Hola, mi nombre es Cristopher, aunque mis amigos me llaman Cris, acabo de empezar mi último año de preparatoria antes de ir a la universidad, no soy tan sociable como los demás muchas veces prefiero solo sentarme a leer un buen libro o jugar videojuegos en mi habitación, obviamente no soy un asocial, tengo amigos solo que son pocos.

Muchas veces me han invitado a fiestas y bares para conocer chicas, pero la verdad nada de eso me llama la atención, pienso que el tipo de chicas que pueda encontrar ahí no serán de mi agrado, pero de todas formas siguen invitandome y insistiendo hasta que lo lograron, hoy mis amigos los cuales son Josué, un chico alto como de 1.86 y delgado además de su cabellera rubia, es jugador del equipo de fútbol en la escuela es uno de los mejores, y David, es de mediana estatura pero tampoco muy bajo como 1.74 y tambien es delgado, el es un poco mas moreno y también juega en el equipo, es muy rápido la verdad.

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Íbamos de caminó a la fiesta yo iba en medio de ambos, ya que cada uno llevaba a una chica, no recordaba sus nombres ya que siempre tenían una diferente, y habia otra chica que se supone la trajeron para que estuviera conmigo pero ella no me llamaba nada la atención, es una chica linda mucho a mi parecer, pero no tenía nada de cerebro, ella intentaba sacar tema sobre cosas que me gustaban (ya que mis amigos pensaron en todo y le dijeron todo lo que me gustaba) pero siempre tenía errores en lo que decía, además de que se hacía creer la mas importante en el planeta, como si todos giraramos alrededor de ella, lo cuál obviamente no era así.

Poco a poco empezaba a cansarme con su ego, así que hable sin pensarlo.

- De verdad piensas que todo el mundo gira en torno a ti verdad? deberías estar consciente de que eso no es así, solo te quieren por tu cara bonita ya que hasta un niño de 5 años diría cosas mas acertadas de todo lo que me has dicho.

Lentamente mi mente fue analizando lo que dije, pero se detuvo al sentir un golpe en la cara, la chica me había abofeteado, no dije nada y la miré, ella tenía sus ojos llorosos y respiraba agitadamente, pero simplemente se fue sin decir nada más, se que tuve razón en lo que dije, pero debí ser un poco mas suave con ella, y ahora sentía remordimiento, ya que no me gustaba hacer sentir mal a las personas.

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Apenas llegamos a la fiesta yo ya me quería ir, la música muy alta, la gente bailando y sudando, sin contar al incontable número de personas besandose sin parar, nada de esto era de mi agrado, pero no quería dejar mal a los chicos así que simplemente fuí por una cerveza y me senté junto a un árbol, a mirar a la gente entrar a la casa.

Se sentía raro no estar en mi habitación como de costumbre, pero poco a poco me fuí acostumbrando al ruido y a la gente, aunque no dejaba que nadie se me acercara demasiado.

Había tomado varias cervezas, ya empezaba a sentirme mareado, fuí a recostarme en el mismo árbol en el que habia pasado toda la noche "cabe recalcar que ya eran las 2 de la madrugada", de reojo miré a un punto en específico y se me cortó la respiración por un momento, había quedado hipnotizado por esa chica que no reconocía, pero lo que mas me sorprendió era que estaba leyendo, ahí a la mitad de la fiesta, leía sin parar y de vez en cuando soltaba una sonrisa o una expresión de asombró, debía saber más de ella, pero nunca se me dio lo de hablar con las chicas cada que lo intentaba me daba vergüenza y nunca terminaba una oración, entonces trate de buscar a mis amigos en la fiesta para pedirles ayuda, pero nunca los encontré, supongo que deben estar en una de las habitaciones con una chica, lo cual no es algo que me apetecería ver.

Trataba de tomar valor para ir a hablarle, para saber un poco más de ella, pero cuando salí de nuevo la chica ya no estaba, había perdido mi oportunidad de hablarle...

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Desperté en mi cama, no sabía ni como había llegado, tenía un dolor de cabeza insoportable, intentaba recordar que habia pasado ayer y de repente ella llego a mi cabeza, la chica de anoche, aún recuerdo su belleza, su cabellera corta y de un color caramelo hipnotizante, sus ojos color marrón claro casí amarillentos, además que resaltaban un poco mas ya que usaba lentes, no sé quien era esa chica, pero espero volverla a ver, necesito saber más de ella, ella se ve que es diferente a las demás y eso me encantaba, nunca había visto una chica así en mi vida.

Deje de pensar en ella por un momento, para vestirme, se me estaba haciendo tarde para ir a la escuela, así que me vestí muy rápido y desayuné muy rápido también y fuí corriendo a casa de David, el vivía muy cerca de mí como a 5 minutos caminando, el estaba esperándome afuera recostado en su auto.

- Qué pasa? te quedaste dormido?- me preguntó. - tu nunca llegas tarde a clases.

- Lo sé lo sé, lo siento, mejor vámonos. - le dije, no quería hablarle sobre esa chica.

El caminó a la escuela fue rápido, más que todo porque le dije a David que acelerará, no quería llegar tarde.

Al llegar me bajé muy rápido y salí corriendo, ya había sonado la campana y no había casi nadie afuera, justo cuando llegué al salón el profesor Javier estaba cerrando la puerta.

- Wow Cris, qué haces aquí? tu nunca llegas tarde.

- Lo siento, me quedé dormido.

- Está bien, pero que no vuelva a pasar. - dijo el profesor Javier, el era muy amable con todos fuera del salón, pero dentro de el se tomaba todo muy en serio.

Entré al salón buscando mi asiento, siempre me sentaba atrás, ya que esos asientos estan vacios, así puedo tener algo de tranquilidad.

Me acomodé en mi silla, estaba por sacar mi cuaderno cuándo hablo el profesor.

- Alumnos, les presento a su nueva compañera, su nombre es Liz. - Alcé la mirada y me quede atónito, era la chica de la fiesta, sin duda era ella. - Espero que todos sean muy amables con ella.

- Hola, como ya dijo el Profesor, yo soy Liz, tengo 17 años y vengo desde Venezuela.

Aún no lo podía creer, pensé que nunca la volvería a ver, pero ahí está y ahora estudiará conmigo.

Ella camino hacía los asientos de atras y se posicionó un lugar a mi lado, yo la miraba de reojo de vez en cuando, no quería incomodarla, ella se afirmo en su asiento y empezó a escuchar la clase.

En mi mente me repetía, debes saber más de ella, puede que sea la chica que tanto has deseado y esperado, no lo arruines. La miré y traté de que ella no lo notará, pero me miró también y lo que pude hacer fue esconderme en mi cuaderno, esta chica puede que sea lo que me llevé a la perdición.

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Wola, bueno este fue el primer capítulo, espero que les haya gustado mucho, es el primer libro que trato de hacer de amor y cosas así, así que espero su apoyo de verdad, los quiero mucho, voten y comenten, Aquí Emanuel Jck ＼(^o^)／