Único capítulo
Advertencias: Leves insinuaciones sexuales, nada explícito. SI LA PAREJA NO TE AGRADA, NO LEAS ESTE ONE SHOT.
~•~
Dazai es un hombre -demonio- oportunista, ni él sabe cuándo comenzó a anhelar tanto en tan poco tiempo. Lo quería todo, de todos, y siempre sin dar nada a cambio.
Quizás era su principal razón para no enredarse en una relación, que nunca tomaba el compromiso en serio, vaya, no podía mantener una relación sana de trabajo, mucho menos una personal donde tendría que colaborar por cuenta propia sin estar atado a un contrato laboral.
Cuando vió a Poe, pensó que un hombre tan hermoso y elegante debía terminar en su cama esa misma noche, tal vez era de Guild, pero anteriormente se acostó con enemigos por puro placer, y ni la agencia, ni el presidente cambiarían eso. El joven americano le llevó algunos libros a Ranpo, y mientras ellos conversaban, Dazai se deslizó como una víbora a su lado.
—¿Qué hace un miembro de Guild aquí? —preguntó con una enorme sonrisa que creció más al verlo tartamudear.
—Y-yo vine a dejarle un par de libros a Ranpo-kun, espero no ser una molestia para usted, o el resto de agentes—dijo tratando de ocultar a su mapache, pero fué inútil, el animal saltó a los brazos de Dazai—. ¡Karl, ven! ¡Lo siento mucho!
—Soy muy joven, no tienes que ser tan formal conmigo —El de vendas sostuvo al mapache entre sus manos y con el semblante serio lo devolvió a su regazo—. Tienes una mascota peculiar —y una a la que quería alejar tanto como fuera posible—. ¿Qué clase de libros le das a Ranpo-san?
Ranpo arqueó la ceja con sorpresa, rápidamente descifró lo que pasaba—. Bueno, son novelas para que pueda leerlas y ayudarle a corregirlas —mencionó desviando su mirada a Poe, quien trataba de ocultar su cara detrás del flequillo—. A Poe le gusta escribir novelas de misterio, y suspenso, son buenas de hecho ¿cierto, Poe?
El americano asintió al mismo tiempo que acariciaba a su mapache con delicadeza—. Ya debo irme, es algo tarde.
Dazai soltó una carcajada—. Oh vamos, apenas son las seis pensé en ir a un bar y de paso llevar a tu amigo de Guild, creo que será divertido si dejamos al mapache al aire libre para que regrese a su hábitat.
El de cabello largo se asustó solo por la idea—. ¿Abandonar a Karl? jamás haría eso, es mi mejor amigo.
El suicida comenzó a cuestionar si valía la pena seguir con ese coqueteo ineficiente—. Podrías tener más amigos, toda clase de ellos.
Edgar lo pensó un momento antes de que Ranpo contestara por él—. No tengo ganas de ir a beber, pueden ir solos —se puso de pie tomando los manuscritos —. Ten cuidado con Dazai, es mucho más persuasivo de lo que parece.
Poe intercambió una mirada con el suicida en busca de negación, pero el otro le sonrió de forma encantadora haciéndolo suspirar—. Yo en realidad dejé de beber hace dos años, tampoco puedo ir —el de vendas detuvo sus palabras con un puchero tan falso que parecía plástico—. Pero quizás otro día pueda conversar más contigo, Dazai-kun.
El de ojos cafés se inclinó lo suficiente para verlo directo a los ojos—. Bueno, será un placer, Poe.
Los eventos fueron convenientes para Dazai, pues días después llegó el mayor buscando a su compañero, lamentablemente Ranpo fue asignado a un caso importante y salió de la ciudad junto al presidente. El suicida aprovecharía esa gran oportunidad. Se recargó en su hombro con fingida familiaridad.
—Es bueno verte, Ranpo-san no está aquí —mencionó alegre cuando Poe reveló que ese día no llevaba a Karl—. ¿Y tu mejor amigo?
—B-bueno, como parecía que no te agradó, pensé que lo mejor era que solo por hoy se quedará en el veterinario para no causarles problemas en la agencia —confesó apenado.
El de vendas deslizó su mano hasta la cintura de Poe de forma inocente—. Eres todo un sabelotodo, por eso le agradas tanto a Ranpo-san, yo también soy algo astuto, ¿Sabes? Me gustaría jugar contigo.
—¿Cómo juegos de misterio? podría preparar algunos, o ayudarte en un caso —una tímida sonrisa viajó desde su cara hasta el libido de Dazai.
—Eso sería encantador, casi tanto como tú, trabajador de Guild —lo soltó para volver a su rutina, pero el joven no le apartaba la mirada de encima, aunque fuera por curiosidad—. Parece que a alguien le sobra tiempo por hoy.
Edgar negó—. Un poco, pero será mejor que no te quite más tiempo…
—Puedes hablar conmigo, aprovecha que hoy no tengo tanto sueño para dormir en el trabajo —su sonrisa se ensanchó cuando Poe cedió—. Ven aquí —le señaló la silla donde normalmente se acomodaba Edogawa, pero por supuesto que la acercó muchísimo a la suya —. Supe que te uniste al gremio solo para poder enfrentar a Ranpo-san.
—En un principio fue así pero después de aclarar las cosas y darme cuenta que no odio a Ranpo-kun y es solo admiración quise dejarlo, porque quiero vencerlo sin recurrir a planes sucios —el joven estaba siendo amable por una razón: él hombre no fue hostil, además, ciertamente quería tener más amigos, y Osamu se lo mencionó. Sin importarle mucho el hecho de que Dazai estaba a escasos centímetros de su cuerpo se puso cómodo enfrente de su escritorio—. ¿Te gusta ser detective, Dazai-kun?
—Odio trabajar, ya sea en la agencia o en mi antiguo trabajo —alzó los hombros indiferente—. Cuéntame, ¿Tuviste una aventura romántica antes de venir a Yokohama?
El rubor de Poe era respuesta suficiente, pero por si las dudas negó lentamente—. N-no le presto mucha atención a mi vida personal.
El de vendas se lamió los labios descaradamente—. Pues deberías hacerlo, sería una pena que un joven tan apuesto se pierda de tantas bellezas, especialmente las mujeres.
El escritor no respondió de inmediato. Estaba tan sorprendido por la facilidad del castaño para adular a las personas. A su juicio era guapo, si bien nunca tuvo atracción por otros hombres, sabía reconocer la belleza. Temblando dirigió la mirada al resto de la oficina, encontrando que desde hace rato estaban solos—. ¿Están ocupados?
—La mayoría sí, algunos fueron como escoltas a un evento gubernamental —sus dedos comenzaron a deslizarse por el muslo del mayor—. Me dejaron cuidando la guarida hasta que lleguen, no deben tardar.
El de flequillo largo se puso rígido, pero de igual forma siguió la plática—. Debes ser un miembro importante, Ranpo-kun dijo que eras su contraparte.
El suicida hizo una mueca y detuvo su mano que trataba de subir—. Te lo dije, soy inteligente —notó entonces que Poe no solo era tímido, también un tanto despistado, pero al igual que otra veces, Dazai siempre obtiene lo que quiere—. En diez minutos termina mi turno, podríamos ir a otro lado para continuar con nuestra plática.
"De verdad quiere ser mi amigo" pensó el americano—. S-si por favor.
Dazai entendió que probablemente ese día no habría acción, pero le daba igual, Edgar era hermoso y se tomaría el tiempo necesario para empujarlo al lado salvaje—. La cafetería de abajo es agradable —dijo una vez terminó su jornada.
—Ya voy —se puso de pie sosteniendo sus cosas y lo siguió por el pasillo. Edgar no podía estar más emocionado por conocer más de Dazai, alguien más joven que él, pero que le daba la impresión de haber vivido tanto.
Cuando llegaron a la pequeña cafetería, Dazai ordenó un café negro, y el escritor con crema batida. Durante todo ese rato se quedaron en silencio, esperando que el otro hablará, en caso de Dazai, simplemente observaba el nerviosismo de Poe, era muy reservado, y quizás eso le pareció encantador. La mesera notó que Dazai no estaba elocuente, por lo que su sonrisa se ensanchó al dejar las órdenes sobre la mesa.
—Pensé que tú y Ranpo-san tenían algo —Dazai mencionó con burla, pues sabía que su relación era meramente de admisión.
El joven que bebía su café casi lo escupió por la sorpresa—. N-no, no es así —balbuceó vagamente.
—¿No es de tu tipo? —preguntó verdaderamente interesado en su respuesta, y obtuvo una pequeña negación. Los siguientes segundos lo dejaron beber de su tasa hasta que llegó una pregunta del joven.
—¿Y-y cómo es tu tipo, Dazai-kun? —cuestionó tembloroso y con un intenso rubor en las orejas.
La mente del indigno quedó en blanco, no, solo no tenía una respuesta única—. Depende del día —respondió con orgullo, y este creció más cuando Poe parecía sorprendido—. Hoy es como tú.
El escritor sintió que su corazón latía fuertemente, estaba seguro que su acompañante lo escuchaba por la manera en la que lo miraba, su frente sudaba y sus ojos estaban expectantes. Tomó sus libros y salió corriendo.
—Sí, justo como tú —repitió el suicida dándole otro sorbo a su café—. Bueno, mañana será…¡Musa mía! Hoy luces radiante, ¿Qué crema usas?
.
.
.
—¡Dijo que yo era de su tipo! —gritó hundido su cara entre las almohadas—. ¿Y si entendí mal, Karl? —el mapache rodó por el suelo para acercarse a su cuidador—. Ay no, ¡Ni siquiera pagué el café! —el escritor se quejó nuevamente. Sus pies patearon nuevamente el colchón con rapidez—. Me temo que arruiné todo, de nada sirvió que fuera para hablar con él, quedé como un inadaptado.
El mapache hizo un ruido que parecía ser afirmativo. Su verdadero propósito fue hablar con el suicida bajo la excusa de ir a visitar a Ranpo. "Saldré junto al presidente, eso significa que tienes campo libre para conocer a Dazai, pero cuando dije que era muy persuasivo no mentía, ten cuidado" fueron las palabras exactas del experimentado detective.
—Soy patético —murmuró mientras las lágrimas amenazaban con caer debido a la frustración y vergüenza acumuladas durante horas—. Mañana le daré el dinero que gastó en los cafés, y le pediré una disculpa. Después de eso creo que lo mejor será pedirle a Ranpo-kun que nos veamos en otro lado.
.
.
.
Un nuevo día era la oportunidad perfecta para holgazanear como siempre. Dazai tarareaba en alto su canción sobre el suicidio doble hasta que la voz de Ranpo hizo más ruido—. Buen día, Ranpo-san.
—¿Qué tienen de bueno si tú deuda en la cafetería nos obliga a ver la fea factura en la entrada? —su ceño fruncido era justamente la cara que Dazai reflejó.
—La pagaré después, en realidad no es enorme, pero ayer pareció que estaba menos dispuesto a liquidarla, especialmente porque tú amigo huyó —alzó los brazos indiferente.
Ranpo volvió la vista a Osamu con curiosidad—. Lo asustaste, me llamó dos veces solo para decirme que estaba tan avergonzado por lo que le dijiste, o bueno, en realidad por lo que entendió y por eso huyó. Me sorprende un poco porque no es tonto, solo distraído para las relaciones humanas —por primera vez Ranpo dijo tantas palabras en una oración.
El castaño se puso de pie, sabiendo que el mencionado llegaría pronto. La puerta se abrió lentamente dejando ver al hombre sin libros, ni mapache—. B-buenas tardes.
—No me busca a mí —Edogawa se acomodó en su silla tapando su cara con la boina para evitar los rayos del sol. Por su parte, el castaño se estiró antes de caminar hacia la entrada—. No tardes mucho, quiero darle mi opinión de su novela.
—Me temo que será igual que ayer —dijo haciendo referencia a qué Poe terminaría corriendo nuevamente. Apenas salió, vió al más alto inclinarse cómo había visto a cientos de japoneses.
—Lo siento mucho, no debí irme así nada más —murmuró pero fué audible para ambos—. Yo quería darte el dinero de los cafés de ayer y pedirte una disculpa por ser tan desconsiderado contigo —al sentir una palma acariciar suavemente su hombro se puso recto y un poco más familiarizado—. N-no soy esa clase de persona.
El de vendas sostuvo su mano entre la suya distinguiendo que la palma de Edgar era un poco más grande que la suya, perfecta para asfixiarlo y dejarlo sin salida—. El problema es que no me has entendido bien, me gustas y estoy tratando de seducirte, Edgar —acercó la extremidad del otro hasta sus labios depositando un ligero beso en el dorso, y aprovechando para lamer descaradamente la palma haciendo que su saliva refrescará al muchacho.
Poe, asustado retrocedió tropezando con sus propios pies, el flequillo estaba desordenado, y sus ojos eran visibles para el ex mafioso, era una vista deliciosa. Las grandes cuencas brillaban al borde del llanto, sus labios temblaban y las mejillas denotaban un color carmín.
—Espero que una vez hayan quedado claras mis intenciones, nos frecuentemos mucho más, de preferencia en tu casa, o un lugar sin tantas personas, por mí está bien pero no quiero darte problemas —estiró la mano hasta que fue tomada y le ayudó a levantarse—. ¿Recuerdas dónde está la salida?
El americano asintió aturdido, pero el demonio era mezquino. Dazai apenas alzó la cabeza para depositar un beso en su mejilla muy cerca de sus labios. "Tengo tu número, se lo robé a Ranpo-san, te llamaré" susurró lascivamente en su oído antes de alejarse y volver a perder el tiempo sentado en la oficina.
—¿Por dónde es la salida? —preguntó al aire el escritor.
Cada día subo cosas más sacadas del culo, pero me sirve como práctica, ya sea para mejorar mi redacción, hasta para saber relacionar naturalmente a dos personajes. Este shipp crack es como la carrera, me gustó pero no lo haría de nuevo.
Por cierto, me sentía toda enfermita hasta que encontré el bellísimo fanart, así que mi escrito se sustenta en qué otra persona ya shipea esto.
-Honey.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro