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Capítulo 32 : Fire

“Solo me estoy quitando la careta esta noche porque estoy tratando de vivir hasta el fin de semana. Y no sé cómo se supone que debo respirar cuando todo lo que dices se repite en mi mente.”
— Ethan

Un silbido abandonó los labios del nadador mientras se acercaban a la entrada del restaurante, podía captar las luces de Tokio en la lejanía a través de los grandes ventanales de cristal. Las personas a su alrededor vestían de forma elegante y caminaban con sus espaldas erguidas presumiendo de sus collares y relojes.

Jungkook había ganado el suficiente dinero en los últimos años como para permitirse presumir, sin embargo aquello siempre le había resultado demasiado incómodo. Podía disfrutar del hecho de que su bonita chaqueta nueva se sintiera especialmente bien pero no sabía ni quería pavonearse acerca de lo que tenía, ese nunca había un defecto de su personalidad a pesar de lo que la prensa pudiese llegar a opinar. Sí, era orgulloso cuando se trataba de mantenerse erguido en el podium, más no para su vida diaria y privada.

-¿Nunca habías estado en el Skytree antes? - el entrenador posó una de sus manos sobre la espalda de su nadador animandolo a avanzar hacia el interior. El toque de Jin tenía un efecto calmante en la mente de Jeon, este lograba sentirse apoyado cada vez que Kim se detenía a prestarle su apoyo.

-No suelen gustarme demasiado los restaurantes, son demasiado calmados y eso me provoca aburrimiento. Además, se podría decir que toda mi vida se desenvuelve en el gimnasio o la piscina así que vestirme bien para ir a cenar no es algo que por norma general me pase por la cabeza - Jungkook le dedicó una rápida mirada a su entrenador - Pero eso no significa que no este emocionado por esta noche, no es solo una cena. Es… una cita. - el nadador no pudo evitar sentirse avergonzado ante la mirada atenta de su entrenador - ¿Suena absurdo verdad?

El entrenador fingió sentirse ofendido por unos segundos, su sonrisa sin embargo regresó al instante cuando Jungkook le pellizco la piel del brazo amonestandolo por rodar los ojos de forma burlona.

-No suena absurdo Jungkook - Kim revolvió levemente el cabello del chico - No soy una persona que decida comer a menudo en restaurantes tampoco, hay muchos lugares sencillos con buena comida y ambiente relajado. El único motivo por el que te he traido aquí es debido a que vale la pena. Dale una oportunidad a este sitio lindo.

En realidad Jin no conocía demasiados restaurantes, hace unos años solía acudir a un par de cenas importantes al año, pero en algún momento comenzaron a resultarle del todo rutinarias. Escuchar las innovadoras técnicas de otros entrenadores o verlos presumir acerca de los logros que obtenían sus atletas no derivó en nada más que una incómoda sensación de encontrarse en un sitio al que no pertenecía. Así que sus visitas a restaurantes se habían reducido bastante, limitándose tan solo a bodas, cumpleaños o encuentros familiares. Las ocasiones especiales merecían lugares especiales.

-Pienso parecido, los restaurantes muchas veces son demasiado recatados. - habló de nuevo - Sobretodo en Corea, imagina la cara de los comensales cuando ven entrar a un deportista retirado del cual se rumorea que puede ser homosexual. - Jin sonrió levemente apartando la silla para el niño, de la misma manera en la que un caballero lo haría. Solo que él no era un caballero, y Jungkook no se parecía en nada a una persona que necesitase ayuda para sentarse a juzgar por su gesto divertido y esa ceja levantada - Si llevase tatuajes a la vista me habrían prohibido la entrada hasta ver el contenido de mi cuenta bancaria. A nadie le gusta que en sus exclusivas mesas se siente alguien de mi estilo. Pero hay lugares y hay situaciones que si se mezclan pueden hacer de los momentos especiales algo que permanecerá en los recuerdos. Una cena con las luces de Tokio rodeandonos desde las alturas es al menos interesante, que sea memorable o no depende de nosotros mismos. - Jin observó por unos instantes a las personas que los rodeaban, el Skytree se había convertido en un lugar de interés turístico por lo que las personas tenían su mente centrada en el disfrute propio y no en la vida de los demás - Estamos en Tokio, que haya decidido entrar en este restaurante no causará las reacciones que habría causado en Corea. Nadie va a mirarme y escribirlo en sus redes sociales unos minutos después.

Jungkook frunció el ceño y tomó una respiración profunda, recordando en el proceso que incluso su madre había reaccionado mal a Kim tras conocer la noticia de su homosexualidad. Era cierto, muchos seguían conviviendo con la idea de que aquello era una enfermedad, en todo el mundo, y en Corea ni siquiera se escondían para decirlo. Incluso el buscador de Naver censuraba la palabra.

-Realmente odio esa parte Jin - Jungkook sostuvo la servilleta de papel entre los dedos de su mano, arrugarla se había convertido en una buena forma de escapar de la mirada de su entrenador - No deberían tratar a nadie mal por sus elecciones sexuales. Me gusta mi país pero a veces es...

-Ocurre en todos los lugares del mundo Kook, incluso en los más presumiblemente abiertos de mente. No le des vueltas, cada vez más personas están alzando la voz para defender sus derechos. Tendrá que cambiar algún día, no me gusta pensar en que seguiremos estancados en las mismas ideas por el resto de los tiempos. Todo lleva su tiempo.

Jungkook asintió todavía con la mirada gacha, sabía que sería así también para él si decidía que en realidad se sentía atraído hacia los hombres. La prensa y los internautas no descansarían hasta apartarlo por completo de las piscinas o las televisiones, las asociaciones de madres alejarían a sus hijos del club de natación que sus patrocinadores llevaban y… quizás su carrera entera podría llegar a acabarse.

-Mirame - el suave toque del entrenador se posó sobre su barbilla - No importa lo que los demás crean, si en algún momento debes enfrentarte a ello bastará con demostrarte a ti mismo que eres la misma persona. Igual de válido y talentoso Jungkook, la persona con la que decides acostarte no te define como ser humano. - el entrenador dejó que sus largos dedos se deslizaran sobre la piel de su mejilla disfrutando del hecho de que Jungkook hubiese cerrado los ojos tranquilamente - La sociedad coreana y el mundo entero, son hipócritas. Da igual lo que seas si ganas con tu propio esfuerzo, la aprobación de los demás es algo secundario y es lo siempre acaba hundiendo a las personas. Piensa en ti, decidas lo que decidas hazlo preocupándote de tu propia vida. No importa tu madre, la prensa o tus miedos. A veces es bueno pensar en lo que queremos sin que lo que puedan opinar los demás influya en nuestra decisión.
Jungkook abrió los ojos, la mirada brillante de su entrenador se encontraba sobre su rostro mientras las yemas de sus dedos creaban lentas caricias sobre su barbilla invitandolo a mirarlo una vez más.

-Gracias - Jeon no sabía qué más podría decir o qué se podría considerar correcto en una situación como aquella. Las palabras de su entrenador siempre consolaban su cabeza llena de dudas poniendo calma donde siempre había guerras interiores - No te haces una idea de lo mucho que me ayudas siendo sincero Jin.

El entrenador Kim sonrió acercándose para posar un suave beso sobre la comisura de sus labios, Jungkook apretó de nuevo la servilleta de papel entre sus manos y abrió los ojos sorprendido por la acción del hombre. Un movimiento inesperadamente dulce.

-No tienes que agradecerme nada niño, realmente haces que sienta la necesidad de ayudarte - Jin dejó caer su mano sobre la pierna de Jungkook y acarició la rodilla de este sobre la tela del pantalón - Eres talentoso, bonito y cruelmente sincero, estoy seguro de que en algún momento podrás defender la persona que realmente eres sin ningún tipo de miedo.

Jungkook se mantuvo en silencio, observando la expresión de su entrenador mientras el camarero servía la comida. Kim siempre lograba calmar sus dudas pero también creaba muchas nuevas preguntas que volvían a perseguirlo de forma inmediata. Allí, rodeados por las luces de Tokio y una apetecible cena ante sus ojos, él solo podía poner su completa atención sobre el hombre ante sus ojos.

La manera en que Seokjin reaccionaba a los sabores que le gustaban, sus ojos brillantes sonriéndole con familiaridad, el modo en que sus manos siempre acariciaban alguna parte de su cuerpo y como aquello siempre creaba en Jungkook la necesidad de más cercanía. Estaba volviéndose loco porque sabía que quería aquel hombre a su lado, sin embargo aún no comprendía si esa necesidad se debía a su sexualidad o tan solo a... ¿A qué?

-Entrenador - la voz tranquila de Jungkook apareció sobre la anécdota que Jin le estaba contando - Todavía estoy confundido pero creeme, me gustas.

Jin asintió con una sonrisa y alzó la mano para dedicarle una mimosa caricia, Jungkook movió su silla levemente para mantenerse un poco más cerca de este.

-Estuve confundido durante años niño, sería extraño que solo porque te guste alguien dejes de estarlo. Por eso estamos haciendo esto, por eso vamos poco a poco. ¿Lo entiendes verdad?

-Lo entiendo - Jungkook asintió tomando de nuevo sus palillos para juguetear con la comida que había sobre su plato, no había comido demasiado - Pero aún así siento la necesidad de ir un paso más allá, de hacerlo todo un poco más rápido Kim.

-Pasará Jungkook, en algún momento si las cosas van bien podremos dar un paso más adelante pero no solo depende mí o de nuestros deseos.

Jungkook asintió.

-Tienes miedo a salir lastimado de nuevo, sé que me estás haciendo creer que se debe a mí pero yo estoy seguro de que se debe a ti mismo y a las experiencias que has tenido en el pasado. Eres tú quien lleva tatuada una frase que compara el amor con la guerra, eres también quien me ha dicho que el amor arde. No sé nada sobre relaciones sin embargo a veces pienso en tu manera de describir las cosas y… no debería ser tan complicado. El amor es fácil, amar en sencillo…

-Nosotros somos los complicados - Jin asintió entendiendo las palabras de Jungkook - Los dos lo somos Jeon, no hago esto solo por ti o solo por mi. Hago esto por los dos, no quiero que ninguno salgamos dañados.

Jungkook suspiró, sus dedos soltaron los palillos para buscar el toque de la mano de su entrenador sobre la mesa. Imitó el gesto que este había realizado en el taxi y deslizó su toque sobre la palma de la mano de este.

-Como un incendio - susurró - A veces son incontrolables, si el amor arde entonces no deberíamos asustarnos de antemano. ¿Estás poniéndole cortafuegos a los sentimientos entrenador?

Jin observó al chico ante sus ojos, su corazón vibraba con fuerza mientras sus dedos se entrelazaban y el agarre de este se hacía más firme. ¿Estaba controlando sus sentimientos y lo que el amor implicaba?

-Por supuesto - respondió con sinceridad - Muchos presumen de que el amor es irracional pero cuando actuamos sin razón todo termina en desastre. A veces es bueno medir los efectos secundarios, ¿acaso no calientas y estiras cada día para prevenir lesiones? - Jin apretó ahora su agarre sobre la mano del nadador - Estamos rodeados de personas que quieren vivir un amor tóxico porque han confundido la ignorancia del amor irracional con algo mágico, para mí el amor debe ser racional niño. Y ahora mismo no hay nada así en mi cuerpo cuando te miro porque eres todo lo que implica ir en contra de la razón, eres mi atleta, ocho años menor que yo y un niño que todavía no sabe con certeza qué es lo quiere… pero aún así no puedo dejar de imaginarte en mi cama, durmiendo a mi lado mientras tu cuello está marcado por mis mordidas y llevas puesta una de mis camisetas.

Jungkook sintió como su cuerpo temblaba ante la imagen mental que aquellas palabras habían provocado en su cabeza.

-¿Y qué pasa si también lo quiero? Incluso si estoy confuso. ¿Qué pasa si a pesar de la confusión lo deseo?

-Que podrías cansarte de ello - el entrenador clavó su mirada contra la de su nadador - Y entonces yo sería el único estancado en un deseo no concedido Jeon.



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Hiiiiii!!!!
Lo prometido es deuda, si el capítulo parece demasiado corto es porque el anterior y este estaban pensados en mi cabeza para ir juntos pero la semana pasada estaba cansada y no narre hasta aquí.

Espero que os haya gustado y muchísimas gracias por aceptar el reto, sería genial si dejáis en el trailer de la historia corazones lilas como celebración 😉

En serio sois geniales 💜

Un beso, Mel 😘

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