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Jeongyeon caminaba de un lado a otro buscando el detergente para lavar su uniforme, mientras caminaba su sonrisa era más y más notoria, no podía evitar que dentro suyo burbujeara las carcacajas que por poco dejaba escapar, en su interior inundaba una sensación de diversión y vergüenza, el rostro de la directora Jung era inolvidable y cada vez que la recordaba quería reírse, aun no podía creer que su amiga Dahyun y aquel chico de peculiar sonrisa hicieron ese enorme escandalo solo para salvarlos, con solo imaginarselos podría pasar horas riéndose en el suelo.

-Son un par de idiotas-río entre dientes mientras cogía el detergente y suavizante que se encontraban guardados cerca del pequeño zapatero que se encontraba alado del lavarropas.

-¡Yonyon!-la nombrada miro hacia su madre, quien traía su celular en sus manos-, tienes una llamada-la peli castaña volvió a bajar los objetos de limpieza que había tomado y cogió su celular, el número era desconocido y rezaba a Dios que no fuera una de esas llamadas de extorciones, miro una vez más a su madre y con lentitud decidió contestar.

-¿Hola, quién es?-pronuncio dudosa mientras observaba a su madre tan curiosa como ella.

-El amor de tu vida-al oír esa voz rodó los ojos, sabia de quien trataba, su madre río, acaricio su espalda ya más calmada al darse cuenta que era un amigo.

-Volveré a la cocina, temo que tu hermano incendie la casa-susurro lo más bajo posible. Jeongyeon asintió y le dedico una sonrisa. Aprovechando que su madre ya no estaba con ella en la habitación dijo:

-¡Jimin, como conseguiste mi número!-dijo con voz chillona.

-Ya quisieras, pero no-quiso reírse pero decidió que no era lo mejor o probablemente empezaría con sus feos chistes.

-¿Taehyung, que quieres? ¿Acaso no tienes un reloj en tu casa?-ubico su celular en medio de su hombro y oreja para volver a tomar el detergente y el suavizante, encaminándose a la lavadora-, además ¿Quién te dio mi numero?

-Jungkook-pronuncio sin vacilar, ''ya verá ese maldito conejo''-rodó los ojos-ese hombrecito conocerá a su buen amigo el puño-, pero--

-Voy a colgar-dijo cortante a lo que el peli negro alarmado volvió a hablar.

-¡NO!-suspiro pesado-, ni siquiera es posible hablar contigo tranquilamente por el teléfono-refunfuño.

-Bien, ¿que quiere el señorito?-fingió modestia.

-Nada-dijo con sinceridad- en realidad, sólo quería hablart--

-¡Maldición!- el grito de Jeongyeon lo interrumpió asustándolo-, lo siento Kim, mañana hablaremos-lo cortó.

El peli negro miro su celular confuso ¿Que acababa de pasar?

Mientras tanto la peli castaña limpiaba su celular que estaba empavonado de suavizante, lo había dejado caer por distraída al ver a su gato saltar por una mosca, corrió en busca de alguna servilleta o algo que ayudará a su celular, estaba en graves problemas, sus padres jamás le comprarían otro teléfono, probablemente la castigarian sin celular por lo que queda del año.

-Estoy jodida-suspiro fuertemente, volviéndose mirada a su gato-, te amo Boo pero mira lo que me haz hecho hacer-su gato la miraba con indiferencia, pareciendo como si le estuviera diciendo que el no tenía nada que ver con lo ocurrido y vaya que tenía razón.

Las horas pasaron en un abrir y cerrar de ojos, había pasado tanto tiempo tratando de limpiar su celular y comprobando que este funcione que su falda se había quedado en el olvido. Claro, no sería gran problema, ya que tenía los pantalones viejos de su hermano.

Nada podría salir mal según sus planes.

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La mirada del peli negro viajaba de un lado a otro, en parte era algo traumático y por otra parte... seguía siendo traumático.

-Que me parta un rayo-susurro sin apartar la mirada de la falda de su amiga.

Ambos se encontraban limpiando el patio, todo era relativamente normal a excepción de...

-¿Viniste así para provocar la testosterona de Jimin o qué?- Jeongyeon dejo de barrer y se volteó a mirarlo.

-¿De qué hablas?-pronuncio con falsa confusión.

-Esa falda es diminuta-señalo con el dedo índice. La peli castaña bufo y acomodó la parte trasera de su falda, se sentía incomoda, sí, pero no tenía opción, todos los pantalones de repuesto de su hermano estaban sucios y su falda no se había secado del completo, no tenía opción.

-No es tu problema, además porque lo estás mirando-volvió a retomar su trabajo mientras caminaba rápidamente alejándose de Taehyung.

Boquiabierto la observaba alejarse, no sabía y no entendía por qué no podía apartar la mirada de sus piernas, debía de admitir que eran bastantes lindas, eran largas, blancas y su piel parecía tan suave y tersa a simple vista que...

-¡Dios, no!-sacudió su cabeza-Kim, reacciona, es Jeongyeon, ¿cómo puedes pensar eso?-al igual que su amiga retomo su trabajo, el receso se acercaba así que no tenían tiempo que perder, pero unas voces lo sacaron de su concentración, eran un par de chicos que salían del baño.

-Oye, viste esas piernas-habló descaradamente uno de ellos.

-Están buenísimas-le contesto su amigo fingiendo lanzar un silbido mientras la recorría de abajo-arriba.

"Par de lujuriosos"-pensó el peli negro, tiro la escoba que sostenía, sin pensarlo se quitó el abrigo gris que llevaba puesto y empezó a caminar a gran velocidad. Estaba enojado y ni el sabia el porqué.

-¡¿Qué te sucede?!-dijo sobresaltada al sentir un par de brazos rodearla por la cintura, rápidamente se volteó hasta estar frente a frente con el muchacho de sonrisa rectangular, el no contesto, solo se dedicaba a atar el abrigo que anteriormente estaba usando.

-No digas nada-Jeongyeon lo miro, era raro, su amigo era raro, sus miradas se encontraron y él la apartó rápidamente-, hasta yo puedo notar lo incómoda que estás.

-Ok...-dijo apartándose dos pasos de él-, gracias, creo-lo miro fijamente notando lo rosas que estaban sus mejillas-¿Estas bien? Te notó diferente-la preocupación se había filtrado en su voz.

-Ni me lo digas-susurró casi inaudible para la más baja, ella ladeo su cabeza sin entender, él mismo se había enterrado en un sin fin de preguntas en su cabeza, no necesitaba que alguien más le preguntará.

Tal vez es algo pasajero, algunas veces es normal estar confundido por pasar tanto tiempo con alguien, tal vez sólo tal vez este era su caso.

Perdón por tardar tanto