III
Ese día, un cojinazo despertó de su hermosa siesta a JeNo. Talló sus ojos y miró mal a su compañero de habitación.
—¿Se puede saber que rayos te pasa? —reclamó, mirándolo mal—. Estaba soñando muy felizmente.
—La vida no es justa amigo —respondió el otro mientras tecleaba en su teléfono, al parecer preparándose para algo—. Además, me parece que vas un poco tarde a detención.
El chico revisó la hora en su teléfono y brincó tal resorte hacia el baño a siquiera prepararse un poco, porque llegar a detención con ese aspecto no era una idea muy agradable a su parecer.
—Gracias, HyunJin-ah —agradeció a su compañero de cuarto y, viendo el aspecto del chico, comentó—: ¿A donde vas tan arreglado?
—¿Yo? ¿Arreglado? Para nada, JeNo-ssi —se encogió de hombros un poco ruborizado—. Solo voy a visitar a un amigo a la ciudad.
—Déjame adivinar, vas a ir besarte con Yang JeongIn —adivinó en tono aburrido Lee, disfrutando internamente de la cara de tomate del otro—. Maldita sea, todos aquí somos demasiado homosexuales.
HyunJin solo se carcajeó tirándole un almohadazo de broma esta vez.
—¿Yang JeongIn? ¿De donde...?
—Puede que me lo hayas mencionado unas... muchas veces —sonrió con burla—. Está bien, supongo que es muy buen chico.
—Perdón por no decírtelo —apretó los labios—. Es algo bastante... nuevo para mi.
—No hay problema —replicó el otro, encogiéndose de hombros—. Considero que es algo de cada quien si decide salir alguna vez o no lo ve realmente necesario.
El más alto sonrío y apretó el hombro contrario.
—Gracias de verdad, Lee.
—No es nada, Hwang. ¿Para eso estamos, no? —presumió su eyesmile.
HyunJin sonrío y tomó su mochila del mueble.
—Nos vemos —le dijo y en tono juguetón añadió—: Que te vaya bien con Na.
JeNo solo rodó los ojos.
...
—Ya llegué profesora —entró al salón dejando su mochila con desgano en el pupitre—. Perdón por el retraso, tuve una llamada urgente por parte de mi madre.
—Está bien señor Lee, espero que no se vuelva a repetir —contestó la mujer sin levantar la vista—. El día de hoy no tendremos tareas escritas, ahora ambos se desplazarán hacia el patio. El conserje tiene algunas tareas para ustedes.
Sin más, la mujer se levantó y abrió la puerta del aula, esperando a que ambos salieran. Una vez hecho, oyeron como se cerraba detrás y comenzaron a caminar hacia afuera en un tenso silencio.
—Ya era hora, muchachitos —los recibió el hombre mayor en cuanto llegaron a los jardines—. Lo primero que harán será recoger la basura que dejan a diario en el pasto frente al laboratorio —les dio dos bolsas a cada uno—. Tomen.
Los muchachos ofrecieron una reverencia cada uno y se dirigieron hacia la zona. Mientras caminaban, Na le dio una patada a Lee en la pantorrilla, haciéndolo perder el equilibrio por unos segundos.
—Agh, ¿que rayos te pasa conmigo? —reclamó el mayor mirándolo mal—. Al parecer no te basta con haber dejado mi hermosa cara así de lastimada. Son muy dolorosas, amigo.
El otro se quedó en silencio mientras comenzaban con la labor.
—¿Te das cuenta que tu también estabas peleando, no? Atente a las consecuencias, no eres ninguna víctima —se encogió de hombros—. Además, si tu hubieras tenido oportunidad probablemente hubieras hecho lo mismo, estupido.
—¡Claro que no, idiota! —exclamó el otro—. Lo máximo que yo hubiera hecho hubiera sido golpearte un poco, no dejarte así de mal —se señaló a sí mismo.
—Bueno, acepto que me pasé de la raya un poco —hizo una mueca JaeMin—. Perdón, perdón. Me contendré la próxima vez que quiera golpearte.
—Gracias, ¿creo? —contestó el mayor, alzando una ceja.
—¿Que? ¿Acaso no puedo portarme bien? —se le quedó viendo unos segundos, estirándose y levantando un envoltorio que se encontraba cerca de los pies de Lee.
Cuando se levantó, sus rostros quedaron a muy pocos centímetros del otro.
JeNo no había notado hasta ese día lo bonitos que eran los labios de JaeMin y lo profunda que era su mirada. No supo cuanto tiempo pasó.
—Bueno, si puedes... pero no conmigo —contestó, sintiéndose un poco nervioso.
—Está bien, entonces te trataré mal —ladeó la cabeza el contrario, sonriendo de lado—. Si eso te gusta.
Entonces oyó un carraspeo detrás de ambos y al mismo tiempo su corazón latiendo fuertemente.
—¿Como van, jóvenes? —cuestionó la profesora, que acababa de llegar al patio—. Espero que hayan terminado ya de limpiar.
Nana parpadeó un par de veces, sintiéndose adormilado por alguna razón y volteó a ver a la mujer, reverenciando a forma de saludo.
—Hola, profesora Song —dijo—. Ya terminamos, de hecho.
Ambos tomaron sus bolsas y se dirigieron hacia el punto de reunión.
—Muchachos —los paró—, no crean que no he notado lo que pasa entre ustedes.
Los muchachos voltearon a verla con obvias miradas de confusión.
—¿De que habla? —preguntó JeNo.
—Ustedes saben de lo que hablo —contestó la mujer, cruzándose de brazos—. Espero que logren solucionarlo. Vamos, sigan con lo suyo.
Ambos chicos dieron la vuelta con una confusión notable en sus facciones. Se miraron unos segundos y se encogieron de hombros.
...
Ya eran aproximadamente las cinco de la tarde cuando volvieron a dirigirse la palabra.
—Sabes, no sabía que eras amigo de de mi prima —comentó Na mientras barrían el patio como ultima actividad—. Es muy buena chica, tratala bien.
JeNo volteó a verlo con el ceño ligeramente fruncido y los labios apretados.
—¿Chae es tu prima? No lo sabía —contestó asintiendo—. Aunque no sé de que hablas, Na. Tu prima es lesbiana o bisexual, aun no lo sé bien. Lo que si se perfectamente es que ella está detrás de cierta otra personita...
—¿Mmm? ¿De verdad? —alza ambas cejas—. Diablos, necesito tener una seria platica con esa niña... Siento que no la conozco. Incluso tu, cosa del diablo, sabe mas de ella que su mismísimo primo.
El mayor solo rió mientras terminaba de realizar su labor y limpiaba una gota de sudor de su frente.
—Bueno, ya terminé y ahora procedo a irme —dijo—. Que mañana tengo que ir con JiSook a ayudarlo con lo de... ya sabes.
JaeMin asintió con pesar, hundiendo los hombros
—No entiendo como pueden casarse, si apenas se conocieron.
—Muy a mi pesar, estoy de acuerdo contigo —concordó JeNo—. ¿No podrían haber esperado un poquito mas siquiera?
Ambos chicos se vieron a los ojos unos segundos, para proceder a soltar dos gruñidos de cansancio.
...
Una vez JaeMin volvió a su habitación, se recargó en la puerta ante la mirada de obvia extrañeza de su compañero de cuarto.
Por alguna extraña razón, no se sentía tan molesto con la existencia de Lee JeNo como pensaba.
¡¡¡
capitulo corto because no tengo mas inspiración
esperen la siguiente actualización, que se viene muy pronto!!
—boo
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