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¿Will you marry me?

 – ¿Ya lo vieron? No sé cómo se le ocurrió estudiar literatura así.

 – Debió ir a una escuela especial, no puede estudiar igual que nosotros, no es posible.

 – ¿Quieren bajar la voz? – Susurró otro  – Los va a oír el ciego.

¡Vaya! Pensó KyungSoo, por fin alguien con sentido común. Él era ciego, no sordo; y aunque estuviera acostumbrado, un poco, a ese tipo de comentarios no dejaba de ser molesto e incómodo.

Desde que su familia se enteró de su decisión de carrera se cuestionaron el por qué y el cómo iba a estudiar eso. Porque, aunque sus padres supieran que su condición no era impedimento para lograr sus metas y lo apoyaran, sus tías y tíos trataron de persuadirlo para se dedicara mejor a la música. Y él lo admitía, tenía muy buena voz, pero su pasión era la literatura.

Por eso ahora se encontraba ahí, caminando por los pasillos de la facultad, ignorando todos los comentarios de los que serían sus compañeros, tratando de memorizar las distancias entre un salón y otro. Más temprano ese día, BaekHyun, su mejor amigo, ya se había encargando de darle un recorrido, indicándole cuáles eran sus salones, dónde se encontraban las escaleras y los baños.

Pero aún así, es difícil la primera vez.

KyungSoo dio un pasó en falso al no darse cuenta a tiempo de la escalera que daba a la planta baja. Estaba seguro de que rodaría patéticamente por las escaleras y que, encima de todo, su bastón golpearía su cabeza al caer; entonces vendrían BaekHyun y Sehun a ayudarlo y eso aumentarían las habladurías de sus compañeros sobre su incompetencia, mas el golpe nunca llegó. Lo que sintió fue un fuerte brazo sujetándolo por la cintura mientras oía a su bastón golpearse escaleras abajo.

– Chico, ¿te encuentras bien?– Oyó una voz frente a él – deberías tener más cuidado, podrías lastimarte, una caída de esas seguro te envía al hospital.

– Deja de regañarlo, hyung, creo que el susto fue suficiente – escuchó detrás de él mientras su cintura era liberada – ¿te encuentras bien?

KyungSoo asintió – sí, lo siento. Muchas gracias por su ayuda – dijo sonriendo, sabía que de no haber sido por ellos habría terminado en el hospital.

Otro chico le dio su bastón mientras los demás le indicaban donde se encontraba el aula a la que tenía que dirigirse y lo acompañaban.

KyungSoo descubrió que las personas que lo ayudaron eran tres, ninguno estudiaba literatura, eran de la facultad de ingeniería aunque ninguno era del curso de BaekHyun o Sehun.

Chanyeol, el que lo había regañado, estudiaba electromecánica, JongDae, el que le había pasado su bastón, estudiaba mecánica y JongIn, el que le había ayudado, era estudiante de química.

Después de ese día era muy común que se los encontrara en el campus, descubrió que frecuentaban su facultad porque el hermano de JongDae estudiaba ahí, aunque era más grande. Poco a poco fue aprendiendo a identificar las voces de cada uno, incluso habían convivido ya con BaekHyun y Sehun y se habían llevado muy bien. Sin embargo, siempre JongIn se mantenía muy callado, KyungSoo incluso se preguntaba si le caía mal y solo convivían por los demás, irremediablemente eso le entristecía, pensaba que era por su discapacidad y, aunque no le importaba que sus compañeros lo ignoraran por eso, creyó haber encontrado nuevos amigos y ver que al final uno había resultado ser como los demás lo decepcionaba.

•°•°•

Tomó nuevamente agua entre sus manos y la echó sobre su cara, llevaba más de 5 minutos haciendo el mismo procedimiento porque, vamos ¿qué tan difícil puede ser hablarle a un chico? Lo había hecho varias veces, algunas porque el chico le gustaba o simplemente porque alguno de sus amigos quería su teléfono y el enviado era él.

Esta ocasión sin embargo, era diferente, desde que lo salvó de caer por las escaleras el pequeño no había salido de su cabeza; siempre hacía lo posible por toparselo en el campus, ver su sonrisa y escuchar su voz, al menos.

Esta ocasión se había decidido a hablarle, quería comenzar a conocerlo a fondo, saber sus gustos, sus sueños, sus miedos y, si él también quería, llegar a ser incluso más que amigos; tendría que hacerlo sí o sí pues siempre que estaba frente a KyungSoo parecía que su lengua se atorara con sus dientes y nada de lo que salía de su boca era entendible. Por eso ahora estaba dándose valor a sí mismo en el baño.

– Vamos, JongIn– decía a su reflejo – no puede ser tan difícil.

– Pues aparentemente sí lo es– el brinco que pegó fue digno de una competencia, casi se golpea contra la puerta de uno de los cubículos.

La carcajada de Sehun resonó por todo el baño. – Tranquilo, hyung, solo actúa normal, KyungSoo-hyung se dará cuenta si estás fingiendo y eso te restará puntos, solo sé tu mismo.

JongIn sonrió ante el comentario de Sehun – Si fuera tan fácil no estaría así, pero de todos modos, no pensaba fingir nada, lo quiero así como es y lo voy a enamorar de mi verdadero yo.

– Lo harás, hyung. Pero date prisa que si se va perderás un día y ya casi sale– bromeó el menor mirando la hora en su reloj.

– Sí, ya voy– dijo antes de salir corriendo – deseame suerte.

– No la necesitas.

•°•°•

– Bien, si no ha dudas eso es todo. Nos vemos la próxima semana.

Todos los jóvenes alistaron sus cosas y salieron corriendo del salón, después de todo era la última clase del día viernes, ya la mayoría tenia planes. KyungSoo mientras se quedó con su mochila sobre sus piernas, esperando a que sus compañeros terminaran de salir, ya una vez casi lo habían tirado por querer salir corriendo también.

Cuando no escuchó más ruido se levantó y tranquilamente se dirigió hacia la puerta.

– Hola, Kyung– Escuchó que lo llamaban cuando cruzaba la puerta. – ¿Ya saliste? – KyungSoo seguramente hubiera reído de ver la expresión de JongIn al darse cuenta de que preguntó lo obvio, en cambio solo frunció el ceño, era demasiado extraño que JongIn le hablara primero, por un momento dudó en contestar, pero al final solo asintió con la cabeza en respuesta.

– ¡Genial! ¡Entonces vamos por un helado!– KyungSoo frunció el ceño, si el hecho de que Kim JongIn le hubiera hablado tan amenamente era extraño, que quisiera llevarlo por un helado lo era aún más, pero no le desagradaba.

>>Claro, solo si tu quieres–  continuó el mayor – No es como si fuera una orden o algo así, yo solo... Soy un idiota– la risa que KyungSoo soltó le hizo sonreír también. Si tan sólo supiera lo hermoso que se ve riendo le regalaría sus sonrisas al mundo para hacerlo más bello, pero también JongIn quería ser egoísta y tenerlas solo para él.

– Está bien ,JongIn-hyung, acepto acompañarlo por un helado.

– Solo JongIn está bien. Permiteme–  Dijo mientras entrelazaba sus brazos – así va a ser más fácil caminar juntos– KyungSoo solo pudo sonrojarse por la posición tan íntima en la que se encontraban y JongIn pensó que él era lo más hermoso que había visto en su vida.

Esa tarde había sido maravillosa para ambos. KyungSoo descubrió que JongIn era una persona tímida, amable y cariñosa, nada que ver con la persona que había creado en su mente con base en prejuicios tontos. JongIn por su parte estaba disfrutando de ver a un KyungSoo tan independiente, seguro de sí mismo. Descubrió que, tal y como había pensado, Do tenía todo lo que había buscado y más.

Desde ese día las salidas fueron constantes, siempre JongIn esperando a KyungSoo afuera del aula y Soo se encontró a sí mismo esperando por él, preguntándose qué tendría Kai preparado para ese día y él mismo haciendo planes de lo que le gustaría que hicieran juntos. Sin quererlo, KyungSoo fue imaginando sus días junto a JongIn, extrañándolo cuando no podían pasar la tarde juntos, extrañando su voz, el tacto de sus manos, sus chistes, sus conversaciones, extrañando todo lo que era Kim JongIn.

•°•°•

– No lo sé, Kyung, no quiero hacerlo... Me da pena– KyungSoo sonrió ante el comentario.

– Vamos, no tiene nada de malo, es totalmente normal.

JongIn suspiró mirando hacia el cielo – No lo sé.

– Si me dejas hacerlo, te prometo yo cumplir algo que quieras también.

Esa oferta le interesaba – ¿Lo que yo quiera?

KyungSoo frunció el ceño – Tampoco te pases, ¡eh!

Kai rió de la adorable expresión y el prominente sonrojo de KyungSoo – Tranquilo, Dodo – Kyung siempre se sonrojaba cuando Kai le llamaba de esa namera – no pediré mada malo, además, sé que solo de pensarlo BaekHyun patearía mi trasero – KyungSoo sonrió, seguramente eso pasaría, BaekHyun era muy sobreprotector con él.

– Bien, comencemos entonces– KyungSoo estiró los brazos y colocó las manos sobre el rostro de Kai.

Con delicadeza recorrió los finos rasgos, delineando sus pómulos, sus cejas, su nariz respingada, sus ojos pequeños, mojó sus labios cuando sus dedos pasaron por los gruesos y suaves labios de  JongIn, KyungSoo sintió su respiración detenerse cuando su imaginación armó la imagen de Kai en su cabeza. ¡Era guapísimo!

Poco a poco bajó sus manos sin decir nada bajo la expectante mirada de JongIn. – Bien, ya... Ya tengo una imagen de tu rostro en mi mente.

JongIn no quiso preguntar nada, ahora tenía una oportunidad única y no iba a desaprovecharla por sus nervios. Suspiró para aligerar la tensión en sus hombros, aunque logró poner nervioso a KyungSoo, quién se sobresaltó cuando la mano de Kai tomó la suya y acarició su dorso con el pulgar.

– Es mi turno – susurró suavemente – Kyung, yo... Sé que es muy pronto, pero, estoy completamente seguro de lo que voy a decir, por favor, no me rechaces y se mi novio... Por favor.

KyungSoo sintió su respiración detenerse, su corazón latía muy deprisa y solo pudo atinar a sonreír mientras asentía numerosas veces con la cabeza.

JongIn sonrió grande cuando KyungSoo asintió y no pudo evitar apresarlo entre sus brazos y probar sus labios como había añorado desde que lo conoció y ¡Dios! Eran más suaves de lo que había sonado, se atrevió incluso a morderlos y se enorgulleció al oír la melodiosa risa de KyunSoo al soltar su labio inferior.

– Gracias, gracias, Kyung; no sabes lo feliz que me has hecho.

– El que me ha hecho feliz eres tú, JongIn, te quiero.

•°•°•

Desde ese día JongIn y KyungSoo se volvieron inseparables. Parecían haber sido hechos el uno para el otro, eran como almas gemelas.

Pasaron los años y su amor se fue fortaleciendo, las adversidades solo lograron que cada vez se acercaran más, se amaran más si eso era posible.

Cuando JongIn se graduó de la universidad, KyungSoo inevitablemente se sintió triste. Había escuchado que el novio del estudiante no era el esposo del ingeniero y pensó en que todo lo que habían vivido hasta esa fecha sería sólo un bonito recuerdo. Sin embargo, JongIn se encargó de hacerle saber que no iba a dejarlo, siempre procurandolo; KyungSoo se sentía querido y trataba de hacer que Kai se sintiera igual.

Cuando KyungSoo se graduó de la universidad, lo hizo con honores, gracias a las recomendaciones de sus profesores consiguió un puesto en una famosa editorial donde fueron muy amables de ponerle una asistente que traducía todos los libros para él al idioma braile.

KyungSoo era muy dedicado a lo que hacía, amaba su trabajo, por eso había días, como ese, que se quedaba horas metido revisando un escrito.

Ese día, estaba muy concentrado porque uno de sus escritores había cambiado radicalmente de genero. Suho, como era conocido, siempre había escrito novelas de terror y ahora, que había decidido escribir romance, KyungSoo tenía que poner más atención. Por eso no notó cuando la puerta fue abierta, ni cuando una persona se adentró hasta ponerse frente a su escritorio y deslizó con mucho sigilo una nota sobre el manuscrito.

KyungSoo deslizaba ágilmente sus dedos sobre la página hasta que llegó a una parte que no coincidía con la trama de la historia. Frunció el ceño pensando que, o Suho estaba muy enamorado o él ya estaba alucinando.

Regresó sus dedos al principio del renglón y leyó nuevamente. El mismo resultado.

– Pero, ¿qué...

– No, no, no, es de mala educación contestar una pregunta con otra – lo interrumpió JongIn – y esa pregunta solo tiene dos opciones de respuesta.

KyungSoo se quedó con la boca abierta, sus ojos se llenaron de lágrimas que se desbordaron por sus mejillas y JongIn delicadamente las limpió con su pulgar, KyungSoo pudo sentir el temblor de sus manos cuando se deslizaban por su rostro.

KyungSoo tomó las manos de JongIn entre las suyas y las llevó a su boca para besarlas con devoción mientras sonreía.

– Claro que sí– dijo sonriendo – si quiero casarme contigo.

💚

Angie, no me acuerdo de tu usser, perdón, soy de lo peor! 😭

Espero que te guste, soy malísima para el fluff, no se me da, pero me esforcé y lo hice con mucho cariño :3

Feliz navidad! 🌲


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