XI
El fin del curso había llegado y todos los alumnos de último grado sentían una gran nostalgia, pues habían estado en el internado desde primaria, sin embargo, también sentían emoción por las nuevas cosas que la preparatoria les podía traer.
Esa mañana, JaeMin llegó tranquilo al salón de clases acompañando de RenJun y tomaron asiento el uno al lado del otro como solían hacer desde niños, se sentían un poco extraños pero emocionados por todo.
—Ayer no tuvimos tiempo de hablar Junnie, pero cuéntame qué tal tu fin de semana.
—La verdad estuvo un poco aburrido, fui a la fiesta de cumpleaños de YiRen y ya, por eso no pudimos ir a la fiesta de tus hermanos.
—No hay problema Jun, yo me siento un poco nervioso porque hoy es la final del torneo y bueno, digamos que se siente lejano el día que empezamos a practicar y se formó el equipo... Es una nostalgia extraña de explicar.
—Y todos los avances que has tenido con JeNo desde entonces —comentó el mayor sonriendo pícaramente, haciendo que el contrario soltara una carcajada nerviosa.
—De hecho... Digamos que somos novios.
—¡¿De verdad?! Wow, jamás me lo imaginé... —exclamó—. Bueno, en realidad si lo llegué a imaginar pero no pensé que se fuera a hacer real... Debo ser vidente.
Na rió y entonces el profesor de Química entró al aula, haciendo que los cuchicheos se apagaran en el salon.
Después de que el profesor se despidiera de todos de forma un poco emocional y dejara a una buena parte del grupo a punto de las lágrimas, JaeMin se dirigió a Jun.
—Creo que si los voy a extrañar a todos... Lo bueno es que nosotros nos vamos al mismo lugar, si no no se que haría —dijo—. Pero como sea, ¿como te sentiste después de aquel día?
Ambos se encontraban caminando rumbo a la cafetería, donde visualizaron a lo lejos a JeNo comprando un yogurt, este también los vió y cuando terminó de pagar se acercó a su mesa.
Ante la atenta mirada de algunos chicos que tenían entendido aún que Na y Lee se llevaban mal, JeNo le sonrió amablemente a RenJun y dejó un beso en la sien de JaeMin, causando que todos abrieran los ojos en grande, Na se pusiera como un tomate y Huang soltara una carcajada.
—¿No se siente raro? Digo, hemos estado aquí por años y hoy nos despedimos oficialmente —comentó tomando asiento—. Y además hoy termina el torneo... ¡Me siento viejo! No sabía que HyunJinnie iba a entrar también a nuestra preparatoria pero que suerte que si, lo quiero mucho.
Ambos soltaron ligeras risas ante lo que habían dicho.
—HyunJin es muy lindo —comentó Huang—. Lastima que está con Yang JeongIn...
—¿Aún no te habla DongHyuck, JeNo-yah?
—Ese maldito homofobico... No, aun no me habla y honestamente no me importa que lo haga, me gustaría no verlo mas si no fuera por que también va a ir al colegio con nosotros.
—Aún tengo la esperanza que recapacite, es buen chico.
—Creo que le daría un infarto si se enterara de lo que Nana y yo tenemos —rió.
—¡Mierda, lo olvidé! —habló de la nada el mayor de los tres—. Tengo mi último chequeo médico a las nueve y ya son las nueve con diez —se levantó rápidamente mientras sacaba su receta de su mochila y se despidió—: Nos vemos chicos.
Cuando el chico se perdió de vista ambos se voltearon a ver unos segundos. Lee acarició la mano contraria con cariño.
—¿Quieres salir a dar una vuelta? —le preguntó JeNo, recibiendo un asentimiento como respuesta.
Ambos se levantaron y fueron al patio, donde se sentaron en el pasto y vieron el muy bonito cielo azul.
—Mi mamá me dijo algo el día de la fiesta —comentó JaeMin—. No sabe que estamos juntos pero dice que no lo aceptaría si así fuera —Lee se quedó en silencio unos segundos y lo volteó a ver a los ojos. JaeMin pensó que se parecían a los de un cachorrito triste—. Pero no me importa, realmente no me importa lo que piense, porque me atraes desde hace un tiempo y no pienso renunciar a ti por sus prejuicios.
Na notó como el semblante del contrario cambiaba a uno más feliz y se sintió contagiado por su felicidad. Tomó su mano y la apretó fuertemente
—Te quiero mucho, Nana.
—Yo te quiero más, JeNo —le dijo, sonriendo.
Se quedaron unos minutos en silencio.
—Mi mamá me dijo que ya sabía lo que había entre nosotros, pero dice que está feliz por ambos y que nos apoya —comentó—. Dice que tenemos permiso de ir a besarnos a casa si queremos.
El menor soltó una risa que fue como música a los oídos de Lee.
...
La jornada escolar había terminado oficialmente, y todos los chicos de su salón se encontraban abrazándose mientras lloraban y se decían que se iban a extrañar.
JeNo abrazó a HyunJin aunque sabía que se iban a ver en preparatoria, pero sabía que no iba a ser lo mismo.
—Gracias por ser mi compañero de habitación todo este tiempo Hwang —le dijo—. Espero que nos veamos seguido en preparatoria aunque ya no vivamos juntos.
—No, gracias a ti por aconsejarme tan bien todo el tiempo, especialmente estos últimos meses con lo de Innie —contestó HyunJin—. Te quiero demasiado hermano.
Se dieron un último abrazo y después JeNo abrazó a otros de sus compañeros, entre ellos a su ex novia BoRa, aunque realmente no quería hacerlo.
Vio cómo DongHyuck se acercaba a él con un rostro serio y lo abrazó de manera un poco rígida.
—Espero que te vaya bien.
—Igualmente, Hyuck.
...
Ambos estuvieron toda la tarde empacando sus cosas y cuando la hora de estar en el campo tomar el bus que los llevaría a la escuela donde sería la final llegó ambos ya tenían sus maletas terminadas.
JaeMin tocó la habitación de JeNo e inmediatamente fue abierta por este, para después sentarse en su ahora antigua cama.
El mayor cerró su maleta y se acercó a JaeMin fingiendo una mirada seductora.
—Hola guapo —dijo—. ¿Cómo estás?
JaeMin soltó una fuerte carcajada que hizo a Lee cambiar su semblante y que sus mejillas se pusieran color rojo ardiente. Na tomó sus caderas y lo acercó a él, y viéndolo desde abajo lo tomó del rostro y juntó sus labios con suavidad, provocando un escalofrío por su espina dorsal. El mayor puso sus manos detrás de la nuca contraria, profundizando el contacto y provocando una ligero choque entre ambas dentaduras.
Para mayor comodidad y evitar que su espalda se encontrara tan rígida y adolorida se subió al regazo ajeno, atrapó el labio de JaeMin entre sus dientes y jugó unos segundos con este mientras mantenía sus manos en la nuca de Na y sentía unos fuertes brazos estrecharse sobre su cintura. Se separaron con un jadeo y se miraron a los ojos durante un lapso de tiempo indescriptible.
Juntaron sus frentes con las respiraciones agitadas, sin querer romper la atmósfera de comodidad que se había formado entre los dos; JaeMin dejó un suave beso sobre la frente de Lee.
—Besas muy bien —le dijo en un susurro de risa, sus brazos aún enganchados a la cintura del mayor—. No te bajes de mi regazo nunca.
JeNo escondió su cabeza en el pecho del menor, con las mejillas ardiendo.
—Perdóname, me dolía un poco mi espalda y así me siento más cómodo —río, mostrando su sonrisa de ojitos pequeños.
—No importa —dijo—. Tu sonrisa es la más linda que puede haber existido, tu eres el más lindo.
—¡Na JaeMin, para! —soltó una carcajada Lee—. Tenemos que irnos al campo de fútbol...
El mayor bajón del regazo ajeno, provocando que el contrario soltara un gruñido de molestia. Soltó una risa y acarició su rostro, dejando un pequeño y cariñoso beso en la mejilla ajena.
—Te quiero, bonito.
Tomó su mano y así salieron camino a la cancha, para tener su muy esperado juego final.
...
Holaaaa, resulta que volví. Una disculpa por no haber actualizado para nada todos estos meses, estuve súper estresada por la escuela y pues me encuentro en vacaciones actualmente. Anyways, también una disculpa por un capítulo tan relleno, pero ya quería escribir algo así bien fluffy y romántico.
¡Muchas gracias por leer y nos vemos pronto! 💗🥺
—boo
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