capítulo 11
—¡No es posible!—gritó Halime
—Lo siento—dijo Atike
—Yo también lo estoy Atike, si ella tiene un príncipe se acabó —gritó
—Tu tienes el şehzade mayor
—La bruja dijo que caería en desgracia si Handan quedaba embarazada de nuevo—negó varias veces
—Tu también lo estas, no tienes por que temer, solo guía a Mahmud por buen camino y Mehmet será cosa del pasado—susurró
—Eso esperó Atike, eso espero—susurró.
Handan miraba contenta a Mehmet, el şehzade había mandado a repartir oro por todo el harén y comida.
Handan deseaba con su vida una pequeña niña, pero el destino nunca estaba de su lado.
—Alteza, no se si sepa—dijo la doctora y Handan la miró —Halime hatun también está embarazada.—Handan la miró seria por un momento mientras que Mehmet sonreía
—¿Hace cuanto sabes hatun?
—Hace un mes vino, tiene como tres meses ya
—¿Por que nadie me había dicho?—Handan suspiró y salió sin hacer ruido.
—Siempre es ella—dijo a lo bajo
—Siempre seré yo Handan—dijo Halime—Tu hijo esta en mis aposentos con Mahmud, esperó no te moleste.—Handan negó, después de todo Halime era amable con Selim y ella con Mahmud.—felicidades
—Igual—Halime alzó una ceja —la partera lo ha revelado hace unos momentos—ella asintió y siguió su camino.
Halime fue la primera en comenzar su trabajo de parto, las criadas corrían por todo el harén con las toallas llenas de sangre, sus gritos se escuchaban por todo el lugar.
Handan suspiró viendo a todos correr a ella aún le faltaban dos meses.
—¿Mi madre va a estar bien?—dijo Mahmud
—Si pequeño, solo tendrás otro hermanito—dijo Handan
—No quiero más hermanos, con Selim estoy bien—hizo un pequeño puchero y Handan sonrió.
—Es una niña—Halime cerro fuertemente sus ojos, otra niña.
—Mi hermosa Bebé —dijo Mehmet —te llamarás Hatice, tu nombre será Hatice, tu nombre será Hatice —Halime sonrió al escucharlo y tomó a la bebé— avisen a la capital, hagan una fiesta por el nacimiento de Hatice.
Handan llevaba de la mano a Mahmud, el pequeño le había dicho que lo acompañará a ver a su nueva hermana.
—Felicidades—dijo Handan y Halime asintió
—Es hermosa mamá
—Lo es—le sonrió Halime.
Handan caminaba de la mano de Selim, el pequeño y ella habían decidido ir al jardín y pasear ese día, la fecha del parto estaba cerca y anhelaba tener en sus brazos a su pequeño bebé.
Ambos iban enfrascados en una amena conversación cuando Handan sintió un líquido correr entre sus piernas.
—Melek lleva a Selim a sus aposentos y llama a la partera—susurró tomando de la mano a Akile hatun.
Pujaba y pujaba, todas corrían de un lado a otro con toallas, más de dos horas en labor de parto y el bebé se negaba a salir hasta que un llanto hizo eco en los aposentos.
Mehmet entró de inmediato y miró a su pequeño hijo en brazos de Handan, lo tomo con cuidado y comenzó a recitar el shada.
—Allah es el más grande y misericordioso, tu nombre será Ahmed, tu nombre será Ahmed—susurró
Halime comenzó a tirar todo lo que encontraba a su paso, ella deseaba un niño pero a cambio recibía dos niñas y ella, Handan tenía dos Şehzades ya.
—Ve el lado bueno Halime, ellas pueden asegurar el trono para tu hijo, si sabes con quién casarlas—dijo Atike peinando el cabello de Dilruba
—Si juego bien si, pero todos aman a Selim
—Y a Mahmud igual, deja que ambos estén juntos, deja que creen un lazo inquebrantable y así Mahmud tendrá todo.
—Eres buena en esto—dijo Halime
—Aveces, ahora dale otro hijo al sultán el siguiente será un niño se que si
—Allah te escuche.
—Mi amada Halime —dijo Mehmet y ella apartó su rostro —¿Que pasa?
—Eso le dice a todas—suspiró—Mihrumah, Handan, Leyla, Ayşe, Şehsubar, Kaya y a muchas más—dijo y fingió tristeza.
—Es un harén Halime
—El sultán Süleyman solo tuvo ojos para Hürrem Sultán—lo miró—no importa ya, me conformó con mis hijos.
—No digas eso por favor, vamos a Bursa, pasemos un día lejos de todos.
—¿Sin nadie?—ella sonrió
—Sin nadie en nuestro camino—la beso y Halime asintió gustosa sus caricias.
Handan miraba el carruaje partir, los hijos de Halime estaban a su lado, Mahmud abrazaba a Dilruba pues está no quería que su madre se fuera y Hatice quedaba en brazos de Atike.
—Esto es lo peor que me ha pasado—dijo Handan
—El peor error que se puede cometer es enamorarse de alguien como el—dijo Lale hatun
—Fue el peor error ¿no?
—Si, por cierto, Derviş agha desea verla—Handan asintió y tomo su velo para salir de ahí.
Esperó les guste y por favor voten y comenten.
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