14 - Lo mas bello
— Te he notado triste — La voz de la señora Han se coló por los oídos de Jisung, el cual, bajó la mirada apenado, no quería que ella se diera de lo que estaba pasando.
De alguna forma, eso iba a terminar sucediendo, Minho ya no iba a verlo, y su madre no era tonta, su padre menos, pero él solía ser menos entrometido porque no le gustaba Minho, jamás había logrado complacer los estándares de su padre.
Aún así, todos estaban bien si él lo hacía feliz.
— Mmm, — Buscó una excusa, algo rápido, algo que fuera lo suficientemente convincente. Pero nada, hoy no estaba funcionando. — bueno, eh... e-stoy algo estresado por todo lo de la escuela, Hyunjin y Jeongin me piden que no me lo tome muy personal, que todo va salir bien porque soy un nerd, pero me sigue dando desesperación el no poder alcanzar el nivel que deseo.
Si era sincero, también tenía que ver con eso, Jisung solía explotarse de más para no recibir malas notas. No le gustaban, las odiaba. Y lo que menos quería era que sus padres se sintieran decepcionados, ellos hacían todo por verlo estudiando, para que nada le hiciera falta, lo que menos podía hacer era eso, estudiar.
Ella pareció entender y le sonrió, acarició sus cabellos haciendo que Jisung cerrara los ojos por inercia. — No importa si sales con un seis, porque yo sé que das lo mejor de ti, ¿Sí? Sé que las notas son importantes para una buena universidad, pero a mí no me interesa, porque no todo lo que te enseñan en la escuela lo terminas aplicándolo en tu vida.
— Igual, mamá, no puedo fallarte con la única obligación que tengo. — Ella rió y dejó un pequeño golpe en su cabeza. Jisung también rió sin apartar sus ojos de la mesa.
— ¿Y? — Rió. — Aprecio mucho que nos tomes en cuenta, pero no quiero un hijo que el día de mañana me llegue con su carita hinchada, con sus ojos cansados y su cuerpo débil por la escuela. Yo todo lo que te pido es que des lo mejor de ti, si puedes dar más: hazlo, — Ella se levantó, yendo a abrazar al menor que ya lo esperaba con los brazos abiertos. Jisung sonrió, se recostó en su hombro y se permitió cerrar sus ojos, sentir paz por primera vez en tantas semanas. — pero no te descuides, no te hagas esto.
Y quiso llorar ahí mismo, porque su madre era tan linda que sentía que no la merecía.
Pero de igual forma, se dio cuenta de que estar así por Minho, no valía la pena.
***
Jisung se veía animado, después de una semana, donde por las noches se preguntaba que era lo mejor para sí, que era lo que tenía que hacer para seguir siendo el Jisung que por un momento le había gustado ser.
Quería esa seguridad y esa belleza que solía rondar por sus ojos, quería de nuevo esa poca importancia que le daba a los que no eran importantes en su vida, además quería que Minho estuviera de vuelta...
Pero no era así, y al menos podía hacer algo más que sólo llorar. Al menos ahora.
Jisung iba dando pequeños brincos, tomaba la mano de Hyunjin y Jeongin mientras que este último venía quejándose del sol. Ninguno le hacía caso, sabían que él era así, que no podían cambiarlo.
Y amaban eso, que todos fueran distintos que hacían un encaje bonito.
— Ten cuidado, no quiero verte con las rodillas raspadas otra vez. — Jisung se sonrojó ante la advertencia de Jeongin, así que sólo asintió dejándose caer en el pasto.
Alzó su mano cubriendo el sol con ella, por ratos abría sus deditos y dejaba que el sol pasara por ella golpeando su cara. Estaba emocionado, se sentía nuevo en todo eso a pesar de que lo hacían seguido.
Se sentía lindo volver a lo mismo.
Tomó la pequeña florecita, que encontró en el pasto, entre sus dedos, jugó con ella un rato, se tomó fotos y la apreció, tal y como solía hacerlo cuando era pequeño y le gustaba inspeccionar hasta lo más mínimo.
Después cayó en cuenta que, la flor no era para él.
— Innie, Jinnie, esto es para ustedes — Canturreó el menor mientras se acercaba puesto de rodillas a la reciente pareja, Jisung se sentía feliz por la relación de sus amigos, puesMsabía que ambos hacían una linda pareja, casi tanto como él y Minho...
— Que lindo Jisung, gracias. — Jeongin se había sonrojado cuando Hyunjin le colocó la flor detrás de su oreja. — Te ves hermoso, cariño.
Sonrió de lado, llevando su mano hasta su oreja, la escena se sus amigos le había hecho tener un pequeño deja vu, el cual le dejo con el ceño fruncido, pero con una pequeña sonrisita burlona en los labios, de verdad extrañaba a Minho, pero no sabía si era correcto luego de todo lo ocurrido.
— Te ves como un tomate. — Dijo Jisung mientras reía.
Hyunjin y Jeongin compartieron algunas miradas, sorprendidos, extrañaban las risas del castaño y se sintieron felices de volver a oírla, — No te rías de mi, todo esto es culpa de Hyunjin por se muy cursi. — dijo Jeongin avergonzado.
— Te molesta que sea así, ¿mi amor?
Y así pasaron toda la tarde entre risas y cursilerías y al ver que Jisung ya no lloraba por Minho...ellos creían que el castaño había superado al mayor.
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