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6 - La cena.

El cielo estuvo cerrado de gris desde esa tarde y, para cuando empezó la cena, una fina llovizna caía.

En la sala del departamento de Jimin no había lugar para demasiada gente, aún así, eran más de siete personas ahí dentro. Estaba Abby, una simpática chica inglesa que por motivos de la vida había terminando siendo su editora, y su novio Patrick. Su mejor amigo de toda la vida Kim TaeHyung y su novio JungKook, su primo ChanYeol y su novia YooRa, y aún faltaba que llegara su falso novio.

Cuando la hora acordada pasó, Jimin pensó que Yoongi se había arrepentido de venir. Quizás había sido demasiado arriesgado presentar su farsa en una cena casi familiar; pero por algo había que empezar.

Con mas pesar del que debería sentir, comenzó a servir la cena de los invitados ayudado por TaeHyung y su novio.

Y el timbre sonó.

Jimin quizás se sintió un poquito ridículo, pero no pudo evitar correr por el pasillo hasta la puerta, abriendo esta con una sonrisa.

-Pensaba que no vendrías...

-Me desvié a comprar algo. No podía aparecer con las manos vacías.

Yoongi lucía esplendido en su traje, quizás por eso Jimin demoró en notar la botella de vino que este portaba en una caja. Una botella de vino que costaba mas de 10 millones de won.

-Dios mío, ¿compraste eso para la cena?

-No, recién la encontré en el hall.

A Jimin le tomó un segundo captar el sarcasmo; todavía pensando cuanto había costado la maldita cosa.

-¡Que desperdicio de dinero...! ¿Estas loco? ¿Tienes síndrome del chaebol? ¿Eres siquiera tan rico?

Yoongi lo miraba fijamente, con una sonrisa pequeña en su descarada boca. Jimin tenía un problema serio con esa sonrisa.

-¿Me vas a presentar a los extraños que me miran desde tu sala o vas a pegarme?

El escritor refunfuñó un poco mas, comenzaba a comportarse como un verdadero novio. ¿Qué diablos le importaba a él si el otro gastaba una fortuna en una simple botella de vino? Solo lo bebería deliciosamente sin arrepentimientos.

Empujó a Yoongi dentro, tirando de su brazo. Le ayudó a quitarse la chaqueta y la colgó en un armario.

-Quizás ya te percataste, pero hay mas personas de las que pensé. -le susurró mientras caminaba a la sala.

-¡No me digas! -respondió Yoongi. -Si no me lo dices ni cuenta me hubiera dado que hay seis extraños mirándome. Cinco -rectificó rápido. -A la rubia la conocí en el juicio. Ah, no importa. ¿Qué mas da?

En la sala todos estaba visiblemente curiosos de la visita. Abby lo miró como si el mismo Kim Jong-Il hubiera entrado; a la ves mirándolo para que le explicara que hacía el millonario en su casa. Jimin le respondió gesticulando que le explicaría mas tarde.

Sus amigos y Chanyeol no tenía ni idea de que Jimin tuviera un novio, menos aún uno que traía semejante aporte a una cena. Jimin solo dijo que no sacaran conclusiones apresuradas, que Yoongi era solo un amigo.

Y finalmente terminó de servir la cena.

🍜🍝🍷

Yoongi probó el primer bocado y miró a Jimin con expresión de sorpresa. Supuso que Jimin sabría cocinar, vivía solo y tenía todo ese aire soberbio de independencia. Pero no esperaba tal sabor.

El platillo era algo simple, nada que ver con los platos de restaurantes cinco estrellas que acostumbraba. Pero el sabor era delicioso, intenso, inolvidable. Se notaba que eran platos hechos con amor, aunque sonara cursi y Yoongi jamas fuera a pronunciarlo.

Se llevó un nuevo pedazo a la boca, pensando que era lo mas delicioso que había probado en su vida.

Jimin continuaba mejorando y mejorando ante sus ojos.

🍷🍷🍷

La cena iba mejor de lo esperado. TaeHyung, el amigo de Jimin, había empezado a contar toda clase de historia vergonzosa sobre la adolescencia del escritor. Y Chanyeol, el primo, terminó agregando historias de su niñez. Como el pequeño Jimin odiaba las mariposas porque una había entrado en su pantalón, o como todos lo elogiaban por ser un niñito correcto que hablaba en lenguaje formal a sus padres.

TaeHyung contó del primer novio que tuvo Jimin, y de como este había terminado buscándose serios problemas por tocar los escritos de Jimin.

Yoongi nunca había tenido una cena como esta, con bromas y un ambiente relajado. Su padre estaba mas interesado en los negocios que en su familia, su madre no era una persona muy familiar y su hermano... digamos que Yoongi prefería cenar solo.

Incluso la cena con sus amigos era algo incomoda; pues las familias de Hoseok o NamJoon le trataban con demasiado respeto o frialdad.

Nada como esto.

Después de la cena, TaeHyung gritó que debería irse porque todavía tenía que empaquetar las cosas que llevarían a Jeju, y JungKook era un vago de primera.

Chanyeol y su novia se despidieron como media hora después, abrazando a Jimin y pidiéndoles salir a tomar algo la próxima semana.

Solo Abby y su novio permanecieron en la casa, por lo que Jimin decidió poner una película y terminar la velada de forma agradable.

Cuando las escenas románticas aparecían, la chica y su novio se ponían todo melosos en su rincón. En cambio Yoongi y él permanecían cada uno en su esquina, sin dirigirse siquiera una mirada.

Algo después de la media noche, lo que fue una llovizna se había convertido en un temporal. Por suerte, Patrick vivía a escasas calles de allí, de modo que a pesar del diluvio se marcharon.

Dejando a Jimin y Yoongi solos, tan incómodos como esa misma mañana.

-Voy a llamar al secretario Kim para que venga por mi. -dijo Yoongi.

-¿Tienes un secretario Kim?

-También tengo un abogado Cha, y conozco a un Presidente Oh. -rió. -No son solo nombres de dramas. Yo mismo soy el CEO Min.

-Claro. ¡Que tonto! -rió Jimin incómodo. -Pero vamos, Yoongi, llueve a mares y a esta hora tu secretario Kim debe de estar durmiendo.

-Pero su trabajo consiste en ayudar a que todos los problemas que me rodean se arreglen.

-Pero tu no estas aquí por negocios. No arrastres al pobre hombre, yo mismo te llevo a tu casa.

-¿Tu? ¿Estás mal de la cabeza?

-Bueno, eso o te quedas a dormir aquí... El sofá se convierte en cama.

Yoongi lo miró fijamente. ¿Estaba insinuando que se quedara allí? El sofá era cómodo, había pasado varias horas sentado en él. Pero no podía quedarse a dormir en el apartamento. No por el sofá, sino por Jimin.

En vista de que Yoongi no pensaba decir nada, Jimin tomó la decisión por si mismo. Fue al armario, sacó varias sábanas, una manta y una almohada.

Empujó a Yoongi para que se quitara de en medio, tiró las cosas sobre la improvisada cama y las tendió.

-Jimin, yo no...

-Supongo que el rico heredero nunca a dormido en un sofá. Pero no te preocupes. Dormirás en mi cama, yo aquí.

-Jimin...

-Un pijama, claro...

Jimin dio la espalda, volvió al armario. Tenía varios pijamas nuevos pues él prefería quedar en ropa interior.

-Mejor me voy, ya encontraré un taxi. -dijo Yoongi. Sorprendiéndolo por la espalda.

Se giró de pronto. El pasillo donde estaba el armario no era muy ancho, y al darse la vuelta quedaron muy pegados el uno al otro.

Durante toda la cena había tratado de no tocarse, ni rozarse siquiera. Ambos querían fingir, pero ninguno quería caer.

Yoongi quería usarlo para salir del closet orgullosamente, mostrar que tenía una relación con un joven guapo y exitoso, y patear el orgullo de su padre.

Jimin no quería enamorarse de un niño rico, meno aún de un hombre que tenía cero experiencia en relaciones y que, hasta ahora, estuvo demasiado asustado de su papi para mostrarse al mundo como lo que es.

Pero la suerte estaba echada.

Jimin alzó la mirada, encontrándose con los profundos y afilados ojos negros que tanto le gustaban. Bajó sin quieres la mirada a los labios de Yoongi y entonces este empezó a acercarse, o... ¿Él se estaba acercando a Yoongi?

Yoongi no esperaba sentir ese hormigueo en su estómago por la simple cercanía del chico. Pero luego los ojos del muchacho estaba en su boca, y sus ojos se vieron demasiado tentados como para ignorar los rosados y voluminosos labios del mas bajo. Jimin tenía su boca un poco abierta, lo justo para que él mordiera ese coqueto labio inferior y tirara de el si quería. Y él quería.

Ambos permanecieron en silencio, acercándose a un beso. Pero tan pronto como ambos se dieron cuenta, se separaron.

-El pijama es nuevo. Puedes cambiarte en el baño si quieres. Aunque no miraré si decides hacerlo en la sala. -sugirió Jimin, mientras se alejaba.

-Jimin. -él lo miró. -Me voy. No puedo dormir aquí.

-No, no te vas. Está diluviando, por el amor de Dios. -gruñó. -Sé que mi casa no es tan cómoda como tu mansión, pero haz un esfuerzo. Ademas, ¿querías que pensaran que somos novios? ¿No? Yo no botaría a mi novio durante el diluvio. Te quedas, fin.

Sin dejar que Yoongi volviera a hablar, Jimin le dió la espalda y preparó lo que sería su cama esa noche.

Yoongi se acercó a regañadientes, tomó el pijama, se metió al baño y se lo puso después de una ducha.

La cama de Jimin era cómoda, tan cómoda como su propia cama. La sabanas olían a perfume, un olor dulce que Yoongi sintió desde la primera vez que lo vio. A Vainilla, caramelos, o a él.

Hundió su cara en la almohada y respiró ese aroma.

La noche prometía ser larga e incómoda.

💍💍💍

Hemos sido bendecidas con muchos Vlives.

¿Cual ha sido el fav?

Yo sigo pensando en Yoongi moviendo su cinturita con Havana. Ah😍. Morí.

Pero el TaeKook...😳...me puede, señores.

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