፝֯֟ Doce ፝֯֟
Capitulo Doce: Amaestrado.
Yoongi sentía que las venas de su cuello reventarían en cualquier instante.
Siquiera sabía hacía dónde se dirigía, solo caminaba apresurada y muy enardecidamente en cada lugar donde se topo con Jimin alguna vez.
En su cabeza se repetía una y otra vez aquella escena, SeokJin hirviendo de rabia en el castillo, descargando la furia contra sus caras al alegar lo incompetentes que eran.
No lo iba a negar, no tenía la cara para hacerlo.
Bufo exasperandose totalmente, ¡No sabía ni dónde se encontraba la casa de Jimin, y ya hacían ocho meses que lo conoció, por Dios!.
Debería replantearse más todas y cada una de sus decisiones.
-Hola- un grito salió de su boca, saltando sobre su lugar con los pelos erizada y la mano en el corazón, volteó con los ojos muy abiertos donde la voz se produjo- ¿Me buscabas?
Aquella sonrisa... Aquella estúpida sonrisa que deseo desaparecer de un buen golpe- ¡Park Jimin!- gritó enfurecido.
El menor expandió los ojitos fingiendo confusión, Yoongi se odió por pensar lo adorables que era sus expresiones- ¿Hice algo malo?
Su boca se entreabrio al oírlo, indignado afirmó- ¿Malo...? ¡Malísimo!, Dime, ¡¿QUÉ SIGNIFICA TODO ESO DE QUE UNA VALIOSA JOYA DESAPARECIÓ DEL CASTILLO AYER?!
-No sé de qué hablas.
-oh~ claro que sabes- sus orejas mininas se bajaron mezclándose entre sus mechones castaños, sentía su rostro comenzar a arder del enojo- ¿No es demasiado coincidencia? Que una joya desaparezca justo el día que te colaste al castillo.
Ok, Jimin lo admitía, la mirada de Yoongi daba mucho miedo.
-E-está bien...- Jimin rascó su cabeza algo incómodo de pronto- quizá tomé una que otra joya...
-¡Pues las vas a devolver!
Le menor abandonó su postura regañada para mirarlo con confusión- ¿Qué? Claro que no.
-Lo harás.
-No, no lo haré.
Yoongi entrecerró los párpados, notando su postura que gritaba "no devolveré la maldita joya" , su cola gatuna se agitó de un lado al otro con estrés, antes de abalanzarse sobre él en una ataque repentino.
-¡DÁMELA JIMIN!- gritó revolviendo sus ropas mientras Jimin chillaba del susto y caía entre el pasto.
El menor gruñia sintiendo a Yoongi rebuscar entre cada rincón de sus prendas, intento sujetar sus manos pero lo único que consiguió fue una feroz mordida en el hombro que le arrancó más de un bramido.
-¡Estás loco si crees que la voy a devolver!- exclamó forcejeando- ¡Esa joya vale millones!
El híbrido se quejó amargamente cuando los brazos de Jimin dejaron sus manos y rodearon todo su torso dejándolo totalmente inmóvil.
Intentaba forcejear pero su estado físico no era el mejor últimamente, gruño en protesta.
El menor mordió su belfo inferior con algo de culpa cuando la mirada de Yoongi se volvió pesada contra su rostro, mientras se encargaba de recostar su delgada espalda contra el pastizal y dejar las rodillas a cada lado de sus estrechas caderas.
-Esto no es ningún juego, Jimin- advirtió con aquella intimidante y gruesa voz suya- Siquiera hace falta que lo que hiciste estuvo mal, ¡Además, pudieron habernos descubierto! El mano derecha del Rey me miró tan raro anoche, era como si en cualquier momento me saltará a decirme que sabía que algo estaba mal, ¡Fue tan incómoda la situación en la que me dejaste, y para colmo de males te atreves a robar!
Diablos, comenzaba a sentir la decepción de Yoongi hacía él.
Sus ojos de gatito parecían tristes, a pesar de tener el ceño fruncido y el rostro sonrojado por el esfuerzo y enojo.
-Y-ya...- se quejó con amargura antes de chasquear la lengua y dar un suspiro- Quizá si pueda devolverlo...
De pronto las pupilas en lo ojitos de Yoongi se dilataron- ¿Lo dices en serio?.
Aparto la mirada con dolor por dejar aquella riqueza mientras asentía muy lentamente- umh...
El castaño sintió como los brazos de Jimin dejaban de apresarlo, y entonces, solo lo observo a los ojos. Realmente se había sentido decepcionado hace unos segundos.
- ¿Podría...? ¿P-podría enviar a algún animal pequeño para que lo lleve?- cuestionó algo incómodo apartándose muy lentamente.
Yoongi se encogió de hombros- No lo sé, tú lo hiciste, tú encuentra la solución- decía desinteresado mientras rascaba su cabeza, no queriendo mirarlo a los ojos, su actitud cambiaba de un momento a otro pero por algún motivo, Jimin comprendía que él no pretendía verse alegre por algo que siquiera debió hacer y tampoco lo alabaria por devolverlo.
Inhaló y bufo antes de extraer su preciada flauta de entre sus ropas, así también, cortó un pequeño pedazo de su camisa (ganándose una disimulada, adorable y curiosa mirada de Yoongi), la cual dejó a un lado, antes de dejar a la vista aquella preciosa, delicada joya a la vista, y envolverla en el pedazo de tela buscando que no sea tan obvia y que nadie descubra lo que ocultaba.
Observó una vez más al mayor, pero él ya había apartado los ojos demostrando que estaba seriamente enfadado con él, y no le quedó de otra que comenzar a tocar la flauta, atrayendo así a una bonita ardilla a la que acarició antes de dejarla irse con la joya oculta.
-¿Cómo sé que en realidad no has enviado la joya a un lugar donde la encuentres nuevamente?- habló de pronto Yoongi sacándole un pequeño respingo.
Jimin bajó la mirada a las flores amarillas del suelo algo cohibido, no solo lo había decepcionado, también había consumido aquella pequeña llama de confianza que floreció entre ambos.
-Lo siento- se disculpó llevando su mano tras la nuca, ¿Por qué lo hacía? Ni siquiera lo sabía, solo... Se sentía en la necesidad de hacerlo, y volver a estar bien junto a Yoongi.
Sin embargo, lo único que consiguió fue que su amante le diera la espalda y recostara en mentón en sus rodillas flexionadas, suspiró nuevamente antes de acercarse a él.
Reposó el rostro contra su hombro pero solo recibió un buen gruñido- ¡Ya! No volveré a hacerlo, ¿Bien?- lloriqueo moviendo sus dedos ansiosos por envolver su linda cintura- No me ignores, hyung~
Yoongi rodo los ojos- Juro que si Jin no encuentra su dichosa joya para mañana vendré a cortarte los huevos, y no dudaré en entregarte- amenazó con dureza en el tono, pero Jimin no le tomó importancia, en cambio, río tan adorablemente que el minino quiso golpearlo por ignorar sus palabras, y abrazarlo de manera tan efusiva.
-No hará ni una sola queja más sobre mí, lo prometo- finalizó alegre, apretando su cuerpo.
Sí, solo habían pasado 8 meses, pero Jimin ya era un completo idiota enamorado y muy amaestrado.
(。・ω・)ノ゙ hello
KDNSISNSO holis 😈🤟🤟🤟🤟
No saben la flojera que sentía por escribir aahHHHH
Dejé de ver a Hanako por esto así que aprecienlo perres 🥵👩❤️💋👩✨
SemeacabaronlosgifjajaayudA
Bye Bye Nya (*ฅ́˘ฅ̀*)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro