"Solo me veo a mí mismo cuando estoy mirándote a ti."

-TROYE SIVAN (Blue)

Jungkook se había sentido nervioso muchas veces antes. Se había sentido nervioso durante el periodo previo a sus competiciones, cuando estaba a punto de entrar a su revisión médica anual o simple y sencillamente cuando un paquete llegaba a su casa después de haber esperado durante mucho tiempo por este. Sin embargo el tipo de nerviosismo que recorría todo su estómago en ese instante era completamente diferente.

Un suave gemido se escabulló de sus labios cuando su entrenador lo recostó sobre la cama para besar su cuello, su erección había caído en picado durante la media hora de tortura que se pasó en el baño tras la petición de este pero aún así podía sentir como nuevamente cada uno de sus toques lo empujaban a excitarse de nuevo. La rápida ducha que había tomado tras la limpieza mantenía su cabello completamente húmedo mientras que su cuerpo se estremecía sin remedio en cada una de las ocasiones en las que Kim movía sus tibias manos sobre su piel.

-Sin prisa - susurró este en su oído antes de obtener un analgésico de su mesilla. - Ten, te ayudará con el dolor, como cuando vas al dentista.

Jungkook no pudo evitar gimotear nuevamente cuando el entrenador colocó una de sus rodillas entre sus piernas a medida que su mano bajaba hasta encontrarse con su miembro, dejando a su paso un camino de abrasadoras caricias. Sus labios y manos parecían ser suficiente para despertarlo por completo, si alguien le hubiese dicho que podría llegar a sentirse de esa forma con un hombre se habría sentido en medio de una broma absurda. Meses atrás él creía fielmente que era un muchacho completamente heterosexual, incluso si ahora la posibilidad de su homosexualidad seguía recorriendo su mente de forma continua.

El nadador sujetó los hombros del hombre ante sus ojos, buscando algún tipo de soporte. Su cuerpo parecía más alterado de lo normal, la manera en la que su corazón parecía desbocarse y su boca no dejaba de secarse. Necesitaba algo en lo que sostenerse ahora que los movimientos de la mano de su entrenador comenzaban a calentarlo de forma tan lenta como tortuosa.

-¿Todo bien niño?

La voz del entrenador Kim era dulce y tranquila, Jungkook podía sentir que su tono lo abrazaba de alguna extraña manera. Sus palabras susurradas lo invitaban a permanecer completamente tranquilo, por lo que cerrar los ojos limitándose a concentrarse en los círculos que Seokjin dibujaba con la lengua sobre su manzana de Adán, solo un acto tan simple como aquel, pareció sentirse completamente correcto.

Jin observó al muchacho ante sus ojos antes de continuar con sus besos. Podía notar como paulatinamente Jungkook se adaptaba a él, estirando su cuello para dejarle paso o abriendo las piernas mientras sus caderas se movían casi de forma automática contra su mano.

-Responde lindo, necesito saber si estás de acuerdo con que continúe con esto. No serán solo besos o caricias, tener relaciones implica algo más. Si en algún instante sientes que es demasiado quiero que me pidas que me detenga. No hay prisa, no tiene porque ocurrir hoy o mañana. - Jungkook no respondió, sin embargo arqueó sus caderas buscando nuevamente el toque de Jin con los labios entreabiertos - Solo dime que lo has entendido lindo.

Jin siempre había mantenido el control sobre todo aquello que envolvía sus decisiones, incluso cuando se había equivocado, su mente siempre creaba algún plan como medida de escape a aquello que descontrolaba la balanza. Le gustaba el equilibrio, sentirse a gusto sin el miedo de precipitarse desbocado hacia el vacío de la incertidumbre. Sin embargo, ahora que Jungkook se encontraba en su cama, bajo su cuerpo, respondiendo de forma tan sensible y característica a todos y cada uno de sus roces, sintió que definitivamente el rumbo de lo que pensó que ocurriría ese año se había desviado por completo.

-Lo he entendido. - Jungkook dejó escapar una pequeña carcajada mientras alzaba la cabeza para hacer chocar sus labios contra los de su entrenador. Aquel que ahora también era su pareja, ese que realmente le gustaba incluso sin una explicación compleja. - Te preocupas demasiado Jin. Sabes que quiero esto, prometo que te pediré que pares si en algún instante me siento cohibido.

Solo tras aquella información el entrenador decidió continuar.

-Deja que te enseñe, no conoces todavía lo que te gusta así que tendrás que explorar un poco. - Jin se estiró sobre la cama para obtener de su mesilla el bote de lubricante - Sin prisa, esa siempre será la clave niño. No puedes apurar las cosas si quieres que se sienta bien.

-¿Has activado el modo entrenador? - Jungkook sonrió notando la agradable atmósfera que rodeaba la situación cuando observó la forma en la que su entrenador respondía a sus palabras con una mirada divertida. - Está bien, me gusta el modo entrenador.

Jin sonrió antes de abrir levemente las piernas de Jungkook, sus manos se posaron sobre la cintura del chico y tiró levemente de este para ayudarle a obtener una posición cómoda. Lejos de la amabilidad, Jeon sintió su corazón martillear como respuesta a las decisiones y movimientos expertos de su novio.

Apoyando los codos sobre el colchón mantuvo sus ojos atentos a cada movimiento. Por supuesto sabía cómo dos hombres mantenían relaciones, sin embargo el entrenador parecía estar obcecado en la tarea de mostrarle cada parte del acto. Jungkook no podría negarse a aquello, le había preguntado a Taehyung sobre ciertos detalles. Consejos y detalles que el chico solo reveló en cuanto a su forma de hacer las cosas. Allí sin embargo, su entrenador parecía tener otros puntos de vista.

Mientras que Taehyung había hablado de dejarse llevar y seguir la pasión del instante, Kim se había parado a pensar en las formas que le podrían resultar más agradables a él. Se estaba esforzando por enseñarle.

-La teoría es fácil y estoy seguro de que cuando sea turno, si alguna vez quieres cambiar la posición, sabrás hacerlo.

El entrenador se agachó, dejando que su lengua recorriera la piel sensible de su entrada de forma inesperada. El nadador pudo sentir al instante como esa sensación que recorría su estómago crecía y de nuevo su cuello parecía colgar mientras se dejaba caer contra la almohada de la cama, haciendo que su erección se hinchara como consecuencia al instante. ¿Acaso era posible que un simple movimiento lo llevase tan lejos o se debía tan solo al detalle de que precisamente el entrenador estaba lamiendo una parte de su cuerpo que hasta ese instante nadie jamás había tan siquiera rozado?

-Entrenador... eso... se siente bien.

Si bien Seokjin lo había tocado con anterioridad, la forma en la que lo hacía en esos momentos no se parecía a nada de lo que había ocurrido entre ellos en el pasado. La manera en que su lengua húmeda se movía, abriéndose levemente paso en su interior sin llegar a lastimarlo. Y entonces ese movimiento, la mano del entrenador de nuevo sobre su miembro necesitado, acariciando sin piedad su extensión. Manos expertas, alguien que parecía presionar cada punto sabiendo con previsión lo que causaría y ojos expectantes.

-Debe sentirse bien, si alguna vez no lo hace es porque quizás te encuentras en la situación equivocada.

Jin sonrió antes de arrodillarse sobre la cama y atraer nuevamente el cuerpo de Jungkook hacia él. Pudo notar las piernas del muchacho temblar cuando permitió que el líquido frío chocase contra su entrada, impregnando la zona de lubricante antes de bañar sus propios dedos en este tras colocarse un preservativo.

-Un dedo por ahora, veremos cómo te sientes y cuando estés bien añadiré el siguiente. - explicó Jin logrando que Jungkook se sonrojara de forma inevitable. Ambos sonrieron mientras el nadador colocaba el brazo sobre sus ojos, ocultando su vergüenza ante una forma de hablar tan concreta y directa. - Recuerda avisarme si deseas que me detenga.

Jungkook asintió, volviendo a colocar sus codos sobre la cama de su entrenador para observar la forma en la que este acercaba la yema de uno de sus dedos hasta su entrada y acariciaba la piel que la rodeaba. Jeon mantuvo su mirada atenta a cada instante, sintiendo como la otra mano de Jin se encargaba de hacer permanecer el placer masturbandolo.

Sin prisa, esas palabras realmente definían bien el modo de actuar de su entrenador pues este se movía con total delicadeza.

-Incluso los hombres heterosexuales deberían probarlo. - dijo mirando a Jungkook - Es donde está nuestro punto, entenderás a lo que me refiero cuando te lo enseñe lindo.

Nuevamente Jungkook observó, de alguna forma ver lo que el entrenador hacia lograba excitarlo. Incluso cuando se encontraba a punto de colar su dedo en una parte de su cuerpo completamente aislada de lo que para Jungkook siempre había sido el sexo.

Se sentía empapado y pegajoso, Jin había usado más lubricante del que él mismo creía que sería necesario pero después de todo su entrenador era el único que había realizado algo como aquello antes.

-¿Más? - Jungkook miró extrañado a Jin cuando percibió como este dejaba caer un poco más de líquido sobre su entrada antes de juguetear nuevamente con su dedo contra la piel lanzando una sensación de excitación a través de su cuerpo.

-No seas protestón Jeon Jungkook, no dejaré que te duela incluso si no puedo deshacerme de eso.

Jungkook gimoteó y se movió tragando aire en el instante en el que percibió como el dedo de su entrenador había entrado. De nuevo, incluso si Jin lo había tocado antes, aquello se sentía diferente. Más profundo y directo que en Japón, muchísimo más.

Le tomó unos segundos acostumbrarse a la sensación de la intromisión que suponía el dedo de su entrenador en una parte de su cuerpo que para él había sido completamente intocable hasta ese instante. La sensación de placer creció sin embargo poco después, cuando los movimientos calmados de Jin lograron tocar algo en su interior que lo obligó a estremecerse.

Dejándose caer una vez más sobre la cama Jungkook se vio obligado a luchar con el miedo a llegar demasiado pronto, a estropearlo todo. La sensación era nueva y su orgasmo parecía cerca incluso cuando estaban iniciando.

-No tienes que contenerte. - la voz de su entrenador llegó de nuevo, su tono tranquilizador ayudandole a confiar en que no tenía porque contenerse. - Es una sensación nueva, lo sé Jungkookie. No te preocupes, limítate a disfrutar.

Jungkook asintió. Su mano voló hacia la del entrenador, siguiendo los movimientos sobre su miembro mientras notaba como un único dedo de la mano derecha de este continuaba tocando un punto que de forma paulatina lo alejaba de la realidad. El toque de Jin estaba al completo sobre él, y aquello realmente le gustaba.

-Yo... estoy cerca. - susurró entre gemidos.

Fue poco después cuando su semilla se desbordó por completo, sintiendo la lengua de su entrenador acompañar las estocadas de su dedo.

Habían pasado al menos veinte minutos y Jungkook continuaba sintiéndose completamente avergonzado. Estaba sobre el regazo de su entrenador, ni siquiera sabía realmente cómo había logrado sentarse a horcajadas sobre este pero sus gemidos empezaban a brotar de nuevo a medida que este toqueteaba con parsimonia su miembro buscando una nueva erección.

-Déjate caer hacia atrás.

Jungkook obedeció a la petición de su entrenador. De nuevo la sensación fría del lubricante cubrió su entrada permitiéndole estremecerse con más fuerza, en esa ocasión el entrenador no dedicó tanto tiempo como antes a preparar su entrada pero la sensación volvió a ser buena tras unos instantes.

-Añadiré un dedo, ¿estás bien con eso?

Jungkook no lo sabía, sin embargo asintió. Quería más de ese nuevo placer que tan solo su entrenador le había regalado.

-Bien lindo, quizás moleste un poco más que la vez anterior.

Su entrenador había dicho en innumerable cantidad de ocasiones que podría dolerle, sin embargo Jungkook solo había experimentado leves molestias hasta ese instante.

Jin siempre atraía la atención del muchacho cuando los momentos complicados se acercaban, por eso antes de añadir un dedo más acercó su boca hasta uno de los pezones de su nadador y le permitió acostumbrarse a una sensación nueva más. Jungkook parecía completamente perdido en los estímulos placenteros cuando el entrenador Kim finalmente sumó un dedo más a la tarea de ayudarle a acostumbrarse.

-Du..duele. - avisó rápidamente regresando a los brazos del entrenador y buscando en este un abrazo que no le fue negado.

-Está bien precioso, voy a tumbarte en la cama de nuevo. Quizás de esa forma sea más sencillo para ti. ¿Confías en mí?

Jungkook asintió. Por su cuerpo pasaron sensaciones de todo tipo en el proceso, pudo aprender acerca de lo mucho que le gustaba cuando Jin jugueteaba con la lengua sobre sus pezones o que su cuello era una zona que definitivamente lograba erizarle la piel. También descubrió que acariciar la amplia espalda de aquel hombre creaba una extraña tranquilidad en su interior, sus manos no podían abandonar la piel de este.

Seokjin no mintió, el dolor hizo presencia en varias ocasiones pero este halló la forma de llevarlo lejos de este continuamente. Con cada rastro de toque doloroso aparecía una fuerte ola de placer que derivó en que su cuerpo terminase exhausto y gimoteante.

Para Jin fue difícil continuar, le hubiese gustado ir mucho más lento. Dedicarle días si era necesario, pero Jungkook parecía desesperado por sentirlo de verdad, completamente desesperado después de esa larga jornada de juegos previos.

-¿Quieres hacerlo por ti mismo precioso? - Jin le cedió el bote de lubricante a su nadador, y este asintió dejando caer el líquido espeso sobre el preservativo de su entrenador.

A pesar de que esa escena debería haberlo avergonzado, de alguna manera estar desnudo y expuesto ante Seokjin no se sentía mal en ningún aspecto. Su cuerpo parecía quemar ante la necesidad y sus labios hinchados por la gran cantidad de besos que habían compartido, todavía querían más.

El entrenador observó atentamente la manera en la que Jeon se encargaba de esparcir el lubricante sobre su miembro, cada roce dolía. Necesitaba tenerlo ahora que este parecía estar lo suficientemente preparado para recibirlo.

-Es... ancho - susurró Jungkook mirándolo mientras se tumbaba y abría sus piernas. - Va a doler.

-Lo tuyo es más grande, sufriré más cuando quieras explorar. Hace un tiempo que no tengo una pareja estable. - trató de bromear el entrenador. Sus ojos sin embargo se frenaron sobre la expresión asustada de su nadador. - Ei, sabes que jamás te haría daño Jungkookie. Es lo mismo que con mis dedos, si te duele dímelo y frenaré hasta que la sensación mejore. ¿Okay?

Jungkook asintió llevando sus manos hasta los hombros del entrenador para acercarlo en busca de un beso, aquellos labios le gustaban. La fuerza con la que parecía estrellarse contra su boca si lo comparaba con todo lo que había conocido antes, la masculinidad que desprendía su entrenador le gustaba. Así como todo su cuerpo.

-Adelante. - susurró. Sus frentes se posaron juntas y si bien el inicio fue complicado, Jungkook no se permitió dudar del hombro que ahora lo envolvía por completo.

El dolor se disipó tras mantener la calma. Sin prisa, como su entrenador le había dicho.

El placer llegó después, logrando que Jungkook gimoteara nuevamente no solo ante las sensaciones sino también debido a los propios sonidos, olores e imágenes que envolvían aquel acto. Su entrenador también estaba permitiendo que su placer apareciese sin ningún tipo de careta, el sonido de sus pieles estrellándose juntas y el lubricante todavía resbalando entre sus piernas, la manera en la que la musculosa espalda de este se apretaba bajo sus manos con cada estocada.

Los dos estaban completamente perdidos en el otro. Jin no comprendía todavía qué era lo que ese chico tenía, cuál era la parte especial de este que empezaba a hacerle perder por completo el aliento cada vez que sus pieles se rozaban. Pero sabía una cosa, Jeon Jungkook había derribado sus muros y ahora su corazón volvía a estar expuesto de nuevo.

-Mierda. - ambos gimotearon sobre la boca del otro. Atragantándose con cada sensación.

-Entrenador. - Jungkook fue el primero en llegar, sus caderas temblaron en el instante en el que Seokjin cambió sus posiciones, la mano de este apretando la sensible piel de su miembro para exprimir cada gota de su semilla sin dejar de moverse en su interior. - Oh, maldita sea... Jin.

Seokjin sonrió sosteniendo la barbilla de su nadador con una de sus manos y lo atrajo hacia sus labios, notando el estallido de placer que ya recorría por completo su cuerpo.

-Has sido increíble novato. - bromeó abrazando a Jungkook - Descansa, me encargaré de limpiarte.

Jungkook quiso preguntar a qué se refería, pero el pecho de su entrenador era realmente cómodo y realmente se encontraba cansado. Sin embargo cuando se despertó horas más tarde, pudo comprobar que un pequeño recipiente con agua y toallas se encontraba sobre el suelo de la habitación. Sus piernas no estaban pegajosas debido al lubricante, ni su estómago manchado tras el orgasmo.

El entrenador Kim descansaba a su lado, con una de sus manos alrededor de su cintura. Todo sería increíble de no ser porque su trasero dolía más que nunca y en solo unas horas tendría que entrenar como cada día.

-Duele. - susurró agobiado.

Dejando escapar un suspiro Jungkook se acomodó de nuevo contra el cuerpo de su entrenador.

-Tranquilo. - este habló sorprendiéndolo, uno de sus ojos se encontraba abierto. Una expresión adormilada perfilando su rostro y la leve luz del cercano amanecer iluminándolo. - Aplique crema sobre la zona así que el dolor mejorará niño.

Jungkook dejó escapar un gritillo antes de esconder su cara contra la almohada, la caricia tranquila de su entrenador contra su nuca lo ayudo a tranquilizarse.

-Eso es vergonzoso.

-No, eso es lo que una pareja hace Jungkookie.

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Holiii!!!!

Como sabéis Wattpad últimamente ha estado funcionando bastante mal así que estoy encargándome de crear borradores de todas mis historias por si algún día mi cuenta se ve afectada. También me he creado una cuenta de respaldo llamada @SassyMinMel por lo que si por casualidad mis historias o mi usuario desaparecen estaré en esa cuenta al instante.

La narración de este cap es un poco torpe, sin embargo le he dedicado tiempo a pensar cómo quería que las cosas sucedieran y estoy en cierta forma satisfecha.

Espero que os haya gustado baes.

Un beso, Mel ;)