•20•
Narra Valentín:
Llevamos un rato esperando a Rocío, según Isa con lo torpe que es se habrá perdido pero hay algo que me dice que no. Cuando me vio aparecer detrás suya estaba confusa, parecía haber visto algo. Convezco a los chicos de entrar a buscarla ya que sé perfectamente el camino hacia donde estaba la bandera. Al llegar allí miro a mí alrededor y frunzo el ceño al no encontrarla.
-Rocío- la llamo pero no obtengo respuesta.
Veo como Trueno señala a lo lejos y nos acercamos hasta ver la bandera en el suelo, se nota que Rocío la ha agarrado pues está manchada de pintura roja. Miro a mí alrededor algo más preocupado y me agachó al ver algo brillar en el suelo.
-Esa es mi cadena- dice Mauro acercándose a mí -Se la regalé a Ro cuando salimos del hospital-
Lo miro aún más preocupado y trago saliva al encajar todo, tengo el mal presentimiento de que algo le ha pasado. Aviso a los chicos y nos dirigimos a hablar con el hombre encargado de todo este sitio. Al principio se negó a enseñarnos las grabaciones de las cámaras, pero cuando Mateo, Isa y yo nos pusimos serios se lo pensó y bastante bien.
-¿Quién es ese?- pregunta Dani mirando la grabación.
En ella se ve como aparece un chico cuando Rocío está cogiendo la bandera. Al darse la vuelta la expresión de Rocío es de auténtico terror y es cuando mi mente comienza a hacer hipótesis sobre lo sucedido.
-No se le ve la cara, no sé quién puede ser- susurra Isa apretando la mandíbula.
-¿Adrián ha salido de la cárcel?- pregunta Lucía tragando saliva.
-No, él no ha podido ser- niego mirando a los chicos.
-Tenemos que encontrarla- añade Dani suspirando.
Salimos de allí rápido y vamos al aparcamiento a por los coches. Por mucho que intento pensar donde puede haber llevado a Rocío no tengo ni idea, estoy en blanco completamente. Comienzan a sudar me las manos y tengo que parar el coche antes de atropellar a alguien o de tener un accidente.
-Joder- bufo golpeando el volante y miro a la nada respirando hondo.
Mi móvil comienza a sonar y lo miro con la esperanza de que sea ella pero no, es Trueno. Descuelgo bufando y no digo nada esperando a que hable él.
-Che Valen, ha llamado a Isa- comienza a decir algo acelerado -Dice que si la queremos ver viva tenemos que ir todos a las afueras de Buenos Aires-
-¿QUÉ?- chillo cerrando los puños -¿Dónde hay que ir?-
-A la fábrica abandonada, no sé que mierdas quiere pero si no vamos todos...- suspira dejando salir todo el aire.
-Iremos todos, ¿me oyes?, todos- digo colgando.
Arranco el coche y comienzo a dirigirme hacia donde me ha dicho Mateo, está a una media hora de dónde nos encontrábamos, ellos me llevarán bastante ventaja ya. No se quién será ese tipo pero estoy seguro de que lo mataré como le haga algo.
Narra Rocío:
Abro los ojos algo alterada al notar que no puedo moverme, veo algo borroso pero en unos segundos mi vista se acostumbra a la luz. Me doy cuenta de que estoy atada a una columna, la espalda me duele horrores por la forma en la que mis brazos están atados.
-Por fin despiertas- esa voz hace que se me erice la piel.
-¿Primero Adri y ahora tú?- pregunto apretando la mandíbula -¿Porqué no me dejáis en paz? Por favor-
-Cariño, te tengo muchísimas ganas desde hace tiempo y ahora que estamos solos quizás podamos jugar...- susurra acercándose a mi.
-Te tengo asco Ismael, demasiado- suelto haciendo que me dé una bofetada.
Hago una mueca escupiendo algo de sangre, tiene una fuerza sobrenatural. Lo miro fijamente riéndome, sé que suena muy cínico pero ahora no me sale otra cosa que una risa sarcástica. Me gano otro golpe más, un dolor agudo de cabeza se hace presente y ahogo un grito cuando choco la cabeza contra la columna.
-A ver si aprendes a callarte- bufa agarrando mi cara y haciendo que lo mire -Adrian fue muy compasivo contigo y por eso está donde está-
-¿Compasivo? Me apuñaló y casi muero- susurro tragando saliva.
-Creeme, yo puedo ser peor que mi hermano Rocío, y hoy lo vas a comprobar- siento su mano viajar por todo mi cuerpo -Además vamos a tener espectadores, debemos dar un buen espectáculo ¿No crees?-
Abro los ojos asustada y miro a todos lados pero no veo a nadie, comienzo a ponerme muy nerviosa y miro a Ismael de nuevo.
-Tus amigos llegarán enseguida no te preocupes- sonríe de lado haciendo que me entren ganas de matarlo.
-No les hagas nada, a ellos no- le digo apretando los dientes.
-Ellos no me interesan, solo te quiero a ti y lo sabes perfectamente- dice con recelo bajando un poco la cremallera del mono -Te ves muy sexy con este mono sabes-
Comienzo a removerme pero es en vano, nunca para, nunca se cansará. Cuando creo que me voy a desmayar de la fuerza que estoy ejerciendo para removerme entre sus manos, él para de golpe y sonríe.
-Ya están aquí- susurra escondiéndose detrás de la columna -No digas nada o te mato antes de lo previsto-
Siento como aprieta una navaja sobre mi costado y trago saliva mirando hacia la puerta. Los chicos entran y veo sus caras de preocupación.
-¡ROCÍO!- grita Isa acercándose y niego repetidas veces para que no lo haga.
Mateo la agarra por la cintura haciendo que retroceda y todos me miran fijamente. Suspiro aliviada cuando Ismael quita la navaja de mi costado, pero no todo siempre va bien. Siento como ahora la pone en mi garganta y sale de su escondite.
-Bienvenidos- dice sonriendo cínicamente -Habéis llegado a tiempo para ver a esta hermosura sufrir-
Agarra la cremayera de el mono y me la baja lentamente dejando ver mi sostén. Valentín aprieta la mandíbula y hace el intento de acercarse pero Ismael aprieta un poco más la navaja sobre mi cuello haciendo que un pequeño hilo de sangre brote.
-Déjala joder- dice Isa apretando la mandíbula y comienza a llorar.
Veo como Lucía comienza a tambalearse y de repente se desmaya haciéndome dar un pequeño grito. Dani la agarra y se sienta en el suelo sujetándola sin apartar la vista del tipo que me tiene sujeta.
-Isa, creo que tú eres la que más vas a sufrir- susurra con voz ronca Ismael comenzando a pasar su mano por todo mi cuerpo.
-Wacho- susurra Valentín -No seas un cobarde y pelea como un hombre, ¿te crees superior?-
-Soy superior Bro, pero si insistes- Ismael se aparta de mí y guarda la navaja dirigiéndose a Valentín.
Comienza una pelea muy intensa que hace que mi corazón se acelere pues Valentín está recibiendo mucho golpes. Isa aprovecha el despiste de Ismael y se acerca a mí rápido intentando soltarme. Veo como Trueno se une a la pelea intentando ayudar a Valentín pero Ismael es dos veces más grande que ellos.
Por fin consigo liberarme, al soltarme los brazos pierdo el equilibrio y caigo hacia adelante, por suerte Isa me sujeta y suspira hondo. Miro como están recibiendo una buena paliza y no puedo estarme quieta. Aparto a Isa y con las pocas fuerzas que tengo me tiro encima de Ismael haciendo que pierda el equilibrio, comienzo a golpearle la cabeza repetidas veces pero no parece afectarle.
En uno de los momentos caemos al suelo y al chocar mi espalda contra este suelto un quejido. Intento incorporarme pero no puedo y cuando casi lo consigo él se me abalanza encima.
-Te dije que no ibas a salir viva- agarra mi garganta haciendo presión y siento como el aire me falta.
Intento arañarle para que me suelte y cuando el doy cuenta veo la navaja a unos centímetros. No dudo ni un segundo y con el poco aire que tengo saco fuerzas y estiro el brazo agarrándola.
-Lo siento- susurro cómo puedo y se la clavo en la espalda varias veces.
Ahogo un grito cuando su cuerpo cae sobre mi aplastando me, veo como poco a poco pierde la consciencia. Comienzo a llorar con un ataque de nervios increíble, no se qué acabo de hacer.
-Dios mío- susurra Isa empujando el cuerpo de Ismael a un lado y tira de mí para que me levante.
Me abrazó a ella sollozando e intentando respirar tranquila pero me es imposible. Miro detrás de ella y Valentín está levantándose despues de haberse mareado un poco, Mateo me mira con los ojos abiertos y es así cuando caigo en la cuenta de que acabo de matar a Ismael.
-No puede ser, lo he matado- ahogo un chillo mirando el cuerpo inerte.
Comienzo a sentirme pesada y mis ojos se van cerrando poco a poco. Lo último que veo es la cara de horro de Valentín y como sus fuertes brazos me cogen en vilo para que no me golpee con el suelo.
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