⟣ Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 03 ⟢
ᴘᴜᴇᴅᴇs ᴄᴇʀʀᴀʀ ʟᴏs ᴏᴊᴏs ᴀ ʟᴀ ʀᴇᴀʟɪᴅᴀᴅ, ᴘᴇʀᴏ ɴᴏ ᴀ ʟᴏs ʀᴇᴄᴜᴇʀᴅᴏs.
| ✨ |
⟡ Im Yeon Sun ⟡
Salí de clases corriendo a todo lo que mis piernas daban, era hora de ir a buscar a mi hermanito, estaba feliz y nerviosa al mismo tiempo, quería que por primera vez los niños lo trataran bien y que tuviese un nuevo amigo que pudiese llevar a casa para que ambos jueguen en su consola, que se quede a cenar hasta tarde y quien sabe, se quede a dormir en casa el fin de semana.
Me encantaría verlo feliz y no tan solo.
—Sunnie, amor —Me detuve en seco al escuchar aquella voz.
—Ahora no, Namjoon —Saqué las llaves de mi cartera y con el control le quité los seguros a mi precioso Audi.
—¿Qué te pasa, Yeon Sun? —Me tomó delicadamente por un brazo y me obligó a mirarlo— No te ví en todo el día y me tratas como si realmente no te importara —Sus ojos estaban apagados y me pedían algún tipo de explicación.
—Te ví.
Aquello debió dar en el blanco, pero lo único que logró fue confundirlo y sus cejas estaban levantadas, esperando la explicación y el desenlace de mis palabras.
—Y si me viste, ¿Por qué no me saludaste? —Algo en mi corazón se rompió de nuevo, calaba a lo profundo de el, agrietando todo a su paso.
—Te ví besándote con Hye Na y está bien, no debía aparecer en una estúpida escena en donde ella posiblemente me presuma que también te tiene, Namjoon y bien por tí, por creer que era estúpida y que no me fijaba en pequeños detalles que hacías, haciéndote creer que no me importaba o siquiera me fijaba en ellos.
Abrí la puerta del auto, quería irme antes de llorar en frente de un hombre, pero no sin antes finalizar.
—Primero faltaste a la cena de nuestro aniversario, me dejaste plantada en el cine, desapareciste todo el día hoy y con la excusa de estar haciendo algo importante para tu carrera, pero realmente estabas ocupado metiéndole la polla a la estúpida esa. —Suspiré con pesadez— En pocas palabras y por si no te quedó claro, terminamos, Namjoon —Solté con cierta satisfacción.
En tu cara morena.
Subí al auto y cerré la puerta con algo de fuerza, haciendo un estruendoso ruido; estaba muy molesta y dolida, una gran presión en mi pecho se había presente y más cuando tenía un nudo en mi garganta, pero debía ser fuerte para poder ganarle la apuesta a esa muñeca sin cerebro, ella podría tener buenos trucos bajo la manga como frases en plan coqueto, pero le faltaba cerebro para poder entablar una conversación con alguien que no conoce.
—¡Vamos, Sunnie, abre la puerta y hablemos como personas civilizadas! —Aunque golpeara el vidrio del lado de mi puerta, jamás le haría caso y caería en las mentiras de un hombre.
—¡Lo siento, no te escucho! —Saqué el dedo del medio de mi mano izquierda y bajé un poco el vidrio sólo para mostrárselo por un corto periodo de tiempo, volví a subirlo y puse el auto en marcha.
Conduje a una buena velocidad hacia el colegio de mi hermano, iba muy atrasada y más con el cabeza hueca de Namjoon retrasando mi paso. Me salté un semáforo en rojo y recé para que una patrulla no se acercara a mi y me pusieran una posible multa, pero gracias al cielo eso no pasó y llegué con veinticinco minutos de retraso a la entrada del colegio.
Me entristeció por completo ver como un niño adorable de piel blanquecina, ojos almendrados, pestañas rizadas y con un bolso de Ironman, estaba sentado en un banco que había al frente de la escuela mirando hacia los lados, esperando posiblemente a una hermana tan irresponsable como yo.
Bajé el vidrio del lado del copiloto y le dediqué una sonrisa de oreja a oreja, él estaba contento de verme y eso sólo se debía a una simple explicación, no le había ido bien en clases.
—¿Te ayudo a subir?
Jaewoo negó y abrió la puerta trasera, subiendo a el sin decir ni una palabra, metió su gran bolso y luego su cuerpo, finalizando con el brusco sonido de la puerta siendo cerrada.
Y vaya que tenía fuerza.
—¿Nos podemos ir? No quiero volver a éste lugar nunca más —Lo miré por el retrovisor con la ceja levantada y él sólo se encogió de hombros algo triste.
—¿Qué te hicieron? —Pregunté aún mirando por el retrovisor y él se cruzó de brazos, se rehusaba a decirme o al menos eso parecía.
—Sólo me gritaron que era raro y me llenaron el casillero con notas no muy bonitas. —Me sentía muy mal, pero comprendía como mi hermano se sentía y si mi mamá estuviese aún presente, probablemente le diría que era para volverlo aún más fuerte— Me querían muerto, Sunnie —Agregó.
Aunque era absurdo, ¿Por qué los otros niños se burlaban de él?, ¿Qué tenía de malo tener una obsesión con Ironman o amar a tu familia por el gran esfuerzo que hacen a diario por estar unida?, Era un niño que fantaseaba con ser un súper héroe y que un día podría hacer su propio traje para volar por los cielos.
—Ignóralos, Jaewoo, podrás tener otros amigos y de grados mayores —Le sonreí y puse el auto en marcha, estaba ansiosa por volver a casa.
—Lo intento, Sunnie, pero no es fácil imaginarme que ellos no estaban allí, no puedo hacer lo mismo que hice cuando mamá se fue. —Sentí que mi hermano estaba a punto de desmoronarse, mientras yo estaba al volante— Sólo imaginaba que tú eras ella cuando iba a leerme un cuento para dormir o cuando te quedabas conmigo hasta tarde sin importar que tendrías mañana. —Soltó un pequeño sollozo y me alarmé poniendo la luz intermitente para estacionarme cerca de un McDonald's— Por un día... Yo sólo deseaba que tú fueras mi mamá —Mis ojos se cristalizaron, él extrañaba a mamá y yo también lo hacía, pero no podíamos detenernos por ella.
No lo valía.
No cuando nos abandonó por un hombre con dinero. Primero nos maltrató sin importarle lo que dijeran las demás personas sobre lo mala madre que era, incluso con más fuerza nos pegaba al recordar aquello y cuando nos enteramos que estaba embarazada de Jaewoo, me prometí que iba a protegerlo aunque perdiera mi vida en el intento.
Giré mi cuerpo, recordando que no me había puesto el cinturón de seguridad, ya había roto dos reglas de tránsito, pero eso no era importante ahora, abrí mis brazos y Jaewoo saltó con nostalgia a ellos, oliendo su perfume para niño bastante varonil.
—Siempre estaré contigo en las buenas y malas, Jaewoo y si algunos niños sobrepasan el límite, sólo debes decirme y me vestiré como Ironman para ir a salvarte, jamás lo dudes —Él se separó del abrazo para mirarme con sus ojos brillosos.
—¡Y les darás una paliza!
Quizás y le dé con una correa a todos los que se burlan de él por esos traseros pequeños, pero redondos.
| ✨ |
Las horas transcurrieron luego de que volvimos a casa y estar sumergida en el enorme libro de medicina, sentada en la cama con la espalda encorvada, comenzaba a irritarme la vista, muchas palabras pequeñas y el sueño que estaba comenzando a hacer su gran entrada no me ayudaba en lo absoluto.
—¡Papá llegó, papá llegó! —Gritó mi hermanito muy contento fuera de mi habitación— Trajo comida china —Cierta emoción sobresalía en su voz.
Él amaba la comida china.
—Bajaré en un minuto. —Afirmé mi presencia en la mesa— Lava tus manos y recuerda no poner los codos encima de la mesa —Le recordé.
—Te veo abajo —Dijo con su dulce voz y sonreí para mi misma, él no podía verme a través de la puerta.
Me levanté de la cama y fui al armario en busca de un short de pijama, porque el camisón de algodón negro estaba algo corto, até mi cabellera en una coleta de caballo y busqué mis pantuflas de conejo. Salí de mi habitación y bajé las escaleras, viendo como mi hermano corría de un lado para otro emocionado con unos manteles individuales entre sus manos, caminé hacia él extendiendo mis brazos y sin decir nada, él sólo me abrazó como lo estaba pidiendo.
Mi pequeño bebé.
—Hija, espero te guste lo que compré para cenar —Mi padre apareció segundos después por debajo del marco de la cocina.
—Confío en tus gustos.
Nosotros acostumbrabamos a cenar en el restaurante del hermanastro de mi padre, era el tío más comprensivo que podías desear, siempre estuvo presente en nuestra vida, en cumpleaños, graduaciones, fiestas navideñas en mis peores momentos (que sólo sabíamos él y yo) y más cuando mamá decidió dejarnos.
Acomodamos todo en la mesa, cubiertos, vasos y platos. Papá sirvió en cada plato lo que comeríamos y nos sentamos en la misma, tomando los cubiertos para empezar a degustar la deliciosa comida que tenía frente a mí.
—¿Cómo te fue en el colegio, hijo? —Jaewoo dejó de comer con felicidad y miró a mi padre con cierto dolor.
—No muy bien, pero Sunnie me dijo que los golpearía, ¡Vestida de Ironman! —Mi padre me miró con cierta desaprobación.
—Yeon Sun. —Me reprendió— ¿Qué habíamos dicho sobre la violencia? —Tragué lo que estaba masticando, sentía aquel nudo en mi garganta todavía y tragar era más que complicado.
—Le desearon la muerte, ¿Qué más podía decir?
Mi padre dejó los cubiertos encima del plato y tomó el contenido del vaso sin dejar ni una sola gota en el.
—Que todo tarde o temprano pasará —Solté un suspiro y volví a mi comida.
Como si esa fuese la solución.
Seguimos comiendo algo incómodos, el ambiente era pesado. Ya no podíamos hablar como antes, desde que mi hermano fue al extranjero a perseguir sus sueños, nada ha sido como antes, su mal genio y carácter era el punto clave para la felicidad en casa.
—¿Cómo estuvo el trabajo? —Me atreví a preguntar, sacando un nuevo tema de conversación.
—Fue un éxito la operación facial número diecisiete de un niño de diez años —Lo miré sorprendida, ¿Diecisiete operaciones faciales a los diez años? Ni una persona normal a lo largo de su vida.
—¿Qué le pasó? —Sorprendida, decidí preguntar e indagar más sobre el increíble caso.
—Tuvo exceso de crecimiento de piel sobre sus ojos, boca, nariz y orejas, en pocas palabras no podía usar en su totalidad los sentidos, pero la reconstrucción de su rostro fue todo un éxito y recuperó sus sentidos un 98,5% —Sonreí, mi padre era brillante en su trabajo.
—Eres el mejor de Corea, claro que sería un éxito.
Y no me equivocaba, porque el era el mejor del mundo para mí.
Gracias por leer💕
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro