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Jeongyeon no entendía la actitud de Taehyung, y mucho menos la de Jimin, ¿Qué significaba?, ¿Por qué se comportaba así o acaso sabia sobre sus sentimientos? En esos momentos no podía dejar de pensar en lo ocurrido, mientras miraba su reflejo en el espejo del baño de su instituto podía ver como su cara seguía roja de la emoción.

-Jeongie, vi lo que ocurrió-Tzuyu entró con una sonrisa de lado a lado, obvio que estaba contenta, su plan había salido a la perfección-, ¿Cómo te encuentras? ¿Tu corazón explotó de la emoción?

Jeongyeon miró a su amiga tímidamente, se encontraba feliz pero algo dentro suyó no se sentía completo.

-No estoy segura de lo que hare Tzuyu, nunca había pensado llegar tan lejos- Tzuyu se acercó a ella y la abrazó, Jeongyeon respondió al abrazo.

-En el amor nadie sabe cómo actuar y mucho menos cuando ocurren estas cosas, como si hubiera sido planeado por el destino para que estén juntos, Jeongyeon no debes de desaprovechar esta oportunidad, debes de hacerme caso y hacerte ese cambio de look, es hora de hacer caso al corazón, yo misma te acompañare a hacerte el cambio.

-Crees que es una buena idea.

-Por supuesto, mañana mismo iremos a la peluquería.

La idea de su amiga no sonaba mal pero no se encontraba segura de cambiarse el pelo solo para llamar la atención de Jimin.

A la hora de salida Taehyung miraba por todos lados esperándola, no sabía si esperarla o irse primero, tenia miedo de verla salir del instituto con Jimin dejándolo de lado como un tonto. Negando con la cabeza pensó para sí mismo y decidió irse a pasos lentos, hasta que escucho como alguien lo llamaba.

-¡Estás loco!, ¿ni siquiera pensabas en esperarme? ¿Qué clase de amigo no se queda a esperarte? Malvado.

Taehyung la miraba mientras ella se quejaba a su lado, en su rostro no se podía ver ningun rastro de emoción pero dentro suyo estaba aliviado y su corazón había vuelto a latir nuevamente.

-¿Me estas escuchando?-pregunto Jeongyeon al ver a su amigo tieso como una piedra hasta que de pronto una risa salió de sus labios volviendo a ser el Taehyung de siempre-, ¿Qué te sucede? Ya me estas asustando.- el pelinegro puso su mano sobre su cabeza y acerco su rostro al suyo, Jeongyeon asustada de lo siguiente que haría abrió por completo sus ojos.

-Solo estaba viendo lo baja que te estas volviendo, antes medias como dos metros y ahora mides lo mismo que una hormiga.

-¡Estupido!-lo golpeo en el hombro alejándose de él-, creí que algo grave te estaba sucediendo, te comportaste extraño luego de lo sucedido con Jimin—las risas cesaron y Taehyung carraspeó su garganta—, ¿llegaste a ver lo que pasó?

—No—mintió—, no me había percatado de su presencia hasta más tarde.

Jeongyeon lo miro dudosa pero decidió creer en su palabra. En cambio decidió cambiar el rumbo de la conversación.

— ¿Te parece lindo el pelo rubio?

— Me fascina, las rubias son mi debilidad, viste a EunJung de T-ara con el pelo rubio, Dios que mujer- Taehyung dejo de hablar de golpe y miro de reojo a Jeongyeon, creyendo que se había pasado de la raya pero en cambio Jeongyeon estaba con ojos intensos de curiosidad-, digo, que si me gustan, es un muy bonito color.

— Ajá, no sabías que eras un fanboy extremista, ¿Que será que haces en tu habitación a solas? —dijo poniendo una mueca de disgusto.

— Rezar y leer la biblia, obvio—la peli castaña rodó los ojos—, pero a qué viene la pregunta?

—Solo preguntaba por curiosidad...

Jeongyeon no se había dado cuenta de lo mucho que habían caminado juntos hasta que vio la entrada de su barrio, no estaba segura de dónde vivía Taehyung en esos momentos pero sabía que estaban cerca de su casa, ¿Acaso se estaba comportando caballerosamente? No lo creía, probablemente estaba escondiendo algo. Taehyung en cambio solo silbaba y caminaba tranquilamente con las manos en sus bolsillos.

— ¿Hasta dónde piensas caminar?— dijo sin pelos en la lengua, ya que se encontraba frente a su casa.

— Hasta mi casa, dah—el pelinegro se separó de ella y cruzo la calle hasta mientras Jeongyeon lo miraba desconcertada.

— Vivo aquí, vecina, no olvides traerme más jugó, la última vez estuvo delicioso.— pronunció burlonamente.

Jeongyeon corrió hacía él con ganas de pegarle o darle unos buenos puñetazos en su espalda pero él fue más rápido y entrando a su casa, dejando molesta y sorprendida a la más baja, se sentía avergonzada, si hubiera sabido que la limonada era para él, hubiera puesto sal en lugar de azúcar.

—¡Estúpido Taehyung!—jadeo enojada—, será mejor que no me moleste.

Bramó enojada con las mejillas hinchadas mientras Taehyung la miraba a través de la ventana de su habitación.

— Aww, enojada parece un sapito hinchado, tan tierna— dijo para si mismo mientras reía, la peli castaña no sabía lo que le esperaba ahora que ya sabía que eran vecinos.

— ¿Es tu amiga?— pregunto Lia detrás suyo asustandolo.

—¡DIOS! —llevo una mano a su corazón—, ¿Desde cuándo estás aquí?

—Estaba aquí desde antes que llegarás, estaba usando tu consola— dijo encogiendose de hombros—, no sabía que te gustarán las chicas de pelo corto.

— Que chistosita—soltó una risa sarcástica mientras empujaba a su hermana de su habitación—, la próxima grita o haz algún ruido si estás aquí.

—¿Porque? Acaso la vas a traer a ella para hacer cosas sucias— Lia en definitiva sabía cómo molestar a su hermano mayor.

—¡Niña de boca sucia!—pronunció indignado ante las palabras de su hermanita—, te acusaré con mamá y luego te lávare la boca con jabón.

Lia salió corriendo de la habitación de Taehyung logrando esquivar la almohada que él le había lanzado, el pelinegro sentía sus mejillas arder de vergüenza, era demasiado obvio con Jeongyeon o su hermana lo conocía demasiado bien.

...

Jeongyeon ingreso a su hogar hecha una furia, ¿Cómo iba a lidiar con Taehyung? Ahora que sabía dónde vivía y para empeorar frente a su casa.

—¿Que tal te fue hoy?—dijo su mamá, que se encontraba sentada viendo un programa de cambio de estilo junto a su papá, mientras comían palomitas de maíz.

— Nosé, sinceramente no tengo idea de cómo me fue el día de hoy...—suspiró cansada.

Sus padres se miraron confundidos, su hija solía venir del instituto con una sonrisa de oreja a oreja.

— La cena está en el horno y tu hermano te trajo unos dulces y te lo guardo en la alacena.

La peli castaña abrió sus ojos por completo y corrió hacía la alacena y vio ahí los malvaviscos que tanto le había pedido a su hermano para que le comprara.

— ¡Gracias tontito! — termino de hablar y metió el tan anhelado dulce en su boca, logrando hacerla olvidar de todo lo que está a pasando en su mente.—iré a mi habitación a comerlos, pero guardaré un poco si quieren comerlos más tarde.

Gritó corriendo a su habitación, tirándose en la cama con el uniforme puesto y la bolsa de malvaviscos entre sus manos pero su celular empezó a sonar.

Era bastante temprano para que Tzuyu le envié mensajes o la llamé, pensaba ella hasta que vio el mensaje.

Una ducha y a dormir, porque recuerda que ahora te vigiló 🌚

Jeongyeon tiró su celular en su cama, ¿Como se atrevía a mandarle mensajes semi desnudo? Por culpa suya ahora su cara estaba que ardía en vergüenza. Pero no se dejaría avergonzar claro que no.

Aún hueles a kk, puedo olerte desde aquí 😷

La vida se pondría más difícil a partir de ese momento, algo dentro suyo sabía que todo iría cuesta abajo desde ese momento.

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Por fiiinnnn, después de tanto tiempo🥺, siento que pasaron siglos desde que actualice está historia.

Cómo están? Que cuentan? Ya comieron? Tomaron agua?🤠💓💓