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I can see you...

El auto arrancó llevándolos por las calles de la ciudad, el viento era fresco, la mano de Kai en la ventana recibía el aire dulcemente mientras su mente se perdía en disfrutar un mundo lleno de suficiente luz como para no opacar la oscuridad regalándole lo que siempre añoró, Taehyun hizo lo mismo con una sonrisa siendo vigilado por Beomgyu que se preocupaba todo el tiempo.

Yeonjun sabía la ruta, él conocía el sitio al que irían pero algo le decía que cambiara de idea, Soobin se veía tranquilo, eso era lo mejor, sus ojos volvieron a la carretera deteniéndose por el semáforo en rojo, Beomgyu se peleaba con Kai atrás diciéndole que no se peleara con el auto de al lado pero el menor se divertía molestando a aquella mujer que ya perdía los estribos, Soobin volteó con una sonrisa mientras el menor gritaba de todo a aquella mujer y ella contestaba.

—Kamal ya— ordenó Yeonjun, el rubio sonrió sacando el dedo medio hacia aquella mujer y subiendo el vidrio para no escucharla.

—Eso fue divertido— comentó Soobin con una sonrisa, Yeonjun lo miró seriamente.

Sabía que él era casi como un padre para Kai, incluso el menor lo pensaba de alguna manera aunque eso fuera extraño.

—Hyung podemos ir a otro sitio en lugar del almacén? — preguntó el rubio con una sonrisa.

—Y a dónde podemos ir? — preguntó Yeonjun.

El semáforo había cambiado y los autos tras ellos sonaban el claxon furiosamente así que el mayor de los jovencitos encendió el auto avanzando por las calles de nuevo.

—Vi una tienda muy linda que queda un poco lejos pero podríamos ir, está abandonada desde hace mucho.

Yeonjun iba a responder que no pero Taehyun tenía una sonrisa de emoción que Beomgyu amaba y sabía que desearía hacer lo que Kai propuso, miró a Soobin que sonreía igual que los demás, algo dentro suyo decía que no pero no era la primera vez que ignoraban sus decisiones así que asintió.

—YEI!! — gritaron ambos menores.

Soobin observó a Yeonjun, estaba un poco tenso tomando en cuenta la mirada que tenía y la forma en que presionaba el volante, quería decirle que todo estaría bien pero tocar su mano se sentiría raro, sobre todo porque las cosas entre ellos no estaban del todo bien definidas.

—Dame la ubicación Kamal— dijo el mayor.

Kai sacó su móvil para luego entregárselo al mayor con la ubicación y el mapa listo, Yeonjun colocó el celular como recordaba que su madre lo hacía cuando lo llevaba a la escuela, eso fue mucho tiempo atrás, cuando ni siquiera conocía a Soobin.

Beomgyu colocó música ya que amaban llevar las bocinas a todo dar mientras el auto iba por las calles de la enorme ciudad, Yeonjun comenzó a murmurar la letra, Soobin comenzó a cantar haciendo un dueto buenísimo, luego se les unió Beomgyu con Taehyun y luego Kai que se quejaba de que parecían niños pequeños terminó cediendo y cantando un verso el solo.

Para qué negarlo si cantar era lo que más le encantaba al rubio.

—Gyu necesito ir al baño— le susurró Taehyun al castaño, Beomgyu tocó el hombro de Yeonjun haciendo que el mayor dejara de cantar y le bajara a la música.

—Oye pero me gusta esa parte! — gritó Kai.

—Taehyun necesita ir al baño— dijo el castaño.

—Bien, nos detendremos en una gasolinera y que vaya al baño— dijo Soobin, Yeonjun asintió.

Llegaron hasta una donde el mayor bajó por combustible mientras los menores corrían al baño, Soobin se metió a la tienda para comprar algunas cosas de comer, volvió con comida para todos, desde las papas favoritas de Beomgyu hasta las gomitas que sabía que a Yeonjun le encantaban y él tomaba una soda enorme.

—No vamos a detenernos en otro sitio — advirtió el mayor, Soobin asintió—¿y si te dan ganas de orinar?

—Calle— dijo con una sonrisa.

—Eres un marrano Soobin.

Tomó la bolsa de gomitas y sacó algunas, luego le entregó otras al menor que las tomó mientras ambos esperaban que los demás volvieran, Soobin revisó su bolsa buscando el peluche que Yeonjun habría dejado la última vez en su casa, esa que preferían no recordar del todo, al menos eso era lo que parecía de parte de Yeonjun.

—Se quedó en casa— dijo mostrándole al mayor el objeto, Yeonjun lo tomó con una sonrisa.

—Gracias Binnie, lamento lo de...

—No lo digas por favor.

—Hyung! Vámonos —gritaba Kai corriendo siendo perseguido por Beomgyu, se escondió detrás de Soobin— ¡me quiere matar!

—Estaba diciendo barbaridades — reclamó Beomgyu.

—Otra vez Kamal? — dijo Yeonjun, el rubio sonrió— Vamos Beom ignórale ¿dónde está Taehyun?

Taehyun llegaba luego a paso más tranquilo, Kai lo vio acercarse, pero Beomgyu le regaló una mala mirada al rubio, Yeonjun los regañó para que subieran al auto así que de nuevo una bandada de menores gritaban en el auto entre cantos peleas y conversaciones normales.

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—Kamal ya nos perdimos— gritaba Yeonjun al ver que no había nada en aquel sitio.

—Solo hay que avanzar hyung lindo— declaró el menor de todos.

—Maldición Kai ya acepta que nos trajiste a perdernos— interrumpió Beomgyu.

El de cabello rubio iba a quejarse pero notaron una tienda cerca de un risco, no había calle y Kai estaba seguro que por ese callejón sin pavimento era el camino así que Yeonjun entró por aquel sitio que era espacioso y parecía de pura roca, Soobin y Taehyun vieron emocionados la construcción que parecía estar situada en una especie de cueva ya que el techo no era más que las rocas que subían hasta un punto altísimo e intocable.

—Muy bien mis queridos amiguitos poco hetero ya llegamos— declaró Kai.

—Te callas Kamal— regañó Beomgyu— vamos Hyunhyun hay que ir a ver.

Kai hizo una mueca mientras ambos chicos bajaban, luego volteó hacia Soobin que sonreía viendo la escena, Kai sabía que su hyung lo quería mucho y le encantaba su actitud medio infantil e inocente y medio adulta perversa.

—Soobin hyung hagamos una carrera para ver quien llega primero— dijo el rubio con una sonrisa, Soobin asintió.

Kai bajó del auto corriendo empujando a Beomgyu y Taehyun que caminaban lentamente viendo todo su alrededor, Kai corrió siendo seguido por Soobin hasta la entrada donde aceleró y le ganó al menor debido a que sus piernas eran mas largas que las del rubio menor.

—Esos idiotas— se quejó Beomgyu cuando llegaba Yeonjun con ellos dos— ¡Kamal aprende a caminar que no es establo!

—No te enojes con Kai — dijo Taehyun — es un niño nada más.

—Tae tiene razón Beomgyu, solo disfruta el día ¿si?

Beomgyu asintió y continuó caminando un poco más lento mientras lo demás iban con Soobin y Kai que ingresaron a la tienda abandonada, algo dentro de Beomgyu le decía que estaba por ocurrir algo, algo nuevo llegaría pero no creía que eso fuera del todo bueno, su abuela siempre decía que eso de adivinar y sentir eran cosas del infierno, cosas que no debía tener una persona así que lo ignoró.

Kai abrió la puerta ingresando antes que los demás, era un lugar enorme con muchos estantes, la caja principal estaba casi en la entrada, al fondo se veía solo una parte de todo, había oscuridad en las partes traseras dejando solo a la vista simple los enormes estantes que cubrían desde las bases en el suelo hasta casi tocar el techo de roca con iluminación rustica cuyo cableado se notaba a simple vista.

Ingresaron los demás soltando expresiones de sorpresa al ver todo, Yeonjun se fue a la caja registradora para revisar que en serio no hubiera nadie, aunque por la cantidad de polvo que había ya sabían que en serio nadie cuidaba ese lugar.

—Y tú como supiste de este lugar Kai? — preguntó Soobin viendo al menor, Taehyun y Beomgyu hicieron lo mismo.

—Mi papá dijo una vez que me traería aquí, tenía unos cinco años pero nunca me trajo y luego averigüé en internet que abandonaron este lugar y yo quería venir.

—Miren hay disfraces— dijo Yeonjun sacando una caja.
—Hay que ver que hay— dijo Taehyun alejándose, Beomgyu lo siguió así que Kai se fue con Yeonjun y Soobin.

Soobin sacó unos hermosos cuernos de venado y los colocó en la cabeza de Yeonjun que se quejó de que eran feos y de que no le quedaban, Yeonjun le colocó orejas de elfo y a Kai le consiguieron unas alas de ángel pero el menor alzó el dedo medio en protesta por tratarlo tan dulcemente.

—No soy un ángel idiotas.

—Claro— dijo Yeonjun sacando unas orejas de perro— ¿prefieres un gato o un perro?

—Prefiero un diablillo, me gusta más.

Taehyun encontró un cartel con una imagen de un platillo volador y un cohete, veía emocionado aquella imagen a lo que Beomgyu dejó de lado el peluche de erizo que tenía para ver.

—Quieres que te lleven los extraterrestres Taehyun— preguntó divertido.

—Amo las estrellas y quiero ir a una— dijo Taehyun— sabías que las estrellas más jóvenes tienen un brillo amarillento casi rojizo y las azules o blancas son las mas viejas.

—Suena lindo Hyunhyun.

—A veces veo el brillo blanquecino en tus ojos, creo que es como si fueras una estrella.

Beomgyu sonrió, Taehyun siempre sabía decir cosas lindas cuando estaban juntos, a veces sentía que eran casi indirectas, pero prefería pensar que no lo eran, a fin de cuentas Taehyun era como un niño de diez años y eso no era correcto, no podía amarlo porque eso estaba mal.

—Ya bésense— interrumpió Soobin llegando con ellos.

—Como tú y Yeonjun hyung? — cuestionó el castaño, Soobin bajó la mirada— lo siento.

—Descuida, iré a buscar a Kai.

Soobin se fue dejando a ambos chicos con un mal sabor de boca por lo dicho, Beomgyu lo sabía pero se le soltó aunque esas no eran sus intenciones, escuchó a los demás llamarlos así que fueron hacia donde estaban.

—Vamos a tomarnos fotos— anunció Kai dentro de un pequeño cuarto.

Yeonjun les entregó algunas cosas, a Taehyun una cola de ardilla, a Beomgyu orejitas de oso, a Kai un gorrito de pingüino y a Soobin unas orejas de conejo, él se colocó unas de zorro antes de tomarse las fotografías, Kai se pegó a Soobin, Beomgyu se juntó con Taehyun y el mayor hizo un corazón solito, luego un corazón de cinco personas, una vez terminaron se suponía que las fotos saldrían pero el papel estaba dañado al parecer y solo salieron manchas rojas, rosadas y amarillas.

—Se ve el pelo de Taehyun— se burló Kai— deberías cortártelo nos tapa a todos los demás.

—Kamal no molestes— regañó Yeonjun.

—Tengo hambre— dijo Beomgyu.

—Vamos al auto hay comida allá—anunció el mayor.

Los menores siguieron a Soobin que había comprado comida para todos, luego se fueron a sentar frente al risco que dejaba ver la calle fluyendo entre las grandes rocas y peñascos de roca, eran quizá las dos de la tarde y el sol había bajado un poco, perfecto para comer agrupados en un circulo mientras se repartían entre todos un poco de lo que el otro comía.

—Siento que somos como una tribu— dijo Kai con una sonrisa— allí está nuestro líder— dijo señalando a Soobin— y la esposa del líder— dijo señalando a Yeonjun.

—Te callas Kai— se quejó el mayor, el rubio le sacó la lengua así que se acercó para golpearlo, pero Kai empezó a correr siendo perseguido por el mayor furioso.

Los demás veían entretenidos a ambos chicos correr mientras el mayor le gritaba que se dejara y el menor soltaba gritos de delfín corriendo con una sonrisa hasta que Yeonjun se cansó de intentar y volvió a sentarse.

—Juguemos algo— dijo Taehyun cuando terminaban de comer.

—Yo te la...

—Kai! — gritaron los demás sabiendo las palabras que diría el rubio.

—Bueno pero que enojados— dijo él— Beomgyu si quiere seguro.

—Hace poco la maestra preguntó que era lo que más queríamos o algo que deseáramos que pasara pero nunca vi sus cartas ¿qué es lo que más quieren?

Hubo un silencio tranquilo mientras el chico con parche esperaba que los demás dijeran algo, el primero en querer decirlo fue Yeonjun que levantó la vista del suelo.

—Siempre me ha encantado el invierno y desearía que nevara más— dijo viendo a sus compañeros.

—Yo quiero cantar para siempre — dijo Kai— me ha encantado siempre hacerlo.

—Y por qué no cantas en el coro de la iglesia— preguntó Beomgyu.

—Siento que no es lo que quiero, no quiero cantar para alguien más quiero hacerlo para mí nada más y poder... es tonto olvídenlo.

Soobin le tomó la mano y la presionó, el rubio sonrió así que continuaron con Beomgyu que parecía pensarlo aún.

—Quiero ser libre— dijo Beomgyu— no tener que pensar en si algo es malo o bueno solo seguir mi vida como quiero y poder decir las cosas.

Yeonjun sonrió sabiendo que era algo compartido entre ambos, luego seguía Taehyun que parecía pensarlo un poco mientras jugaba con sus dedos.

—Quiero una estrella— dijo, Beomgyu sonrió al igual que los demás.

—Yo quiero volver el tiempo atrás— dijo Soobin— si pudiéramos volver atrás y arreglar el pasado para mejorar el presente.

Yeonjun sonrió, Soobin supo tomar las palabras correctas para eso, Kai igual deseaba eso pero sabía que nada cambiaría por eso, al final su vida era más compleja que la de los demás y por más que cambiara las cosas nada sería distinto.

—Yeonjun es muy simplón ¿por qué solo pediste nieve? — preguntó Beomgyu, el mayor rodó los ojos.

—Sabes lo difícil que es ser el primero? — cuestionó al menor que sonrió al verlo molesto, negó con una sonrisa— entonces no hables mocoso.

—Cuando terminemos las clases podríamos ir a nadar al almacén. — dijo Kai viendo el cielo.

—Pondríamos una piscina, ¿qué hay de la que vimos Kai? — dijo Soobin, el rubio sonrió asintiendo— vamos por ella y la dejamos en el auto.

Ambos chicos se fueron a buscar el objeto mientras los otros tres estaban sentados, Yeonjun decidió irse con los demás así que solo quedaron Beomgyu y Taehyun.

El de cabello castaño observó a su amigo que parecía intranquilo jugando con sus manos, llevaba un brazalete con piedritas que simulaban los planetas, sabía que Taehyun estaba nervioso porque las contaba una a una diciendo sus nombres y propiedades.

—Hyunhyun— dijo tomándole la mano, el chico lo miró nervioso— ¿qué pasa?

Se atrevió a acariciar su mejilla con cariño, Taehyun recibió el gesto presionándola contra la mano del castaño, abrió sus ojos una vez más suavemente regalándole a Beomgyu la imagen más linda que su corazón guardaría por la eternidad.

—Está mal si quiero besarte?

Beomgyu guardó silencio, en esos momentos una parte estallaba en alegría, su corazón al fin era correspondido, sin embargo no por quién debería, sus ojos se llenaron de lagrimas, Taehyun esperaba una respuesta que se negaba a dar, una que podría destruir a uno de los dos.

¿Soy lo único malo de este mundo?

Sálvame, tal vez me he convertido en un monstruo...

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