Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

capítulo 15


1599.

Safiye sultan miraba los baules llegar, Halime la miraba desde el harén, según se corrían los rumores la reina Elizabeth le había enviado muchos regalos entre ellos un carruaje de oro puro.

Halime quería ser Safiye, quería tener el poder que la valide tenía, quería ser recordada por la eternidad y haría hasta lo imposible por lograrlo.

Miró a Hatice y Dilruba correr hacía ella, ambas hicieron una reverencia y se sentaron a su lado.

—La abuela —comenzó Hatice y Halime la miró seria—la valide sultan ha recibido muchos regalos, cuenta le Dilruba.

—Hemos visto un retrato de la mismísima reina de Inglaterra—dijo emocionada —y baules con telas y joyas finas muy finas.

—Todo eso lo ha logrado siendo inteligente—las miró —si quieren llegar a tanto tienen que ver más haya de sus joyas—ambas asintieron—ahora vayan con su Daye.










—Madre —dijo Ahmed—¿puedo ir al jardín con Mahmud? Süleyman también quiere ir.

—Claro, Nurhan ve con ellos—dijo Handan cargando a Ayşe.

—¿Confías en Halime?—dijo Kaya Hatun

—No, pero confío en Mahmud, se que el no tiene el corazón malo, no como Safiye.

—Pero Halime es ambiciosa.

—Derviş está aquí, el nos ayudará —dijo segura pero en el fondo sabía que no era así.










—Atike manda una carta a Çiçek, quiero saber más de aquello que nos dijo—murmuró

—No mandes cartas tan seguido—le aconsejó.

—Lo se manda a Cerrah Agha a dejarla y por favor consigue a otro agha que lleve las cartas—Atike asintió  y salió de los aposentos.








1603.

Halime le entregó la carta a Atike, quién de inmediato salió de los aposentos y recorrió todo el palacio en busca del agha que la entregaría.

—Abdurrezzak agha—dijo Atike y le paso con disimulo la carta—Halime ha  dicho que seas cauteloso.

—Descuiden, nadie me verá —se dio la vuelta con una gran sonrisa.







Horas despues Abdurrezzak regresó con la carta y se dirigió de inmediato a sus aposentos, la leyó minuciosamente y con una sonrisa se dirigió hacía los aposentos de su señora.

—Valide sultan —hizo reverencia.

—¿Has traído noticias?—posó su mirada en el.

—Lo que leerá no le gustará —le entregó la carta y Safiye la leyó atentamente.

—¿Quién se creé que es?—se puso de pié—vamos con Mehmet y luego se la envías a ella para que no sospeche nada—dijo saliendo de sus aposentos, su séquito de criadas iban a una distancia prudente mientras que Abdurrezzak iba al lado de la valide hablando con ella.









—Madre, ¿ha que se debe tu visita?—Mehmet beso su mano.

—Sólo lee esto y por allah no la rompas—Mehmet tomó con duda la carta y comenzó a leerla cambiando su expresión de duda a una de enojo.

—Esa ramera, ¿que se cree?—alzó la voz.

—Nunca supiste escoger a tus concubinas—dijo ella.—tu sabes que hacer, no pienses con la cabeza fría.

—Claro que lo se, dale esto a la ramera de Halime—se dio la vuelta—ahora vete de aquí madre.

—Piénsalo bien, Halime te va a quitar el trono—se dio la vuelta y salió de ahí.










—¿Esto es posible?—dijo Halime—no da ninguna causa de muerte.

—Sólo dice que morirá pronto—hablo Atike

—Dale su oro a Abdurrezzak y quema esta carta—murmuró y miró a Mahmud entrar a sus aposentos.

—Madre—beso su mano—iré con Süleyman y con Ahmed al jardín ¿puedo?

—Claro mi León—lo abrazó.




7 de junio.

Semanas pasaron en las que Mahmud fue vigilado por su padre. Una noche la calma fue tan abrumadora que sólo las respiraciones profundas se escuchaban, los pasos pesados y las puertas siendo cerradas con seguro.

—¡Halime!—dijo Atike moviendola —¡Halime!

—¿Que quieres Atike?—dijo en un susurró

—La puerta esta trabada—Halime se puso de pié de inmediato, su corazón se aceleró.

—Mis hijos Atike —gritó

—Şehzade Mustafa y las Sultanas están al otro lado—dijo golpeando la puerta.

—¡Mahmud! Hijo—grito golpeando la puerta.












Dos habitaciones a la izquierda Handan despertaba por los gritos de Halime, la Bosnia miró a Kaya quién salió con Ayşe en brazos.

—¿Que está pasando?—dijo yendo a la puerta—no abre.

—Yo escuche pasos pero la sultana no me dejo moverme—dijo asustada Kaya

—Halime clama el nombre de su hijo, ¿que esta pasando?—golpeo la puerta.











Ahmed miró unas sombras pasar, su puerta estaba abierta y la curiosidad lo llamo, siguió las sombras y luego aceleró su paso al escuchar los gritos de su hermano pidiendo por piedad.

—¡Mahmud!—gritó Ahmed tratando de acercarse pero uno de los sordo mudo no lo dejo.

Ahmed se soltó ya cuándo el cuerpo de su hermano estaba inerte, miró con dolor a su hermano y lo abrazo, lo abrazo tan fuerte que temió quebrarlo.









La puerta de Halime fue abierta y salió corriendo hacía los aposentos de su hijo, en el caminó se encontró a Handan quién al verla la siguió.

El corazón de Halime se aceleró al ver a Ahmed con el cuerpo de su hermano en brazos, Handan a sus espaldas miraba con miedo a su hijo.

Halime cayó de rodillas al lado de Ahmed y abrazó a su hijo, sus gritos causaron miedo en el joven príncipe quién miró a su madre y luego miró detrás de ella dónde estaba Süleyman con los ojos llorosos.

—¡Mahmud¡ mi niño, no, despierta—gritó con todas sus fuerzas—Ah, Mahmud —sollozo. Y Handan se acercó a ella.—Mehmet es un monstruo—la miró—Salva a tus hijos de el —la apartó y se aferró al cuerpo de su hijo—Mahmud mi niño, perdón, Perdóname, no fue mi intención.








Handan se acercó a Ahmed y a Süleyman y los saco de ahí, con el corazón en la mano regreso con ambos a sus aposentos y los hizo sentarse.

—Fue el—susurró Ahmed

—¿Vendrá por nosotros?—dijo Süleyman con miedo—¿Nos enviará con Mahmud?

—No digas eso, nada les pasará—dijo ella

—No quería que Mahmud se fuera—sollozo Süleyman y Handan los abrazo.

—Nadie lo quería —dijo en su oído.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro