siempre lograban obtener toda su atención.

-Estoy bien. Sólo ha sido un estornudo. - no dejaría que un resfriado le estropease la noche. Pasaría los siguientes dos días con su padre por lo que el tiempo con Jin era algo que quería aprovechar al máximo. 

Sabía que estaba comportándose como un adolescente hormonado, y aún así no podía evitarlo. Disfrutaba a diario estando al lado del hombre que ahora se inclinaba para besar sus labios.

-Si estoy enfermo te contagiaré. - Jungkook posó rápidamente su mano sobre los labios de su entrenador. Lo cierto es que se había sentido más débil de lo normal durante el entrenamiento de esa tarde. 

-¿Te sientes mal? - la preocupación en el rostro de Jin creció y rápidamente llevó su mano hacia la frente de Jungkook. - No parece que tengas fiebre pero…

-Podré competir, no le des vueltas a eso. Sólo ha sido un estornudo pero si por casualidad es un resfriado prefiero tomar la suficiente precaución para no contagiarte.

Seokjin dejó que una sonrisa sincera brotase hasta sus labios. Allí, encerrados en el coche y viendo como las mejillas de su nadador se encendían debido a la calefacción, sentía que se encontraba en el lugar correcto. Quizás por eso se limitó a ignorar las palabras del chico y se inclinó hasta rozar los labios de este con su lengua.

-Tú me preocupas mucho más que la competición. - susurró en su oído a medida que una de sus manos lo sostenía con cariño. - Pero no dejaré que un posible resfriado me impida besarte.

Jeon sonrió, el sonido claro de su risa estallando como una preciosa melodía en los oídos de Kim. Entonces se inclinó y con mimo relamió nuevamente los labios de su nadador antes de introducir la lengua entre estos dispuesto a comenzar un beso lento y lleno de necesidad.

-Has mejorado, niño lindo. - susurró Jin nuevamente - Tus labios son mucho más ágiles y me alegra saber que se debe a mí. A las muchas veces que nos hemos estado besando últimamente.

Jungkook volvió a sonreír, casi sintiéndose tímido ante aquella realidad. Lo cierto es que había aprendido a disfrutar de los besos gracias a su novio. Jin siempre sabía cómo empujarlo a probar cosas nuevas. Los besos calmados de las mañanas no se parecían en nada a los apasionados de las noches, pero aquello le gustaba de sobremanera. Cada momento era diferente, cada situación se adaptaba a los sentimientos que ambos compartían.

Jungkook estaba empezando a adorar la suavidad de las caricias mañaneras y la profundidad de las noches juntos.

-Vámonos a casa, quiero pasar una buena noche contigo antes de irme con mi padre.

Jin bufó fingiendo molestia antes de ayudarle a su nadador con el cinturón del vehículo. Se inclinó posando un sonoro beso contra la mejilla de Jungkook, logrando que una nueva carcajada se escapase de los labios de su niño.

-Tengo un par de días de vacaciones así que iré a ver a mi familia. El lunes estaré de vuelta así que intenta salir a correr y hacer tus ejercicios si te sientes bien. Nada de forzarte o tendré que abandonar el cumpleaños de mi sobrina para venir a vigilarte. ¿Trato Jungkookie?

Jungkook sonrió extendiendo su puño para chocarlo con el de su entrenador.

-Trato hecho, Jinnie.

-Quiero a Jin - Jungkook lloriqueó tratando de levantarse de la cama cuando Sejin le cedió el vaso con la medicación para la gripe. Su fiebre había estado subiendo y en ese instante necesitaba los fuertes brazos de su entrenador alrededor de su cuerpo calmandolo como solo este sabía. 

-Jin ha ido a visitar a su familia, no puedes interrumpir sus vacaciones Jungkook. - trató de explicarle Sejin. - Sé que es tu pareja pero sería un poco egoísta de tu parte exigerle que regrese solo porque tienes fiebre. Solo son dos días, el lunes lo verás de nuevo. Puedes llamarlo o hablar con él por Skype.

Jungkook hinchó sus mejillas. Siempre había sido un enfermo complicado, cuando se enfermaba de pequeño su madre tenía que comprarle bebidas energéticas y dulces, incluso si su estómago se resentía él seguía exigiendo bizcochos de limón y leche chocolateada.

No se había sentido tan mimoso y necesitado de cariño en mucho tiempo. Hacía al menos seis años que no se enfermaba en serio, su madre estaba lejos, e incluso si estuviera cerca no podría cobijarse en sus brazos como lo hacía cuando era un niño y esta estaba en casa. Su padre había salido con Yuqi a uno de esos eventos de firmas de álbumes de música, Jin no estaba en Seúl ya que esa misma mañana había salido para visitar a su familia cuando él todavía se sentía lo suficientemente bien como para conducir hasta el departamento de su padre. Por lo que una hora atrás solo confío en Sejin para pedirle que lo llevaste al hospital.

Solo tenía un leve resfriado, típico de la época invernal, pero él sentía que quería la atención de unos brazos que lo mantendrían feliz incluso en medio de la enfermedad. 

—Entonces llévame con él, no le importará y… 

Sejin negó tratando de evitar maldecir en voz alta. No podía llevar a Jungkook con Jin porque quizás la familia de este todavía no sabía acerca de la relación entre ambos. Sería extraño para los familiares de Kim toparse al abrir la puerta común chiquillo lleno de fiebre que lloriqueaba por los fuertes brazos de su entrenador. Esos dos tenían una especie de relación que por obvios motivos el resto del mundo todavía no conocía.

Además. Las vacaciones con la familia eran sagradas y hasta las parejas necesitaban un poco de espacio de vez en cuando. Por lo que volvió a negarse cuando Jungkook insistió en su petición de ir a ver a Jin. Cuando la fiebre le bajase, Jungkook podría sentirse como un idiota si se despertaba en la casa de su novio siendo consciente de que se había inmiscuido en sus pequeñas vacaciones familiares.

-Entonces deja que lo llame, esa opción que mencionaste está bastante bien… - pidió Jungkook sintiendo su cuerpo arder por la fiebre de nuevo, quería a su novio cerca. Sejin se iría pronto porque tenía su propia familia y asuntos que atender ahora que las competiciones importantes estaban sumamente cerca.

Kook no quería quedarse solo, odiaba la maldita sensación de silencio y soledad. E incluso si tuviese a más gente seguiría queriendo a Jin y la fuerte personalidad de este cerca para ayudarle. Él siempre sabía lo que hacer, ni siquiera eran los años de diferencia que le llevaba… su entrenador era inteligente, observador y muy atento. 

Sejin finalmente se rindió notando la evidente necesidad en el rostro de Jungkook. 

-Deja que hable con él antes para indicarle la situación, tu fiebre es bastante alta ahora mismo y no quiero que digas cosas extrañas que más tarde te persigan. Volveré en un par de minutos.

Jungkook sonrió como pudo en medio de la fiebre y se acomodó en cama con la bolsa de hielo nuevamente sobre su frente. Aquello no era peor que su baño previo a base de agua y hielo. Tendría que haberse negado en cuanto su padre se acercó a él con tal idea antes de salir con Yuqi, por suerte había escapado a la sopa de pescado que tantas veces le habían obligado a comer cuando era un niño.

Sólo pasaron un par de minutos hasta que Sejin regresó con su teléfono, se lo ofreció con una sonrisa extraña en los labios que logró que Jungkook sintiese curiosidad.

-¿Qué le sucede a mi niño? - la voz de Jin era dulce y cariñosa, hacía sólo unas horas que no lo escuchaba pero por alguna razón se sintió inmensamente sensible. Sin su madre a su lado y con Yuqi en aquella firma de discos, sabía que se quedaría solo cuando Sejin se marchase. Solo Mei lo acompañaría. - Jungkookie, dime qué tienes, precioso. - Jungkook ni siquiera sintió sus ojos cristalizarse antes de empezar a sollozar. Odiaba enfermar porque su cuerpo siempre parecía estar completamente indefenso - Bebé, no llores. Estaré allí en dos horas como mucho, estoy preparando las cosas para salir ahora. 

-No quiero estropearte las vacaciones ni el cumpleaños de tu sobrina.- gimoteó Jungkook sintiendo la culpa posarse sobre su pecho. 

-No lo harás, no voy a dejarte solo mientras estás enfermo. Eres mi problema niño, ya te lo he dicho muchas veces. Sejin ha dicho que has tenido que ir al hospital y que ahora ya no tienes tanta fiebre como antes pero sigues mal. - Jungkook podía escuchar como Jin se movía detrás de la línea telefónica - También me ha dicho que él se irá en unas horas y que tu padre ha ido con Yuqi al fansing de Kang Daniel. Así que no dejaré a mi atleta solo, mucho menos a mi novio.

Jungkook carraspeó asintiendo levemente y calmando su propio llanto.

-No vayas deprisa por la carretera. - alzó la mirada hacia Sejin sintiéndose repentinamente avergonzado por su rabieta de minutos atrás. - Gracias Jinnie.

Jin sonrió.

-No las des niño. Estaré ahí pronto, solo tienes que dormirte para descansar y cuando habrás los ojos estaré a tu lado.

Jungkook sonrió cuando notó a Jin entrar por la puerta de su habitación y se acomodó en la cama mientras lo miraba. A pesar de que aún no se encontraba completamente bien, los cuidados de su entrenador lo habían ayudado a mejorar antes de lo esperado. 

-Tiras nasales y medicamento para la congestión - Jin vertió el contenido de la bolsa de la farmacia sobre la cama de Jungkook y se sentó a su lado tras depositar un beso cariñoso sobre la frente de este. - Ya has tomado la medicina para la fiebre así que deberías mejorar poco a poco.

-¿Tiras nasales? - Jungkook, de repente, se sentía vergonzoso ante la idea de tener que usar aquello delante de Jin. 

-Esta noche te ha costado respirar así que las he comprado, dormirás mejor. 

-¿No es un poco patético? Voy a verme absurdo con eso. 

Jin sonrió mientras rebuscaba entre los medicamentos. 

-Las he comprado con dibujos de animales así que vas a ser un niño adorable. - bromeó recibiendo a cambio un golpe del puño de Jungkook en su brazo - Está bien, eres bonito con cualquier cosa bebe. No tienes que preocuparte por algo así. Ahora, voy a prepararte algo de comer antes de que llegue tu padre para echarme a patadas. 

Jungkook sonrió extendiendo su mano hacia la rodilla de Jin y acariciando la piel que su pantalón rachado dejaba libre de tela.

-No lo hará si quiere recuperar el tiempo perdido. Le he dejado claro que tengo una idea bien formada de lo que quiero.

Kim sonrió posando un beso sobre la frente de Jungkook antes de apartarle el flequillo de los ojos.

-Bien. Porque estoy dispuesto a luchar por mi novio.

En esa ocasión no fue la fiebre la culpable de que las mejillas del nadador se incendiasen en un rojo carmesí.





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Hiiii!!!
Capítulo sorpresa ya que tenía tiempo. Pronto llegará la temporada de competiciones así que espero que no os resulte demasiado aburrido hasta entonces.

Os quiero.
Besos,
Mel
💜

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