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( Capítulo O3 )

"¿Qué tan lejos estamos dispuestos a llegar por amor? Es una pregunta constante ya que, es verdad que el amor te ciega... ¿Es eso bueno? Amar a tal grado de cometer lo que se llaman 'locuras'. Hay quienes matan por ¿amor? ¿Es eso amor? No debería ser tan enfermizo o llegar a un punto en donde nos perdamos a nosotros mismos".

—¡Yongbok, espera!

Su novio le sujetó del brazo para detener su paso.

—Changbin... —murmuró sorprendido de verle—. ¿Qué haces aquí? ¿Qué pasa?

Era viernes once de octubre por la mañana, se suponía que ambos debían estar en clase, por eso se sorprendía mucho de verlo ahí, en su facultad.

—Tengo veinte minutos libres y quería pasar a verte —respondió con una sonrisa sobre sus labios—. No pude verte antes para decirte felices once meses juntos.

—Oh... —Nuevamente sonrió— Felices once meses, Binnie. —Se acercó a él para besar su mejilla.

—¿Te gustaría cenar conmigo esta noche? Mis padres y mi hermana no estarán en casa, puedo cocinar para ti. —Le tomó de la mano.

—¿Esta noche?

—Sí, para celebrar los once meses contigo. —De repente se encogió un poco de hombros— Los últimos cuatro meses no hemos podido celebrarlos juntos, ya sabes...

No dijo la razón, le avergonzaba admitir que Yongbok le había dejado plantado en muchas ocasiones. No sólo en sus mesiversarios, también en citas que el mayor propuso en varias ocasiones.

—Bueno, es que... —Al tartamudear no pudo terminar la frase.

Su celular sonó ante una notificación y ya que lo tenía en su mano derecha, inmediatamente lo alzó ligeramente para leer el mensaje que era visible desde la pantalla de bloqueo.

—Lo siento, debo irme. —Con sutileza deshizo el agarre sobre su mano.

—Pero irás, ¿cierto? —Dio un paso a su novio antes de que éste pudiera siquiera moverse.

Yongbok le observó en silencio.

—Prepararé tu comida favorita, Bokkie. —Dio un paso a él y con sutileza le acarició el cabello— Te prepararé kimbap.

Yongbok no pudo evitar estremecerse ante ese gesto, por lo que suspiró suavemente.

—Sí, Binnie. —Volvió a sonreír y dio un paso hacia atrás antes de desviar cortamente su mirada a la derecha— Ahí estaré.

Changbin le dio un último abrazo antes de permitir que el menor se fuera. Le miró irse, mientras caminaba tenía la vista en su celular. Finalmente el pecoso tomó otra ruta, el edificio de su facultad estaba frente a él pero no entró en él, se dirigió a la puerta principal que le sacaba del campus.

Por un instante pensó en ir tras él pero la vibración de su propio celular le detuvo, era un mensaje de Jisung: «El profesor volvió» decía. No pudo evitar soltar un leve quejido antes de volver al edificio de medicina.

El día continuó como normalmente, dentro de poco tiempo los chicos de medicina iniciarían como residentes, así que el mes siguiente, en noviembre y diciembre tendrían que enfocarse completamente en sus estudios, pues esos dos meses de exámenes definirían quién iría al hospital y quién no. Y por supuesto; todos querían ir.

Cuando terminaron las clases sólo Changbin regresó a casa mientras los demás decidieron quedarse en el bar cerca de la universidad para pasar el rato.

Al llegar a casa tomó un baño rápido y aprovechó un poco la tranquilidad de su casa para realizar algunas tareas pendientes, aunque no se enfocó por completo en ellas ya que pronto estaría en la cocina, tratando de realizar la cena perfecta para su bonito chico.

Mientras cocinaba no pudo evitar pensar en esos últimos cuatro meses. El comportamiento de Yongbok era cada vez más extraño, inclusive ya casi no asistía a reuniones de sus amigos, tampoco hablaba mucho, miraba constantemente su celular y... Mentía. No quiso admitirlo al principio pero mentía.

¿Las parejas se deben decir todo? Algunos dicen que está bien tener sus secretos, otros dicen que una pareja es para compartir todo. ¿Por qué razones una persona que te ama te ocultaría las cosas si de alguna u otra forma te afectará también?

Changbin no sabía qué sucedía, pero cada día que pasaba comenzaba a sentirse tan extraño.

Esperó pacientemente sentado en el comedor. Toda la comida frente a él ya estaba fría, después de tres horas era imposible que siguiera caliente. Ya era tarde, bastante tarde pero no perdía la esperanza, aún quería y anhelaba que Yongbok apareciera en su casa. Cosa que no sucedió.

—¿No es mejor hacer la fiesta el sábado? —cuestionó Seungmin mirando el calendario sobre la mesa.

—Es mejor el viernes, así amanecemos el sábado y tenemos el domingo para descansar. —Aclaró Jisung señalando los días que dijo.

—¿Puedo sentarme?

La voz del pecoso sorprendió a todos pero lo que les generó más sorpresa fue que al verlo notaron su nuevo color de cabello, era un rubio dorado claro. Siendo que Yongbok es pelinegro, era un gran cambio. No le quedaba nada mal pero los demás no estaban acostumbrados.

—Buenas noches, Yongbok —dijo Hyunjin, éste parecía hipnotizado ante su cambio—. P... Por favor toma asiento. —Por primera vez todos le escucharon tartamudear.

—Gracias... —Sonrió sintiéndose avergonzado ante sus miradas.

Se sentó junto a Changbin y junto a Hyunjin, su mejor amigo estaba frente a él, entre Jisung y Seungmin, mientras Jeongin estaba a su izquierda, a un lado de su novio.

Retomar la conversación les resultó algo difícil pues ya habían pasado algunos días sin que Yongbok les dirigiera la palabra más allá de saludos en la universidad.

—Es... —Jeongin trató de proseguir— Es mejor el viernes, coincido con Jisung.

—Entonces será el viernes veinticinco. —Minho escribió en una libreta sobre la mesa— Ya saben dónde dejaré la llave de mi casa para cuando quieran ir a dejar cosas si es necesario.

Yongbok se daba una idea de qué hablaban pero no quiso poner su atención en la conversación. Por debajo de la mesa deslizó su mano a la izquierda para entrelazar sus dedos con los de su novio, quien se sorprendió un poco ante este gesto que de inmediato correspondió, sonriendo después.

Tras ser aceptado apoyó su cabeza en el hombro del mayor, sonriéndole cuando sus miradas se cruzaron brevemente.

A su derecha, Hyunjin les miró con atención sin decir palabra alguna.

Continuaron la noche hablando de otras cosas que no fuera la fiesta de Minho ya que habían organizado la mayoría de cosas necesarias para ese día. No era una fiesta sorpresa pues aunque quisieran hacerlo, ya era bastante obvio tras hacer lo mismo cuatro veces durante los últimos dos meses. Por lo que se decidieron por organizar una fiesta entre ellos únicamente, donde cada uno pondría o ayudaría en lo que pudiera.

No se quedaron mucho tiempo pues mañana tenían clases, por esa razón se fueron juntos al seguir la misma rutina de siempre en donde Minho y Hyunjin les llevaban a sus casas en sus autos.

—¿Irás a mi fiesta? —preguntó Minho tras estacionar el auto frente el departamento donde vivía Yongbok.

—¿Eh? —Le miró ante esa pregunta "obvia"— ¡Por supuesto que iré, es tu cumpleaños!

—¡Eh, no lo sé! —respondió entre una risa—. No fuiste ni siquiera a tu fiesta de cumpleaños, ¡y una semana después tampoco fuiste a la de Seungmin! Tampoco fuiste a la de Changbin...

—Aún falta una más de una semana para tu cumpleaños... —murmuró mientras se cruzaba de brazos.

—Exacto, prefiero avisarte con tiempo. —Su sonrisa se borró un poco— Estos últimos cuatro meses aprendí que hay que avisarte con tiempo de anticipación.

—Pf... —No respondió nada a eso— Estaré ahí, lo prometo, LeeLee.

—Bien. —Se sintió más convencido ante la promesa— ¿Has hablado con Changbin?

El cambio tan repentino hizo que Yongbok borrara su sonrisa.

—Supe que no fuiste a su casa el viernes, —Se atrevió a seguir hablando viendo el silencio ajeno— ¿puedo saber porqué? Cumplieron once meses de novios, LeeLee...

—Estuve ocupado —respondió casi de inmediato.

—¿Ocupado? —Repitió con duda en creerle— ¿Tan ocupado que no pudiste buscarlo ni el sábado ni el domingo? —Su tono expresó cierta molestia— ¿Tan ocupado como para no hablarle estos cuatro días en la universidad o siquiera mandarle un mensaje?

—¡Estuve ocupado! —Volvió a decir, esta vez su tono se elevó un poco pero no al punto de gritar.

La sorpresa en Minho fue evidente. Yongbok no solía elevar el tono de su voz, ni siquiera bromeando, además, aunque lo hiciera; el tono tan serio y seco con lo que volvió a repetir sus palabras le hizo entender al pelinegro que algo ocurría, pero debido al enojo que sintió ante la reacción ajena no quiso indagar más o insistirle.

El pecoso se despidió y bajó del auto. Evidentemente Minho estaba preocupado y quería saber qué sucedía realmente, no sólo por el bienestar de Changbin, su amigo. Sino también por el de su mejor amigo, sabía que algo ocurría y no podía ayudarlo, eso le frustraba.

Pero como ya se mencionó, justo en ese momento se cegó por el enojo que sintió por lo que no hizo más que marcharse de ahí.

El resto de la semana transcurrió con normalidad, incluso la siguiente; para sorpresa de todos, Yongbok había asistido a la mayoría de reuniones, a excepción cuando decía que debía quedarse a estudiar en la facultad o simplemente iría a casa a descansar. Changbin no insistió en pedirle citas, pero sí pudieron pasar tiempo juntos.

Y finalmente el tan esperado día llegó, era viernes por la tarde; las clase terminaron y todos se reunieron en la fuente en el centro del campus, como ya habían acordado. Sin embargo, Yongbok estaba tardando así que Minho y Changbin entraron a su facultad para buscarlo o al menos preguntar a sus compañeros o profesores por él.

—¡Oh, señor Choi! —habló el mayor de los dos deteniendo al docente—. ¡Buenas tardes!

—Buenas tardes, chicos. —Les saludó con una sonrisa— ¿Necesitan algo?

—Sí, estamos buscando a Lee Yongbok, ¿de casualidad sabe si sigue en la facultad? —preguntó Changbin.

—¿Lee Yongbok? —Frunció ligeramente el ceño ante la confusión— Pidió un permiso para salir temprano de clases, ¿no les dijo?

Los dos se sorprendieron.

—Ah... —Tras unos segundos Minho reaccionó— Creo que sí pero al parecer lo hemos olvidado, —Soltó una risa nerviosa— ¡muchas gracias, señor!

Hicieron una reverencia antes de darse la vuelta para volver con los demás. Pero durante el camino ninguno pudo decir algo, otra vez se les había escapado, ¿a dónde pudo ir? La primera respuesta que cruzó por la mente de ambos fue que estaba preparando una sorpresa para Minho, pero siendo sinceros y realistas; era lo que menos se esperaban pues el historial de Yongbok de sus desapariciones era enorme.

Decidieron dar una excusa a los demás, diciendo que regresó a casa a terminar un proyecto para el día de mañana, sin embargo, sólo Hyunjin no les creyó la mentira. Aún así todos fueron a casa de Minho donde todo estaba listo.

Iniciaron la fiesta sin mucho problema, primero comieron y como tenían previsto, hicieron algunas competencias para empezar a beber, lo cual relajó bastante el ambiente para todos, sintiéndose cada vez más atrevidos para hacer sus jugarretas.

—¿LeeLee? —dijo Minho viéndole tras abrir la puerta.

El ahora rubio estaba apoyado en el marco de la puerta, su mirada estaba en el suelo y respiraba de forma agitada, tanto que parecía que no podía recobrar el aliento del todo. En su mano derecha sostenía una pequeña bolsa de regalo que dedujo, era un regalo para él.

—¿Quién es? —preguntó Hyunjin acercándose a la puerta—. ¿Yongbok? ¿Estás bien?

El nombrado asintió con la cabeza antes de tratar de caminar al interior pero al segundo paso sus rodillas fallaron por lo que Hyunjin tuvo que sostenerlo para que no cayera.

Los demás se acercaron ante la ausencia de Minho y fue cuando miraron a Yongbok en brazos de Hyunjin. Sin embargo, sin preguntar, entre todos lo llevaron al interior para sentarlo en el sofá.

—¿Yongbok? —cuestionó su novio—. ¿Estás bien? ¿Qué tienes?

—Pe... —Tragó saliva duramente— Perdón por llegar tarde, —Mostró una amplia sonrisa antes de alzar el rostro hacia su mejor amigo— feliz cumpleaños, LeeLee.

—No seas idiota —comentó Minho tratando de no reír—. ¿Seguro estás bien?

—Sí, gracias por preocuparse.

Le extendió el regalo pero antes de que Minho pudiera tomarlo, Jeongin lo hizo primero, llevándolo hasta una mesa en una esquina que tenía encima todos los regalos que le tenían al festejado.

No tardaron en continuar la fiesta. Yongbok permaneció en el sofá por un rato más, tan sólo observando a los demás jugar, participando cortamente cuando los demás le pedían que hiciese de juez. También recibió comida y una bebida que rechazó debido a la presencia de alcohol en ésta, y sólo optó por un vaso lleno de agua.

—Pensé que no vendrías.

Su novio se sentó junto a él cuando el juego terminó.

—Estaba ocupado —respondió mirándole con una sonrisa sobre sus labios.

—Nos tenías preocupados, —Mientras hablaba acercó su mano al cabello ajeno con intención de acariciarlo— casi...

Detuvo sus palabras cuando Yongbok sujetó su muñeca a centímetros de su cabello, impidiéndole hacer lo que tenía planeado.

—La próxima vez avisaré. —Apartó la mano ajena de él.

Yongbok trató de continuar con normalidad por lo que se puso de pie para acercarse al resto de sus amigos, pero en Changbin aún quedó la imagen de ese rechazo. Era la primera vez que sucedía, pero con esa primera vez fue suficiente para sentirse tan extrañamente abatido.

No pudo reaccionar del todo, parte de sus sentidos se apagaron, lo único que pudo hacer fue mirar a su novio reír con los demás antes de permitir que Minho levantara su camisa para poner un estetoscopio en su pecho, simulando oír su corazón.

“Oh, es mi marca de nacimiento”, escuchó decir a Yongbok para aclarar qué era esa mancha en la parte derecha de su abdomen, siendo esa la razón por la que todos fingieron examinarla como los doctores que "eran".

Sin embargo, le hizo lo mismo a Minho que le había hecho a él (Changbin). Cuando el mayor quiso tocarle el cabello a Yongbok, éste se hizo para atrás y puso su diestra frente a él para evitar que le tocase.

“Ya no me toques el cabello”, dijo con un tono alegre pero tanto Minho como Changbin y Hyunjin sabían que el pecoso hablaba muy en serio.

«¿Por qué?» Cuestionó su mente.

El resto de la fiesta no pudo continuar igual. Sentir el rechazo de la persona que amaba era algo... Extraño, cruel, diferente. El sentimiento era inexplicable, sólo sentía incomodidad en su pecho.

—Yongbok, Jisung y Seungmin pueden dormir en mi habitación —dijo Minho.

—No. —el pecoso inmediatamente negó— Las ventanas de tu habitación no tienen cortinas, no puedo dormir así.

—Es verdad, tu duermes con las cortinas cerradas. —Recordó y cambió sus planes— De acuerdo, entonces tú dormirás en la habitación de mis padres junto a Changbin y Hyunjin, ¿te parece bien?

—Sí, mejor —respondió.

Cuando los cuartos fueron asignados, cada uno fue a dormir. Eran casi las seis de la mañana y de milagro todos aguantaron despiertos juntos.

Cuando Yongbok entró a la habitación, inmediatamente fue a la cama y se acostó en el lado izquierdo, con su cuerpo mirando hacia la derecha. Finalmente y tras varios minutos Changbin se acostó a su lado y le miró con dulzura.

El mes de noviembre llegó. El frío aumentaba y las dificultades en la facultad de medicina también. A mitad de mes iniciarán con los exámenes finales, todos estaban tan preocupados pero al mismo tiempo tan emocionados. La parte más importante de su carrera estaba por iniciar, no querían estropearlo.

—¿Te sientes nervioso? —preguntó Hyunjin.

Al oír la voz ajena, Yongbok dio un leve brinco antes de girarse un poco al mayor.

—Hyunjin, hola... —Le sonrió suavemente y aceptó el vaso de café que el contrario le ofreció— ¿Cómo sabes que estoy nervioso?

El mayor se sentó junto a él.

—Porque haces eso con tus dedos. —Cruzaron miradas, y eso le hizo seguir hablando al ver la expresión de confusión en el rostro ajeno— Cuando estás nervioso sueles jugar con tu mano derecha, a veces te rasguñas, a veces sólo mueves tus dedos o cierras el puño.

—¿Qué? ¿De verdad? —Se sorprendió aún más.

Hyunjin soltó una risa.

—¿En serio no te habías dado cuenta? —cuestionó antes de darle un sorbo a su café.

—No... —respondió desviando su mirada al frente por un instante, ya que pronto volvería a verle—. ¿Me observas?

—Mucho —confesó—. ¿Puedo preguntarte algo?

Rápidamente quiso cambiar el tema, Yongbok no se dio cuenta de ello así que asintió ante su pregunta.

—¿Qué te sucede? —No esperó respuesta— Estos últimos seis meses has estado bastante tiempo en tu mundo, no digo que está mal, pero puedo asegurar que todos estamos conscientes de tu ausencia, y eso nos pone en una situación incómoda, Yongbok.

El menor sólo se encogió de hombros.

—Perdón... —Fue lo único que dijo.

—¿Qué te sucede? —Repitió, esta vez con un tono más bajo, mostrando que no insistiría una vez más.

—¿Algunas vez has tenido un secreto que no le puedes contar a nadie porque harías muchísimo daño? —Su mirada expresaba tristeza— He... —Tragó saliva— He hecho las cosas mal, dejé que esto escalara a un punto donde ya es demasiado doloroso, si confieso ahora... No sé cómo podré continuar viviendo, Hyunjin.

—Entre todos podemos buscar una solución, —Puso su mano sobre el hombro foráneo— estamos dispuestos a ayudarte, Changbin está a tu lado.

Yongbok negó.

—No puedo decírselo a él, ¿cómo... —El nudo en su garganta le obligó a volver a tragar saliva— Cómo podrá perdonarme? ¿Cómo podría decírselo?

Hyunjin permaneció en silencio al no comprender de todo.

—No sé qué hacer... —murmuró dirigiendo su mirada a otro sitio.

—Yongbok, —su voz sonó tan dulce y suave, lo suficiente para que el nombrado volviera a verle— Changbin te ama, estoy seguro de que te entenderá.

—No creo que el amor sea suficiente —respondió esta vez más calmado pero con ese sentir regresó su vista al frente— El amor no es así...

Estaban en la terraza el edificio de arte, podían ver todo el campus y gran parte de la hermosa ciudad de Daejeon.

—El amor es algo explicable, —Se puso de pie y dirigió su mano a la cabellera rubia del menor para acariciar ésta suavemente— hasta que se trata de ti.

Gracias a las caricias al cabello del menor, Hyunjin no pudo evitar sorprenderse un poco tras hacerlo pues ya no permitía que nadie le tocara su cabellera. Pero finalmente optó por sonreír suavemente.

Fue lo último que dijo antes de irse. Yongbok tardó un poco en procesar sus palabras, pero cuando lo había hecho y volteó, su amigo ya no estaba.

«¿Acaso eso fue una confesión?», pensó.

—¿Y entonces? —preguntó Jisung pero de inmediato recibió un pequeño golpe por parte de Minho.

—Shh, está concentrado —respondió a la pregunta hecha por el castaño.

Yongbok miraba las hojas frente a él, su cabeza estaba inclinada ligeramente a la derecha, indicando con ese gesto que estaba concentrado. Sin embargo, al cabo de varios minutos más finalmente tomó dos hojas de las seis que estaban en la mesa.

—Hyunjin y Jisung —dijo mirándoles—. Ellos me convencieron más por la rapidez para responder y por su seguridad.

Los que no fueron elegidos parecían un poco decepcionados, pero pronto el pecoso explicó el porqué:

—¡No digo que los demás estén mal! Me sorprendieron bastante y me dejaron impactado, es sólo que dudaron un par de veces o lo pensaron mucho. —Sonrió dulcemente— ¡Pero todos serán excelentes doctores!

—Muchas gracias, Yongbok. —Jeongin agradeció mirando su propio diagnóstico tras tomar su hoja de papel.

—Bueno, ¡me iré primero! —Tomó su mochila que yacía en el suelo— ¡Nos veremos después!

Se despidieron y Yongbok retomó su camino a su facultad. También se sentía nervioso por sus amigos, confiaba en el potencial que tenían pero aún así no podía evitar sentirse con miedo. ¿Qué pasaría si alguno no lograba continuar? No quería imaginar lo triste que sería.

—¡Mi Bokkie! —llamó Changbin dirigiéndose al menor, quien al oírle se detuvo.

—¡Oh, Binnie! —Lo estrechó entre sus brazos cuando el mayor le abrazó— ¿Qué pasa? ¿Estás bien?

—Estoy bien, es que quería estar contigo. —Sonrió con dulzura antes de apartarse un poco para tener el suficiente espacio y así mostrarle una pequeña cajita— Feliz aniversario.

El mayor quiso acariciarle el cabello pero el rubio se inclinó hacia atrás para evitarlo. Ésto ya ni siquiera sorprendió a Changbin pues desde que cambió el color de su cabello, hace un mes atrás, ya no permitía caricias sobre el mismo.

Yongbok miró con sorpresa el regalo aún si no sabía qué era.

—¡Pensé que nos veríamos al terminar las clases! —Expresó con alegría.

—Por supuesto que sí pero me sentía muy emocionado y no pude evitar decirlo antes, después de todo, ¿cómo no iba a recordar que hoy, hace un año me diste el sí?

—Muchas gracias, Binnie. —Se aproximó a él para darle un beso en su mejilla antes de tomar el regalo entre sus manos.

No bastó una palabra más. Yongbok abrió la pequeña cajita y con ternura admiró el collar del que colgaba una letra "C". Sin embargo, antes de sacarla se echó a reír por lo que Changbin le miró confundido.

—¿Qué pasa, mi cielo? ¿No te gustó?

De inmediato el menor negó pero no dejó de reír.

—Esto es tan divertido... —No explicó nada, simplemente sacó de su mochila una cajita y se la entregó al mayor quien la tomó.

—No me digas que... —Otra sonrisa apareció en sus labios antes de abrir el regalo y admirar un collar exactamente igual pero con la letra "Y"— ¡No puede ser! —Rió en compañía de su novio.

—¡Estamos tan conectados!

—Tenemos una reservación en Flying Pan a las 7:30 así que pasaré por ti una hora antes, será mejor que estés listo —dijo mientras terminaba de ponerle el collar.

Al fin, después de un año, ese día, 11 de noviembre del 2024, volverían a ir a ese restaurante en donde se conocieron y en donde empezaron su noviazgo.

Yongbok soltó una pequeña risa fingida y con su diestra se acomodó el cabello tras la oreja antes de mirarle.

—¿Y si mejor te veo en el restaurante?

—¿Te parece una idea mejor eso?

—Sí.

La sonrisa en el rostro de Changbin desapareció.

—Yongbok, quiero pasar por ti.

—¿Por qué? Es lo mismo, Binnie, ahí estaremos los dos. —Trató de sonreír.

—¿Estás seguro? —Esa pregunta hizo que el menor también borrara su sonrisa.

—¿Qué sucede?

—Sólo quiero asegurarme de que esta vez no habrá ningún... —Dudó mucho en decir la palabra— Problema.

—¿A qué te refieres? —cuestionó mostrándose confundido aunque sabía a qué se refería.

—Sabes de qué hablo.

—No, no lo sé. —Lo sabía.

—Yongbok... —Tragó saliva— Durante los últimos seis meses me has plantado en la mayoría de nuestras citas, y lo peor es que ni siquiera te he pedido una explicación para ello —habló con temor en sus palabras—. ¿Qué se supone que haga o que piense?

El menor separó los labios para hablar pero, antes de hacerlo su celular vibró por lo que rápidamente sacó éste de su bolsillo para leer el mensaje en la pantalla de bloqueo.  Un suspiró pesado escapó de sus labios y con tristeza y culpa miró a su novio.

—Debo irme. —Guardó el celular de nueva cuenta en su bolsillo.

—¿Y ya? —preguntó soltando una risa de indignación—. ¿Te cuento cómo me siento y tú te vas y ya?

—¡Porque debo irme! —respondió alzando un poco el tono de su voz—. ¡No quiero irme pero tengo que hacerlo así que discúlpame por ocuparme de mis asuntos, por unas cuantas horas que esté lejos de ti no pasará nada, estarás bien!

—¡Te vas y me dejas sin darme una explicación! —Su tono emitió molestia— ¡¿Cómo voy a estar bien?! ¡No sé en dónde estás o con quién!

—¡¿Y no te basta con confiar en mí?! No, ¡la verdad es que no confías en mí!

—¡No, el que no confía en mí eres tú! —Se acercó a él— ¡No me dices qué está pasando, qué te sucede o si hay algo mal! ¡¿Cómo quieres que me sienta?!

—¡Yo nunca te he dado motivos para desconfiar!

—¡Y precisamente por eso es que tengo miedo! —confesó escuchando como su propia voz se quebraba—. ¡No me has dado motivos para desconfiar, eso hace que confié ciegamente en ti y ahora que estás actuando extraño me da miedo que estés con alguien más!

Yongbok retrocedió y tragó saliva mientras le miraba con culpa, sin embargo; sólo exhaló en silencio y desvió su mirada hacia la derecha antes de hablar:

—Te prometo que estaré ahí a las 7:30, Changbin... —Sus ojos se llenaron de lágrimas, por esa razón no pudo volver a hacer contacto visual.

—Ahí estaré pero, —Dio otro paso a él— esta vez no esperaré ni un sólo minuto más por ti, Yongbok. Si no llegas, todo esto se terminará.

Fue lo último que dijo antes de irse.

Por supuesto que al llegar la hora, Yongbok jamás apareció.

Y ese día, 11 de noviembre de 2024, fue el último día que se vieron. El último día que Yongbok fue visto por sus amigos y por su novio.

• ¡Holi! Espero que estén teniendo una linda mañana/tarde/noche y que estén disfrutando de ésta.

Perdonen si tuve algún error ortográfico o en la redacción, si es así pueden decirme y lo editare.

Me tardé dos días más, jeje. Espero que les haya gustado el capítulo, creo que ha sido el más largo hasta ahora con casi 4,500 palabras. Muchas gracias por el apoyo.<3

¡Muchas gracias por leer!
¡Hasta luego!

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