Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝘾𝘼𝙋𝙄𝙏𝙐𝙇𝙊 𝙊𝘾𝙃𝙊

   

       La primera cosa que vamos a aprender hoy es cómo disparar un arma de fuego. La segunda es la manera de ganar una lucha. —Cuatro presiona una arma en mi mano. Me mira un segundo y sigue caminando—. Afortunadamente, si ustedes están aquí, ya saben como subir y bajar de un tren en movimiento, por lo que no es necesario que se les enseñe eso.

      No es de extrañar que los Intrepidez esperaran que empezáramos con buen pie.

—La Iniciación se divide en tres etapas. Vamos a medir su progreso y ponerles el rango de acuerdo en su desempeño en cada etapa. Las etapas no se pesan igual para determinar su posición final, por lo que es posible, aunque difícil, mejorar drásticamente su rango con el tiempo. Creemos que la preparación erradica la cobardía, que se define como la falta de acción en el medio del temor —dice Cuatro—. Por lo tanto, cada etapa de la Iniciación tiene la intención de prepararlos de una manera diferente. La primera etapa es principalmente física; la segunda, principalmente emocional; y la tercera, principalmente mental.

—¿Pero qué...?—bosteza Peter a través de sus palabras—. ¿Qué tiene que ver el disparar un arma de fuego con...la valentía?

      Cuatro lanza y atrapa el arma en su mano, presiona el cañón en la frente de Peter, y las balas hacen clic en su lugar. Peter se congela con sus labios entreabiertos, un bostezo muerto en su boca.

—Despierta. Arriba —le grita Cuatro en la cara—. Tienes en tus manos un arma cargada, idiota. Actúa como tal.

      El baja el arma. Una vez que la amenaza inmediata ha desaparecido, los verdes ojos de Peter se endurecen. Me sorprende que él pueda detenerse a sí mismo de responder, después de hablar todo lo que pasaba por su mente toda su vida en Sinceridad, pero lo hace con las mejillas rojas.

—Y para responder a tu pregunta...es mucho menos probable que te ensucies los pantalones y llores por tu madre, si estás preparado para defenderte. —Cuatro deja de caminar al final de la fila y se da vuelta sobre su talón—. Esto también es información que pueden necesitar más adelante en la primera etapa. Por lo tanto, mírenme.

      Se enfrenta a la pared con objetivo; un cuadrado de madera con tres círculos rojos uno para cada uno de nosotros. Se pone de pie con las piernas abiertas, sostiene el arma con ambas manos, y dispara. La explosión es tan fuerte que me lastima los oídos. Miro hacia el objetivo. La bala atravesó el círculo del medio.

      Me dirijo a mi propio objetivo. Abro mis pies al ancho de mis hombros, y envuelvo mis manos alrededor del mango del arma. Es pesada y un poco difícil levantar lejos de mi cuerpo, entrecierro un poco mis ojos para poder calcular el objetivo y darle en el blanco. Aprieto el gatillo por lo que la distancia entre el arma y mi cuerpo disminuye. El sonido me lastima los oídos pero a la vez me da emoción, ya que por primera vez agarré un arma, y la dispare; esto nunca hubiera pasado en Erudición. La bala que acabó de disparar está en el centro del primer círculo. Disparo una y otra vez, y la mayoría salían disparadas al centro del objetivo.

—Bien hecho —me dice Nathan. Veo su objetivo, y tenía agujeros por todos lados y pocos en el centro.

—Mejorarás —le respondí.

      Paramos nuestro entrenamiento para ir a almorzar, en ese momento pude sentir una molestia en mis brazos por cargar el arma.
Me masajeó camino al comedor.

      Estoy sentada en una mesa con Nathan, pero de pronto viene a mi cabeza la palabra 'Divergente' recuerdo las palabras de advertencia de Charls.

—¿Puedo sentarme? —pregunta el moreno de ayer. Observó a mi alrededor y no había ningún sitio donde él pueda sentarse que no sea este.

—Claro —responde Nathan.

—Pensé que estarías con tus amigos sabiduría —dice el moreno dirigiéndose a mi.

—No son mis amigos —respondo sin darle importancia— es más ni los conozco, solo se que esos dos —señale al rubio y a la chica de su lado— están juntos. Es todo lo que se de ellos.

—Que públicos —se expresa Nathan.

—Lo se son muy públicos, si por ellos fuera ya se estarían comiendo.

      Después del almuerzo, Cuatro nos lleva a una nueva habitación. Es enorme, el piso es de madera que es chirriante y tiene un gran círculo pintado en el centro. En la pared izquierda hay una pizarra verde, un tablero.

      Nuestros nombres están escritos en orden alfabético. Colgado a intervalos de casi un metro, a lo largo de un extremo de la habitación, había negros sacos de boxeo.

—Como dije esta mañana —dice Cuatro—. Lo próximo que aprenderán es a pelear. El propósito de esto es prepararse para actuar; preparar su cuerpo para responder a las amenazas y desafíos, lo que necesitan, si van a sobrevivir a la vida como un Intrepidez.

      Me imagino el resto de mi vida caminando por estos pasillos. Pasando por el abismo.

—Vamos a ir sobre la técnica hoy, y mañana comenzarán a luchar unos contra otros —dijo Cuatro—. Así que les recomiendo que presten atención. Aquellos que no aprendan rápido se harán daño.

      Cuatro nombra un par de golpes diferentes, demostrando cada una de ellas. Primero en el aire y después contra un saco de boxeo.

      Analizó los movimientos de Cuatro, cada uno de ellos. Incluyendo la fuerza con la que lanza cada golpe. Me puse a lado de un saco de boxeo, primero comencé contra el aire y después me puse a golpear el saco de boxeo, imitando los movimientos de Cuatro.

     Las patadas fue un poco más complejo. De tanto golpear la piel me pica. Mis nudillos se encuentran rojos, tanto que me arden con cada golpe que doy al saco de boxeo. Suelto un gruñido cuando el saco y mi piel hacen contacto.

       Cuatro se pasea por la multitud de los Iniciados, nos mira a medida que avanzamos a través de los movimientos de nuevo. Cuando se detiene frente a mi algo se retuerce dentro de mi. Me mira recorriendo todo mi cuerpo, pero sin tener que parar en algún lado. Una mirada práctica y científica.

—Lo haces bien para ser una  nacida en Erudición —dice—, pero...

       Presiona una mano en mi estómago. Sus dedos son muy largos. Mi corazón late tan fuerte que me duele, y lo miro fijamente.

—Recuerda mantener la tención aquí —dice en voz baja.

        Cuatro quita su mano y sigue caminando. Lo veo irse, nuestras miradas se conectan pero yo desvío mi cabeza y sigo con mi entrenamiento.

        Cuatro nos despide para la cena. Nathan va conmigo.

—Eres muy buena en esto —dice, a lo que yo me encojo de hombros.

—Tu también —respondí. Recuerdo verlo más de una vez practicar sus golpes, no puedo mentir se veía muy atractivo.

—Eyy Cuatro es... —dice.

—¿Intimidante?... No lo creo —lo veo por encima de mi hombro; él se encontraba tranquilo—. ¿Quieres ir a hacerte un tatuaje?

        Ahora que el entrenamiento está terminado podemos hacer lo que queramos, hasta que sea la hora de ir a dormir.

—Vamos —responde él.

La Fosa es un hervidero de gente.

      A lo lejos veo a Tris ser jalada por Christina, Tris me mira y Christina lo nota.

—¡Ey! —grita acercándose a mí agarrando a Tris del brazo. Lo único que hago es dar un ligero paso hacia atrás.

       Nathan me mira— ¿Las conoces? —me pregunta.

—Solo a la rubia, se llama...Tris, solo sé que es hija de un integrante del consejo, tuvimos pequeños momentos de conversación. La chica que la acompaña es Christina —digo.

—Si, la reconozco es la que le cae mal a Cuatro ¿verdad? —yo solo asiento.

       Las dos amigas llegan hasta donde nosotros y se ponen al frente nuestro, Tris trae un ligero color en sus mejillas y tiene la cabeza un poco baja.

—Deberías acompañarnos —dice la morena.

—¿A dónde van? —pregunto.

—Por un poco de ropa, eres amiga de Tris entonces deberíamos conocernos mejor —sisea la pelinegra.

—Yo no...—ella me interrumpe.

—Vamos —me jala junto a Tris.

—Nos vemos en el área de tatuajes —le digo a Nathan mientras el solo se despide con la mano.

      Genial. Ahora estoy siendo jalada por una completa desconocida, a mi parecer, a un lugar de ropa.

        Llegamos y me alejo un poco para no ser víctima de Christina y que me haga probarme todo tipo de ropa.

         Mientras las dos hacen lo suyo, probándose vestidos, yo busco algo que a mí me guste. Ya me cansé de ir con las piernas descubiertas, ahora quiero usar lo que me guste.

        Busco y encuentro unos joggers negros más unas pequeñas manchas de naranja fuego. Eran preciosos, y encontré un top negro, creo que me quedaría bien.

         Agarré los joggers, pero de pronto vi a Tris contemplarse en el espejo, con un vestido y los ojos delineados. Se veía completamente diferente, y se veía bien.

         Yo nunca me había delineado los ojos, eso no se necesitaba en Erudición. Así que me da curiosidad.

         Estaba en trance que no me di cuenta cuando me había acercado tanto a ellas.

—Te ves bien —le dije.

—Gracias.

—Wow tienes unos gustos singulares —dice Christina.

—Si lo se, es lo que me gusta; lo siento pero no soy una chica de vestidos.

         Me puse la ropa que me había gustado. Me solté el pelo, y me puse delineador en mis ojos. Fue una experiencia simple creí que iba a ser más emocionante, lo que no me gusto fue que había que tener un buen pulso para ponértelo tú sola.

          Nos dirigimos al área de tatuajes, ahí estaba Nathan junto a otros dos chicos, uno de ellos se me hacía conocido pero no sé de dónde. El otro se encontraba en una silla haciéndose un tatuaje.

       Christina se va con el chico que creo conocer. Tris va a ver las obras de arte.

        Así que me acerco donde Nathan.

—Hola —le digo.

—Oh hola Noah —se voltea pero vuelve a ver más imágenes de tatuajes para que se lo pinten en alguna parte del cuerpo.

—¿Que imagen te gusta más? —le pregunté ya que se quedó observando dos tipos de árboles.

—Esta —señala el árbol más robusto y grande—. Me hace recordar a mi hermano, el se fue a Erudición. Es mi mayor. Bueno y tú, ¿cuál te harás? —me preguntó.

—No se, tu ¿qué me recomiendas?—le dije.

—No tengo la menor idea, no te conozco mucho.

—Estas en lo cierto, bueno....—dije alargando la última palabra buscando una imagen—. Esta, una serpiente para que sepan cuan venenosa soy —dije con orgullo.

Ayer nos hicimos los tatuajes con Nathan a él le quedó muy bien. Y según él a mi también.

Estamos en pleno entrenamiento con Cuatro.

Puesto que hoy hay un número impar de ustedes, uno no luchará hoy —dice Cuatro, llenando los espacios a lado de varios nombres. Él me mira y luego voltea donde Tris, ella no peleará con nadie.

Por otro lado yo pelearé contra Drew.

La primera pelea la protagonizan Will y Al, o como sea que se llamen. Al es más grande que Will por unos centímetros, pero Al es más robusto.

Nathan se pone a lado mío —¿Con quién te toco pelear? —pregunta.

—Con Drew —digo mirando al trío que se encuentra a un lado de la habitación. —¿Y a ti?

—Con Myra —dice. La veo, está con Edward haciendo lo que hacen los novios.

—Espero ganes —Al le lanza un golpe a Will, esto hace que Eric sonría. Al vuelve a lanzar otro golpe pero esta vez Will lo bloquea, y al hacerlo crea una mueca en su rostro.

Will se quita su pelo castaño del rostro y sigue en posición girando alrededor de Al. Siguen unos minutos más. Y me canso así que grito: ¡Esto no es un juego peleen ya! —soy muy impaciente. Todos en la habitación me miran.

Tiene razón —me mira y luego a los dos que están encima la arena. Will mira a Cuatro esperando que esté de fin a la batalla pero sigue con los brazos cruzados.

—¿Pero esto es por puntos o algo así? —dice.

Ruedo los ojos, es una pregunta estúpida. No, no peleamos por puntos lo hacemos por jugar nada más.

—¿Cuando termina la pelea? —agrega.

—Se termina cuando uno de ustedes ya no pueda continuar —le responde Eric.

—De acuerdo con las normas de Osadía —dice Cuatro—, uno de ustedes también puede ceder.

—De acuerdo con las antiguas reglas —dice Eric—. En las nuevas reglas, nadie cede.

—Un hombre valiente reconoce la fuerza de los demás —replica Cuatro.

—Un hombre valiente jamás se rinde.

De pronto se ven cada uno a los ojos. Al tiene sudor en su frente, se la limpia.

—¿Cual es el punto? ¿Por qué debería golpearlo? Si somos de la misma facción. —dice Al.

—Oh ¿crees que será sencillo? —habla Will.

De ahí se arma una disputa entre los dos y comienzan a pelear, Al lanza un golpe pero Will logra esquivarlo y contra ataca; y deja a Al en el suelo. La mayoría en la sala se encontraba sorprendido, ya que Will ganó la mayoría apostaba a que el que ganaría está pelea fuera Al por su complexión.

Al tenía sangrando por las dos fosas nasales, y se lo trataba de parar el fluido con su mano.

Los siguientes son Nathan y Myra. Ambos toman el lugar en la arena y llevan sus manos a sus rostros para protegerse como nos enseñó Cuatro. Comienzan a girar entre ellos hasta que Myra decide lanzar el primer golpe desafortunadamente Nathan los esquiva y lanza un golpe a la mandíbula de ella.

Ella se agarra con dolor esa parte de su rostro pero sigue en pie. Lanza una patada pero no la recoge rápido por lo que  Nathan la logra agarrar pone un pie detrás de él pie en el que Myra tenía apoyado su cuerpo, haciendo que ella caiga. Al estar en el suelo Nathan ve a Eric, él solo hace un gesto como si le estuviera dando el permiso y entonces Nathan la golpea en el rostro muy fuerte que ella queda inconciente.

Ahí termina su pelea, el ganador Nathan. Edward se acerca rápidamente donde Myra, matando con la mirada a mi amigo.

De pronto es mi turno de pelear, subo a la arena, me pongo en posición. Y la pelea contra Drew comienza.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro