MARATÓN 2/3

❝ the boy is mine
ican't wait to try him
le-let's get intertwined
the stars, they aligned ❞

- the boy is mine, ariana grande

⊹  ׁ݂ ꒰ 08. mío ˖ ࣪⊹౨ৎ

A la mañana siguiente me desperté al notar sus labios sobre mi mejilla. Abrí los ojos con una sonrisa que él me devolvió y me acurruqué en su pecho. Lo que había pasado anoche fue... increíble.

Y de repente, una duda inundó mi mente, y un escalofrío recorrió mi cuerpo.

— ¿Qué vamos a hacer cuando te vayas dentro de unos días? — murmuré y sentí como jugaba con los mechones de mi pelo.

— Prometo que no me olvidaré de ti. No olvidaré la forma en que me haces sentir, ni la conexión que tenemos. No importa en qué parte del mundo estemos, siempre tendré una parte de ti conmigo — contestó dejando un beso en mi cabeza.

— Vale... — suspiré.

El silencio reina entre nosotros dos por un rato. Ambos todavía estábamos procesando lo que había pasado, y sentí que la intensidad del momento me asfixiaba. Pero ninguno de nosotros podía negar el hecho de que ahora había algo especial entre nosotros dos. Algo que no será tan fácil de dejar ir.

— ¿Puedo preguntarte algo? — cuestionó el chico rompiendo el silencio.

— Claro.

— ¿Cómo te sientes acerca de que me vaya? ¿Me vas a extrañar en absoluto? ¿O la idea de que me haya ido realmente no te importa? — preguntó con un tono algo preocupado, yo le cogí la mano, aún descansando mi cabeza sobre su pecho, y le di un pequeño apretón.

— Pues claro que te voy a echar de menos — contesté sincera.

— Yo también. Y sé que será muy difícil porque sé que te voy a echar de menos cada vez más a medida que pasen los días.

— ¿Cuánto tiempo te vas? — me di cuenta de que sabía a dónde iba, y por qué, pero no sabía por cuánto tiempo.

— Veinte días. Casi un mes — respondió antes de dejar escapar un suspiro — ¿Puedo preguntarte otra cosa?

Yo asentí.

— ¿Cómo describirías nuestra relación ahora? ¿Somos amigos? ¿Somos más que amigos? ¿Qué sientes que somos? — sabía que en algún momento uno de los dos lo iba a preguntar.

— Definitivamente no somos amigos, porque lo de anoche, que yo sepa, no lo hacen los amigos — bromeé y él me dio un golpecito en el brazo riendo.

— Bueno, se supone que Mila y Lucy son amigas y hacen esas cosas también — me respondió y me reí a carcajadas.

— Timothée Chalamet, tú y yo no somos amigos — le amenacé.

— ¿Y qué somos?

Buena pregunta. ¿Qué éramos?

— No lo sé, porque ni siquiera sé cuánto tiempo nos veremos el uno al otro.

— Eres una exagerada, solo son veinte días — se burló.

— Cállate, que tú seguro que me echas más de menos — le ataqué y él se rió con una voz ronca que me volvía loca.

— Sé que estaré fuera mucho tiempo, pero quiero estar en contacto contigo tanto como sea posible cuando no esté aquí. Por ejemplo, podemos enviarnos mensajes... podemos hacer videollamadas... — planteó.

— Vale, prométeme que me harás una videollamada todas las noches y dejo de quejarme — ofrecí.

— Te lo prometo — murmuró y se sentó en la cama, haciendo que mi cabeza ahora estuviese en la almohada — Voy a hacer algo de desayunar, ¿vale?

Asentí y me dio un corto beso en los labios y se fue por la puerta, sin camiseta. Yo me levanté y me peiné un poco. Aún llevaba una camiseta y unos pantalones que él me había prestado, porque lógicamente no iba a dormir en vestido.

Entré a la cocina y vi que estaba hablando por teléfono, y parecía ¿enfadado? ¿preocupado?

Colgó cuando me vio entrar y se pasó una mano por el pelo suspirando.

— ¿Qué pasa? — pregunté acercándome.

— Tengo que irme antes.

— ¿Cómo? — pregunté confusa mientras el apoyaba sus manos en mis hombros.

— El cumpleaños de mis sobrinos se ha adelantado por el mal tiempo, así que tengo que irme mañana — explicó, notaba que él no quería irse.

— Pues entonces tendremos que aprovechar hoy el último día juntos — le dije y sonrió.

— Lo siento por tener que irme antes — se disculpó, un poco más serio.

— No pasa nada, no es tu culpa — le dije y él dejó mis hombros y se acercó a la cocina, vi que estaba preparando café antes de que yo entrara, así que se puso a terminarlo.

— ¿Cuántos años cumplen? — pregunté, refiriéndome a sus sobrinos, apoyé la espalda en la encimera.

— Siete, se llaman Julie y Théo, son mellizos — contestó, sirviendo el café en dos tazas. Me tendió una de ellas — Ten cuidado, que quema.

Cogí la taza con cuidado y nos fuimos al sofá de su salón.

— ¿Qué podemos hacer hoy? — preguntó el bebiendo un sorbo.

— Seguramente Dylan y la parejita querrán verte antes de que te vayas así que podríamos hacer algo con ellos — ofrecí.

— Vale, ya por la noche tendremos tiempo a solas — me dijo con un tono burlón y yo rodé los ojos con una sonrisa.

Timothée y yo llegamos al restaurante donde habíamos quedado con Mila, Lucy, Dylan y un invitado sorpresa (según Dylan).

— Hola chicos — saludé, tomando sitio al lado de Lucy, frente a Mila, Dylan y un chico desconocido, moreno, ojos marrones y alto. Me sonaba de algo, pero no sabía de qué.

Timothée se sentó a mi lado, saludando a los presentes también.

— Ah, Cynthia, Timmy, os presento a Marcus, mi... amigo — nos presentó Dylan, y el chico, Marcus, rodó los ojos, haciéndome sonreír — No sé si te acordarás, Cynthia, pero es el camarero con el ligué ese día que Mila acabó fatal.

— Yo no me acuerdo — comentó Mila, tomando un sorbo de su bebida.

— ¿Cómo te vas a acordar si no podías ni andar? — le atacó su hermano.

— Encantada, Marcus — le saludé al moreno, ignorando la pelea de los hermanos Hill.

— Igualmente — respondió el chico con una sonrisa — Timothée, cuando Dylan me dijo que venías no me lo podía creer, he visto casi todas tus películas, amo "Call me by your name".

Timothée tosió un poco, hablar de esa película le ponía un poco nervioso, por obvias razones. Me di cuenta de que Mila y Lucy ni siquiera estaban prestando atención a nuestra conversación, estaban las dos a lo suyo.

— Muy... buena película — admitió, haciéndonos reír.

— Todavía no me creo que te vayas mañana, verte por las mañanas en las oficinas era como un chute de energía — se quejó Dylan y Marcus le dio un codazo — ¿Qué? Tú has dicho lo de "Call me by your name", es mi venganza.

— Yo tampoco me lo creo, no va a ser mucho tiempo, pero os echaré de menos — admitió el chico y yo le di una pequeña sonrisa.

— Créeme, yo también — dijo Dylan con un tono burlón.

— Para ya — le ataqué y él subió las cejas.

— Cuidado, la gata celosa saca las uñas — le dijo a Marcus, haciéndole reír — Vamos, Cynthia comparte.

— Eres insoportable — le dijo Timothée y Dylan simplemente le tiró un beso con la mano.

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