꧁Final꧂
Perdón por adelantado, es una kk
Su respiración era agitada entre los grandes pastizales de campos abiertos y soleados.
Era como si en cualquier momento se fuera a desmayar, limpiando el sudor de su frente cada que podía, sentía su corazón latir a mil por segundo.
Su cuerpo rebotaba con cada paso que daba el corcel de pelaje blanco, no lo hacía muy bien, ni siquiera era suyo, podría decirse que lo tomó prestado del castillo.
Ya no podía volver atrás, sus acciones habían marcado un antes y un después desde que invadió los establos del palacio llevándose consigo aquel caballo, y unos cuantos guardias por detrás, queriendo detenerlo.
Hoseok junto con Jin y NamJoon ya debían estar tras él.
No había tiempo de dudar sobre cualquier cosa que haya hecho ese día, era el fin si lo hacía. Su cabeza rodaría por los suelos apenas el rey se entere de su traición contra la seguridad del reino.
Su cabeza daba vueltas entre los escenarios que se reproducían en su mente, no sabía qué sucedería de ahora en adelante, solo tenía un objetivo claro: alertar a Jimin para que escape a tiempo.
Pero, ¿Y él?, No tenía idea de qué haría.
La luz del sol era débil, opaca, apenas viéndose en la lejanía del cielo, Yoongi supuso que Jimin en esos instantes ya debía estar cerca del río.
Faltaba poco para reunirse junto a él, el pobre corcel comenzaba a cansarse.
Sus manos temblaban cuando dejó al caballo y se decidió a correr hasta el pequeño borde de una montaña, Jimin debía estar del otro lado.
-¡Yoongi!- el menor sonrió levantándose en su sitio- Te estuve esperando.
El híbrido se apresuró en bajar rápidamente mientras Jimin sonreía como un tonto, pero no era tiempo de siquiera besarlo, tomó sus manos con las cejas fruncidas.
Jimin sintió la tensión en sus hombros y la preocupación en cada uno de sus poros- ¿Pasó algo, hyung?.
Yoongi intento tranquilizar su respiración con una inhalada algo entre cortada que preocupó incluso más al rubio-D-debes irte.
-¿Qué?
-¡Debes huir, el rey sabe cómo encontrarte y no dudará en hacer rodar tu cabeza, es cuestión de tiempo para que-
-¿Yoon..?.
La sangre se le helo por completo.
-Hobi...
-¿Quién es él?¿Por qué huiste para venir hasta aquí?.
-Ho, no es lo que tú crees- quiso defenderse en vano, pero el pelirrojo tenía los dedos rozando el mango de su espada de esgrima.
-¿Que no es lo que yo creo? ¿por qué él tiene una flauta en su cinturón?- sus ojos reflejaban confusión y dolor.
Jimin quedó en silencio, no pudiendo hacer nada realmente por la angustia que comenzaba a exasperar a Yoongi, era algo de amigo a amigo, él no cabía en ese par.
-¡Juro que él no presenta ningún peligro al reino como lo creen todos!- el mayor se aferró al antebrazo de Jimin con las lágrimas asomándose al borde de sus ojos- Por favor no me odies, e-eres mi mejor amigo.
Pero Hoseok frunció el ceño mientras bajaba del corcel que también había tomado, su palma empuño el mango de su espada, liberandola casi al instante, antes de ir rápidamente y apuntar el cuello del flautista.
Yoongi expandió los ojos con el terror llenando su sangre, hasta que el pelirrojo habló.
-Juro que si esto que hace Yoon por tí acaba siendo en vano y lo lastimas, te mátare- luego dirigió una mirada de fingido enojo a su amigo- Y tú, me debes una explicación coherente, señorito.
Las lágrimas se desbordaron en sus mejillas, está vez del golpe de alegría que calo sus venas- ¡Gracias!- gritó agudo antes de lanzarse sobre su mejor amigo en un fuerte abrazo que sacó más de un chillido a Jimin por la cercanía de la espada.
-Cual gracias, ¡vete!- Yoongi volvió a mirarlo con dolor por aquella repentina reacción- ah... No me mires así- se quejó con pesar- ¡Tienes que irte ahora mismo!, Seok y Kim deben estar llegando, no son tontos para quedarse esperándonos Yoongi, NamJoon ya debe haber detectado el aroma de Jimin en tí.
Por primera vez desde que Hoseok llegó, hablo el menor- Tu amigo tiene razón Yoon, ven, ¡Huye conmigo!.
El felino bajo las orejas sintiendo como su respiración comenzaba a faltar mientras Jimin lo observaba con ilusionadas esperanzas en sus orbes brillosos, presionando sus manos juntas.
No quería dejar a ninguno de los dos, pero no podía quedar en el pueblo si deseaba seguir con vida, y no quedar en lo más profundo del calabozo como lo que es, un traidor.
Sin embargo, Hoseok solo le dedicó una mirada reconfortante y palmeo sus hombros- Solo ve junto a él, no te preocupes por mí. Este idiota se ve muy feliz con la idea- y le dió ligeros empujones insistiendo, mientras Jimin asentía totalmente de acuerdo.
Yoongi sintió las manos del menor abrazando su cintura con calidez mientras le susurraba un "tenemos que apurarnos", que le siguió de un beso en su rellena mejilla.
Hoseok analizo con drástica atención, no conocía para nada al flautista y eso todavía le daba inseguridad, pero la voz de Yoongi lo saco de sus pensamientos- Supongo que... Adiós, Ho.
Pero el pelirrojo negó- ¿Cómo que adiós? ¡Hasta pronto, mejor dicho!, Tú todavía me debes esa explicación y tienes que volver a darmela o te castro, ¿Ok?.
El castaño sonrió acercándose a abrazarlo una última vez- Ok... Hasta pronto- y con silenciosa picardía arrebató la flauta al menor, quien dió señales de protestar, al menos hasta que vió los ojos de Yoongi, y con pesar, acepto que el mayor tesoro que haya encontrado en su vida, le sea entregado a Hoseok.
Antes de dejar la espada en sus manos, él hizo algo que dejó a ambos hombres con la boca abierta de la impresión. Pasó el filo de la espada sobre su palma, dejando su sangre vertir sobre el mango, y se volteó a Jimin tomando con delicadeza sus dedos- ¿Me pertimes? Prometo que seré cuidado.
Jimin siquiera dudó un segundo, Hoseok observó la escena en silencio, ¿Esa era el gran nivel de confianza que Yoongi había ganado del flautista?, El pelirrojo se sintió muy sorprendido.
Entonces, comprendió que su amigo deseaba confundir los sentidos de NamJoon, con la sangre sobre sus preciados objetos y quizá un poco sobre el suelo, ¿Quién podría negar que no les sucedió algo?
- Entregaselas al rey y dile que no sabes qué sucedió con nosotros- el pelirrojo asintió con torpeza.
SeokJin no le haría daño, siquiera Namjoon podría refutar contra él, era claro que nunca estuvo involucrado en los enredos de Yoongi.
-Usen a uno de los corceles y déjenlo en el puerto- aconsejo con suavidad, viendo cómo finalmente, su mejor amigo se separaba y el flautista lo abrazaba con fuerza en un intento de consuelo por las lágrimas que se desbordaban sin parar.
Jimin lo guió hasta el caballo, tomando sus caderas para subirlo fácilmente, su expresión se notaba preocupada por el tiempo que perdieron, pero tampoco podía privar a Yoongi de despedirse de alguien tan especial en su vida.
Con una última y suave sonrisa, el menor demostró su agradecimiento a Hoseok, por su ayuda y comprensión incluso si no era por él, sino por Yoongi.
El pelirrojo también sonrió aunque esté rompiendo en llanto, observando entre la sombra opaca de la lua, como su mejor amigo desaparecía de su vista.
Y se sentó sobre el pasto con sus pesares y más profundos pensamientos, siquiera las luciérnagas que de apoco llenaban su vista de luces fosforescentes lograban sacarlo de aquel mar de angustias.
Las horas pasaban y la noche se presentaba en todo su esplendor, el rosa pálido dejaba de admirarse en el horizonte y ahora solo era oscuridad salpicada de ligeras estrellas, y solo entonces, el trote de dos corceles se hicieron oír.
-Hasta que al fin te encuentro, Hoseok- la voz firme del rey lo hizo erguirse de inmediato- ¿Dónde se encuentra Yoongi?.
El pelirrojo titubeó en su puesto, no había preparado ninguna excusa- N-no tengo ni idea, Jin...- sus manos temblaban, mientras retiraba de sus bolsillos la flauta, y del suelo tomaba la espada de su mejor amigo- solo encontré esto, estaban tiradas al borde del río...
-El aroma de ambos nos guió hasta aquí, ¿Realmente no sabes nada más?- está vez fue Namjoon quien tomó la palabra, tomando entre sus manos los objetos algo pegajosos y detectando en ellos la esencia del flautista y el mosquetero en aquellos rastros de carmín, asintió dándoselos a SeokJin.
-N-no...- inhaló, su voz se quebraba- Solo que Yoongi mantenía un fuerte rencor contra el flautista, por haberlo humillado frente de prácticamente todo el pueblo.
La mirada que NamJoon le dedicó fue algo extraña, como si le estuviera diciendo "lo sé todo" pero solo suspiró, antes de declarar- Lo más probable es que estén muertos- el pelimorado lo observo con impresión, una parte de él, se sentía apenado por el felino, no había hablado mucho con él, pero había desarrollado cierto cariño- El rastro de sus aromas termina aquí, el corcel que trajo Yoongi debió de haberse perdido.
El pelirrojo sintió un escalofrío recorrer su espalda, y asintió algo torpe, Namjoon pasó por su lado de una manera que le hizo sentir que aquello no era pura suerte.
Suspiró pesadamente mientras oía a SeokJin quejarse de todo lo que habían recorrido, y de lo curioso que se sentía por el paradero de ambos desaparecidos, mientras se retiraban.
Con una última mirada al bosque, se encaminó a su hogar, Yoongi y el flautista debían estar muy lejos en esos momentos.
No entendía el descaro que tuvo su amigo para alegar que aquel hombre no le gustaba.
Pero al menos, en su corazón existía el sentimiento; de que había tomado la decisión correcta.
(。・ω・)ノ゙ hello
LO SÉ, ESCRIBIR CAGADAS ES MI PASIÓN
Lloro
De haber sabido que escribiría esta cosa después de odp si me hubiera ido a la muy verga, pero bueno 🕴️
Fuera de joda, se me hizo extraño trabajar un final sin mencionar a los personajes principales, pero ñeh, Hoseok estuvo por todos lados, todo el tiempo en esta historia, y sentía la necesidad de que haga algo importante.
Todavía falta el epílogo 😭🦵
Bye Bye Nya (*ฅ́˘ฅ̀*)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro