Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

፝֯֟ Díez ፝֯֟

Capitulo díez: Una cita... ¿Normal?.

-¿No me estarás llevando al centro del bosque para matarme o algo así, no?- preguntó con cierta gracia en su voz.

Jimin sonrió rodando los ojos- ¿Acaso no entiendes el significado de la palabra "cita"?

Yoongi volteo a observarlo- ¿Acaso esto es una cita?

El menor notó su tono de burla, así que con una última sonrisa, tomó su delgada cintura apegandolo a su cuerpo- Claro, ¿Te gusta?- estaba solo rozando sus labios, tentando.

El castaño apenas respondió con bajos balbuceos y las mejillas rosas- y-ya... Mejor calla.

Jimin se alejó con la victoria pintada en los poros.

El camino era tranquilo, solo las cigarras sobre los árboles rompían aquel cómodo silencio, las copas de árboles dejaban a pequeños rayos de sol penetrando entre las hojas, y quizá, uno que otro arroyo de aguas limpias y cristalinas se oía en la lejanía.

Yoongi no lograba entender en qué punto de su vida aceptó a Jimin de aquella manera, y por qué ahora mismo iba junto a un ladrón tranquilamente cuando debería enviarlo al fondo del calabozo.

Ah, sí, porque le gustaba.

Llevando los dedos al puente de su nariz, se masajeo levemente, simplemente no podía evitarlo, aunque su moral apuñale con fuerza cada uno de sus sentidos.

Pero Jimin nunca debería saber el poder que ejerce en él, eso pensaba Yoongi, aunque en realidad, era él quien mantenía a sus pies al flautista, pero tampoco tenía por qué saberlo.

Inhaló profundamente el fresco aroma del bosque, volteando a observar el marcado y muy atractivo perfil del menor, lo tenía encantado.

Sintió unas manos contra su cintura, atrayendolo al cuerpo ajeno, no se negó, su delicioso aroma a manzanas verdes lo dejaba hipnotizado.

¿Realmente él podía ser considerado como un mago peligroso y cruel, como lo había pintado el pueblo? Yoongi sentía que moriría en cualquier momento si no recibía una respuesta a esa duda.

-Jimin...- murmuró jalando suavemente el borde de su camisa.

-¿Umh?- el menor se veía relajado, con la mirada al frente y una leve sonrisa en sus tentadores labios.

-¿Es... Cierto lo que dicen en el pueblo?- sus ojitos se enfocaron con atención en su rostro confuso, y decidió seguir- Eso de que... Eres un mago y toda la cosa...

Por un momento, hubo silencio, un silencio que pareció ser aterrador para el híbrido, su cola ya se estaba esponjando.

Hasta que Jimin rompió en fuertes, qué decir, escandalosas carcajadas.

-A-ay hyung...¿Cómo le explicó?- sus ojos se volvían simples líneas, con las manos cubriendo su gran sonrisa. Yoongi bajó sus orejas en señal de que no le encontraba ni un gramo de gracia, y el menor movió sus manos de un lado al otro aún riendo- Es que... Yo no soy ningún mago, nunca lo fuí, esa flauta ni siquiera es mía.

Yoongi frunció el ceño abriendo su pequeña boquita hasta que ya no pudo más, sus dedos se aferraron al antebrazo del menor buscando una respuesta coherente en aquella maraña de confesiones.

Se encogió de hombros, despreocupado- La robé.

-¡¿QUÉ?!

Frunció los labios- Qué de qué- y rodo los ojos, su expresión casi logro que Yoongi salte encima suyo, a golpearlo como aquel bastardo se lo merecía- Sí, lo robé, ¿Esperabas otra cosa?

Sus colmillos salieron a relucir con furia, ¡¿Quién se creía?!- ¿Cómo te atreves...?

Jimin presionó su cintura con ambas manos, apegando sus pechos- Ya, ya gatito, no te pongas arisco- descubrió su frente, dando ligeros masajes a su ceño totalmente arrugado- ¿Ya te dije que te ves lindo enojado?- río, pero Yoongi tenía cara de ahorcarlo con su cola felina en cualquier instante, nuevamente volteo los ojos- Yah, está bien, te lo cuento.

Yoongi, apesar del poco espacio que había para moverse, cruzó los brazos sobre su pecho, esperando una respuesta.

-El mago si existe, ¿Ok?- el castaño asintió, mientras que Jimin solo pudo suspirar- Solo era un simple ladrón que iba de pueblo en pueblo llevándose lo que necesite, hasta que llegue a Hamelin- el mayor prestó total atención en ese instante- Creía que el cuento del flautista era solo eso, una fantasía, pero resultó ser una realidad.

Apretó los labios al notar las pupilas dilatadas de Yoongi, se veía adorable, pero no era momento para apreciar su belleza, estaba en algo importante.

-Y pues... Me encontré con él mientras robaba, no hay mucha magia en esa historia- levantó los hombros, antes de sonreír con burla- Era un viejo, un saco de huesos, y aquella flauta era muy tentadora a mis ojos, ¿Qué quieres que te diga?, muy poderoso y todo, pero no podía llevarle la contra a los años. Y se la robé.

El mayor hizo una mueca de desagrado- ¿Y por qué pareces tan orgulloso al contarlo?

Jimin no se resistió las carcajadas, y retomó su paso arrastrándose a Yoongi consigo- Ya, mejor olvídalo.

-¿Cómo quieres que lo olvide así de fácil?- el mayor bufo- ¡Te metiste en problemas con todo un reino entero por una tontería!, Uhg, si tuviera mi espada ahora mismo...

-Probablemente no harías nada- Yoongi lo miró con las orejas bajas y los colmillos asomándose, y por milésima vez en aquel día se encogió de hombros- Es la verdad.

Sin embargo todo indicio de enojo quedó en el olvido cuando el minino se detuvo de golpe, llamando la atención de Jimin, que lo miró raro al verlo todo tieso de un momento al otro.

¿Quién le mandaba a enamorarse de un gato loco?

-Jimin...- luego de segundos que parecieron eternos, giro el rostro hacia su... ¿Amante?, Todavía le era extraño pensarlo de esa forma- no creo que deberíamos adentrarnos a esa parte del bosque.

El rubio arrugó la nariz en desacuerdo y una pizca de confusión- ¿Por qué lo dices?

-Umh...- Yoongi jugó con sus dedos- Dicen que ahí suceden cosas extrañas, las pocas personas que se atrevieron a entrar hasta llegar a la zona del pantano volvieron muy aterrorizadas...

Jimin entre abrió los labios, ofendido- ¡Por favor, Yoon! ¿No me digas que crees en esos cuentos de bosques embrujados y fantasmas?- río y negó, acariciando la rellena mejilla sonrojada de Yoongi- Verás que no pasa nada, vamos.

-¿Q-qué? ¡No!- el felino chilló sintiendo su cuerpo ser tomado como un saco de papas, Jimin sostuvo de sus muslos muriendo internamente por su miedosa reacción- ¡Jimin!

Y lo arrastro con Yoongi insultandolo a los cuatro vientos, hasta que se adentraron al dichoso lugar.

-¿Ves? No hay nada malo aquí- con cuidado de no ser brusco con su delicada piel, lo bajo dejándolo al fin, con los pies en la tierra- ya, estás sudando mucho.

Yoongi se aferró a su camisa sintiendo un árbol contra su espalda- C-cállate...

Jimin sonrió no resistiéndose a tomar sus cachetes llenitos, acorralando su bonita figura contra el tronco- Ya verás cómo te quito el miedo, ¿Umh?

Aunque en su mente hubo indicios de negarse, siquiera una inhalación le fue permitida al mayor cuando su boca ya estaba siendo tomada por los suaves, gruesos y apetitosos labios de Jimin.

Para Yoongi eran como la miel recién sacada del panal, dulces y adictivos.

El menor se apoderó de sus caderas estrechas con gusto, mientras el castaño olvidaba cualquier miedo que lo haya invadido en un pasado, los belfos del flautista eran mucho más interesantes que eso.

Bajando sus labios hinchados y rojos, besó sus mejillas gorditas hasta llegar a su marcada y lechosa mandíbula, encantado con la respiración descontrolada de Yoongi.

Sintió unas grandes manos aferrarse a sus cabellos, siguió con su trabajo, solo besando y dejando delicadas, muy cuidadosas succiones que apenas dejaban marcas rositas y adorables en el cuello del híbrido.

Jimin pensaba que su piel pálida era lo suficientemente preciosa como para teñirlas con grotescas manchas rojas o violetas.

En un pequeño quejido extasiado, el mayor se animó a preguntar lo que había estado torturando su mente un buen rato- Dime que no tienes más mentiras ocultas...

El menor mordió sus labios en una inevitable sonrisa- Bueno, la vez que seguiste al gato no fue una coincidencia- mordisqueo su carne sin hacerle daño, sintiéndolo estremecer- Solo quería llamar tu atención, atraerte a mí, y lo logré.

Yoongi no pareció molesto con su respuesta, hasta podría decirse, que pareció encantado.

Sus manos bajaron en un camino casi ineluctable, hasta la espalda baja de Yoongi, sintiendo las manos contrarias aferrarse con más fuerza y como su cuerpo inconscientemente se despegaba de aquel árbol para intentar fundirse con su cuerpo.

Entonces cambio totalmente de tema- ¿Puedo apretar tu trasero...?

Yoongi gruño en clara advertencia y a Jimin no le quedó de otra que someterse a sus deseos,  volvió a tomar sus caderas.

Y pudieron quedarse ahí todo el día, besándose hasta que las comisuras de sus labios duelan.

Hasta que un crujir extraño se oyó, y unas pisadas acercándose.

Yoongi gritó con todas sus fuerzas cuando el estruendo de una rama algo gruesa cayendo cerca suyo se hizo presente, casi destruyendo los pobres tímpanos del menor.

Sus piernas se enrollaron en la cintura de Jimin en un salto encajando sus cortas uñas en sus hombros- ¡TE LO ADVERTÍ, IDIOTA!

Su cola minina se esponjo por completo con el alma huyendole mientras el menor se aferraba con fuerza descomunal a su cuerpo corriendo sin dudar un segundo.

Y así es como Jimin acabó con arañazos en toda la espalda, y Yoongi con marcas moradas de manos en su trasero y cintura.

Definitivamente, ninguno de sus encuentros podría ser considerado normal.

(。・ω・)ノ゙ hello

Noséquéxuxaescribí,nomemiren/lloracion

Nah la vd sí me gustó

Bye Bye Nya (*ฅ́˘ฅ̀*)

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro