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FOX

10:15 am

Megan salió de casa camino al instituto, hacía ya 2 años que estudiaba ahí, cada vez más cerca de terminar al fin sus estudios universitarios.

Desde chica Megan había mostrado un particular interés en la tecnología, y mientras que durante su niñez solo soñaba con construir robots, con el paso del tiempo sus sueños se volvieron más realistas y pronto se vio envuelta en el mundo de la programación y desarrollo de inteligencias artificiales, que si bien no eran robots como ella quería cuando era más joven, era mucho más  avanzado y entretenido, aunque claramente más complicado.

No le fue muy difícil aprender sobre programación, a fin de cuentas era una chica muy lista.
Con el respaldo de su padre logró destacarse como una joven prodigiosa, y gracias a su talento pudo conseguir que la ficharan por parte de una escuela enfocada al desarrollo tecnológico, saltandose en el proceso, algunos años de escuela.

Ahora a los 18 años de edad, cursaba el tercer semestre de la universidad, junto con sus compañeros algo mayores en el instituto.

Megan trabajaba en su proyecto más reciente. A pesar del desarrollo tecnologico de la época con dispositivos multifuncionales y holográficos, al igual que máquinas con una gran gama de aplicaciones en distimtas áreas; parecía que la sociedad se había olvidado de la verdadera inteligencia artificial.
Claro las IAs eran potentes, brillantes y versátiles entre otras cosas, pero seguían siendo solo programación, el toque humano se había perdido, ahora sólo eran herramientas, sin alma, solo programas superespecializados en realizar tareas.

Donde había quedado la verdadera "inteligencia artificial"?

Megan estaba decidida a ser la primera en darle vida a  una IA, una IA con alma, que pudiera pensar no como humano, sino como una máquina y sentirt como un himano, algo único que cambiaría la historia y que marcaría un punto de aquí en adelante.

Pero casi nadie era participe en sus mismo ideales.

Las IAs eran eso Inteligencias artificiales, si las personas hubieran buscado algo más las hubiesen llamdon Consciencias Artificiales y no IAs.
Eso era lo que buscaba Megan, crear una Consciencia artificial.

Tardo unos minutos en llegar al Instituto, aunque no era la más joven de la institución su baja estaura hacía que pareciese más chica de lo que era.

Recorrío los pasillos del lugar en búsqueda de su área educativa, y tras un par de pasillos llegó a su destino.

-Hola Mangle- le saludo uno de sus compañeros.

Megan hizo una mueca, no le gustaba que le llamaran así. "Mangle" Se lo había ganado tras haber descompuesto un dispositivo muy caro y haber terminado enredada entre cables, desde ese entonces le empezaron a llamar así.

-Ya te dije que no me llames así bobo- replicó Megan.

-Ya ya no seas llorona-

Edward Bont mejor conocido como "Bon", era un chico de 21 años, relajado y alegre dando saltos de aquí a allá, con una afición por los conejos que sólo se igualaba con su gusto por las zanahorias, siempre cargaba un conejo de chocolate en su mochila.

-Y comó vas en tu proyecto?- le preguntó mientras jugaba con su cabellera.

-Definitivamente mejor que tú- contestó Mangle al ver al chico sentado sin ninguna preocupación.

-Hey Mangle todo a su tiempo, no hay necesidad de estresarse trabajando-

-Eso dices ahora- Mangle se sentó en su butaca designada, dándole una fría mirada al chico antes de abrir si teclado holográfico para comenzar a trabajar de nuevo en el proyecto de su IA.

-Además no vino el profesor Mangle, podemos tomarnos la hora libre si queremos, sólo mira a tu alrededor, acaso ves a alguien más?-

Era cierto, Mangle no se había percatado de la ausencia de personas en la sala, pero eso no era de su incumbencia, así que siguió tecleado en la proyección.

Pasaron un par de minutos antes de que el chico le volviera a hablar.

-Bueno fue bueno verte Mangle, y a tus ojeras también... Has considerado dormir más?

Megan solo lo miro...

-Como sea, este conejo tiene cosas que hacer- y salió del aula sin mayor aviso.

Mangle estaba sola de nuevo, paso un rato más yrabajando y cabceando del cansancio, y tras revisar su nuevo avance decidió ejecutar de nuevo el programa.

La chica se tranquilizó y emociono al ver que esta vez no había tenido errores, pero aún no había terminado, ya teniendo las bases de la programación necesitaba marcadores y pautas para el comportamiento y apariencia de la IA.

Al guardar el progreso en su brazalete dudo un momento, cual debía de ser el nombre de la nueva copia del archivo...

¤Nombre:

Nombre? Cómo debía llamar a su creación? Antes de saber quién, qué y cómo iba a ser la IA debía de darle un nombre no?

Qué tal S.A.H? "Sistema de Aprendizaje Humano"...
No... muy aburrido.

S.A.A.H.D.C.T.I.A? Eso ni siquiera se podía pronunciar...

Mangle se rasco la cabeza pensando en un nombre, pero a su mente no llegaba ningun nombre que le agradara.

Sus manos jugaban con las orejas de tela que tenía su gorro...

Claro! "FOX", los zorros siempre habían sido sus animales favoritos, y los zorros eran astutos y versátiles justo lo que quería de su creación. Y aunque el nombre no era una sigla que representase la función de la IA, el nombre si era acorde a como sería.

Mangle salió de su área para ir a la zona de ciencias naturales, mas específicamente a la zona de Neurología y Medicina, donde casualmente estaba el dispositivo con el que se había ganado su apodo. La máquina era un replicador de tejidos que mediante el uso de materia orgánica era capaz de crear incluso un cuerpo completo, aunque aún no se había hecho era teóricamente posible.

Además gracias al accidente de Mangle, los directivos del instituto había incluido la función de creación de prótesis u algún otro dispositivo tecnológico para su inclusión inmediata en el tejido orgánico por cualquier tipo de incidente.

Por otra parte, en Neurología contaban con una base de datos de características y simulaciones de personalidades, algunas predeterminadas generadas a partir de la corteza cerebral de voluntarios que habían fallecido. Dada su gran variedad el área contaba incluso con un registro de voces, gracias a los registros de audio de los voluntarios, con los cuales se podía generar un tipo de voz.

Esto implicaba que había tanto "mentes" de personas,que más bien era algo más parecido a proyecciones de personalidades almacenadas; como mentes creadas en base al material almacenado.

Con todo lo que tenía a su disposición, Megan sería capaz de darle vida a su creación, pero debía de probarla antes para evitar futuros riesgos en su trabajo.

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