— GUERRA COMENZADA —

El nombre que el mortifago le había dado la había dejado pensando, tratando de recordar si alguna vez lo había escuchado, pero, no lo recuerda.

En cambio, el apellido alguna vez había sido pronunciado por Molly Weasley y de aquella manera se refirió a ella.

— Vamos, Tassia — Ginny la tomo del brazo y la puso de pie, mientras Daphne salía de su escondite.

El mortifago ya no estaba.

— Salgamos de aquí y busquemos al resto — Daphne hablo, ambas hermanas asintieron y salieron de aquella habitación.

El silencio hacia que el momento se sintiera aun mas temeroso, pensaban que en cualquier momento algún mortifago iba a maldecirlas de cualquier lado y preferían estar alertas.

Entraron a una habitación y vieron que se encontraba el resto ahí, Ron parecía de alguna manera ido, Hermione estaba inconsciente, Neville parecía que se había lastimado la muñeca y Luna tenia aquel aspecto el cual parecía que se encontraba ahí por error.

— ¿Lo puedes creer, Daphne? — le decía Ron a la rubia. — Vimos a Jupiter de cerca, el planeta, Jupiter y sus anillos.

Después, el gemelo de Tassia empezó a reír y Daphne miro a todos, tratando de que alguien le diera alguna explicación de lo que sucedió, pero, nadie parecía dispuesto a dársela ya que todos parecían recomponerse de los diversos ataques. Pero de algo estaban de acuerdo todos, debían salir de ahí.

Entre Tassia y Daphne agarraron a Ron de cada brazo, y salieron de la habitación. No tardaron demasiado cuando nuevamente se encontraron con los mortifagos. Tassia saco su varita y Daphne, bajo ordenes de la pelirroja y Harry, se refugio junto con Ron bajo una mesa.

En aquel pequeño enfrentamiento lograron romperle el tobillo a Ginny, hicieron sangrar la nariz de Tassia y Harry se había llevado un buen golpe contra la pared. La única que no había sido dañada fue Daphne, todos comprendían que nadie debía verla ahí.

— Esta hermosa tu sobrina, Elias — dijo una voz siseante, al voltear todos lograron ver a Bellatrix Lestrange, aquella prófuga estaba demente.

— La viva imagen de Edara pero, pelirroja como Arthur — decía otro mortifago, Ginny y Tassia compartieron una mirada al escuchar el nombre de su padre.

— ¿Que tiene que ver mi padre en esto? — soltó Ginny. — ¡Azkaban los dejo trastornados!

Los mortifagos ahí rieron al ver a la pequeña Weasley mostrarse muy valiente.

— Mas bien, ustedes viven en puras mentiras — soltó Bellatrix. — No saben el poder que poseía Edara, y ahora, Tassia como su hija igual lo tiene.

— Mi madre es Molly Weasley — aclaró Tassia.

El mortifago señalado como Elias soltó una risa.

— Tu no eres una Prewett — comenzó a decir el Pucey. — ¿Crees que esa familia tendrá en su sangre un poder tan poderoso como nosotros?

— Yo no soy especial... — Tassia hablaba en voz muy baja, ya que lo que dijo sabia que era mentira.

— ¿Sueles tener descontrol de magia inusual con emociones muy fuertes? — pregunto Elias, Tassia no se atrevió a asentir. — ¿A veces, de la nada sientes magia fluir de tus dedos?

En ese momento, Elias abrió su mano y de ahí emanó fuego y comenzó a cambiarle el color.

— Los hombres tenemos el poder, pero, las mujeres son mucho mas poderosas y por eso eres especial, Ron lo tiene pero igual que yo, no es algo de que asombrarse.

Aquella información paso a segundo plano, la pelirroja no le importa el trato que recibió los últimos doce meses, ella solo podía pensar en que no era una Prewett y por consiguiente, no es hija de Molly, no, ella y Ron vivieron en una mentira toda su vida.

— Tassia — pronuncio Ginny, pero en ese momento se escuchaba un gritó en el pasillo.

— ¡LA ORDEN ESTA AQUI!

•

No supieron en que momento terminaron frente a un arco, el cual parecía contener un velo. Estaban todos, excepto Ron y Daphne, Tassia estaba luchando espalda con espalda junto a Harry, ambos batiendose con algunos mortifagos.

Hasta que Harry fue impactado por un hechizo y por consiguiente fue lanzado hacia atras, llevándose a Tassia consigo. Cayeron hasta abajo de la tarima y al voltear, vieron que Kingsley, Thonks, Sirius, Remus, Ojo loco, entre otros miembros de la Orden entraban al lugar.

— ¿Que hace aquí? — Tassia pregunto en voz alta. — ¡Sirius debe irse! — exclamó ella.

Tassia se puso de pie, al igual que Harry y rápidamente fueron rodeados por mortifagos. La pelirroja sintió que mas de dos personas la tomaban del cuerpo y la ponían de rodillas. Ella claramente se rehusaba a estar en aquella posición tan denigrante y ver a Harry totalmente temeroso no ayudaba demasiado.

— ¡Sueltenla! — ordenó Harry y rápidamente el resto de personas vieron la situación en la que estaban. — ¡Quieren esto, solo dejen a Tassia!

— Yo creo que no — Lucius dijo. — Ambas cosas son muy requeridas por el señor tenebroso.

Bellatrix encajaba la varita en el cuello de la pelirroja.

— Dame la profecía y la soltamos — dijo Lucius, mientras que Harry estaba dispuesto a hacerlo.

— ¡No! – Tassia le gritó. – No se la des, Harry.

Pero al chico no le importaba, solo quería que soltaran a su ex novia y no estaba dispuesto a perderla por una simple bola de cristal.

En ese momento, la puerta que daba hacia unas escaleras fue abierta y entro Albus Dumbledore acompañado de una mujer castaña, alta y con rasgos finos, la mujer preparó la varita y lanzó un hechizo que le atino al mortifago que agarraba a Tassia.

— Es hora de que suelten a mi hija — la mujer ordenó y todos voltearon, causando emociones distintas en varios.

— ¡Edara! — Sirius exclamó, se sentía confundido al ver a aquella mujer ahí y ella lo volteo a ver un segundo, pero después regreso su mirada a Tassia.

— ¿No la piensan soltar? — preguntó y guardó su varita, desencadenando miradas de temor en varios de ahí.

Aun recordaban aquella lucha que tuvieron con ella hace quince años, donde a pesar de que hay mortifagos con demasiada habilidad a la hora de batirse en duelo, no tienen el don de ella y por increíble que pareciera, ella logro escapar completamente ilesa.

— Esto no va a ser como aquel día — Bellatrix dijo, apuntándole con su varita.

— No, claro que no — Edara decía. — Esto será peor.

Edara en ese momento hizo un movimiento, ocasionando que varios mortifagos salieran volando y Dumbledore aprovecho para crear varias cuerdas para amarrarlos.

Harry corrió hacia Tassia, aprovechando la distracción de los mortifagos y agarro la mano de ella, Sirius igual se dirigía a ellos.

— Ve por todos y salgan de aquí — decía el prófugo. — No voy a soportar perder a alguno de ustedes.

— Pero, ¿y tu? – Tassia lo miro, estaba preocupada. – Te mandaran a Azkaban si te ven aquí.

— Azkaban es la menor de mis preocupaciones – Sirius les dijo, mientras desviaba un hechizo. – Solo salgan de aquí, todos ustedes.

En ese momento se escuchaba la risa de Bellatrix, había vencido a Tonks, quien caía de las tarimas. Sirius reafirmó su varita, y dándole una ultima mirada a ambos chicos, salió en dirección hacia ella.

— ¡Sirius! — exclamó Harry, pero Tassia lo jalo y juntos se dirigieron hacia Neville, quien era librado de la maldición de las piernas danzantes.

— Chicos — exclamo el Gryffindor, se veía aliviado de no estar solo. Aunque, ahora se veía bastante seguro de sí y se sorprendieron al ver que ataco a un mortifago que los veía.

— Salgamos de aquí — soltó Tassia, los tres iban a subir las escaleras para poder salir de ahí pero al ya estar todos los mortifagos amordazados, excepto una, ocasiono el silencio.

La única que faltaba era Bellatrix, quien se batía a duelo con Edara Pucey y ambas estaban dispuestos a asesinar al otro.

— Hoy te mato, hoy hago lo que no pude hace quince años — decía Bellatrix. — Que pena que tu bastarda vea tu muerte, si, una verdadera pena.

— ¿Pena el que me vea morir?, la verdadera pena será que el maldito de Tom no vea tu muerte — soltó ahora la mujer. — Si, una verdadera pena.

— Maldita perra — Bellatrix se enfureció y blandió la varita, por lo que Edara salió volando, haciendo que su cabeza se impactara contra el filo de la tarima.

— ¡Edara! — exclamó Sirius, el Black estaba dispuesto a por fin enfrentar a su prima y se posiciono frente a ella.

Hechizos volaban, nadie se metía y tampoco hacían falta las burlas de uno hacia otro. Sirius logro evadir un hechizo de su prima.

— ¡Vamos, puedes hacerlo mejor! — se burlaba cuando un segundo hechizo lo impactaba en el pecho, la sonrisa no se borraba aun de su rostro cuando Sirius Black desapareció tras el velo.

Tassia y Harry se tensaron al mismo tiempo, de antemano sabían que de aquel velo no se podía regresar.

Ambos chicos comenzaron a correr hacia el velo, Remus Lupin se apresuro a tomar fuertemente a Harry y Edara a Tassia, quien parecía no haber sufrido un daño mayor al golpe de la tarima.

Harry no tardo en demostrar su dolor ahí mismo, mientras Remus trataba de mantenerse fuerte por el hijo de uno de sus mejores amigos. Pero, Tassia solo se aferraba al brazo de Edara y sentía como su cuerpo era recorrido por una extraña sensación de energía.

— Tranquila — decía la mujer. — Respira y concéntrate en ello, trata de que tus emociones no se vayan al limite.

La pelirroja no supo cuanto tiempo estuvo siguiendo las instrucciones de la mujer, pero cuando lo hizo, vio que Ron la tomaba del rostro.

— Mataron a Sirius — soltó Tassia, y su gemelo asentía. El ya lo sabía, pero sabia que algo mas había sucedido.

— Los mortifagos nos encontraron y reconocieron a Daphne — Tassia se preocupo, eso era muy malo. — Se la llevaron y no pude hacer nada.

— ¿Que dices? — preguntó Tassia.

— Se la llevaron, y también su padre fue encarcelado al igual que el de Malfoy y Nott — le informó Ron a ella.

Las cosas no podían ir peor, ahora con la muerte de Sirius sabían que la guerra había detonado oficialmente.

Se dieron cuenta que la guerra ya estaba comenzada, y ellos estaban en medio.

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Hola holaaaaaa, por fin un capitulo y es el penúltimo de este acto.

¿Tienen alguna duda o teoría?

¡Ya apareció Edara!

Besitos<33