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( Capítulo O1 )

—Te amo, Yongbok.

El nombrado dirigió su vista de inmediato al mayor y mostró una amplia sonrisa ante la sorpresa y emoción que le dio ver a su novio delante de él con un gran ramo de girasoles en manos. Sin dudarlo se puso de pie y sujetó el ramo con su diestra antes de abrazarle con mucha fuerza, siendo correspondido de inmediato.

Changbin presionó el cuerpo ajeno contra el suyo, sonriendo felizmente cuando al fin sintió la calidez de ambos cuerpos juntos.

—Te acordaste de que hoy cumplimos meses —dijo el pecoso después de separarse para verle.

—Por supuesto, cuento todos los días. —Le tomó de la mano libre— Faltan exactamente cinco meses para poder llevarte a Flying Pan.

Cuando iniciaron su relación acordaron que cuando cumplieran un año de novios irían a ese restaurante ya que ahí fue donde se conocieron y dónde se confesaron su amor hace ya siete meses atrás.

Yongbok llegó a Corea cuando iniciaron la universidad hace más de dos años. La ciudad de Daejeon era totalmente enorme y desconocida para él así que tras conocer las instalaciones donde estudiaría decidió caminar por los alrededores, perdiéndose totalmente en lo diferente que era a comparación de Australia, terminando así en ese restaurante 'Flying Pan', no era costoso pero no era un lugar al que iría seguido.

Justo ahí estaba su futuro novio y futuros amigos festejando haber entrado a la universidad, precisamente la misma universidad que él. Logró escuchar su conversación cuando pasó por ahí, pero debido al escándalo que ellos tenían, por accidente derramaron sus bebidas sobre la mesa, sin embargo, parte del líquido salpicó sobre la ropa de Felix.

Fue entonces cuando todos se disculparon y lo invitaron a comer como disculpa, ya que Yongbok es una persona muy social no le fue difícil adaptarse a ellos, sin saber que se convertirían en las personas más cercanas que tendría en Corea, ya que en Australia se encontraba toda su familia.

—¡Faltan cinco meses, apenas es junio, relájate! —Soltó una risa, parecía que le divertía como el mayor tenía presente esa promesa— ¿Acaso tienes toda nuestra vida planeada?

—Mmh... ¿Te asustarías si te dijera que sí? —Mostró una dulce sonrisa mientras le acariciaba el cabello.

—¡No puedo creerlo! —Su risa de hizo más fuerte— ¿De verdad? Cuéntame.

—Nos veo juntos por toda la eternidad, siendo felices y... —Recordó algo— ¡Admirando el río Han!

La ciudad de Daejeon estaba a una distancia considerable de dicho puente. A Yongbok le hacía mucha ilusión ir a verlo puesto que llevaba gran parte de su vida mirándolo únicamente por medio de vídeos o fotos, así que Changbin le prometió, en una de sus tantas citas hace ya bastante tiempo, ir allí.

—Me encanta el plan —respondió antes de toser suavemente—. ¿Y nos vamos a casar?

—¡Por supuesto! —No lo dudó ni un poco— ¡Y tendremos cuatro hijos, quiero gemelos!

—¿Gemelos? —cuestionó sorprendido—. ¡Eso sería muy adorable, además yo...!

Su celular comenzó a sonar así que rápidamente soltó a su novio y miró el número por lo que silenció el celular y retrocedió un poco.

—¿Todo bien? ¿Quién era? —preguntó Changbin volviéndose a acercar a él.

—Eh... —Miró de forma discreta a su costado derecho— Era Minho, le pedí que me avisara cuando viera a mi profesor de arte regresar a la facultad.

Una sonrisa adornó sus labios antes de que comenzará a recoger sus cuadernos del suelo donde anteriormente estaba escribiendo una de sus tareas. Changbin de inmediato le ayudó ya que el menor sujetaba las flores anteriormente regaladas por él en su mano derecha.

—Entonces te llevaré, yo también debo volver pronto.

—Oh... —Hizo una pequeña pausa tanto en sus palabras como en sus acciones— D... De acuerdo. —Sonrió dulcemente.

Ambos se dirigieron hacia el edificio, primero debían pasar por la facultad de medicina, donde estudiaban todos a excepción de Yongbok ya que éste había decidido estudiar arte, quería especializarse en la música para lograr ser un productor. Y no muy lejos estaba el departamento donde estaba viviendo, no era muy grande, tampoco lujoso pero sí era lo suficientemente acogedor.

Se detuvieron antes de entrar, Changbin quería acompañarlo hasta su aula pero debido al tiempo limitado y lo grande que era el lugar no alcanzaría a llegar a su propia clase si iba con su novio, por lo que sonrió tras hacer contacto visual para despedirse.

—Mucha suerte, mi Bokkie. ¿Te parece si paso por ti cuando salgas? —habló con un tono dulce.

—Si tienes tiempo, sí —respondió antes de acercarse para darle un rápido beso en los labios—. Te amo, Binnie.

Changbin se dio la vuelta para regresar por el camino anteriormente recorrido, sin embargo; Yongbok no se movió de su sitio, permaneció de pie viéndole irse antes de elevar su vista al cielo cuando se estremeció por el aire que recorrió su piel. «Pronto lloverá», pensó borrando su sonrisa antes de toser.

Los días lluviosos o nublados le hacían sentir triste, muy triste.

Los cuatro golpes seguidos a la puerta le hicieron ponerse de pie y dirigirse a la entrada principal, no obstante, se detuvo frente a ésta y sujetó su cabeza con la diestra, aún podía sentir como le dolía ligeramente, pero no se permitió a sí mismo mostrarse así, por lo que exhaló profundamente y mostró una amplia sonrisa antes de abrir.

—¡Oh, eres tú! —dijo sorprendido—. Pasa, pasa.

Se hizo a un lado para que el mayor pasara, cosa que hizo.

—Hola, LeeLee —dijo sonriéndole—. Te fuimos a buscar pero nos dijeron que no habías asistido a clases, ¿está todo bien? Changbin dijo que él personalmente te llevó a tu facultad.

—Sí, es verdad. —Se giró hacia su mejor amigo para verle pero manteniendo aún el agarre en la puerta que continuó abierta— Es que me empezó a doler la cabeza.

—¿Y ya te sientes mejor? —Se acercó para poner una mano en su frente.

—Sí, no te preocupes, LeeLee. —Una sonrisa adornó sus labios.

“LeeLee”, era el apodo que Yongbok y Minho se tenían ya que llevaban el mismo apellido. Ambos se hicieron mejores amigos luego de meses de convivencia, la razón que había hecho que ambos se hicieran más cercanos fue un secreto que el pecoso descubrió del mayor.

Un día en la facultad de medicina, Yongbok estaba buscando en ese entonces, a su enamorado, pero en las escaleras encontró a Minho junto a una chica. Estaban hablando de algo bastante serio que el pecoso alcanzó a escuchar, la chica estaba terminando con él, al parecer por otra persona. Eso desconcertó mucho al menor ya que el mayor jamás había mencionado tener pareja o interés romántico, pero parecía ser esa la razón del rompimiento.

Minho se dio cuenta de la presencia ajena una vez que la chica se marchó, sin embargo, ante la ruptura y su corazón roto no le importaba ya quien le veía. Y Yongbok sin decir algo, le consoló.

Minho es alguien sensible pero con un fuerte sentido de protección, prefería evitar estar metidos en líos sentimentales, pero sabía cuándo debía consolar a los demás. Siempre fue muy bromista, su sentido del humor era hasta cierto punto extraño, y aunque parecía ser "malo", realmente era una persona tan cálida y amable.

—En ese caso, ¿quieres dar una vuelta con nosotros? Jisung propuso ir a un bar frente a la universidad. —Dio un paso hacia atrás.

—¡Claro!

—Bien, nos esperan abajo, vamos.

Salieron del departamento y cerraron la puerta detrás de ellos, bajaron a la planta principal y pudieron visualizar los autos en los que se encontraban sus amigos. En el primero Hyunjin iba manejando, por supuesto, a su lado se encontraba Seungmin y en los asientos de atrás estaba Jeongin. En el segundo auto iba Changbin en la parte trasera mientras que en la delantera, en el asiento del copiloto estaba Jisung. El asiento del conductor iba vacío pues Minho conducía éste, mientras Yongbok se iba atrás con su novio.

Yongbok saludó a sus amigos en el primer auto y de inmediato subió al otro, saludando también al castaño que iba adelante y después a su novio.

—¿Por qué no estabas en clase? Nos has hecho venir hasta acá por ti —dijo Jisung sin mirar hacia atrás.

—Lo lamento, Sung —habló avergonzado—. Me sentía un poco mal así que decidí regresar a casa, —Evitó la mirada de Changbin al desviar su mirada a la derecha— ¡pero te prometo que yo pagaré la primer ronda! —Sonrió como siempre.

—Mmh...

—Relájate, Han —mencionó Minho poniéndose el cinturon—. Tú ni siquiera estás manejando, no me molesta venir por él.

—Como quieras. —Rodó los ojos.

No era un secreto que Jisung parecía tener un problema para llevarse bien con Yongbok, pero no era por parte del pecoso, éste siempre se portaba tan bien y buscaba la manera de agradarle al castaño, pero Han parecía poner resistencia ante ello. Al principio era diferente, solían bromear bastante entre ellos, pero conforme el tiempo avanzó, el mayor tomó su distancia, por ende su comportamiento hacia el menor también cambió, pero todos desconocían la razón.

Tras aproximadamente sólo diez minutos llegaron al famoso bar, era pequeño pero desde afuera pudieron notar el ambiente tan agradable que tenía.

Estacionaron los autos no tan lejos del lugar y se dirigieron a éste. Había mucha gente, no la suficiente para aturdirse pronto pero sí para tener dificultades al obtener una mesa, aunque pronto consiguieron una. Tomaron asiento y Yongbok junto a Seungmin y Jeongin fueron por las bebidas a la barra.

—¡Supe que te sentías mal, Bok! —dijo Seungmin con un tono alto debido a la música.

El nombrado le miró con curiosidad luego de asentir.

—¡Teniendo amigos médicos y optaste por regresar a tu casa, en serio no te entiendo! —A pesar del sarcasmo, una risa acompañó sus palabras.

Jeongin también rió y asintió un par de veces.

Seungmin y Jeongin eran mejores amigos. Yongbok desconocía cómo habían iniciado esa amistad, sólo sabía que ellos dos se conocían desde hace varios años, la secundaria quizás. Eran casi inseparables, como si fueran uno. Los tres se llevaban bien, ambos apreciaban mucho a Yongbok, siempre le invitaban a comer o a pasar un rato juntos, también trataban de involucrarlo en sus intentos de "sacar información" (aunque mejor dicho, eran chismosos).

Seungmin era alguien carismático y con un fuerte sentido del humor, pocas veces se le había visto serio o enojado. Yongbok no era tan íntimo a él por lo que desconocía muchas cosas personales de él, pero conocía lo suficiente y lo necesario. No tenían muchos momentos solos, pero de vez en cuando hablaban sobre cosas triviales.

Por otra parte, Jeongin era un poco más reservado pero aún así mantenía una simpatía única. Prefería evitar el contacto físico, aunque constantemente Minho y Seungmin le molestaban con ésto. También prefería evitar estar involucrado en cualquier lío sentimental, pero cuando lo estaba no dudaba en mantener la cordura y tratar de mantenerse fuerte. Yongbok le adoraba, quizás por ser el menor de todos, pero le parecía adorable. Tampoco conocía cosas tan personales de él, pero sí lo suficiente, además; a Yang le encantaba platicar sobre su vida.

—¡Es cierto! —respondió riendo—. ¡La próxima vez iré con ustedes!

—¿Qué dices? —preguntó Jeongin mientras tomaba algunas bebidas que el chico le entregó—. ¡Claro que no habrá próxima vez!

Yongbok sonrió.

—Tienes razón.

Regresaron a la mesa y dejaron todas las bebidas sobre la mesa; cada uno tomó la suya y esperaron a que los menores tomaran asiento para poder seguir hablando. Esta vez comenzaron una plática sobre sus clases en medicina, por lo que Yongbok se mantuvo al margen sin decir mucho realmente.

Le gustaba la medicina, le parecía fascinante y realizó varias investigaciones sobre distintas enfermedades, pero nunca le logró apasionar lo suficiente como para estudiarla. Sin embargo, ver a sus amigos y a su novio tan entusiasmados por ésta le parecía enriquecedor.

—¿Y tú, Yongbok?

Se sumergió tanto en la conversación que cuando Hyunjin mencionó su nombre se sorprendió un poco.

—¿Eh? —Tosió suavemente.

—¿Qué hay de tus clases? —preguntó nuevamente.

—Oh... —Se enderezó y sonrió para responder.

Hyunjin era alguien tan... Misterio y tranquilo, su aura transmitía tanta paz. No hablaba mucho de su vida personal, menos amorosa. Pero conocía ciertos detalles de él, convivían con frecuencia, aunque la mayoría de esos encuentros eran raros. El silenció del mayor no le incomodaba, sólo era diferente ya que Hwang no se mostraba incómodo o inconforme cuando se encontraban juntos, era como si estuviera en tanta comodidad que no veía necesario entablar una conversación.

—¡Me va bien! Disfruto mucho lo que hago, aunque a veces es pesado por todo lo que debemos memoriar, ¡pero luego me acuerdo de TODO lo que ustedes deben aprender y se me pasa! —Se burló un poco mientras reía.

—Que poco sútil —respondió Hyunjin con una sonrisa.

—Cuando seamos ricos veremos quien ríe más —dijo Minho.

—Oh, ¡por eso tengo a mi novio, él me va a mantener! —Abrazó el brazo de su chico y se acurrucó en él antes de mirarle— ¿No?

Changbin sonrió y asintió.

—Sí, te daré todo mi dinero, Bokkie.

Todos rieron.

Continuaron hablando y bebiendo, aunque dentro de poco debido al cambio de música, todos se levantarían a bailar o al menos a intentarlo, de igual forma otros comenzaron a cantar, utilizando los micrófonos apagados al otro extremo de la habitación.

El bar cerraba tarde así que no tenían preocupaciones, sólo divertirse.

Yongbok comenzó a toser por lo que decidió salir a tomar un poco de aire, seguro de que la tos se debió al humo de algunos cigarros que las personas estaban fumando dentro. Aunque el lugar tenía una cabina especial para fumar, entendía que para los demás era más cómodo hacerlo dentro en su silla.

Al tomar el suficiente aire, exhaló profundamente y dirigió su mirada al cielo. Las nubes grises tapaban las estrellas, por lo que no pudo evitar sentirse algo triste por perderse tal vista.

—¿Estás bien?

Dio vuelta sobre sus pies al oír a su novio.

—¡Sí! —contestó de inmediato—. Es que ya había mucho humo y por accidente lo inhalé —dijo con una sonrisa.

Changbin asintió pero no correspondió a su sonrisa, sólo dio un paso más a su novio.

—No estabas en casa.

Sus palabras desconcertaron un poco al menor.

—¿Eh?

—Dijiste que regresaste a casa porque te sentías mal, pero yo fui a tu casa antes de salir y no estabas ahí. —Su tono se voz se tornó más serio pero sus nervios aún eran evidentes.

Yongbok jamás le había mentido, o al menos no lo había hecho de manera tan... "Descarada". Por lo que se sentía preocupado de que finalmente lo haya hecho.

—¿Qué?

La risa de Yongbok alivió un poco la tensión que Changbin sentía en sus músculos, por lo que se relajó un poco.

—Claro que estaba en casa. —Sonrió dulcemente y se acercó lo suficiente a su novio para tomarle de las manos— Es que llegué y me dormí, es muy probable que no te haya escuchado.

—Oh... —Poco a poco una sonrisa se formó en su rostro— Sí, es probable. Lo lamento, es que me preocupé mucho.

—Está bien. —Le besó la mejilla— La próxima vez te avisaré, ¿si?

—Sí. —Le acarició el cabello suavemente.

El día oscureció muy pronto, los días estaban pasando muy rápido, pronto terminaría el verano, pronto la lluvia iba a detenerse, abriéndole las puertas al otoño.

Jeongin y Seungmin corrieron hasta donde estaban Jisung y Yongbok. Finalmente al estar a su lado bajaron sus manos de sus cabezas y suavemente sacudieron sus mochilas y su ropa, luego agitaron su cabello.

—No pensé que llovería tan temprano —mencionó Seungmin tratando de secar su rostro.

—Toma. —Jisung le extendió un pequeño pañuelo.

—Gracias. —Lo tomó y prosiguió con lo que hacía.

—No me gusta la temporada de lluvias... —murmuró Yongbok mirando las gotas caer—. El mes pasado no llovió mucho, este sí.

—Además, hace un año no llovió tanto en julio, es raro —dijo Jeongin sin mirarle—. Esperemos que en agosto no nos vaya tan mal, ¡de ser así cada uno debería comprar un auto!

—Pf, ojalá —habló el de mejillas grandes con una sonrisa.

Yongbok comenzó a toser por lo que se recargó en la pared detrás de él y suavemente comenzó a golpear su pecho. Sus amigos se acercaron a él, mostrando su preocupación.

—¿Estás bien? —preguntó Jisung.

—S... Sí. —Aclaró su garganta luego de controlarse.

—¿Seguro? —Esta vez cuestionó Jeongin.

—Sí, sí. —Insistió— Sólo inhalé el aire frío y secó mi garganta. —Volvió a aclarar su garganta, esta vez mirando a su derecha.

—Oh, llegaron justo a tiempo. —Seungmin se apartó un poco tras ver ambos autos llegar.

Subieron como usualmente estaban acostumbrados y los choferes se dedicaron a dejar a cada uno en su casa como normalmente lo hacían. Sin embargo, Minho se despidió de Changbin y Yongbok cuando a ambos los dejó en casa de Seo.

Al entrar a ésta, la madre y la hermana de Changbin saludaron con la calidez de siempre a Yongbok, quien les regresó la calidez con el mismo saludo.

Solían convivir mucho. La señora Seo invitaba a Yongbok con frecuencia a casa, ya sea para comer o para sus noches de juegos en familia que se hacían todos los sábados, por ende el pecoso se quedaba parte del domingo con ellos. Gracias a su suegra era que había aprendido a cocinar algunas recetas familiares, lo cual le servía muchísimo ya que cuando tenía tiempo libre cocinaba para sí mismo.

—Aquí tienes la toalla, Yongbok.

La chica le extendió la mencionada.

—Graciad Soojin. —Le sonrió y la tomó con ambas manos.

—No hay de qué, buenas noches. —Salió de la habitación y cerró la puerta tras ella.

Changbin no tardó en salir del baño con la pijama ya puesta, pero al ver al menor con una toalla entre sus manos decidió no entregarle la que llevaba sobre su hombro.

—Tu hermana me la dio —dijo cuando notó la mirada del mayor—. Es que no quería molestarte.

—Sabes que no me molestas. —Se acercó a él para dejar un beso en su frente— ¡Pero es mejor así, podrás secarte mejor porque mi toalla está húmeda! —dijo con una sonrisa en labios—. Anda, ve a bañarte.

—No tardo mucho.

—Te espero en la cama.

Entró al baño y no tardó mucho en ingresar a la ducha. El agua caliente corrió por su piel y no pudo evitar estremecerse ante el tacto. Estaban en verano pero la lluvia siempre venía acompañada de un aire frío, por lo que por las noches estaba fresco, y ya que se había mojado un poco por la tarde, aún sentía su cuerpo frío ante la humedad que su ropa traía.

Eventualmente no tardó mucho bañándose, aunque quería permanecer más tiempo bajo el agua no quiso gastar su tiempo ahí, también tenía sueño así que prefería ir a descansar.

Al cambiarse salió del baño y con cautela extendió la toalla sobre la puerta del baño, pudiendo hacerlo gracias a la luz de la luna que entraba por la ventana junto a la cama de su novio. Se aproximó a esta última y en silencio se metió bajo las sábanas, acurrucándose lo suficiente contra Changbin, quién no dudó en abrazarlo.

—Otro mes a tu lado, Bokkie... —susurró el mayor.

—¿Eh? —Incrédulo le miró.

—Ya es medianoche, así que ya es once de julio por lo que oficialmente cumplimos ocho meses de novios. —Aclaró con una sonrisa que apenas fue visible para su compañero. Al mismo tiempo acarició tiernamente su cabello.

—Oh, es verdad. —También sonrió— Felices ocho meses. —Se apresuró a darle un rápido beso— Te amo, Changbin.

—Y yo te amo a ti, Yongbok. —No dudó en regresarle el beso.

• ¡Holi! Espero estén teniendo una linda mañana/tarde/noche y que estén disfrutando de ésta.

Perdonen si tuve algún error ortográfico o en la redacción, si es así pueden decirme y lo editare.

¡Al fin, al fin! Llevo planeando esta historia por años, pero al fin pude planificarla y escribirla, aunque he de confesar que no la tengo lista al 100% pero mi cerebro e inspiración funcionan mejor si lo improviso.</3
Tengo planes de terminar esta y otras tres historias (como mínimo) este año, así que trataré de actualizar rápido.

Bienve a las personitas nuevas y a las personitas que ya han leído alguno de mis libros, y gracias por estar aquí y por el apoyo.<3

¡Espero que les guste!
¡Gracias por leer!
¡Hasta luego!

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