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Capítulo 49 : MEMORIES

"Cuando miro al hermoso tú, el tiempo que pasa se detiene. E incluso engaña a mis ojos al abrirlos."

-She's In The Rain (The Rose)



Los días parecieron pasar a cámara lenta para Jungkook hasta que finalmente su padre fue liberado. En lo muy profundo de su corazón sabía que todavía tenía muchos reproches hacia el hombre que le dió la vida, y sin embargo todo su interior se llenaba de una enorme felicidad al pensar que al fin podría compartir tiempo con este sin tener que visitar una cárcel.

Su hermana parecía igual de extasiada mientras caminaban hacia el interior de aquel pequeño apartamento. Sejin los había llevado en el instante en que obtuvieron las llaves.

-Supongo que este será nuestro nuevo hogar por ahora. - habló su padre, una sonrisa ilusionada decoraba su mirada - Me gustaría que viváis conmigo, no pretendo apartaros de vuestra madre pero sí quizá llevar a cabo algún tipo de custodia compartida.

Jungkook dudó por unos instantes, dividido entre las sensaciones. Le gustaba su vida con Jin pero en esos instantes la presencia de su padre se le antojaba mucho más interesante.

-No iré con mamá en los días que ella tenga mi custodia. - susurró consciente de que su padre podía escucharlo - Lo que me recuerda a que... tal vez debería decirte que...

-Jungkook está saliendo con su entrenador, es gay y parecen una pareja de recién casados. Mamá no lo aceptó así que Jin nos ha acogido en su casa. Si tú no aceptas lo que es Jungkook no nos quedaremos aquí. - se adelantó Yuqi.

Sejin frunció el ceño por un instante antes de fingir una pequeña tos y posar su amplia mano sobre la espalda del padre de Jungkook.

-Eso no es un problema, ¿verdad viejo amigo? Los tiempos han cambiado... - trató de ayudar.

Jungkook estaba dispuesto a morder, si su padre se atrevía a juzgar sus decisiones, atacaría en la zona más dolorosa si hacía falta pues su corazón seguía completamente dañado tras el rechazo directo de su madre. No dejaría que su padre intentase hacerlo cambiar de opinión acerca de sus propias decisiones, después de todo este había tenido la poca decencia de enrollarse en una aventura con una muchacha de solo dieciséis años.

Si un hombre de la edad que su padre tenía en aquel entonces se atreviese a acercarse a Yuqi, él no dudaría en dejar fluir su ira.

-Yo... bueno, supongo que no tengo el derecho de darte lecciones hijo. Sólo intenta mantener a ese hombre lejos de mis ojos. ¿Pretendes quedarte con él cuando no estés aquí? - su padre frunció levemente el ceño - ¿Cómo has dicho que se llama tu entrenador? Ese nombre me...

Jungkook tragó saliva antes de mirar hacia Sejin, su manager le guiñaba un ojo dejándole saber que se encargaría de la situación más tarde. Así que se limitó a asentir.

-Sí, me quedaré con Jin la mayoría del tiempo y pasaré aquí los días que la custodia compartida estipule. - respondió - Su nombre completo es Kim Seokjin, si te suena es debido a que solía ser un nadador profesional hace un tiempo.

Su padre le dedicó una mirada extraña, Jeon no podía saber si en aquellos ojos se encontraba asco o simple pena pero al menos no había reaccionado tan mal como su madre.

-¿Tu madre...

-No lo ha aceptado. Hablaré con ella cuando se calme, creo que necesita tiempo. - confesó.

-¿Pero tú...? ¿Quieres de verdad estar con un hombre, hijo? Quizás estás confundido o puede que...

-Puedo irme si no estás dispuesto a aceptarme. Sé lo que quiero y dudo que mi decisión vaya a cambiar.

La tensión que se había creado entre ambos lograba que Jungkook sintiese ganas de llorar, mas su padre siempre había sido endeble en comparación con su madre. Era aquella gran diferencia entre ambos lo que no había querido ver cuando era un niño.

-No lo traigas aquí si yo no estoy presente y nada de arrumacos delante de Yuqi. Cumple eso y todo estará bien.

Su hermana dejó escapar una sonrisa irónica mientras se sentaba en el sillón de aquel salón oscuro y tomaba el mando para buscar alguno de sus programas favoritos. El departamento no era muy grande, tampoco brillante o cálido como la casa de Jin, pero Jungkook quería estar con su padre. Después de tantos años necesitaba conocer nuevamente a ese hombre. Quería saber si la idea que tenía de este cuando era un niño pequeño, permanecería intacto o si por el contrario cambiaría.

Jungkook por su parte acompañó a su padre hasta la habitación en la que este se quedaría. Habían comprado algunos muebles y el lugar podría tomar forma de hogar sin mucho esfuerzo.

-¿Por casualidad ese Seokjin sufrió una lesión antes de las Olimpiadas?

Jungkook levantó el rostro sorprendido por la frase de su padre y asintió.

-Sí, en la primera competición se lesionó y no pudo seguir. Después de eso se precipitó a entrenar antes de tiempo, terminó por estropearse el hombro debido a la prisa. Él siempre insiste en que haga las cosas sin tratar de apurar el proceso.

Su padre asintió con los ojos clavados en los suyos.

-Nuestro gimnasio quería ficharlo pero retiramos el posible contrato cuando se lesionó dos veces seguidas. Ese chico no escuchaba a nadie así que perdió a mucha gente mientras juraba que podría nadar nuevamente en un tiempo récord. Algunos decían que se había obsesionado porque su manager lo presionaba a regresar a la piscina, pero yo solo veía a un idiota lleno de ira. ¿Estás seguro de que es una buena opción para entrenarte?

Jungkook ni siquiera tuvo que pensar su respuesta.

-Es el mejor entrenador para el mejor nadador. Sabe lo que hace, quizás aquella no era una buena época para él. No lo juzgues por algo que ocurrió hace ocho años. No tú.

Su padre suspiró dejándose caer sobre la cama.

-Sigues lleno de resentimientos Jungkook. Yo nunca quise que nuestra familia se rompiese de una forma tan repentina y...

-Tuvimos que dejar Busan, por un tiempo ni siquiera me atreví a acercarme a las piscinas... sé que no eres culpable pero jamás debiste haber metido tu polla en una menor sin importar el que ella estuviese de acuerdo.

-Eso no...

-Déjalo papá. No quiero discutir, tal vez tengas razón y siga teniendo algunos resentimientos. Te necesité y no estuviste, eso me lastimó durante mucho tiempo.

Ambos se quedaron en silencio. Mirándose el uno al otro sin saber qué decir.

-Lo siento hijo. Me he castigado cada día por las malas decisiones que tomé. Realmente lo siento.

Jungkook se limitó a asentir. Las ganas de llorar bullían en su cuello provocando dolor en su garganta.

Ambos mantenían los pies colgando del borde de los trampolines mientras sus miradas se encontraban en el agua de la piscina. Acudir a Jin no había sido su primera opción pero sí la que había logrado borrar el dolor de la a ansiedad.

Entrenar, sentir el agua contra todo su cuerpo mientras escuchaba las indicaciones de su entrenador, el cloro, la piscina, los fluorescentes del techo que iluminaban la oscuridad de la tarde invernal e incluso la ropa deportiva de Jin o el sonido de su silbato. Allí se sentía bien, a salvo del mundo exterior en el cual el dolor no dejaba de perseguirlo.

-Entonces... ¿Tengo que compartir tu custodia niño? - bromeó el entrenador masajeando su cuello levemente.

Jungkook sonrió mirándolo y asintió con timidez. No quería apartarse de Jin, lo cual lo hacía sentirse como uno de esos estúpidos personajes de drama que se enamoraban incondicionalmente. La única diferencia era que a su amor se le sumaban muchas otras cosas, la casa de su entrenador era como un refugio de felicidad. Repleta de todo aquello que le gustaba.

-Mi padre dice que puedo llevar a Mei y al resto de las mascotas pero no lo haré. La mayoría del tiempo seguiré contigo así que sería cruel marearlas de un lado hacia otro.

Jin asintió extendiendo una de sus manos hacia el flequillo húmedo de su nadador. Le gustaba su rostro enrojecido tras el entrenamiento y la forma en la que las gotas de agua resbalaban sin prisa sobre su cuerpo.

-Toma el tiempo que necesites para estar con tu padre. Hace mucho que no puedes estar con él. Me verás cada día para entrenar de todos modos.

Jungkook suspiró levemente y asintió.

-Es solo que... Es un poco incómodo. Lo siento como un extraño tras tantos años.

Jin asintió mientras se levantaba para caminar hacia los asientos de las pequeñas gradas situadas cerca de la piscina.

-Es normal. Supongo que necesitas recuperar el tiempo perdido. - había una sonrisa cálida en su rostro - Ahora ven aquí y ayúdale a tu novio a nadar.

Jungkook observó a Jin sorprendido mas se movió al instante. Le gustaba cuando este se animaba a entrar en la piscina, siempre que no hiciese esfuerzos podría mantenerse allí. Flotando a su lado o sumergiéndose para fingir que el exterior no existía.

Tan pronto como se libró de la camiseta del mayor, Jungkook sintió que su respiración se atoraba. Incluso si había compartido cosas mucho más íntimas con su novio, el ayudarle a desnudarse y cambiarse le parecía de alguna forma realmente íntimo.

-¿Estás seguro de esto? Te dolía el hombro esta mañana. - preguntó preocupado.

Jin observó al chico ante sus ojos. Todavía no podía comprender cómo era que su corazón se aceleraba con tanta intensidad por una muestra tan simple de cariño.

-Todo irá bien.

-¿Seguro? - preguntó de nuevo Jungkook, sus manos volando hacia el hombro de Jin para comprobar que la zona no estuviese hinchada.

-No. Apuesto a que me ahogaré. - habló con sarcasmo fingido el entrenador - Lo hemos hecho antes. Solo quiero estar un tiempo en la piscina, después podremos ducharnos y te llevaré a casa de tu padre.

-No bromees con eso - Jungkook clavó su mirada en él y por unos instantes Jin casi se sintió expuesto hacia aquel muchacho. -Oh, por cierto. Papá ya sabe que estamos saliendo, se lo ha tomado bien pero no podemos ser explícitos delante de su mirada. Supongo que eso incluye besarnos cerca de él y todo eso, se acabará acostumbrando pero necesita tiempo.

Jin asintió levemente nervioso. ¿Era un adolescente de nuevo? La última vez que había mirado su documento de identidad seguía teniendo veintiocho años.

-Ni tampoco puedes venir a verme si él no está presente, lo cual es un poco contradictorio porque...

-Está bien niño. Puedo con eso. - Jin interrumpió a Jungkook y se acercó a sus labios para posar un suave beso sobre estos - Ahora a la piscina por favor. Prohibido pensar en cosas del exterior mientras estamos en el agua.

Jungkook sonrió con un asentimiento de cabeza. Su mano tomó la de Jin y ambos se sumergieron en la calidez de la piscina.

No importaba si flotaban o solo se hundían hasta que ambos necesitaban el oxígeno. Para los nadadores la piscina suponía un refugio y nadie podría entender lo que suponía mejor que ellos.

-¿Estás siendo un niño bueno? - preguntó Jin notando como Jungkook colocaba las manos bajo su espalda para ayudarle a flotar. De pie a su lado, le sonrió con esos ojos brillantes que siempre atraían por completo su mirada.

-Me gusta ser un niño bueno contigo, entrenador.

Jin alzó una ceja antes de cerrar los ojos para disfrutar de la sensación de poder flotar en el agua sin preocupaciones. Su niño no estaba siendo bueno, sino provocador. Pero incluso eso se apreciaba como algo adorable cuando se trataba de Jeon Jungkook.

-Estoy seguro de eso. - susurró antes de modificar su posición para situarse a la altura de su nadador. De pie ante Jungkook, la distancia era poca pero seguía pareciéndole demasiada.

Fue su nadador el primero en iniciar el beso, consciente no solo del lenguaje que emanaban sus cuerpos repletos de atracción sino también de su propia necesidad.

Besar al entrenador Kim le otorgaba una sensación de calma que solo había experimentado antes cuando se sumergía en el agua.





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Holiii!!!
Espero que os haya gustado el nuevo capítulo, como ya dije en mi perfil quizás cambié mi nombre de usuario debido a que uso mi nombre original y Wattpad últimamente ha tenido fallas en cuanto a la seguridad.

Os mantendré informados para que no cause confusión baes.

Un beso, Mel 💜

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