Pov. Meliodas..........................

Horas después de lo sucedido con Zeldris, ambos nos encontrábamos en mi habitación, la puerta estaba cerrada con llave.
Ambos estábamos en mi cama, acariciaba la espalda de mi hermano, mientras que él miraba el suelo con la mirada perdida.

Meliodas: Zeldris.....
Yo.....
En verdad..... lo siento..... Enserio.....
No pensé bien las cosas.....
Pero te prometo que arreglaré esto de alguna manera u otra.

Zeldris simplemente negó con la cabeza, me miró y puso su mano en la mía.

Pov. Narrador....................

Zeldris: Yo ya no tengo remedio.
Mi lado demonio despertó completamente, tú lo liberaste.
Ahora vive en mí, y dudo mucho que haya manera de separarme de él ahora.

Esto hizo que Meliodas se sintiera realmente culpable por el gran daño que le ha causado a su hermano menor, al amor de su vida demoníaca.

Zeldris: Pero está bien....
Liberaste un gran poder en mí, rompiendo la barrera invisible.
Meliodas....
Me hiciste un buen favor, claro, al principio no tenía el control, pero agradezco por eso de todas formas.
Sé que te sientes culpable por lo que me hiciste, pero sabes.....
A veces tienes que hacer cosas malas para poder hacer cosas buenas, y eso es lo que hiciste tú hermano.
Meliodas: Pero Zeldris...
Tú..... ¿No estás molesto conmigo?
Zeldris: Al principio sí lo estuve, me sentí como un mounstro....
Al estar en la celda me sentía seguro, ya que me decía que así no podría lastimar a nadie.
Perdía de vez en cuando el control de mi ser... Hasta que llegaste a verme.
Cuando me sacaste y me llevaste aquí.
Fue cuando analicé la situación, me costó armar el rompecabezas, llegando finalmente a una conclusión.
Mi demencia demoníaca sigue en mí, pero esta vez puedo estar cuerdo a la vez.

Meliodas realmente quería llorar en ese momento, su hermano sí que es alguien valiente y maduro, positivo y alguien que puedes tener su apoyo y ayuda.

Meliodas abrazó a Zeldris, dejando caer un par de lágrimas de sus ojos oscuros, estaba molesto consigo mismo pero a la vez feliz de saber que su hermano está bien.
Zeldris correspondió su abrazo, estaba realmente feliz de estar bien.

En eso, Zeldris reacciona al recordar un gran detalle.

Zeldris: Meliodas, ¿qué pasará ahora?
Nuestro Padre y los demás sabrán que estoy suelto y vendrán por mí.
Melidoas: Tú no te preocupes hermano, yo me encargaré de eso.
Te lo prometo.
Zeldris: Deja que te ayude, puedo demostrarles que tengo el control.
Meliodas: Está bien, pero estarás a mi lado, no quiero que te lastimen o algo parecido.
Zeldris: Está bien.