La mansión de los Min era tan imponente como recordaba y ahora se sumaban los cientos de autos caros y parejas elegantemente vestidas que caminaban hacia le enorme puerta de cristal.

Jimin solo había visto fiestas así en dramas, por lo que su temblor y pánico estaban bastantes justificados. Quizá por eso no lograba mantener los dedos de sus manos quietos. Peinaba su cabello, acomodaba su ropa o jugaba con sus prendas.

Así permaneció durante el viaje en auto y así estaba ahora. De pie frente a la casa donde se celebraría, y cito un artículo que leyó, "El evento que separaría a las familias influyentes de Corea del Sur en dos. Los invitados serian realeza y los que no, pues, simplemente no eran tan ricos."

Sumando que no estaba precisamente en calidad de invitado de honor. El señor Min había sido claro en su posición y su presencia sería la mayor afrenta de la noche.

¿Había o no motivos para desarrollar un toc?

-Cálmate, Jiminnie. -susurró Yoongi, sorprendiéndole pues no lo sintió tan cerca hasta que su mano tomó la suya. -Tu solo no te separes de mi, que yo me encargaré del resto. ¿Sí?

-Estoy preocupado, Yoongi. De repente no me parece buena idea salir del closet frente a tantas personas ricas. Y si....

-No hay peros, Jimin. Lo haré esta noche. -aseguró el hombre, apretando su mano entre las suyas. -Ahora entremos. Muero por presumir a mi hermoso novio frente a los amigos homofóbicos de papá.

Y si la frase final no le hubiera hecho sentir pavor, Jimin hubiera sonreído por el elogio.

Caminaron lado a lado hacia la casa. Yoongi sosteniendo su mano con total orgullo y viéndose tan naturalmente enamorado como en los mejores sueños del escritor. Y Jimin no sabría decir qué era peor, si las miradas de todos o que su estúpido corazón palpitase así de rápido por sostener la mano de Yoongi.

<<Sostener mano se considera tercera base en primaria, Jimin. No lo olvides.>>

Por supuesto, la casa entera derrochaba elegancia. Pero, en honor de la fiesta, la decoración era exquisita. Una gran araña de cristal de Bohemia colgaba en medio del bullicioso salón, las cortinas eran rojas y las esculturas de hielo estaban ingeniosamente iluminadas para que también lo fuesen.

-Esto es enorme, Yoongi.

-Imagina crecer aquí. -pidió el mayor. -Aveces no encontraba mis propias habitaciones. Es horrible tener que venir a este lugar que solo trae malos recuerdos. Pero que todo sea por un bien mayor. ¡El show debe continuar!

-¿Cuando comenzó el show?

-Jimin, es un decir. No me cortes el rollo. ¿Si? No sé como puedes ser mi novio ficticio si te atreves a cortarme el rollo.

-Puede que, como tu novio ficticio, te compense en otros aspectos mas..., placenteros. -se burló con coquetería. -Y, por mi buen desempeño, me permitas cortar tu rollo de vez en cuando.

Yoongi sonrió, dando una mirada completamente lujuriosa a todo su cuerpo. De la cabeza a los pies, no hubo espacio que Yoongi no recorriera por completo.

-Estoy seguro de que tu y yo tendríamos un excelente desempeño juntos.

Sus rostros estaban cerca, sus respiraciones mezclándose armoniosamente y la forma en que se miraban no dejaba duda. Prácticamente volaban chispas entre ellos, y Jimin no estaba seguro de estar jugando con él, porque la idea de ellos dos desnudos y sudorosos en la cama parecía prometedora ahora mismo. Sin importar que estuvieran en plena fiesta de la compañía Min, y que mas de uno los estuviera viendo.

-¡¡Yoongi-Oppa!!

Ambos rostros voltearon en la misma dirección, en tanto una menuda chica de pelo rubio caminaba hacia ellos.

Jimin pensó en apartarse, pues se sintió bastante expuesto por la cercanía de Yoongi, ¿pero estaban ahí para eso, no? Presumir a su novio.

-Buenas noches, Irene. -dijo Yoongi, sonado un poco ahogado. -Mi...

-¿Novio? -preguntó la chica, a lo que Yoongi asintió rápidamente. -¡OH DIOS MIO! ¿Eres gay? ¿Y toda tu lista de novias? ¿Acaso..., solo te gusta él? Leí unos libros que decían que todos somos un poco bi con las personas correctas. ¿Es eso?

-No, Irene. Esto no es un libro de Alesandra Hazzard. -corrigió Yoongi, cortando el discurso de la chica. -Soy gay. Me gustan los hombre y estoy enamorado de Jimin.

Y, obviamente, la musica decidió parar en ese momento.

Hablando de momentos incómodos.

La chica término todo su encantadora charla, la música retornó y todo pareció seguir tranquilo. Salvo que no lo era. Jimin casi podía sentir el peso de las miradas sobre ellos y esa no es una sensación agradable.

Para colmo de los males, su mirada tropezó con una cara conocida entre el mar de trajes y vestidos llamativos. No una cara cualquiera, si no la de un exnovio.

-Tenemos problemas. -le susurró a Yoongi.

-¿Más?

-Hay un ex-novio mío entre los invitados.

-¿Como conoces a alguien de esta fiesta?

-Te conozco a ti.

-¿El también te demandó?

Jimin no pudo detenerse y le dio un merecido pellizco al mayor, quien casi chilló como niña, solo deteniéndose por la llegada del mismísimo ex-novio.

-Hey, Johnny. -<<¡Bravo Jimin! Ahora lanzate por el balcón.>> -¿Qué haces? D-digo..., ¿qué hay de nuevo?

Johnny había sido su novio por muy cortísimo tiempo. Entre la estresante carrera del chico y lo poco dispuesto que estaba Jimin a tener una relación a distancia, terminaron a solo cuatro meses de empezar.

Quedaron como buenos amigos, sin embargo. Y Johnny lo demostró cundo, prácticamente, cargó a Jimin en sus brazos.

A Yoongi, por su parte, no pareció gustarle mucho eso. A penas el alto chico americano colocó al escritor en el suelo, Yoongi se encargó de pegarlo a él, colocando su mano en la pequeña cintura y mirando hacia el ex como si fueran a batirse a duelo.

-¡¿Estás saliendo con Min Yoongi?! -exclamó Johnny. -Wow, sí que te gustan difíciles
Park Jimin. Eres todo un buscador de problemas.

-Oh, no digas eso. -sonrió Jimin, avergonzándose por que dijeran eso frente a Yoongi.

Claramente, Yoongi tuvo que hablar.

-Jimin nunca te ha mencionado antes. -afirmó. -¿Johnny, no?

[🐞]

<<¿Un ex novio? ¿Es enserio? ¿Qué sigue, el Papa? >>

Yoongi no cabe en su ropa de lo disgustado que está de repente. Debería estar preocupado o con miedo. Está jodidamente saliendo del armario en una fiesta de su padre. No debería estar pensando en las maneras de asesinar al sonriente y perfecto Johnny.

Oh, pero lo está. Quiere matarlo. Estrangularlo con esa perfecta y carísima corbata francesa, hasta que su cara se ponga azul.

¿Por qué? No quiere ahondar ese tema. Basta con saber que quiere matarlo y punto. Quizás quiere matarlo porque se llama Johnny, o porque es alto, guapo y parece amable. O porque salió con Jimin, cuando lo único que tiene él con Jimin es una relación falsa que bien podría acabarse hoy.

Muchos motivos, ¿vale?

-Oh, sí. Jiminnie y yo salimos por un corto periodo de tiempo. -dijo el extranjero.

¿Jiminnie? ¿Como se atrevía ese gigante?

Yoongi apretó al chico contra sí y dejó un pequeño beso en su mejilla.

-Por suerte lo vuestro salió mal, ¿verdad, amor?

La cara de Jimin era casi un poema épico. Estaba sonrojado, de una manera atractiva que hizo que el propio Yoongi perdiese el hilo de sus pensamientos. Pero..., ¿lo estaba porque él hizo eso frente al imbécil alto?

¿Jimin tenía sentimientos por ese chico aún?

-No exactamente mal. -agregó Johnny. -Solo que las cosas no aparecieron en el momento indicado. A veces dos personas son perfectas para la otra, pero no llegan en el momento adecuado a sus vidas y no sucede la magia.

Exactamente lo que podría estar pasando entre ellos. Si Jimin no hubiese aparecido cuando él estaba a punto de salir ante su familia, quizás solo unos meses mas adelante, Yoongi y él podrían haber tenido algo.

No era el caso, por desgracia.

-Jimin y yo llegamos a la vida del otro en el momento exacto. -proclamó, pese a la inseguridad que se arremolinó dentro de sí. -No cambiaría nada, ¿verdad?

Y Jimin asintió cabizbajo.

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Maratón para tu atormentado corazón 2 de 3.

Es Johnny de NCT 127, por si acaso. Lo puse pos, es mi fav y es bello.