—¿Qué ha sido de May? —preguntó la señora Stacy mientras vaciaba algo de café en las tazas que había colocado frente a mi y a Miles— Escuché que el hospital estaba lleno de trabajo.
—Oh, si... justo ahora ha tenido que quedarse ahí varios días debido a que necesitan enfermeras —respondí sonriendo, orgulloso de que las personas supieran lo mucho que tía May se esforzaba y lo duro que trabajaba—. Ya sabe, desde que el tío Ben se fue pues sólo somos ella y yo así que sus horas extra ayudan mucho, pero ya he comenzado a buscar trabajo yo mismo.
Miles me miró sorprendido y me di cuenta de que era la primera vez que reconocía en voz alta que estaba en busca de trabajo. Ya quería ver su expresión cuando supiera en dónde trabajaría.
—Lo sé, May siempre ha querido lo mejor para su familia y admiro eso de ella, su fortaleza —le dio un sorbo a su café—. ¿En qué piensas trabajar?
Aquí vamos.
—Seré fotógrafo para el Daily Bugle —Miles casi se atraganta con su café y tuve que darle un golpe en la pierna por debajo de la mesa para que se calmara, intentando decirle sin palabras que ya le hablaría de eso luego.
—¿Ese periódico que dirige J. Jonah Jameson? —dijo ella y suspiró— El único hombre con un sano juicio que tenemos en esta loca ciudad.
—¿¡Sano juicio!? —exclamó Miles riendo con incredulidad y lo fulminé con la mirada aunque yo me encontraba confundido.
—Oh, bueno... claro que eres uno de esos chicos que apoyan a Spider-Man —rió suavemente la señora y su mirada se entristeció—. No tengo idea de quién esté bajo la máscara, sólo sé que es el responsable por la muerte de mi esposo y de mi hija —una lágrima cayó por su mejilla y sentí un escalofrío en la espalda. Tragué saliva—. Es una amenaza... y tú, Peter, creo que estarás de acuerdo conmigo en esto.
Me había quedado perdido en mis pensamientos, dándole vueltas a lo que la madre de Gwen acababa de decir. ¿Ella me odiaba? Si, yo mismo me consideraba responsable por las muertes que mencionó pero... ¿de verdad pensaba que era una amenaza?
—Claro que Pete piensa lo mismo —dijo Miles de repente, sacándome de mis pensamientos y lo miré sin saber de qué hablaba—. Peter piensa que Spider-Man es una amenaza y que debería estar fuera de las calles, tal vez incluso que debería ser reemplazado por... no lo sé, alguien más latino —puso una expresión orgullosa y yo volteé los ojos.
—Una amenaza —repetí, dándole vueltas a las palabras. Miles me dio un golpe con su pie por debajo de la mesa y en su expresión pude ver qué me pedía seguir con lo que él había dicho. Asentí casi imperceptiblemente—. Yo creo que Spider-Man si se ha estado planteando el retiro... —confesé, obteniendo una mirada intensa de parte de Miles—. En cuanto se dio cuenta de que había afectado la vida de inocentes estuvo desaparecido unos días, ¿no es eso prueba suficiente?
—Tal vez sólo quería desviar la atención un poco. Quería jugar con todos nosotros haciéndonos creer que estaba arrepentido para después aparecer y hacerse el héroe —comentó con asco la madre de Gwen y sus ojos comenzaban a cristalizarse—. Probablemente ni siquiera sabe el nombre de Gwen o de George.
—¡Claro que lo sabe! —exclamé y me miraron con sorpresa. Me aclaré la garganta— Quiero decir, ¿como no lo sabría? Toda la ciudad se enteró de la tragedia... no creo que Spider-Man sea tan ignorante.
—Ignorante o no, es un criminal —respondió la señora y tragué saliva, sintiendo una ola de culpa caer sobre mi.
No era como si hubiera dejado de sentirme culpable alguna vez, pero si había aprendido a sobrellevar lo que había pasado, sobretodo desde que Gwen llegó a este mundo. Aún así, me preguntaba: ¿qué pasaría si las personas se enteraran de mi verdadera identidad?
A mi mente volvió el fugaz pensamiento de abandonar mi vida de héroe. ¿De verdad era tan importante continuar? Sólo sé habían presentado crímenes menores desde la muerte de Gwen y ahora estaba Miles Morales, un nuevo Spider-Man qué tal vez podría hacer un mejor trabajo que yo.
Sentí que todo me daba vueltas y de repente quise salir corriendo, ignorando lo que tenía enfrente. Pero no podía.
—Señora Stacy, el té estaba delicioso —dijo Miles, sonriendo y ella le devolvió la sonrisa—. Pero acabo de recordar que tenía que hacer mis tareas y creo que debería irme ya, ¿cierto Peter? —me miró y no supe cómo agradecérselo— Recuerda que eres mi tutor.
—Claro, ¿cómo podría olvidarme de eso? —respondí dándole una palmada amistosa en el hombro y ambos nos pusimos de pie—. Gracias por recibirnos, señora Stacy.
Caminamos los tres hasta la puerta y Miles salió, pero antes de poder seguirlo, sentí una mano en mi brazo. Me giré para ver a la señora Stacy con lágrimas en sus ojos.
—Gracias por venir, Peter, fue bueno verte —me envolvió en un abrazo y susurró:—. Gwen estaría realmente feliz por ti.
Nos separamos y sonreí, sin saber qué responder, así que me retiré y salí del edificio para encontrar a Miles ahí.
—Listo, vámonos —le dije y comenzamos a caminar—. Volvamos a casa, tal vez Gwen haya decidido volver.
—Si, tal vez —respondió y después me lanzó un golpe al brazo.
—¿¡Eso por qué fue!?
—¿Por qué no me dijiste que trabajarías en el Daily Bugle? —preguntó molesto y reí.
—Porque me llamaron hace como una semana y comenzaré hasta el siguiente lunes —respondí encogiéndome de hombros—. ¿Quién diría que Spider-Man trabajaría ahí?
—Oye, Parker, estas demente —habló negando con la cabeza.
Seguimos caminando hacia mi casa, con la esperanza de que Gwen se encontrara ahí. A unas cuantas cuadras de llegar, Miles se detuvo.
—Creo que es mejor que hablen ustedes solos, además, si debo hacer tarea —se rascó la nuca, riendo—. Mucha suerte, Pete.
—Gracias, Miles, igual tú con la tarea —sonreí y el lanzó su telaraña, alejándose.
Seguí caminando en silencio y llegué, deteniéndome frente a la puerta sin saber que hacer. Suspiré y la abrí, pues era lo único que tenía claro.
Apenas entré me rodearon con los brazos en un enorme abrazo. Gwen se recargó en mi pecho y comenzó a llorar. Noté que tenía algunos rasguños y moretones por lo que me preocupe.
—Gwen, cariño, ¿qué te pasó? Oh, no —susurré besando su frente.
—Peter, yo... —comenzó a decir pero de repente se detuvo y cayó al suelo, siendo detenida por mis brazos.
Busqué su rostro y contuve un grito al observarla inconsciente.
***
¡Hola! Perdón por retrasarme una semana y dejándolos sin nada pero si ven lo que publico en mi perfil pues sabrán que he estado ocupada salvando el semestre ahahaha :'v pero ya casi lo logro y no me gusta dejarlos tanto tiempo sin capítulos.
¿Qué les pareció? ¿Qué creen que suceda ahora? ¿Qué le pasa a Gwen? Lo descubriremos en el siguiente capítulo uwu
No olviden dejar su estrellita y un comentario<3 los adoro.
¿Ustedes como van con la escuela? Si están en exámenes, les deseo mucha suerte. Nos leemos luego.
Besos, Annie.
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