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Una camisa blanca, que sería totalmente normal de no ser porque era una de esas camisas que dejaban ver un hombro y quedaban grandes.
Un short que estaba seguro era fácilmente tapado por la camisa de lo corto que era, este era de un color amarillo pastel.
Un pequeño collar de cuero con una pequeña parte de metal donde claramente iba una cadena y de pasó dos muñequeras del mismo aspecto.
No, ni de coña se iba a colocar esa mierda.
- Ni mierda me voy a poner esto.
Volteó a ver molesto al Escorpión dorado, en total negación de colocarse tales ropas.
- Si, si lo harás.
Respondió el otro con simpleza, pero su mirada indicaba que era una orden, nadie se resistía a esa clase de mirada.
- Ya dije que no, tengo dignidad
Pero, Aioria si que lo hizo, y bastante decidido, lo que asombro a Milo.
Pero, a los segundos de la sorpresa, dejó salir una sonrisa burlona, acercándose hasta el rubio, rompiendo por ectesima vez en el día su espacio personal, tomándolo de la barbilla.
- Tienes un carácter bastante curioso, sabes~?
El otro guardo silencio, mirándolo algo desafiante.
Ante el silencio, el contrario procedió a acercarse a su oreja y susurrar.
- Pero por más lindo que sea, ni tu ni nadie que no sean mis compañeros me va a desobedecer, y créeme que no quieres verme enojado
¿Era idea de Aioria...o esa voz sono particularmente sería?
Sintió como el hombre le agarraba la muñeca de manera bastante fuerte.
- entendiste?
Guardo silencio por un minuto, hasta que, sintiendo el dolor de su muñeca, terminó por ceder.
Bajo la cabeza y asintió, podía ser terco, pero ni el era tan cabeza hueca para enojar a alguien que podía matarlo en minutos sin remordimiento.
Ante la señal de rendición, el muchacho soltó la muñeca del rubio, retrocediendo hasta la puerta, ahora con una sonrisa relajada.
Maldito bicho bipolar.
Volvió a darse la vuelta para vestirse, quitándose el pantalón y la camisa para poder colocarse esas...prendas.
Mientras se colocaba el short, sintió como el de cabellos violetas se acercaba más a él, observandolo.
Intento ignorarlo hasta que sintió como una mano acariciaba su espalda con suavidad.
No quiso voltear, pero con el pequeño movimiento instintivo de cabeza que hizo, le bastó para ver la sonrisa del Escorpión.
- Tienes una piel bastante bonita~
-....
Se enderezo para terminar de colocarse el short, a lo que el otro simplemente se aparto, y seguido a eso se coloca la camisa.
Tenía razón, el short nisiquiera se veía de lo pequeño que era.
Su hombro izquierdo quedaba totalmente al aire, dándole un aire levemente sumiso, por más que le disgustara.
Lo siguiente que se colocó fueron las muñequeras, las cuales el bicho almenos había tenido la dignidad de hacer suaves en la parte que rozaba la piel.
Cuando iba a agarrar el collar, el peli morado se le adelantó, agarrandolo con una mano.
- tranquilo, yo te ayudo con esto
Cuantas ganas tenía de plantarle un golpe en esa hermosa y burlona sonrisa suya.
Espera, hermosa?
- Hm...
El mayor de los dos colocó el collar en el cuello del menor con un cuidado casi irreal si lo comparaba con el agarre tan fuerte que había demostrado poseer tan sólo cinco minutos atrás.
Al terminar de ponerlo, se le quedó observando por un momento, sonriendo de lo bien que se veía
- Te queda bastante bien~
De nuevo el rubio no le respondió, aunque no había borrado para nada esa mirada desafiante que tenía desde hace rato.
Y nuevamente el de cabellos morados le levantó la barbilla ¿ Es que acaso tenía un insecto ahí o que mierda que tanto se la levantaba?
Iba a moverse, cuanto sintió la boca del mayor en su cuello y el como le quedaba una húmeda y morada marca , que lo hizo pegar un chillido de sorpresa
- Te llevaré con los demás, pero no olvides que ahora eres mio~
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