Cap 1
Todoroki reproducía una y otra vez el video de las entrevistas que le hicieron a Ryoka en la alfombra roja antes de entrar a la Billboard Chart USA, donde habían ido como invitados hace un par de horas.
—¡Entonces, heroína demonio! ¿Crees poder responder un par de preguntas para el público? —Preguntó la periodista, la pelinegra asintió—. ¡Genial! Queríamos saber como ha ido su proceso de adaptación en Estados Unidos después de vivir toda su vida en Japón.
—Pues, en realidad muy bien. —Respondió con una sonrisa.
Señor, se podía desmayar de escuchar su voz por octava vez en el video...
—Siempre fui buena en inglés y otros idiomas, así que no me costó mucho cambiar mi hablar.
—¡Eso es bueno! ¿Que tal sus entrenamientos como grupo con los Proyectos IHM? ¿Los héroes profesionales de USA son más rudos que los de JP?
—Oh bien, claro que sí. Sentí mucho la diferencia en ese aspecto, casi con todos los héroes de Japón me relacioné de una forma tipo "familiar", pero los héroes de USA son muy extremistas y tienen menos compasión.
Ryoka pensó en ese momento la cantidad de sangre, sudor y lágrimas que habían botado en entrenamientos, teniendo un escalofrío al recordar las muchas veces en las que sus compañeros se desmayaban por cansancio.
Incluso aquella vez cuando estaba estaban todos en sus límites, llevaban peleando más de 3 horas seguidas y ya no podían más. El primero en caer ese día fue Killua, desmayándose por la cantidad tan exagerada de mareos, le siguió a los segundos Maeda, que al final del día tuvo que tomar suplementos de calcio. Y bueno, ese entrenamiento lo terminó ganando Erimi, quien se había aprovechado del cansancio de los demás para poder manipularlos con su Quirk.
En fin.
Que bonito día.
—¡Que miedo escuchar eso! Más sin embargo, también ha cambiado mucho su forma física gracias a esos entrenamientos, ¿no?
—Sí, claro que sí. Me descuidé unos meses cuando entré a la U.A. y ahora que estoy fuera dedico todo mi tiempo en entrenar mi cuerpo. Desde que vine a USA, mi cantidad de grasa es mínima y mi músculo es muchísimo más.
—¡Claro que lo notamos! ¡A ver, nosotros los fans queremos ver una pose heroica que deja al aires su proceso como el proyecto número 4!
Ryoka rió un poco y luego le dió la espalda a la cámara, tirando su pecho al frente y sus brazos en un ángulo de noventa hacia arriba, con pose de fisioculturista... Y físico también. Le encantaban sus músculos, sobre todos los de su espalda, se sentía bien como estaba ahora.
—¡Dios mío, miren eso! —Vociferó la periodista, tocando los músculos de los brazos de Ryoka—. ¡Son como una piedra!
Akimaya rió nuevamente, dándose media vuelta, lista para resolver las siguientes preguntas.
—¡Los fans, sobre todo del lado femenino, están fascinados con los dos muchachos que te traían en brazos! ¡Quieren saber quiénes son!
—Oh, ellos son Zenith y Lorenzo, son mis guardaespaldas-amigos.
Ambos, que estaban atrás de ella, sonrieron a la cámara.
La periodista se sonrojó con fuerza y comenzó a tartamudear, meneando su mano con nerviosismo.
—Q-Que lindos, s-si... ¡Pasemos al siguiente héroe! Fue un g-gusto, Ryo y a tus amigos también!
El video acabó con Ryoka sonriendo de medio lado.
Todoroki suspiró, saliendo del navegador.
Buscó rápidamente entre sus chats, encontrando entre los más frecuentes uno en específico.
"Ryo <3"
Nunca fue bueno en poder apodos, no lo juzguen.
Hola Ryo
¿Cómo estás?
Supondré que bien.
Te vi por los Billboard Chart USA.
Te veías bien.
Espero tengas tiempo de ver mis mensajes,
cuídate.
Esperó unos tres minutos en busca de respuesta, pero ninguna señal.
Era el cuarto día que lo dejaba en entregado....
Los primeros días hablaban por chat y llamada durante horas, pero ahora...
Todo se fue apagando, lastimosamente, ninguno aguantó la distancia.
Ryoka dejó de responder sus mensajes con cariño.
Todoroki dejó de escribirle diario.
Pero esta semana el albirrojo había sentido su ausencia más que nunca, por lo cuál decidió escribirle todos los días para ver si había respuesta.
Ninguna, ninguna respuesta.
Incluso quedaría satisfecho con algún emoji de dedo pulgar levantado.
Pero ni eso!
Era como escribirle a una muerta...
Las 2:00am marcó el reloj de mesa que tenía Todoroki en su cuarto, dejando salir un pequeño sonido de cambio de hora. Pasó sus manos con brusquedad sobre sus mejillas, secando cualquier tipo de lágrima traicionera que hubiera salido de él, como estaba acostumbrado a hacer desde que Ryoka se fue.
Más sin embargo, se llevaría una gran sorpresa cuando alejó sus manos, frunciendo el ceño.
Estaban secas.
Ya no había porque llorar.
Bajó una de sus manos a su pecho, a su corazón; ya no se aceleraba al pensar en ella...
Ya no había repercusión provocadas por Akimaya.
Y por primera vez en casi tres meses, Todoroki pudo dormir apenas pegó su cabeza a la almohada.
(...)
—Buenos días teñida. —Saludó Zenith, abrazando a Akimaya por los hombres—.
—Aléjate, hueles a que no te haz bañado. —Soltó la pelinegra cansada—.
—Con que ánimos despiertas eeh. —Bromeó su guardaespaldas—. ¿Necesitas una polla para sentirte mejor?
—Sabes que nosotros tenemos dos que te pueden servir. —Le siguió el juego Lorenzo, molestándola apropósito—. Y grandes.
—Por favor, antes muerta que sencilla. —Dijo sarcásticamente, ofendiendo a sus dos compañeros de departamento—. Apúrense, hoy tengo entrenamiento más temprano, Star and Stripe estará ahí. Cuento tres y ambos están aquí ya listos para solo tomar su desayuno e irnos.
Ni siquiera había comenzado y ya ambos estaban ahí. Parpadeó curiosa.
Oh claro, el quirk de Lorenzo.
Y bueno, cuando Zenith entró al comedor ya estaba listo.
—... Bien.
Los tres se sentaron a desayunar tranquilamente, mientras Ryoka revisaba su celular.
Sus ojos se cerraron con tranquilidad al ver un par de sus mensajes, incluyendo unos de la persona fue su novio.
O era? Nunca terminaron oficialmente.
Pero bue.
"Sho-kun <3"
Mordió su último pedazo de huevo revuelto, usando ambas manos para escribir.
Hola Shoto.
Estoy bien, ocupada con los entrenamientos.
Suerte en tu día.
Rápidamente fue a los ajustes de contacto y cambió el nombre que le tenía, reemplazándolo por "Todoroki Shoto". Sin sentir ni una sola pizca de lastima, apagó su celular y se levantó para lavar lo que habría ensuciado.
—Oye Ryo. —Llamó Zenith, secando los platos que la femenina lavaba—. ¿Extrañas Japón?
—Mmh, si te soy sincera, Zen... No. Extraño lo que se encuentra allá, mi hermana, mis amigos y la comida. Únicamente.
—Oh, pensé que haber dejado a tu novio te afectaría más...
—Me afectó a la segunda semana. —Cerró el grifo, meneando sus manos para secarlas—. Ya luego me di cuenta que las emociones se apagan más rápido de lo que esperaba.
Lorenzo guardó los trastes secos ya, mirando extraño a la muchacha que consideraba como su mejor amiga. —Pues en realidad no Ryo, una superación de alguien que realmente lleva mucho tiempo. Y si te llevó tan poco, significa una de dos cosas. O de verdad no lo amabas, o te obligaste a bloquear tus emociones.
—¿A bloquear mis emociones? —Repitió confundida—.
—Si peque, rebajaste y minimizaste tanto tus problemas, que bloqueaste inconscientemente cualquier tipo de emoción a ese asunto en específico. —Le explicó Zen, pasando su mano por su cabeza y revoloteando sus mechones negros.
—Uh, sea cual sea la opción, lo prefiero así. —Confesó fríamente, asustando a sus mayores—. El amor es solo una distracción para los aspirantes a héroes, sobre todo para los Proyectos Ideal Hero Mold.
Se alejó rápidamente para ir a lavarse los dientes.
Mientras lo hacía una de sus manos acarició el la cerámica que protegía el lava-manos, poniendo una cara de disgusto.
Se acordó la vez en la que había perdido la cabeza en las pruebas para la licencia provisional para héroes semi-profesionales y se quedó pensando por unos minutos en todo lo que había pasado el tiempo que estuvo en la U.A... A pesar de que estuvo poco más de 5 meses en el curso de héroes, sentía que el tiempo allá pasaba muchísimo más rápido que desde que esta en Estados Unidos.
Soltó un suspiro confundida, botando la espuma que retenía en su boca y lavando esta con abundante agua.
¿Por qué lo que le había dicho Lorenzo le había hecho sentir confundida?
Ella no extrañaba Japón, lógicamente extrañaba a ciertas personas, como a Mirko, Hawks, Midnight, Ryukyu y esos héroes que seguían en la lista... Pero solo eso!
Agregándole que ya llevaba como tres semanas sin tener comunicación con ninguna persona de Japón, ni siquiera sabía como se encontraba su hermana!
Sus dedos bailaron sobre los azulejos blancos del mueble, sintiendo su cuerpo balancearse y su cabeza en blanco. Tenía la respiración agitada, casi como aquella vez en el examen de las licencias. Las venas de su cuerpo se marcaban violentamente y sus ojos comenzaron a tornarse de furia.
O de impotencia...?
Ryoka estaba muy confundida con lo que pasaba a su alrededor. Solo atacaba reglas, ella no era la culpable de nada.
Claro que sí, Akimaya es culpable de todo. Ella es débil, siempre lo fue. Nunca supo cómo defenderse, incluso tenían que protegerla siendo ella un proyecto IHM.
Pero ella quería vivir.
No, ¡es una egoísta!
Su cabeza bajó con fuerza al lavamanos, pero paró en seco antes de golpearse la frente.
¿Por qué hacía todo esto? Ella estaba bien hasta hace dos horas...
Y como estaba acostumbrada a hacer, se irguió y soltó todo el aire retenido, mirándose al espejo.
—Eres el Proyecto Ideal Hero Mold Número 4, protectora del continente asiático y la más fuerte de todos y todas. ¡Eres una basura, ni siquiera tienes derechos de humanos! Solo les sirves a los grandes mandos, solo eres un juguete remplazable. —Susurró lo último, mirándose con odio—.
Agarró agua fría del grifo abierto y se la revolcó por la cara con fuerza, agarrando un paño seguidamente y limpiándose con fuerza.
—Ya es hora de seguir tu trabajo...
Lorenzo y Zenith vieron como la muchacha salió del baño de la sala con una cara seria, como normalmente acostumbraba a ver. Siguiéndola, los tres llamaron al ascensor (y puerta principal), que a los segundos llegó. Se montaron a la maquina sin pronunciar ni una sola palabra, viéndose en los grandes espejos de esta caja metálica.
Lorenzo ajustó su cinturón de armas mientras Zenith abría su camisa vino como normalmente solía hacer.
Cuando el elevador llegó a la planta L, el trío bajó.
Las personas que trabajaban en el edificio vieron a estos jóvenes y los saludaron con una elegante reverencia, para proseguir en su trabajo.
Ryoka pasó frente a la recepcionista, quien inmediatamente marcó su salida.
Cuando ya los tres estuvieron fuera del edificio, el gran panorama nos dejaba apreciar las pobladas calles del New York temprano, también dejando en evidencia el enorme hogar de Ryoka y sus amigos. Un edificio de unos 9 pisos para arriba, más uno subterráneo y unas bonitas letras decorando la parte superior de la edificación.
"Residencia IHM"
Que espantoso lugar para vivir, pensó Ryoka.
No tenían privacidad de nada, literalmente todo mundo sabía donde vivía. Y pues, claramente su departamento era toda la planta 4.
Giró sus ojos con desagrado y se montó al carro que les llevó un empleado.
—Gracias Kevin. —Se despidió de unos de los mayordomos, el encargado general del área del parqueo—. Pasa un lindo día.
Seguidamente se subió al carro 4x4, alto y de vidrios polarizados. Adelante de ella iban Lorenzo y Zenith, Enzo (así le suelen decir) como copiloto y Zen manejando el gran y costoso carro.
—Amárrate bonita. —Pidió Enzo, sonriéndole con picardía—.
—No me veas, me das asco. —Bromeó la peli-negra, sonriéndole de lado—.
Shoto cambió su ceño picaron a uno de ternura.
Ryo dejó de sonreír. Observó sus bonitos ojos heterocromaticos, su cicatriz que lo hacía ver mucho más guapo y sus labios delgados. Notaba que su cuerpo ahora era un poco más grande, más musculoso. —Te amo... —Se escuchó en susurró.
Ryoka tragó duro y lo miró incrédula.
¿Debía responderle?
—Tonta, ¡que te amarres! —Gritó Enzo chasqueando sus dedos frente a la menor, quien reaccionó al instante y meneó su cabeza con fuerza antes de hacer lo acotado—. ¿Que sucede fea, pareces que viste a un fantasma?
—Solo me acordé de algo. —Reveló, cerrando sus ojos—.
Enzo subió sus hombros y se acomodó para pasar el viaje sin molestias, atento a cualquier atentando contra ellos.
Ryoka se removió en su asiento, sintiendo de nuevo los mareos y el puntazo en su cabeza.
Si tuviera que describir lo que sentía, ella como si una aguja le atravesara su cerebro por unos rápidos segundos y al salir, la dejara con el mundo dando vueltas bruscamente.
Abrir sus ojos con pereza y buscó en su mochila sus pastillas. Entre su kit personal encontró unas pastillas rosadas, que rápida sacó y tragó dos de estas. Agarró rápido su botella, tirando su sobre de pastillas al bolso de gimnasio nuevamente.
"Migrañas" pudo leer en la parte trasera del paquete gris, ignorándolo y tapando su botella y acomodándose nuevamente para descansar su vista antes de llegar al lugar de entrenamiento especializado.
Su corazón seguía acelerado y sus venas se marcaban cada vez más.
Mierda, últimamente le daban muchos ataques...
¿Ataques de que? Fácil, de ira/ansiedad.
Y no era un ataque tipo Bakugo, era un ataque que podía dejar muertos a su al rededor si no lo controlaba.
Todo el camino pasó mordiendo sus labios y lengua, bajándose del carro apenas llegó al campo de entrenamiento. Ahí estaba Star and Stripe, Erimi, Konan, Killua y Novu esperando.
—¡Hola Ryo! —Exclamó la heroína número uno estadounidense, alzando sus brazos—. ¡Que emoción verte de nuevo muchachita! —Saludó agarrándola con fuerza, apretándola contra ella—.
Esto ya no es un abrazo, es una tortura donde hacían tus huesos polvo lentamente...
—Que bien pequeña, la primera vez que te di un abrazo tu brazo terminó partiéndose en dos! Jaja, me alegra que tengas más calcio ahora. —Golpeó un poco su hombro, pero eso fue suficiente para desbalancear a la joven—.
Ryoka agarró su propio cuello con impaciencia, alejándose de la heroína.
Solo faltaban 20 minutos para la hora acordada y Maeda y Hiro aún no llegaban.
—Estos pedazos de mierda llegarán tarde como siempre. —Soltó con la voz demoníaca Ryoka, buscando algo entre los bolsillos del recién llegado, Enzo—.
—Para ser IHM deberían tener como requisito que sean puntuales. —Suspiró Erimi, abrazando con decepción a su muñeco—.
Akimaya encontró su objetivo, un calmante.
Se alejó rápidamente del grupo, poniéndose entre unos árboles y sentándose.
—Te ayudó. —Dijo una voz detrás de ella—.
—Aléjate, Killua. —Exigió—.
—No gracias. —Alargó con una sonrisa—. Dame eso.
La mayor gruñó con enojo y le dió el objeto al albino, quien rápidamente y con práctica lo acomodó en el cuello de la afectada. A los segundos, una pequeña aguja entro en su vena, metiéndole todo el calmante en cuestión de segundos y con reacción inmediata.
Killua alejó el cilindro y lo tiró a un basurero cercano, sentándose frente a su amiga.
—¿Que te tiene así tan molesta?
—Ni yo sé... —Suspiró la pelinegra, cerrando sus ojos, como su única forma de relajación—. Ocupo fumar.
—No Ryoka. —Zoldyck gruñó, frunciendo su ceño—. La última vez que fumaste lo descubrieron en los exámenes que nos hicieron y la paliza que te dió Star And Stripe no fue linda.
Ryoka apretó sus labios.
¿Cómo demonios iba a tranquilizarse si no podía descargar su estrés de ninguna manera?
Killua suspiró, girando sus ojos.
—Toma esto. —Extendió su pequeña mano—.
—¿Que es esto..? —Agarró el objeto, observándolo detenidamente—. Un peluche.... Killua-
—Antes de que digas nada. —Interrumpió el mencionado, levantándose del suelo y limpiando su pantalón—. Yo también soy un Proyecto Ideal Hero Mold, entiendo un tercio de lo que estás pasando. Yo también tengo mis maneras para desahogarme, aunque sea de la forma más estúpida y aniñada posible.
Ryoka miró el pequeño objeto.
A pesar de que era gran fan se los peluches, nunca había visto uno así. Era pequeño, como la palma de su mano, muy suave y esponjoso, cada vez que lo apretaba sentía un cosquilleo adictivo en su mano, que recorría su brazo y parte de su pecho, incluso podía jurar que su corazón desaceleraba sus latidos.
La pelinegra arrugó un poco la cara, pero luego se relajó y se levantó y guardó el objeto en su mochila. Dió media vuelta cuando escuchó un carro llegar.
Ahí estaban Maeda y Hiroko, bajando apuradamente del carro.
—¡Dos minutos tarde, por eso habrá castigo! ¡Comiencen a calentar y luego hagan 500 sentadillas! ¡Eso va para todos, el error de un héroe, lo pagan los inocentes!
(...)
—498... 499... ¡500!
Apenas Novu gritó su cantidad de ejercicios, cayó casi desmayado al suelo. Era el que tenía peorsita condición física, pero se le quería.
—¡Ya que todos terminaron con su tarea, harán una plancha mientras les explico nuestra próxima misión!
Al escuchar aquello, los aspirantes suspiraron cansados y apoyaron sus codos en el suelo. Esperaron hasta el último segundo, cuando Star And Stripe abrió su boca, levantaron el abdomen y esperaron a su hablar.
—Okay, para comenzar; recapitulemos. Ya llevan tres meses aproximadamente en USA entrenando para graduarse como Ideal Hero Mold oficialmente. Fue muy repentino el cambio tan brusco que hubo de ambiente, algunos fueron alejados de sus seres queridos, otros de sus zonas de comfort. Ustedes entendieron rápidamente que esto lo hacíamos por su bien, para entrenarlos como debían. Sin estudios de por medio, sin trabajo, sin distracciones. Ahora, ¿por qué menciono el tema justo ahora, cuando los resultados de los entrenamientos comienzan a notarse? ¡Fácil, una nueva misión que nos hará viajar de regreso a casa!
Las piernas de Ryoka temblaron. No sabía exactamente si por el cansancio, el ejercicio o por lo que había escuchado.
—¿A que quiero llegar? Bien, vamos a desarrollar una serie de eventos donde viajarán conmigo, ¡la heroína número 1 de Estados Unidos y próximo símbolo de la paz! —Sonrió mostrando sus músculos—. Viajaremos por un par de semanas de aquí para allá al rededor de toooodo el mundo. Primero, iremos a America del Sur, nos reportaron la aparición de un villano muy poderoso, el cuál está conspirando contra la sociedad súper humana, con objetivos matar a los héroes más poderosos y esclavizar a los humanos con quirk. Luego de eso, ¡el gobiernos nos encargará otra misión de factor sorpresa a otro continente! Aún no sé muy bien de que se tratará esta misión especial, ¡pero me emociona mucho pensar en patear traseros! —Rió un poco, como niña pequeña, antes de menear su mano con tranquilidad—. Eso es todo, así que, para pasado mañana los quiero a los siete en la azotea del edificio IHM a las 10pm, ahí un helicópteros los trasladará a un aeropuerto privado y los llevaremos a America del Sur.
Cuando Star and Stripe dejó de hablar, todos cayeron al suelo cansados y con la respiración agitada. La mayor la miró con una media sonrisa, les había agarrado cariño a esos aspirantes...
Acercó su mano al pelo de Killua, meneando este con fuerza y con una enorme sonrisa dió media vuelta en su lugar y se retiró del lugar, no sin antes entregarles unas hojas donde venía su entrenamiento de hoy.
¡No quería ser tan dura, pero esos siete representarían la paz mundial dentro de unos años y debían estar listos para cualquier atrocidad!
Se despidió de Lorenzo y Zenith, quiénes estaban cerca observando todo el panorama.
Desearía quedarse entrenando a esos semi héroes, pero ella ya tenía muchos encargos en toda USA y debía viajar con velocidad con sus compañeros aerodinámicos para ayudar a las y arrestar villanos.
Star And Stripe tenía muchas expectativas en los jóvenes, sobre todo en Ryoka y Killua! Esos dos iban a ser grandes, incluso se atrevería a decir que el peli blanco superaría a Hiroko dentro de un tiempo.
Ah, que orgullosa se sentía.
¡Ya quería verlos como oficiales héroes ideales!
(...)
—Estoy cansada. —Murmuró Ryoka, acomodándose en su asiento y abrazando a Lorenzo, quien se había sentado atrás con ella para servirle de soporte mientras dormía (como normalmente pasaba luego de los largos y arduos entrenamientos).
¡Bakugo estaría furioso si viera como entraba!
No esperaba a poder restregárselo en la cara.
Oh...
Claro, lo más probablemente es que la próxima vez que mire al rubio sea cuando ya ambos sean verdaderos profesionales y a él ni siquiera le iba a importar...
¿Y a quién le importa eso?
¡Disfrutaría de su vida en USA mientras la tuviera, mierda!
Miren esos grandes edificios de espejos transparentes y brillosos. Le encantaban estos paisajes.
Los estadounidenses caminando ajetreados de aquí para allá, como muy pocos buses públicos a la vista, pero con encuentros repetitivos de carros deportivos o caros.
A diferencia de Japón, las personas aquí eran bastante frescas; eso fue lo que más le chocó a Ryoka en su cambio de ambiente.
Mientras que en Japón se saludaban con reverencias, ¡aquí en Estados Unidos habían diferentes tipos de saludos! Gente que alzaba su mano y gritaba un "hey", personas más cercanas que se abrazaban e incluso se daban besos en la mejilla, el apretón de manos o, ¡su favorito, el de chocar el puño o los cinco! Le encantaban.
Además de la comida, señor, nunca había probado tanta variedad de comida en un solo estado.
En Japón eran bastante reservados respeto a la comida, que toda giraba al rededor de lo mismo, pescado crudo, algas, fideos y arroz, MUCHO arroz. Y no la vayan a mirar mal, ¡le gustaba mucho la comida de origen japonés!
Pero en USA, tienen más libertad respecto a comidas internacionales, hay cocinas de todo. Las hamburguesas, la pizza de origen italiana, los diferentes panes dulces o saldados, galletas de todo tipo de sabores, ¡las frituras y comida basura en bolsitas de plástico!
Su estómago rugió con fuerza, sacándole una risita a Zen y una mirada juzgadora por parte de Enzo, quien habló a los segundos. —¿Tienes hambre?
—Un poco, vengo pensando en comida.
—¿Que les parece si nos paramos al mercado de comida de por aquí? He visto que las reseñas son muy buenas y recomendadas. —Zen los miró por el retrovisor del medio, antes de voltear a la calle—.
—¿Que dices tú, Ryo?
—Digo que sí, me duele la cabeza.
Los entrenamientos con Star And Stripe, aunque solían ser pocos, eran super largos y cansados. Normalmente llevaba su louche con su almuerzo y comida para picar que le de energía, digamos que hacer ejercicios físicos y singulares de 8am a 6pm no era muy bonito....
El gran carro 4x4 se parqueó a las afueras del mercado, donde los tres bajaron intentando no llamar tanto la atención y entraron al edificio que anteriormente era un tipo búnker al exterior para almacenar camiones de carga antes de pasar a manos de su actual dueño, que remodeló todo el lugar y en pequeños puestos de diferentes comidas contrató gente para así convertirlo en uno de los mercados de comida más importante de la zona.
—¿Podría darme dos de esas hamburguesas, por favor? —Pidió Enzo con emoción, señalando dos INMENSAS hamburguesas del tamaño de la cabeza de Ryo—. Le agrega extra papitas fritas, por favor.
Por otro lugar estaba Zen, agarrando de la cintura a la protagonista. —¿Que se te apetece? Hoy voy a invitarte.
—Hmm, tengo ganas de spaghetti en salsa roja con albóndigas. Creo que iré a buscarlos.
—Bien, toma el dinero. —Dijo el mayor, entregándole una cantidad decente de billetes para una cena bien proporciona—. Nos vemos en la mesa número 24, apúrate.
La azabache falsa asintió y con el dinero en mano, se dispuso a caminar por la sección de pastas. Sonrió cuando vió su objetivo culinario, pero arrugó su cara cuando sintió un olor reconocido muy cerca de ahí. Se acercó con curiosidad hasta el lugar, viendo una pequeña tienda de comida asiática.
Frunció su ceño, mirando las diversas comidas de la estación.
Se quedó viendo una en específico, cosa que notó el vendedor del lugar y no dudó en aprovechar.
—¡Señorita, señorita! Se nota que tiene ganas de un buen plato, ¿quiere probar acaso?
Ahora la pelirosa se encontraba en la mesa 24 viendo su bandeja de comida. Había agarrado un plato pequeño de lo que había visto, acompañándolo también por pollo a la naranja, arroz cantones y coliflor.
—¿No que querías fideos en salsa roja? —Rió Zen, agarrando de su sushi y metiendo una de las bolas de arroz y demás a su boca—. ¿Como terminaste comprando Soba?
—Yo... No lo sé. —Suspiró, agarrando sus palillos y moviendo su soba de un lado a otro con fuerza—.
—No lo muevas tanto, se te van a enfriar.
—Eso busco... —Analizó lo que dijo—.
¿Desde cuando le gusta la puta soba fría?
¡Vete al demonio, Todoroki Shoto!
Ay, yo soy un demonio...
—Eso está fuera de nuestra dieta. —Recordó Enzo, atragantándose con su hamburguesa con 4 tortas gordas de carne y diferentes ingredientes—.
Ryoka levantó una ceja, mirando la comida de su amigo con obviedad.
—Claro, y ese kilo de grasa si está en nuestra dieta. —Respondió sarcásticamente, mirando a su amigo embarrado de salsa en las mejillas—.
Él la miró sin entender, por lo cuál Ryoka giró los ojos y comenzó a comer.
Recapitulando un poco de todo, hasta Ryoka tenía la duda de, ¿cómo había acabado viviendo con estos dos tipos que además de ser sus amigos también son sus guardaespaldas?
Irónico, guardaespaldas de la más fuerte de los más fuertes.
Zen comenzó siendo simplemente el chofer de Ryoka, ¡y ni siquiera el permanente! Era solo quien la trasladaría del aeropuerto a su edificio el día que llegó a Estados Unidos. Antes de eso, tenían planeado que Zenith fuera el chofer personal de Killua.
Pero por cosas del destino, el gobierno estadounidense que tenían (y tienen) la custodia completa de los IHM, decidió que lo mejor era mantener a Ryoka protegida hasta que Kayn fuera localizado y arrestado. Zen era un buen sujeto de prueba, ya que se había graduado en una academia de héroes de USA, pero al fin y al cabo nunca quiso unirse a ninguna agencia ni a crear la suya, por lo cuál terminó buscando trabajo como asistente personal. Ryoka estuvo una semana aproximadamente sola con él en los viajes a entrenamiento, desarrollado vínculos cercanos. No fue hasta después de esos 7 días, cuando también incluyeron a otro guardaespaldas, Lorenzo. Él fue postulado por ser el hijo de uno de los compañeros de Star And Stripe y que, al igual que Zen, tenía su graduado como héroe pero no trabajaba como uno. Fue ahí cuando él propuso vivir juntos en el apartamento de Ryoka, quien al encariñarse accedió dándole dos de las cuatro habitaciones que habían en su piso. Y pues, así fue como esos dos terminaron siendo como mejores amigos para Ryoka, sin olvidar el principal objetivo de su labor: Proteger a Akimaya.
Enzo y Zen eran como ese tipo de perros guardianes bravos y peligrosos, pero leales y juguetones a su dueño.
Ay, como los quería.
Créditos a los autores correspondientes de los oc de Zen y Enzo <3. Solo tomé su imagen física y nombre, lo demás lo modifiqué únicamente para la historia pero aún así, totales créditos a Elise G <Instagram>.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro