"Hasta pronto Henry"
Capítulo I
Es un otoño bastante crudo este año y al parecer los vientos invernales ya empiezan a hacerse sentir, todo el mundo o la mayoría de ella, prefiere dormir un poco y mucho más si se trata de un fin de semana.
Pero eso no pasa en la familia Williams, muy temprano en la mañana Anne sintió una fuerte contracción en el vientre seguida de un derrame de algún líquido, ella despertó y alarmó a su esposo, Frederic; y enseguida ambos supieron que el bebé ya venía.
Solo bastaron dos horas en el hospital para tener a su recién nacido en brazos. Era un niño muy hermoso sus ojos eran un pedazo robado de algún zafiro muy bello y un pelo castaño como la madera. La parte medio complicada para ambos padres fue "el nombre", ¿como debía llamarse el bebé? Se preguntaban ambos padres.
-- ¿Alex?
-- No, que te parece Benjamín...
-- Mmm.... no, muy anticuado.
-- Luke...
-- No.
El debate fue largo, muy largo. Dentro del hospital en la sala de maternidad no había nadie, era extraño pero eso dejaba de tener importancia en el lugar. El cielo empezó a oscurecerse agrupando varias nubes espesas y fue un rayo que interrumpió el descanso del bebé tardaron varios minutos en hacerlo dormir nuevamente. Los padres aún seguían pesando en el nombre de su hijo recién nacido, fue algo que se les complicaba mucho, incluso mucho antes de que él naciera. Cuando de repente ambos al unísono dijeron "Edward".
-- Me parece un buen nombre --dijo el muy contento.
-- Si, mira como duerme.
-- Creo que está cansado.
-- Cariño y si no le gusta... ¿Que vamos a hacer?
-- Bueno si al niño no le gusta su nombre, debemos ponerle otro también. -- pasaron unos cuantos minutos en silencio y por fin dijo algo -- Y que te parece Henry o Enrique, es lo mismo -- cuestionó él.
-- Henry esta bien, me gusta. Y creo que a alguien también -- dijo a su bebé sonriente mientras este aún dormía en los cálidos brazos de su madre. Se veía tan frágil, tan pequeño y claro muy hermoso también. Ellos decidieron quedarse en el hospital hasta el día siguiente, mientras tanto veían como algunas gotas golpeaban suavemente el cristal de la ventana.
Pasaron los días completamente rápido y con el los meses y unos cuantos años también. El niño ya tenía 6 años; en unas cuantas semanas empezaría a ir a la escuela. Su vocabulario era algo reducido pero Anne y Fred pensaban que eso era normal por la edad, para ellos solo bastaba que dijera lo esencial por lo menos para tener una comunicación que se pueda entender.
-- Mamá ¿puedo ir a jugar? En el cuarto de juegos, por favor ¿si? -- sugirió el niño en forma de suplica. Lo que hacia verlo tan adorable e irresistible para su madre.
-- De acuerdo pero baja pronto que ya casi termino ¿esta bien?
-- Esta bien -- el niño corrió y subió muy rápido las escaleras, tan rápido como se lo permitían sus piernas.
Una vez allí sacó todo lo que pensaba usar para jugar como figuras de madera, coches, personajes favoritos, soldados y uno que otro animal y muchas cosas mas. Solo bastaron unos minutos para tener ya lista la pequeña ciudad de fantasía en el que los coches debían competir cruzando varias calles y esquivando obstáculos, los personajes jugaban un gran papel en este juego. El sintió que apenas había comenzado a jugar; cuando su mamá lo empieza a llamar desde abajo para que baje a comer.
Bajó y se encontró con su padre quien recién había llegado del trabajo, las energías surgieron nuevamente y fue corriendo a recibir a su padre.
Cuando terminaron de cenar Anne acompañó a su hijo para asearse y luego lo ayudo a ponerse ropa para dormir.
-- Mamá...
-- Si cariño.
-- Hoy conocí a un niño mientras jugaba afuera.
-- ¿Enserio y como se llama?
-- Se nombre es Jeffrey, tenemos la misma edad y tenemos varias cosas en común.
-- Oh... Que bueno que compartan varias cosas por aquí. Quizás manan lo invites a pasar para que lo pueda conocer ¿vale?
-- Si, le dije que haces un sabroso pan relleno con caramelo. Le gustó mucho la idea.
-- Entonces mañana lo preparo y comeremos juntos con tu...
-- Amigo... El es mi nuevo mejor amigo, claro Ted es mi primer mejor amigo, pero Ted no habla por que es un oso.
-- Si, tu amigo cariño. Bueno Henry a dormir -- le dió un beso en la frente y en las mejillas.
-- Que descanses mamá.
-- Gracias cariño, tu también.
Ella se fue y antes de cerrar la puerta encendió una lampara azul que iluminaba toda la habitación dejándolo en un tono casi perfecto para tener un buen sueño. Estaba caminando por el pasillo y notó que la luz del baño estaba encendido se acercó y vio a su esposo que se estaba cepillando los dientes, el no notó su presencia así que se llevó un susto cuando Anne lo abrazó por la espalda haciendo que casi se trague la mezcla de pasta dental.
Una vez en su dormitorio después de una cuantas caricias empezaron a hablar de todo un poco. Como del trabajo, la nueva escuela y cosas así.
-- Fred... ¿el doctor te dijo algo sobre nuestro hijo?¿ya te entregó su informe?
-- Mmm no, pero su asistente me dijo que mañana estarían listas aquellas hojas que nos pidieron en la escuela de Edward.
-- Sabes, hoy me dijo que conoció a alguien afuera, se veía muy contento de encontrar a otro niño en este lugar alguien con quien pueda jugar.
-- Que bien ¿y cual es el nombre de nuestro ahora nuevo amigo?
-- Jeffrey... Según me comentó de el es muy amigable, espero que asista a la misma escuela que nuestro hijo.
-- Si, sería muy bueno.
Se la pasaron hablando hasta que el reloj marcó mas de las doce y por fin empezó a darles mucho sueño y con el cansancio no sólo físico sino mental cayeron dormidos.
El reloj sonó a las 06:00 am era hora de levantarse Frederic se alistó para irse al trabajo y Anne empezó a hacer el desayuno para su marido. El se fue y solo se quedaron Anne y el pequeño Edward, su padre fue muy veloz al desayunar; ellos al contrario comieron sin prisa así que cuando Frederic se fue ellos aun seguían en la mesa con el desayuno.
-- Muy bien Henry; tu amigo vendrá a visitarnos así que debemos hacer algo para recibirlo.
-- Si mamá.
-- Amor, te importa si voy un rato al baño mientras acabas.
-- Claro que no mamá.
Ella subió y se dirigió al baño, el pequeño Edward aun seguía en la mesa con su desayuno.
Pero algo pasó escuchó que algo se rompió en el baño, se puso alerta y decidió subir. Tocó la puerta una vez.
No hubo respuesta, tocó otra vez, tampoco la hubo, llamó a su madre y no respondió. Así que decidió entrar y lo que vio lo dejo perplejo, su madre estaba en el suelo de su nariz y boca solo salia sangre entró en pánico no sabía qué hacer, su madre estaba en el piso era algo ilógico para él, nada tenía sentido, absolutamente nada.
-- ¡Rápido llama una ambulancia! ¡Corre a la sala; seguramente la revista telefónica se encuentra ahí! -- grito Jeffrey no se supo en que momento entro pero era bueno que se encuentre allí así que Edward obedeció a su orden, ya que era algo muy urgente.
Sus palabras estaban desordenadas, trato de calmarse; respiró profundamente y con éxito pudo hacerlo, pudo pedir auxilio al hospital mas cercano.
-- ¿Señor Frederic Williams?
-- Si ¿quién habla?
-- Señor Wlliams le hablamos del Hospital Jean Baptist, temo informarle que su esposa la señora Williams sufrió un colapso general por lo que se encuentra en emergencia en nuestra sala de terapia intensiva.
-- ¡¿Qué?! ¿Como? -- trato de procesar la información Muy bien ya voy para allá inmediatamente, muchas gracias.
Una vez en el hospital, el hombre sólo corrió por los pasillos y solo pudo ver a su hijo sentado y asustado por lo que estaba pasando, entonces salió una doctora del aquella habitación donde estaba Anne.
-- Señor Williams, le importa si hablamos en privado -- él solo asintió -- esta bien, sigame por favor -- una vez casi solos a una distancia donde Edward no podía oír; ella habló -- señor lo que le voy a decir no es fácil de asimilar por lo que le voy a pedir que guarde la calma por favor, su esposa sufrió un colapso a causa de un cáncer cerebral, lastimosamente ya es muy tarde y no hay algo que se pueda hacer.
-- Pero se veía tan saludable ¿como pudo pasar esto?
-- No lo sabemos con exactitud pero es probable que se trate de un gen hereditario, la cabeza es muy frágil y sin ella nuestro cuerpo no responde.
-- No lo entiendo -- fue lo último que dijo antes de echarse a llorar. ¿Que más podía hacer? La impotencia y desesperación se apoderaron de él.
-- Lo siento mucho señor Williams y mas por su hijo.
// Yo solo podía ver las expresiones de mi padre, la angustia, desesperación ya quizás muchas cosas mas, pero aun así no caigo en la idea de que pueda estar pasando esto, creo que se trata de una horrible pesadilla de la cual no halló forma de salir y poder despertar al fin.
Pude notar que alguien lo llamó por teléfono, parecía mucho mas alterado, observé que se apoyó sobre la pared y el empezó a tumbarse al suelo poco a poco. Tenía un presentimiento negativo pero rápidamente pude desvanecerlo, en mi aun existían alternativas que quizá podrían ayudarnos de sobremanera
Las horas pasaron volando, nadie lo notó y ya era la mañana del día siguiente. Anne estaba estable pero sentía la necesidad de hablar con su esposo. Ambos no pudieron evitar soltar lágrimas de dolor y miedo al mismo tiempo y observar de rato en rato el fruto de su bello amor, su único hijo, Henry Edward.
Pero algo pasó, ella ya se despedía sabía que lo inevitable estaba muy cerca y lo último y único que pudo oír decir a su madre fue, "Por favor no se lo digas, le rompería el corazón deja que crezca tranquilo, por favor no se lo digas cuidalo por mi, dale amor..." Y aquella mano tan frágil dejo de sujetar la mano de su esposo.
-- "Hasta pronto Henry" -- ella cerró los ojos, se quedó callada, ella ya no respiraba más.
El estaba sentado en un sillón pero aun así no encontraba calor alguno. La enfermera confirmó lo inminente, su padre solo se apoyó ella dejando fluir sus lágrimas de dolor, su esposa, su amada, Henry se acercó poco a poco mientras lo hacia por su mente empezaron a reproducirse momentos felices con su mamá, momentos que ya no volverán.
Una minúscula lágrima recorre su mejilla el también se siente abatido al igual que su padre, entonces se acerco Jeffrey y extendió su brazo para poder abrazarlo quien comprendía perfectamente lo que Henry sentía.
// Hasta pronto mamá...
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