capítulo 7
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Todos sobrevivimos más de lo que creemos que podemos.
—Joan Didion
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Azra era peinada, maquillada y perfumada por tres hatuns, Gevherhan le explicaba todo lo que tendría que hacer.
La sultana la miraba con pena de vez en cuando, pues aún era una niña y no quería lanzarla al fuego aún pero era necesario.
—Çevri kalfa irá contigo, Nürhaza se quedará contigo cuando yo me vaya—le sonrió y salió junto a la kalfa, su nueva amiga y dos aghas.
—¿Que piensas hacer?—le dijo Atike, Halime bufo molesta y la miró.
—Por el momento nada,mientras esa niña no quede embarazada todo estará bien.
—¿Y si sale?
—Haré que este palacio nos caiga encima a todas Atike, nadie se mete con Halime.
Azra llegó a la puerta de la hasoda con las manos sudadas y nerviosa, el agha la dejo pasar y hizo todo lo que previamente le habían dicho.
Cuando sintió la mano del şehzade en su mejilla se puso de pié y luego sintió sus labios unirse a los de el en un armonioso movimiento.
Al siguiente día Azra despertó y miró a su lado buscando al şehzade, pero este ya no estaba, adolorida busco sus prendas para vestirse e irse a como le habían ordenado, pero una voz la detuvo.
—Handan—exclamó Mehmet con una sonrisa, Azra se giró extrañada.
—¿Handan?
—Significa la de alegré sonrisa —la beso e invitó a desayunar con el.
En el harén Halime miraba con odio a todas las favoritas del príncipe, desde que ella había llegado todas la miraban con odio, por que desde que llegó el şehzade no había llamado a otra, eso fue hasta que Azra llego.
Halime la miro dirigirse al harén con una gran sonrisa, Ayşe se acercó a molestarla pero al esta nombrarla la ignoro.
—¿Que no escuchas?
—Ya no me llamo Azra, ahora soy Handan—dijo dándose la vuelta y regresando hacía los aposentos de Gevherhan sultán.
Halime miró con odio a la niña y luego se dirigió hacia sus aposentos hecha una furia.
Atike la miró sin entender para luego susurrarle lo que había escuchado de Gevherhan sultán.
—¿Se va a ir?
—Eso escuche —sonrió la rubia.
—Allah me escucho —le sonrió.
Días después Gevher sultán se despedía de Handan quien con lágrimas le deseaba un gran viajé.
Quién diría que la pequeña niña viviría un infierno lejos de su sultana.
Mehmet desayunaba con Halime quién le platicaba sobre lo que haría cuándo el subiera al trono, unos minutos después una carta reposaba en las manos del şehzade quién con tristeza le ordenó a Halime salir.
—El şehzade no me ha llamado en dos semanas, Nürhaza—susurró triste
—Yo que tu no me enamoraria de el şehzade, sólo tiene ojos para Halime, pero descuida, ya te llamará—escucharon un alboroto en el harén y ambas se salieron a asomar.
—¿Que pasa hatun?—dijo Nürhaza
—La valide sultán se ha encontrado con allah—Handan la miró y asintió, jamás conocería a la mujer de la que tanto le hablaron sus padres.
Mehmet salía al siguiente día con Halime, Handan no iría pues a penas y era favorita, cuando Halime paso por el harén y miró a Handan sonrió con hipocresía, había ganado esa vez.
Ella lo sabía, era la única en el corazón de su majestad.
Pero el no amaba a nadie.
Al llegar a la capital Halime se dirigió junto al şehzade hacía los aposentos de Safiye, Halime iba nerviosa, pues al fin conocería a la gran Safiye sultán.
Mehmet abrazo a su madre e intercambiaron algunas palabras, al salir el şehzade, Safiye miró a Halime y le sonrió levemente.
—Sultana —se reverencio y Safiye la invito a sentarse.
—Ya veo por que mi hijo se fijo en ti—le sonrió —Cuéntame ¿a quién le sirves?
—Y-yo —susurró—la Sultana Nurbanu me había mandado a acabar con usted —suspiró—al no lograrlo y no darle un hijo al príncipe me descarto y Gevherhan sultán mando a otra criada.
—¿Sigues del lado de ellas?
—No, me dejaron sola cuándo las necesitaba—negó —le soy fiel a usted mi sultana.
—Eso espero Halime, no dejes que esa niña ¿Handan? Quede encinta, no dejes que te robe tu lugar—la miró y Halime asintió con una sonrisa.
Safiye había conseguido un buen chivo expiatorio, sólo la usaba a su beneficio, luego acabaría con ella.
Safiye sultan, las demás concubinas del sultán Murad y sus nietas, Halime se hizo al fondo por protocolo, miró a una Hatun en especial llorar sin consuelo, supuso era la fiel criada de la valide.
—¡Atención Haseki Afife Nurbanu valide sultán hazretleri!.
Todas hicieron reverencia, Halime alzó su vista un poco y vio pasar al şehzade junto a su padre quiénes llevaban el ataúd de la Sultana.
Siempre ignoran esto pero...
¿les gusto?
¿que les parece la historia hasta ahora?
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