Especial spookyyyyy jijiji

Un kookjin bien sabrosongo

Contexto: ángel guardián Jin, es seducido por un demonio

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Jin miraba desde lo más alto de un edificio, sintiendo como el tranquilo viento tocaba sus pies, tarareando una canción y mirando como los autos pasaban, y la gente caminaba tranquila, suspirando aburrido, mirando el cielo azul que se mostraba a plena mañana.

Y es que su trabajo como Ángel guardián había terminado por hoy, y es que en sí el, era de una sección en especifico, era asignado a cuidar a los recién nacidos hasta que el cielo mandase a su respectivo ángel. y era cansado, cada día ir de hospital en hospital, en todo Corea del Sur.

—Dios mío... estoy muy cansado—Se dijo para si mismo en susurro, sintiendo como una leve ventisca le golpeaba su espalda, volteando a ver y girando los ojos

—Hola mi lindo angelito—Habló una voz burlona y ronca, haciendo a Jin bufar divertido, levantándose de la esquina, sin voltearlo a ver—Es de mala educación que un ángel de la guarda no salude—Dijo en mofa

Jin rio, girandose sobre sus talones y mirandole a los ojos—Por qué le debería rendir respeto a un demonio cualquiera?—Le dijo mirandolo a los ojos

El demonio el cuál desconocía su nombre, siempre lo "atormentaba" buscándolo y lograndolo encontrar, proponiendole cosas indecentes, cosas que hacían reir a Jin en su momento.

—E sido muy paciente contigo mi angelito—Río de nuevo, acercandose con sus zapatos de vestir de forma lenta, siendo observado por los ojos perspicazes del ángel—Si fuera por mi ya fueras una de mis concubi—Se detuvo a punta de una guadaña, que rozaba su nariz por centímetros, mirando como el ángel tenía agarrada con una mando con destreza su arma

—Un paso más y te mueres—Contestó el ángel—Estuvieras muerto desde mucho, e sido muy condecendiente con tus osadías en cada encuentro imprevisto nuestro, pero esto a llegado a su límite—Le hablo fuerte y rudo el ángel

—Que linda palomita eres—Respondió burlon, bajando con su dedo, levemente la hoja filosa de la guadaña—Vamos cariño, eres demasiado precioso para ser un ángel—

Jin escuchó, girando sus ojos y abriendo su mano, para succionar la guadaña en un resplandor blanco en su palma, siendo seguido por la mirada burlesca y fría del demonio, dándose la vuelta y tirándose del gran y alto edificio, para abrir sus alas blancas, resplandecientes en su color, subiendo de nuevo para encontarse la mirada semiaburrida del demonio.

—Alejate de mí, no sé quién eres, y no me interesa tus propuestas—Dijo Jin, acercándose a este, aún con sus alas en movimiento, mirandolo desde arriba—Si vuelvo a encontrarte cerca de mis hospitales, no dudaré en matarte—Respondió frío para emprender vuelo

Y el demonio miró como el ángel se iba,quedando el con una sonrisa en su rostro, llena de deseo y diversión, sobre todo la lujuria impregnada en sus labios.

Y habían pasado los días, y no había visto a su ángel, estaba atendiendo unos asuntos importantes en el infierno, sentando en su trono para tomar un descanso, mirando el techo de su castillo color negro y esuchando como las puertas eran abiertas de par en par.

—Mi señor Jeon... —Hizo una reverencia— tenemos unos problemas con algunos ángeles, en el país de Corea del sur—Entonó—Estos ángeles están exterminando a muchos de nuestros demonios—

Escuchó con atención, de ese País era su amado ángel

—Tenemos a un principal sospechoso—el demonio traia en una bolsa un polvo, tirandolo y activando una especie de pantalla—Nuestro presunto sospechoso, es este Angel de la guarda, llamado Kin SeokJin, Ángel asignado principalmente a cuidar a los recién nacidos, pero ahora a sido promovido a primer Arcángel, Dirección sin duda a sido de las más violentas—Terminó de decir el demonio

Jeon sonrió al ver a su ángel en pantalla, que en primeras fue mostrado, como este cargaba en sus brazos a un bebé, mirandolo con ternura, siendo cambiada a una imagen de como este mataba a uno de sus lacayos, partiendolo a la mitad con su guadaña

Y es que este ángel le traia sentimientos extraños y sobretodo interesantes, sentía una nube de emociones al verle volar, su corazón latía al verlo emprender vuelo, como su larga toga, sostenida por un cinturón de oro en esa cintura de infierno recaía, y como mostraba sus regordetas piernas al caer con elegancia al suelo.

—Me encargaré personalmente—Se levantó de su trono, dejando consternado al siervo—Dile a TaeHyung que está a cargo, no tardaré mucho—Soltó una leve risa, abriendo un portal, y sacando de su cinturón una larga hacha de metal con rastros de sangre, recargandola en su hombro, para luego abrir un portal con su mano—

El siervo Asintió, haciendo una reverencia

—Después de todo, un simple Arcángel no podrá con el mismo lucifer—Soltó una risa, para entrar al portal y entrar

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Jin estaba en el hospital, mirando a cada uno de los bebés, sonriendole y jugando con sus manitas pequeñas, mirando de reojo como algunos padres a través de la ventana grande buscaban a sus hijxs

Los únicos con capacidad de ver cosas más allá eran los bebés, los bebés disfrutaban de ser amados por los ángeles, hasta que en un punto su propio ángel borraba de sus recuerdos a estos mismos

—Eres una bebé muy linda—Dijo Jin con melancolía, al ser un Ángel guardián era fertil, sin embargo por su mismo voto de castidad se lo prohibía, no podría jamás engendrar un hijo, tocó levemente su propio estomago, fingiendo o imitando a las mujeres cuando tocaban su panza pequeña con su hijx dentro

Cuidar de los recién nacidos antes de ser encomendados a su ángel guardián, era reconfortante, calmaba su corazón, pero ahora que fue promovido a un Arcángel no lo hacía más, iba de vez en cuando, y esa era una de esas veces.

—Es muy difícil este trabajo—Habló una voz femenina

—Lo es, pero creo que vale la pena Sana—Respondió, mientras colocaba en ls cuna a la bebé que estaba en sus brazos—Los extraño mucho... —Sonrió

—Y ellos a ti—Le respondío contenta—Es muy reconfortante tenerte acá Arcángel Jin—

Jin abrió sus ojos de improvisto, sintiendo como algo se aproximaba, o iba a pasar, Sana le miró extrañado

—¿Q-qué sucede Ar? —Preguntó Sana, antes de ser interrumpida, por una grito de Jin

—Llama a los demás angeles, y qué protejan este hospital, tengo que irme, tengo un presentimiento de qué algo está por venir—Salió corriendo de la sala, dejando a una Sana asustada, al ver como El Arcángel sacaba su guadaña, y chillando al escuchar como un bebé empezaba a llorar, llamando telepáticamente a más angeles.

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Jin subió hasta la terraza del hospital, abriendo sus alas, para ser sorprendido por un certero golpe que azotó su pecho,que lo mando a chocar hacia uno de los muros de concreto, dejando salir saliva de sus labios, sintiendo como la guadaña caía a su lado, entre abrió sus ojos, mirando al mismo demonio que le atormentaba, con una vestimenta elegante, con unos pantalones negros y unas botas grandes, junto con una camisa igual negra prensada en su cintura, junto con una bata de color rojo vino,teniendo una hacha recargada en su hombro

El demonio río, mirando como el ángel intentaba recomponerse, mirando sus rodillas blancas con un sutil rojo, en estas, y como intentaba a su vez cubrir con su larga toga su cuerpo

—Hoy se acabó tú tiempo Arcángel SeokJin—Se acercó finalmente, mirando desde arriba como el ángel intentaba recomponerse aún, con un ojo cerrado, teniendo un hilo de sangre cayendo de su frente, y es que a pesar que fue solo un golpe, fue suficiente para dejar al ángel en condiciones débiles.

—Sabes cuál es mi oferta, y cuál sería el precio a pagar si la deseas—Volvió a hablar el demonio

—Ya te dije... Jamás te entregaré mis alas...—Le respondío el ángel, intentando tomar su guadaña, cayendo al lado de la pared, escupiendo sangre y mirando asustado las mismas gotas

Jungkook río, apretando sus mano levemente, haciendola un puño levemente, mirando como el ángel se retorcia del dolor, y es qué estab controlando cada centímetro de este.

—¿Qué te duele pequeño ángel? —Hablo dn susurro, asustando levemente a este, quien le miró a los ojos y luego a su puño, mirando como este apretaba más, sintiendo como por dentro estrujaban sus órganos, colocando su mano en su toga—Dime... Tal vez pueda ayudarte... —Volvió a hablar, apretando más fuerte su puño

Jin en su mente estaba rezando, cerrando sus ojos, ante el dolor, para luego abrirlos.

se encontraba en una habitación blanca, con una silueta, enfrente suya, mirando extrañado desde lo lejos, acercándose poco a poco, abriendo los ojos sorprendido, al ver qué era el mismo...

Pero algo estaba raro, estaba embarazado... se miró a él mismo, con su toga blanca y sus alas blancas, tocando su vientre...

Jin se llenó de lágrimas, acercandose levemente.

“Te puedo conceder esto y mucho más Jin... Puedo hacerte feliz y concederte tú mayor deseo...”

La voz sonó, haciendo a Jin llorar levemente, bajando su mirada y levantandola, y mirándose ahora, con un bebé en brazos, jugando con su manita y besando su frente con amor

“No crees que tú dios es egoísta? prohibiendo sus deseos a sus fieles servidores... Un deseo tan puro como el de traer vida a este mundo... Jin tú mereces ser feliz... Yo puedo ortorgarte esa felicidad... Solo tienes que entregarte a mi...”

Jin miró al frente de nuevo, y se vio a si mismo, aún cargando a su propio hijo, mirando luego, como la silueta de un hombre se acercaba y le besaba su mejilla, y tocaba su vientre que se resaltaba nuevamente.

Jin estaba por acercarse, cuando vio la mano de la silueta, se metía en sus encajes, acariciando su entrepierna, para luego acariciar su cadera, para finalmente abrazar  a su propia silueta,tomando forma ahora del demonio, quién le miró, contento y vacilante, acariciando la espalda baja y tomando en sus manos sus gluteos.

Jin miraba horrorizado la escena, abriendo sus ojos de un momento a otro, mirando al demonio, quién le sonreía burlón y con sus ojos abiertos.

—Oh mi pequeño ángel... —Soltó una risa—Yo puedo otorgarte tú felicidad... —

El ángel lo miró a los ojos, incrédulo

—¿Aceptas?—Le tendió la mano, la cual estaba llena de anillos y tatuajes

Jin miró dudoso, sintió su corazón latir a fuerza, no sabía que hacer, cerro sus ojos, y tembloroso, acercó su mano a la del demonio quién río

—No... —Jin retrocedió—E-esto va encontrá de las reglas de mi Dios...—Dijo

Sin embargo era muy tarde, El demonio tomo su muñeca, levantandolo de inmediato, El ángel abrió sus ojos asustsdo, al sentir como unas cadenas se aprecian en su muñeca y cuello, sintiendo como los labios del demonio chocaban de forma abrupata con los suyos, en un beso salvaje.

El Ángel intentó desesperadamente alejarse, golpeando su pecho y haciendo sonar las cadenas, riendo y separándose de su pequeño ángel, mirandolo a su merced ahora.

El ángel, con sus ojos llorosos, sus labios rojos y con la saliva goteando de sus labios por el beso, y una bella cadena remarcando su cuello, jalandolo para tenerlo cerca de sus rostro.

—Cumpliré tú anhelo bello ángel, pero el precio será ser mio por toda la eternidad, como castigo de tú Dios... - Río ronco, mirando como El ángel rompía el llanto

Y abrió el portal, detrás de su espalda, mirando los ojos asustados de Jin al ver por primera vez el infierno, berreando y jalando su propia cadena, sus tobillos rasmillaban con el concreto del techo del hospital, para finalmente caer de nieva cuenta, sintiendo la rafaga del viento caliente que levantaba su toga, dejabdo ver sus piernas, suplicando perdón, mirando como última vez como, antes de entrar al portal, el demonio, jalaba sus alas, arranandoselas sin más de su espalda, soltando un grito desgarrador.

Cerrando por fin el portal.

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Ya había pasado un tiempo desde que su ángel llegó a su castillo, castiagandolo y humillandolo para hacerle saber que de ahora en adelante el era su nuevo amo y señor al cual servir.

Y es que Su ángel Jin Había cambiado, su ropa, su forma de ser todo... de ser rudo casi dominante en su carácter, a ser sumiso obediente,sin embargo por momentos aún había chispa del anterior Jin.

Disfrutaba de ver a Jin vestido de forma encantadora y provocadora, con telas de seda, señidas al cuerpo, con telas trasparentes que dejaba ver su hermosa cintura, caderas y hombros anchos, y con el collar que simbolizaba que era totalmente suyo.

Y como rey del infierno, cada pecado le dió un regalo, otorgándole de todo un poco a su nuevo concubino, o mejor dicho a su futura reina, La lujuria sobre todo la lujuria, quién le entregó cualidades especiales a Jin en la cama, entregandole sensualidad en cada de sus movimientos que lo volvían loco, queriendo tomar cada vez más de él.

Y era un ejemplo como ahora, teniendo a Jin en su cama, con su ropa desarreglada, con cada pierna en sus hombros, acomodandose y dandole certeras penetraciones, mirando a Jin, quién sus labios rojos y llenos de saliva por los previó besos, como un listón que decoraba su cabello negro, movia con destreza sus caderas, colocándo su mano en el cuello de Jin, para meter un su pulgar en su labio, siendo recibido por los labios rojos de Jin, quién chupaban sin vergüenza alguna.

Los ojos de Jin, estaban perdidos, con su color miel característico, sin brillo, mirando al imponente rey del infierno que abusaba de él, disfrutándolo y devorandolo siempre,parecía no tener un fin, este demonio.

Siguieron en su acto carnal, teniendo a un ahora Jin, dormida encima del pecho musculoso de Jungkook quién acariciaba los cabellos de este, sintiendo como Su virilidad aún estab dentro de Jin.

le consedería a Jin tener su primer hijo, lo había follado por días, hasta el punto de generarle una pequeña pancita en su vientre debido al semen acumulado dentro de Jin.

Estaba locamente enamorado de su ahora reina Jin, lo amaba con locura, sería suyo siempre, y para siempre, y él estaría hasta los fines de los tiempos para recordar quién realmente manda en el cuerpo de su amado ex-ángel.

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—Larga vida al rey y reina Jeon Jungkook Y Jeon SeokJin—Se escucho en el gran salón.

Un Jin con un velo en su rostro y con ropas finas y de sedas, que dejaban ver su vientre fertil a vista de todos, sonreía a los invitados con humildad y sencillez, con sus ojos con levemente llenos de vida.

—Esta funcionando el regalo que te dí perfectamente—Habló la avariacia, al rey, que tomaba una copa de vino, mirando a su reina sonreir.

—Gracias TaeHyung—Respondió

—El se dará cuenta de todos modos—Hablo está vez la lujuria,acercandose también a estos—Mi hechizo de amor sólo dura 1000 años JK—Soltó una risilla

—Lo importante únicamente es que me ama y yo a él... — Respondió serio, sintiendo la mirada de ambos pecados—No me importa engañarlo durante toda la eternidad, es mío siempre y para siempre—Se levantó de su trono al ver como su Jin se acercaba, con una sonrisa en sus labios y le besaba

Jungkook correspondió el beso, mientras tocaba el vientre de 2 meses de Jin.

Era suyo de todos modos ese lindo angelito.

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AAAAAA muy largo, ya me duele la mano x escribir mucho JAJAJAJA

Espero les gustara jskskssk, feliz spooky day 👻 JAJAJ

bye!