A ᴠᴇᴄᴇs ᴜɴᴏ ʀᴇᴀʟɪᴢᴀ ᴜɴ ʜᴀʟʟᴀᴢɢᴏ ᴄᴜᴀɴᴅᴏ ɴᴏ ʟᴏ ᴇsᴛᴀ́ ʙᴜsᴄᴀɴᴅᴏ.

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⟡ Im Yeon Sun ⟡

     Salir de clases jamás fue tan esperado, quería irme a casa y empezar a hacer todas las tareas pendientes que tenía para la semana que viene. Era organizada y me gustaba adelantar bastante, era menos estrés y podría salir el resto de los días sin preocuparme de aquello tan importante.

     —Sunnie —Oh, no. Era Namjoon de nuevo insistiendo, como si no pudiera respirar por si mismo sin mí.

     —No, Namjoon. Lo nuestro se acabó, entiéndelo —Solté sin mirarlo y abrí la puerta de mi auto, si antes quería irme, ahora quería huir de allí.

     —Pero no quieres escuchar mi versión —Solté un suspiro, él sonaba roto.

     —Tampoco quiero escucharla, es más, no tengo tiempo para hacerlo —Metí mi cartera en el auto y me giré sólo para dedicarle una sonrisa, estaba feliz y sin él.

     De nada servía llorar por horas, sólo se me hincharían los ojos y me saldrían horribles ojeras que ni con el mejor maquillaje podría tapar.

     Nadie había dicho que no doliera, sólo que no valía la pena derramar lágrimas por alguien que nos las mereciera.

     —Jamás quise lastirmarte, Yeon Sun —Agachó su cabeza arrepentido.

     Me acerqué con cuidado y alcé su cabeza con ayuda de mis dedos, índice y gordo, quería que me mirara a los ojos.

     —Y yo jamás te creeré. Lo siento, Namjoon —Besé su mejilla como pude, por mi baja estatura era imposible no ponerme de puntillas.

     —No me dejes ¿Qué haré cuando no pueda concentrarme?, ¿Quién me traerá el café que siempre me activa por las mañanas?, ¿Quién me apoyará en todos mis proyectos? No hay nadie como tú y como un idiota te perdí —Su voz salía en un hilito y lo único que quería era abrazarlo con fuerza, decirle que aquí estaba para escucharlo, pero eso jamás volvería a pasar.

     No, nunca más.

     —Alguien llegará para ocupar mi lugar, no te preocupes por eso —Le dí una última mirada e ingrese a mi auto.

     Fue un momento doloroso. Verlo tan vulnerable y arrepentido hizo un gran hueco en mi corazón, pero más lo hizo su traición. Lo siento, pero no podré verlo a los ojos y olvidar lo que ví, menos escucharlo sin recordar lo que había salido de entre sus labios.

     Un tono de llamada interrumpió por completo mis pensamientos, miré hacia mi cartera y me incliné para tomarla, saqué el teléfono que vibraba como loco y tomé la llamada que era de un número desconocido.

     —¿Si? —Dije insegura

     —¿Im Yeon Sun? —Una señora habló en la otra línea.

     —Sí, ¿Quién habla?

     —Es Yi Haering, la directora del colegio en donde su hermano estudia —Jaewoo nunca se había metido en problemas y sólo me hacía imaginarme cosas horribles, ¿Qué le habrán hecho?

     —¿Qué le han hecho a mi hermano? —No sonar alarmada era un fracaso.

     —Nada. Le llamó para citarla en mi oficina, espero no se tarde.

     —Estaré allí lo antes posible —O eso trataré, esa señora sonaba muy seria y por lo visto, su tiempo era valioso.

     —Perfecto, la espero.

     Tragué saliva y colgué la llamada. Metí las llaves y encendí el auto, conduciría lo más rápido que me era permitido para llegar a tiempo al colegio donde estudiaba mi hermano.

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     Caminé por los pasillos del colegio de mi hermano, ni siquiera recordaba en donde quedaba la oficina de la directora, porque ¡Ésto era enorme! Los estudiantes que salían de clases me miraban curiosos y otros divertidos, como si quisieran sacarme fiesta un rato.

     —¿Qué haces aquí?, ¿Acaso me estás siguiendo? —Me detuve al ver el responsable de esa voz tan rasposa.

     Estaba sentado en las sillas de espera, junto a la puerta que decía “Dirección”, pero sólo hacía preguntarme, ¿Qué él hacía aquí?

     —¿Yo? Disculpa por matar tus ilusiones, pero no eres el centro del universo —Me aferré a mi cartera y pasé frente a él, sólo para sentarme en el otro extremo de las sillas, mientras más lejos, mejor para mí.

     —Muy graciosa, pero en serio, ¿Cómo supiste que estaba aquí? —Se giró en mi dirección y alzó una ceja, esperando mi respuesta.

     —No te creas tan importante, Jeon —Solté rodando los ojos, ¿Qué le pasaba a este tipo?

     —¿A qué viniste, entonces? No saldré contigo y no sé cuantas veces debo decírtelo —Lo miré ofendida, ¿Se cree el centro de la galaxia o tiene el cerebro del tamaño del de una avestruz?

     —Jamás te he pedido que salgas conmigo, ¡Estás loco! —Estaba molesta, no necesariamente por sus palabras, si no por su gran mentira.

     —¡Me persigues hasta en el trabajo! —Me crucé de brazos y miré la vena sobresaliente que hacía su reciente aparición en su frente.

     —¡Eso fue casualidad! —Mentí, no podría decirle lo de la apuesta, menos se dejaría llevar o enamorar por mí.

     —¡Mentirosa, tú me acosas! —Negué molesta, él acariciaba sus muslos, intentando mantenerse tranquilo, en calma.

     —¡No lo hago! —Grité. Dejé el bolso en el asiento que tenía a un lado y me quité la chaqueta de cuero, hacía mucho calor.

     Él miró nada discreto mi blusa de tirantes con aquel brillo en sus ojos, eso era nuevo. Luego, me miró con sus ojos oscuros y profundos, dejando que una corriente eléctrica recorriera mi cuerpo.

     —¡Que sí lo haces! —Volvió a lo suyo, a discutir de manera absurda conmigo, ¿Por qué no admite que lo traigo loco?

     —¡Eres un imbécil! —Iba a colmar mi paciencia.

     —¡Lo sé, eso lo dijiste ayer! —Se puso de pie enojado, justo en frente de mí. Él era impulsivo— ¡Y tú eres una loca! —Fruncí el ceño, dispuesta a responderle.

     —Representantes de Im Jaewoo y Jeon Junyeon pasen por favor —Una señora de cincuenta años apareció en frente de nosotros.

     Ambos la miramos sorprendidos, sus palabras tuvieron un fuerte impacto entre nosotros dos.

     —Tú eres el hermano irresponsable de Junyeon.

     —Tú eres la chica linda de la que hablaba mi hermano.

     Hablamos al mismo tiempo, mirándonos sorprendidos. Me levanté tomando mi cartera y entré primero a la oficina de la directora, haciendo como si Jeon no existiera en estos momentos. Analizo a ambos niños que estaban sentados en un sillon al lado del escritorio, me alarmé, porque ambos niños tenían pequeños moretones en sus rostros. Me acerqué sin importar qué y abracé a ambos niños, como si de una madre preocupada se tratase.

     —¿Qué les pasó?, ¿Están bien? —Me alejé un poco y los examiné por encima, realmente estaba preocupada.

     —Los de sexto querían hacernos daño, pero nosotros pudimos contra ellos —Alegó mi hermano e hizo un choque de puños con su amigo.

     —Quedaron peor que nosotros —Me sonrió Junyeon.

     —¿Qué te había dicho? Nada de meterte en problemas, Junyeon —Nadie había notado la presencia de Jung Kook hasta que habló.

     Me giré enojada, ¿Estaba sordo o qué?

     —¿Qué no acabas de escuchar que les querían hacer daño? —Alcé una ceja, esperaba su gran respuesta.

     No llegó, sólo la directora entró por debajo del marco de la puerta y cerró con fuerza la misma, ella no parecía muy contenta.

     —Como verán, ambos niños estuvieron involucrados en una pelea que, claramente no está permitido en esta institución, pero como se dieron los hechos, he decidido que sus representados no deberán asumir las consecuencias —Miré aliviada a mi hermanito, no tendría ningún castigo.

     —Gracias, directora Yi —Hice una pequeña reverencia y tomé a mi hermanito de la mano.

     —No tan rápido, señorita Im. —La miré sin comprender que pasaba ahora— Ambos niños tendrán que traer para mañana escrito en cualquiera de sus cuadernos lo siguiente: “No debo pelear en la institución, la violencia sólo trae más violencia”, en cinco hojas, deben estar repletas de esas palabras, tanto por delante como por detrás —¿Esto era realmente necesario? Ellos eran los agredidos.

     —Perfecto.

     Acerqué a mi hermano a mi cuerpo y lo abracé. Me despedí de la directora con un movimiento de mano y salí de su oficina, no estaba de acuerdo con sus palabras.

     —¿Estás molesta? —Jaewoo se miraba preocupado.

     Negué de un lado a otro sin dejar de caminar o de mirarlo.

     —No, claro que no. Estuvo correcto lo que hiciste hoy, pero esa no es siempre la salvación a tus problemas, ¿Si? —El pequeño asintió y siguió aferrándose a mi cintura, ¿En qué momento había crecido tanto?

     —¡Jaewoo, espérame! —Nos detuvimos al escuchar los pequeños pasos de Junyeon.

     —¿Puedo ir con él? —Miré sus ojitos suplicantes y asentí.

     —Pero sólo hasta la entrada —Él me sonrió y esperó a su amigo que venía corriendo con una gran sonrisa.

     Ojalá su hermano sonriera de la misma forma.

     Los niños se adelantaron y yo caminé despacio, mientras sacaba mi teléfono del bolsillo trasero, tenía tres llamadas perdidas de Seok Jin, tres de mi hermano mayor y unas nueve de Namjoon.

     —Mi hermano tiene muy malos gustos —Desvié la mirada de mi teléfono hacia donde estaba Jeon.

     —¿Disculpa?

     —Él decía emocionado que eras linda, pero realmente se había equivocado, con ese kilo de maquillaje hasta yo sería lindo —No lo podía creer, estaba usando un maquillaje de lo más natural posible.

     —¡Que te den, Jeon! —Grité. Ya no podía con ese sujeto.

     —¿Qué pasa, Sunnie? —Mi hermano me miraba alarmado, ni cuenta me había dado que ya estábamos en la entrada.

     —Nos vamos —Lo tomé de la mano y miré a Junyeon apenada, no era su culpa— y disculpa Junyeon, pero tu hermano es un amargado, insensible e imbécil —Les dediqué una sonrisa y arrastré a mi hermano del brazo.

     Era más que un imbécil.

¡Holaaa, no me aguanté a actualizar!

¡Me tiene tan emocionada lo que pasará después, que decidí adelantar un poco para llegar a esa parte tan salseante!

Gracias por leer❤️