"Estas putas reboticas, siempre roban y no me la chupan. Vamos, Dort- *sonido de susto barato*"

- Priscilla Morningstar

Ahora sí, a comenzar esto, si no les gusta, culpen a mi huevo izquierdo (nomame, quien escribió esto-)

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Que linda mañana, o lo más cercano que se pudiese a ser linda, hacía en el Infierno, apenas unos días después del Exterminio frenado. Nuestro príncipe se encontraba en la cocina de su mansión, desayunando unos ricos hotcakes recalentados, la receta especial de su padre.

"Así ha estado mi semana, mi querida audiencia." relató Billy, aparentemente hacia nadie en particular. "Entrené sin parar, tuve la noche más puerca de mi vida desde la Edad Oscura, asalté el Área 51 en menos de una hora y detuve (junto a mis amigos y familia) una exterminación angelical... Tengo una agenda apretada. Y si piensan que necesito desesperadamente un descanso, están en lo correcto. Ya lueguito pienso en que hacer después. Saben, por el hecho de que inicié una guerra contra el Cielo y esas cosas."

Y luego tomó asiento para ponerse a comer su esponjosa comida en paz. Uno de los hotcakes tenía un glaseado en forma de carita feliz, y añadido al hecho de la textura esponjosa de la comida en sí, Billy empezó a sentir una especie de nostalgia extraña.

"Hmmm... creo que me he olvidado de algo... meh, seguro no es importante." se dijo a sí mismo Billy, encogiéndose de hombros.

Agarrando el periódico, siendo aun un poco anticuado en términos del uso de medios de comunicación, bebió de un cafecito mientras pasaba las páginas. Deportes extremos, asesinatos, pornografía, lo típico. Hasta que encontró un pasaje que le llamó la atención.

'Peligrosa criminal se rebela contra guardias en una perrera del Anillo de la Pereza'. La portada mostraba a una hellhound con tremendo afro, rabiosa, peleada con unos guardias.

"Vaya caso. Por algo empecé a cerrar las perreras en el Infierno desde los 80. Y esa canina, con ese pelo, esa altura, esos ojos de puntitos..." meditó Billy unos segundos, antes de dar un jadeo dramático. "¿¡No es esa Priscilla!?"

Encendiendo el televisor y seleccionando el odioso canal de noticias, Billy se percató de una noticia de última hora.

"- Como podrán observar sus mugrientos ojos infectados de conjuntivitis, esta salvaje criatura se ha rebelado contra sus apuestos guardas por quien sabe que. No es como que a nadie le interese lo que haga una callejera." informó Katie con su tono típico. "Le está dando con todo a sus captores."

"Y no en un solo sentido, si me comprenden." destacó Tom pícaramente mientras la pantalla enfocaba una escena 'curiosa' entre Prisci y los guardas.

Katie empujó a Tom y continuó reportando.

"Estas son las palabras de la reclusa."

La pantalla mostró a tiempo real el encuentro de Priscilla con los guardias. 

"¡No me detendré hasta que me dejen embarazada y me abandonen!"

Un guardia sacó tremenda porra para darle un vergazo, pero esto solo pareció calentar a la hellhound (puro masoquismo).

"A continuación escuchemos las declaraciones de los pobres pendejos que tienen que cuidar a la criatura." prosiguió Katie.

"Si tan solo ocurriera un milagro... que alguien que venga y la saque, creo que he desarrollado insomnio."

Billy agarró su taza de café y bebió un poco más, meramente con la intención de escupirla inmediatamente después.

"¡Ay, no mames! ¡Si es Priscilla! ¿¡Cómo me vengo a enterar hasta hora!? ¡Ahhhh, soy el peor padre de la historia, noooooo!" entró en pánico Billy.

Era muy extraño que nadie se acordara de ella durante todo ese tiempo (necesidades del guion). Y la cabra se puso bien encabronada porque su hijo mayor no le dijo nada. Inmediatamente agarró su teléfono y marcó su número.

"¡Sodom Morningstar! ¿¡Usted por qué no me dijo que mi hija ha estado metida en una condenada prisión hellhound!?"

Sodom había agarrado el apartamento compartido con Priscilla para sí mismo y su actual novia, Dortmund.

"¡Primero que todo, fui secuestrado durante cinco putos meses! Segundo, ¿cómo es eso posible? Tercero, ¿cómo es que no se ha escapado-?"

"¡Así como lo escuchas! ¡Y ni una excusa más, porque según el pinche periódico, ha estado encarcelada durante seis meses! ¡Coño de la madre! ¡Ahora mismo sacas tu culo de dondequiera que esté y vendrás conmigo a rescatar a tu hermana menor! Y si sabes lo que te conviene, no vas a tardarte."

De vuelta en la perrera, uno de los guardias iba pasando por los pasillos repletos de hellhounds, mientras golpeaba su porra contra los barrotes de esas jaulas, y se dispuso a soplar un silbato para caninos que produce un ruido tortuoso e incesante que sólo ellos pueden escuchar. Todos se pusieron a gritarle e insultarlo para que se callara, sobre todo la reclusa #123... Adivinen quien era.

"¡MALDITO SILBIDO DEL DIABLO! Ya cállate un buen, ¿no?"

Era obviamente Priscilla, agarrándole el garrote cuando pasó a su lado. El guardia cagado del susto ni sabia que le iba a hacer ante aquella confrontación.

"¿¡Te atreves a desafiarme?! ¿Quién te crees? " le reclamó el guardia.

"Yo no me creo nada. Yo SOY la más Mommy, para que te vayas ubicando."

"Pervertida, ¿te crees muy chistosa?" amedrentó el guardia, golpeando las rejas de la celda.

"Para chistes ya tengo la seguridad de este sitio. Pude haberme escapado de este cuchitril hace tiempo, pero eh, nadie desecha vacaciones gratis." se mofó Priscilla, importándole poco este intento de intimidación.

"¿Pues apoco tu piensas que somos tus sirvientes a disposición tuya?"

"¡Aquí esta su almuerzo, mommy!" exclamó otro guardia lamebotas, sujetando unos platos de comida para los hellhounds.

De hecho, durante los pasados meses, Priscilla había conseguido someter a los guardias. Aunque técnicamente estaban 'encerrados', los hellhounds tenían sometidos a los guardias casi por completo, inspirados por Prisci.

"... ¡Eso no significa nada!" aseguró el guardia. "¡Y ten un poco de dignidad, Joe!"

La comida era un plato de croquetas que sabían horrible. Por lo que cuando el guardia lamebotas le dio su plato, Prisci lo agarró fuertemente su muñeca.

"¿¡ESTO OTRA VEZ?! Estás pidiendo a gritos que-..."

Dijo mientras estaba a punto de doblarle la mano, casi se mea del susto aquel guarda. Afortunadamente, Priscilla tuvo algo de piedad, por lo cual se relajó y soltó su mano.

"Compostura, Prisci. Ellos te dan comida gratis." se dijo a sí misma para calmarse. "¿Por qué no nos traes algo mejor? No sé, unas albóndiga."

El guardia random se retorció del dolor y empezó a irse.

"S-sí, señora, enseguida regreso! Disculpen los inconvenientes."

Y se fue disparado de regreso a la cocina para preparar una comida que no supiera a cartón mojado.

"Tacaños de la verga..."

Priscilla, en su aburrimiento mientras esperaba, se le ocurrió de forma completamente aleatoria cantar una canción en conjunto con los hellhounds.

"Una loba en el armario..."

"Tiene ganas de salir..."

Y a continuación, se oyeron aullidos de hellhound, agudos y graves por igual, alrededor de toda la perrera.

AUUUUU.mp3

Los guardias estaban al borde de la locura con esta canción, hasta que dos sujetos llegaron para salvar el día. Creo que ya los conocen.

"Ya llegaron las más perras, no cobramos barato." se presentó Billy, usando unos lentes de sol nomas porque si.

"Huele a obo aquí." se quejó Sodom, revisando su teléfono.

"... ¿Qué es obo-?"

"Ay, Sodom, por el amor a Belcebú, ya nadie hace esos chistes." lo frenó Billy.

Los guardias que vigilaban la entrada les detuvieron el paso.

"¡Alto! ¿Quiénes son ustedes y a qué vinieron? ¿Acaso van a entregar a un criminal?" interrogó uno de los guardias, sosteniendo un rifle.

"Primero que todo, soy el hijo de Lucifer, así que me le bajas a ese tono, cara de mierda. Y segundo, pienso entregar al imbécil de mi hijo si no encuentro lo que quiero. Busco a mi lobita, Prisci."

"¿La peligrosa criminal? Denme una razón para liberarla de su condena."

"¡Mi hija fue condenada injustificadamente! Es una muchacha muy exitosa y ganadora de varios galardones."

"¿Por ejemplo?" Era obvio que alguien que quedó preso por piratear películas es un fracasado.

"Ehhh... ¡Te haré saber que fue ganadora del Concurso de Camisetas Mojadas del 2009!"

Procedemos a ver un flashback curseado de Priscilla siendo mojada, mientras cargaba una ropa provocativa.

"¡Vámonos, pinches furros! " exclamó antes de flashear todas las... tu sabes.

"¡Las mejores titties del Infierno, bebé!" exclamó una voz lejana.

Fin de flashback cursed. Billy tenía toda la cara de que esta era la razón perfecta.

"... no me impresiona, soy gay." dijo el guardia.

Ambos guardias se empezaron a reír, pero este momento fue interrumpido una vez que Billy se sacó un rifle hellion 5.56 de la manga.

"Primero que todo, ¿tienen siquiera un motivo real para haber metido a mi hija tras las rejas." cuestionó Billy en un tono serio.

"B-bueno... es una peligrosa criminal que-... queee..."

"Pirateó películas descaradamente. ¿Qué le parece eso?"

Billy y Sodom se les quedaron viendo con tremenda cara de 'no jodas', a lo que los guardias se encogieron de hombros.

"Ok, miren caballeros, tal vez no contemos con el mejor sistema judicial pero, ¿el dinero tiene que salir de algún lado...?" se excusó un guardia.

Billy sacudió la cabeza y bajó su rifle momentáneamente.

"Lo siguiente que voy a decir, no lo pienso repetir, farsantes. Dado que hoy me desperté con ganas de ser generoso, les daré una última oportunidad de hacerme las cosas sencillas. Solo tienen que dejarnos entrar, sacar a mi hija y a cualquier otro cautivo que tengan aquí en su carcelita de cartón, y posteriormente la voy a cerrar permanentemente. ¿Ok? Y si se portan bien les conseguiré algún trabajo productivo, puliendo botas o que sé yo. Esa es mi propuesta. ¿Qué les parece?"

Ante esta posibilidad, los guardias respondieron de manera acorde.

"¡ÑE!"

Y al instante, desenfundaron sus escopetas para abrir fuego a ambos. Esto ciertamente no tuvo efecto, más allá de hacerle captar a Billy que no se podía resolver esto de manera pacífica.

"Muy bien. Ustedes lo pidieron."

*Sonidos de putizas.mp3*

En medio de semejante destrucción masiva a base de madrizas y disparos, Billy se percató de algo revelador. Priscilla se encontraba haciendo exactamente lo mismo que él, arrojando varios guardias inconscientes alrededor de la perrera.

"¡Estás albóndigas ni cocidas están! ¿Qué? ¿¡De paso también se les complica leer las instrucciones del shampú!?" pregunto Priscilla, ya harta de la estupidez de sus captores.

Billy observó atentamente, asombrado y orgulloso de la proeza en combate de su hijastra. Lo siguiente en ocurrir, fue la cabra corriendo hacia Priscilla para darle un abrazote luego de tanto tiempo, no sin antes pisotear a un carcelero random.

"¡Mi lobita! ¡Que bueno que estás bien!" celebró Billy, sacudiéndose la sangre de las manos.

"... Oh no, hermano." Esperaba que no supiera que se fue a prisión por piratear. Pero si lo sabía. Y no le importaba mucho. Porque al fin y al cabo, hay peores cosas de las cuales preocuparse cuando vives en el Infierno.

Para no alargar esto más (ajio ajio), liberaron a los hellhounds e hicieron trizas el lugar, las celdas y todas las compuertas disponibles, como cualquier padre demoníaco con su hija. Posteriormente, salieron de lo que era prácticamente la única perrera que quedaba en el Infierno, victoriosos.

"¡Te extrañé tanto, lobita! Perdóname tanto por no estar presente estos últimos meses, pasaron demasiadas cosas. Te lo explicaré todo en el camino a casa-" trató de disculparse Billy, entendiendo que había hecho mal por su propia cuenta.

"Está bien, no pasa nada. Ya, emmm, debería irme. Estoy muy cansada." interrumpió Priscilla, ya con ganas de retirarse.

"Oh, entiendo. ¿No quieres que te lleve?"

"No, así sola yo puedo regresar a mi apartamento. Cuídate, pa."

Priscilla se apoderó del auto de uno de los guardias y se marchó, sin decir una palabra más. Dejando a Billy ahí tirado y lloroso.

"Por Satanás... lo arruiné todo..." se lamentó Billy.

Sodom se acercó a su padre y puso su mano en su hombro en señal de entendimiento.

"Tranquilo, pa. Probablemente solo está agotada, como dijo." razonó Sodom. "Mañana será otro día, y podrás explicarle toda la situación con calma. Porque si, la neta ocurrieron bastantes cosas en los últimos meses."

"¿Adónde crees que se irá?"

"Supongo que a nuestro viejo apartamento en la-... oh, carajo, ¡debo ir allí pero YA!"

Sodom se dio cuenta de que tenía que apurarse, ya que en su apartamento ocurrieron unos cambios 'menores'. Y con cambios menores queremos decir que Sodom redecoró toda la casa y la puso patas arriba.

De camino, Sodom le preguntó. "¿Ahora por qué dejas plantado a papá? Solo quería saludarte."

Y Priscilla muy maduramente respondió con lo siguiente.

"Es un viejo mañoso, ni creo que sea mi papá de verdad. Seguramente solo me recogió de la calle."

Y pretendió que no le importaba lo que fuera de su padre mientras seguían caminando. Cada uno en la acera, sus pies se arrastraban lentamente mientras llovía, en silencio. Eran algo distantes, al parecer. Y al llegar al departamento, Priscilla pasó por delante, percatándose de los mil cambios que había hecho Sodom.

"¡Por la madre de la redecoración astral! ¡¿Qué mierda hiciste, pendejo?!" demandó saber Priscilla.

En vez del dulce rojo tinto y negro que amaba en las paredes, había morado y amarillo decorándolas. Los pósteres de heavy metal habían desaparecido, así como básicamente todas las pertenencias de Priscilla.

"¿... Uno que otro retoque...? Es que cuando te desapareciste, asumí que habías ido de vacaciones, así que me tomé la libertad de reorganizar todo. No tenía idea de que te habían metido a una puta perrera. Además, muy poco después me agarraron los áng-"

Y además el cactus favorito de Priscilla había sido reemplazado con una canasta de frutas de plástico.

"Ay, el horror... Al menos tengo mi camita, asumo."

Pero al entrar a su cuarto vio a nadie menos que su empleada Dortmund acostada, mientras trabajaba en su laptop.

"¡¿Dortmund?! ¿¡¿Qué putas vergas haces AQUÍ?!?"

No contestó, pero Sodom fue a ver como estaba, pues resulta que ahora eran pareja. Y de las melosas.

"Bueno, es mi novia, así que..." aclaró Sodom.

De más está decir que Priscilla estaba atónita ante aquella revelación. Y no iba a dejar esto pasar sin consecuencias.

"Quítate de ahí, Dort, o te saco para la verga del negocio. Sin remuneraciones." amenazó Priscilla seriamente.

Pero he aquí un plot twist.

"¿Perdóname? Querrás decir de MI negocio, para que te enteres. Mientras andabas vacacionando, me volví jefa ejecutiva por eliminación." reveló Dortmund sin inmutarse.

Ante la ausencia de Priscilla, Dortmund básicamente se convirtió en la nueva jefa del negocio de filmación. Así que despedirla era obviamente imposible.

"No le hagas caso. Mira, ¿puedes recontratarla en el negocio? Aunque sea como empleada. No quiero que ande vagando por las calles." susurró Sodom, ya que de todos modos sentía algo de lástima por su hermanastra.

"Sod, no tienes porqué pedirme esto-" trató de oponerse Dortmund.

"Hablo en serio. Sé que la ha cagado un par de veces, pero sigue siendo mi hermana. Por favorcito." suplicó Sodom.

"Aww, no le puedo decir no a esa cara. Está bien." Dort se dirigió a Priscilla momentáneamente. "Mira, Prisci, puedo dejarte como mi mano derecha, ¿está bien? Sigues siendo la fundadora, después de todo."

Priscilla observó perpleja antes de musitar. "¿Gracias?"

"¡De nada!" respondieron Sod y Dort a la vez.

Luego de aquello, Sodom tomó a su novia de las caderas para crear una escena romántica que parecía sacada de una telenovela.

"Puaj, son tan repugnantes." pensó Priscilla, pero en voz alta.

Ella nunca tuvo una relación seria con nadie, hecho que su hermano aprovechó para hacerle burla.

"Búrlate todo lo que quieras. Claramente tienes envidia, ya que nunca has conseguido amar realmente a alguien."

"¡Claro que si, baboso! Tengo varios pretendientes, todos locos por mí como las moscas sobre un cadáver fresco." trató de defenderse Priscilla. "Y solo tengo el ojo en uno."

Resulta que el peluquero Adelaphus (o Del) era el 'mejor amigo' de la Prisci, desde la escuela primaria donde daban indicios de amor. Pero nunca llegaron a algo serio.

"¿El peluquero? Lo que quieres es cogértelo, que es distinto." disuadió Dortmund.

"Pffft, ni siquiera lo hemos hecho." refutó Priscilla, antes de recordar su amistad de jóvenes.

*efecto de agua vibrando*

Y lo pudo recordar, esa tierna época en la que eran jóvenes dulces y unidos. Estaban sentados en su salón de clases, juntitos. Del tenía las mejillas rojas, y entre risas le dio una nota a su amiga, la cual decía lo siguiente:

"Eres como la brisa, pues me haces sentir libre"

Era muy cursi, sin duda, pero eran niños, después de todo. Los dos se tomaron de las manos el resto de la clase. Eran tan cercanos que tuvieron 'su primera vez' a los 17, a escondidas y desafiando la autoridad. Pero Billy no es tan pendejo como para no darse cuenta. O más bien, se dio cuenta por pura casualidad.

"¡Prisci, mi niña, traje tu cena favorita-!" avisó Billy antes de entrar, sosteniendo un plato lleno de arepas.

Pero lo que vio al entrar (ya que en la ficción jamás cierran las puertas con llave) lo dejó en un estado de shock puro. Los había pillado en pleno acto, con las manos en la masa.

"¡Desgraciado, calentón corriente, hijo de puta! ¿¡Qué le estas haciendo a MI LOBITA?!" vociferó Billy en su forma demoníaca, evaporizando la comida.

"¡Papá! ¿¡Qué demonios-!?" exclamó Priscilla, cubriéndose.

"¡Esto no es lo que parece, señor!" se excusó Del, en un intento desesperado de calmar la situación.

"¿A no? ¡Pues a mi me parece que tu, pedazo de huevón inútil, quieres darle en toda la guau guau a mi hija!"

Sin dar opción a reproches, Billy sacó a Del a punta de correazos. Esta experiencia de cierto modo marcaría un antes y un después, no solo en la vida íntima de Priscilla, sino en su relación con Billy, su padre.

Después de rememorar aquellos recuerdos, tomó de su abrigo la notita mientras ponía su cabeza en las nubes pensando en él.

"Bueno, me encanta, lo amo... " dijo para contrarrestar el anterior comentario.

Sodom, de manera aún más burlona, le replicó. "Amas que te meta la pij-"

Pero Priscilla le tiró un cuchillo que salió aparentemente de la nada, interrumpiéndolo.

"Nadie se burla de Del, menos un enano tan ridículo como tu. Al menos él es un chico sexy."

Sodom quedó sumamente impactado con estas palabras, pero no dudó en continuar esta típica discusión entre hermanos.

"Ah sí, y tu claramente tienes la gracia de la reina Esther. ¿Te has visto en un espejo? Podría agarrarte de las pinches patas y usarte como escoba, ahí que estás, so reina de los pelucones."

"¡Me tienes envidia porque tienes que usar una puta escalera para bajar de la cama! "

"Prefiero usar una escalera a chocarme contra el perro techo cada vez que cruzo una puerta." Y era cierto, de hecho la entrada de la puerta tenía algunas grietas en la parte superior.

"¡Conque esas tenemos!" gritó Priscilla con espuma en las fauces, antes de quitarse la camisa y revelar un abdomen de lavadero amenazante. "Estás llamando al diablo."

"Te crees muy verga, ¿¡no?! Pinche bola de pelos adoptada."

"¡ES TODO!"

Dejándose llevar por una profusa rabia momentánea, Priscilla le propició a Sodom tremendo puñetazo en el estómago, tirándolo al suelo estrepitosamente.

"Pero, ¿¡qué carajos!? ¡Contrólate, pedazo de animal!" la confrontó Dortmund.

"... Ups. Se me fue." se lamentó Priscilla, dándose cuenta de la estupidez que había hecho.

De momento había pensado que solo fue un impulso breve sin reales consecuencias. Pero luego Priscilla sintió una mano en su hombro. Y esa mano le pertenecía a su padre.

"Priscilla Lillith Morningstar... ¿Qué estás haciendo?"

Dortmund simplemente apuntó al desmayado Sodom con una cara que reflejaba sarcasmo. La escena se explicaba sola.

"Conque esas tenemos..."

Los ojos de Billy relucieron en un peligroso brillo rojo, intimidando a Priscilla. Lo que siguió después fue un potente correazo.

"¿¡Qué dije sobre intentar asesinar a tus hermanos mayores, jovencita?!" preguntó Billy, enfurecido.

"¿... ha-hacerlo si se iban con un humano?"

Pam. Otro correazo. Mientras Priscilla tropezaba contra el suelo, Billy recogió el cuerpo de Sodom, el cual estaba algo tieso y con la lengua afuera.

"Au... No exageres, claramente sigue respirando." se excusó Priscilla, sudando nerviosamente.

"Pa-..." exhaló Sodom.

"Ok ok, que no cunda el pánico, sé como lidiar con esto. Una vez usé este truco para reanimar a uno de mis exes después de gastarle la broma de la prueba de embarazo falsa." indicó Billy, pidiéndoles que se apartaran. "¡ATRÁS!"

Por lo cual Billy le dio un puñetazo imbuido en electricidad en la panza. Y funcionó, pero igual le dolía un chingo. Sodom obviamente se levantó a contarle lo que le hicieron.

"Sí, ya pude ver que te metieron un santo vergazo. Aguántese como los hombres. Y tu, jovencita, estás en graves aprietos." ultimó Billy, sosteniendo el brazo de Priscilla con fuerza. "Yo solo venía a disculparme, pero se ve que tu también le debes una disculpa a todos.

"¿Yo que hice? Solo fue un desliz de mi parte. El baboso se lo buscó." reclamó Priscilla, negando la culpa.

Ya de por sí el ambiente era tenso, pero Billy, en medio de su furia, diría algo inesperado.

"Sabes, por cosas como estas, me cuestiono si remotamente tomé buenas decisiones contigo. Si debería tan siquiera seguir llamándote 'hija'. Hoy me has decepcionado como no tienes ni puta idea. Yo no te crié así... tendrías que ser mejor que esto. Mejor que... yo."

Fueron simples palabras de frustración sin medida, pero como era de esperarse, Priscilla no se las tomó a bien.

"Lo sé... ¡Yo no pedí ser así, una híbrida, una abominación! ¿Tu crees que no sé que nadie me quiere...? ¿Qué todo sería mejor si ni siquiera existiera...?" estalló Priscilla en llanto.

Y se fue, no sin antes Billy intentando disculparse por sus desmesuradas palabras

"¡No, no! ¡Prisci, espera un segundo! ¡No lo decía en serio! Me dejé llevar, no quise..."

Pero ya para ese entonces, Priscilla había cerrado la puerta del apartamento de golpe, sin dejarlo terminar. No podía dejar de pensar que ella era la culpable de esa pobre relación, solo siendo una loca sin rumbo, llena de odio a si misma. Era como si su cerebro tuviera un mono tocando los platillos por defecto.

"A quién engaño. La única responsable soy yo. Lo único que sé hacer es lastimar y morder, ¿y para proteger a quien? Ciertamente no es a mí misma. No sirvo ni para perro de guardia..." se autodespreciaba en un monólogo interno.

Al menos solo le quedaba un último compa, aventurero, copiloto, como les guste llamar. Y se trataba de nadie más y nadie menos que Del, su 'amigo' de la infancia. Ahora mismo se dirigía a su casa, tal vez serviría de algo. Era muy tarde, pero para ellos, el tiempo era eterno, así que no importaba mucho. Así, Priscilla tocó la puerta de la casa de Del, a ver si seguía despierto.

"¡Jelouuuuuuu! ¿Hay alguien en casa?"

Del se notaba fastidiado y en su pijama. Es que si, ¿Quién toca en plena madrugada? Y la respuesta era obvia. A las afueras, en el patio de la casa, se encontraba Priscilla, esperando sin prisa. Por lo que Del se dirigió a la puerta y la abrió, un tanto sorprendido.

"Hola, guapo... ¿me puedo quedar aquí? Digo, em, tengo que ir al baño- " explicó en una voz super cansada, decepcionada y triste, como una agria mixtura de sentimientos en un vaso.

"Sí. ¿Porqué no? Pero para la próxima, trata de llamar antes. Es que puta madre, ya es bien tarde, ¿no crees?"

Los dos concordaron en que debieron pensarlo mejor para la próxima. Prisci se dirigió al baño para limpiarse (y mear) tranquila, luego de un día tan agotador. Pero después de ello, la depresión volvió a tocar la puerta de su alma. Ante esto, solo pudo recostarse contra la pared e intentar llorar silenciosamente para sacar esos sentimientos tan malos de su cabeza.

Se escuchaba como un perrito lamentándose, y ya sabemos que eso suena bastante fuerte. Por lo cual era obvio que Del se había dado cuenta. Su respuesta inmediata fue correr hacia el baño para ver qué le pasaba.

"Pris... ¿Pris?" le llamó con preocupación, pero no recibió ninguna respuesta, solo lamentitos pequeños, pues ella se encontraba observando su miserable look en el espejo.

Sin ninguna otra opción, Del simplemente pasó dentro del baño, cubriéndose la vista por si acaso estaba indecente.

"¡Perdón, perdón! Solo, escuché unos ruidos y me preocupé bastante. ¿Te ocurre algo?" Genuinamente sonaba consternado por los lamentos de Priscilla.

La hellhound no quería decirle. Pero como 'amigos', tenían que confiar un poco más entre sí.

" Calma, por favor, no llores más... Solo quiero conversar contigo. Literalmente llevamos medio año sin vernos y... ¿no me quieres decir nada?" aclaró Del con paciencia.

Fue en ese instante que Priscilla se dio cuenta de que no había nada que ocultar. Era el momento de abrirse con alguien de forma genuina.

"Bueno, mira, seré honesta contigo... siento que soy una fracasada y una animal. No hago más que empujar a los demás de mi vida con estos impulsos internos que soy incapaz de controlar. Y creo que mi propio padre me odia, ahora... Y con razón." se sinceró Priscilla, avergonzada.

Se trató de secar las lágrimas mientras hablaba, pero solo chorreaban más. Del la consoló con un abrazo, pasándole unos pañuelos para que se secara.

"Ya, ya... no creo que tu padre te odie, yo sé que se preocupa por ti. Tal vez solo se enfadó. Aquí en el Infierno nadie es perfecto, ¿ok? Vas a poder enmendar lo que pasó, solo tomátelo con calma. Respira hondo."

Al cabo de un par de minutos, Priscilla había hecho estos ejercicios de respiración para tranquilizarse.

"Gracias, Del. No merezco esta compasión de tu parte... solo soy una desquiciada cualquiera. Mereces alguien mejor que yo."

"Pero Prisci, aunque tengas tus fallos, somos muy unidos. ¿Comprendes? Amigos desde la niñez."

"... y, ¿solo amigos? "

"Bueno, tal vez, podamos... no sé, ¿dar un paso más allá?"

Y Priscilla no se lo pensó dos veces antes de vociferar.

"¡¡¡¡TE AMO DESDE QUE NOS CONOCEMOS!!!!"

Era casi como si llevara esa frase estancada en el pecho desde hace bastante.

Del estaba cuanto menos impactado, aunque innegablemente halagado. "Oye, oye, despacio. Sé que estás sintiendo varias emociones a la vez, pero tienes que ir despacio, sin prisa. Dejando eso de lado, debo decir que, si... yo... también te amo." confesó Del con mayor relajación, pero con la misma honestidad.

Y Priscilla, dándose cuenta de que había revelado sin más su amor oculto por Del, se quedó tiesa.

"(Vaya... ahora que? No creí que llegaría tan lejos...)" fue lo que pensó.

"Ah, y otra cosa... ¿Recuerdas esa nota que te di en segundo?" comentó Del, interrumpiendo su tren de pensamientos.

"Lo recuerdo como si hubiera pasado ayer." confirmó Priscilla.

"Pues así me siento contigo, y nada ha cambiado. Me siento, libre... Eres como una corriente que siempre fluye sin importar nada. Aunque el viento pueda traer cosas negativas si se vuelve turbulento, también ofrece aire fresco y adrenalina. Esa eres tu, Prislinda." Era un cumplido para hacerla sentir como alguien especial.

Y funcionó, pues Priscilla estaba sonriendo de forma genuina, regresandole el abrazo a Del, y una besuqueada con sabor a fritos picantes. Como una buena amiga, no quería que se sintiera mal así que:

"¿Que opinas de un rico bonda-?, Digo de... El actual valor de la pimienta."

"Estás bien pendeja... pero así te quiero." le dijo Del, riéndose del peculiar comentario.

Pero Priscilla de repente estaba hot sin razón alguna (Herencia de sangre) , intentando convencerlo de hacer algo más que esas cursilerias.

"Sabes.... Hace meses no me corto el pelo-" intentó insinuarse Priscilla.

"Ah pues, te lo puedo cortar en mi salón mañana, si quieres." sugirió Del, sin prestarle atención al doble sentido. Tal parece que no tenía ese tipo de intenciones.

"... No, sabes, hablaba de practicar tener hijos y esas mamadas-"

"Seh, pero mira. Estás pasando por un momento difícil. No debería aprovecharme de tu vulnerabilidad solo para tener algo de sexo gratis, ¿no crees?"

"~Vamos, ya te has preocupado lo suficiente por mí, ahora déjame ser tu sirvienta, nene~" siguió insistiendo Priscilla, poniéndose una correa y todo para que fuera más obvio.

¿Y cómo reaccionó Del? Pues de forma sencilla y honrada.

"Ah. Me parece una buena idea. A partir de mañana me puedes ayudar en la peluquería como mi asistente personal. ¿Qué te parece?"

"... super."

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Headcanons épicos:

1. Del siempre fue un hellborn :v

2. Priscilla tuvo un crush con Husk durante un tiempo.

3. Conoce a los de I.M.P. y a veces los llama solo para joder a lo Bart Simpson.

4. Priscilla tiene una forma demoníaca tremenda (Será revelada más adelante Pero tiene la fuerte debilidad. Ya que se desmaya si se ve a sí misma en aquella forma.

5. Como podrán darse cuenta, Billy alterna entre tratar a Priscilla de forma sobreprotectora e infantil, a castigarla cuando se pasa de la raya. Esto se debe a que es tremendo bipolar.

6. Si apareciera en Helluva Boss, Prisci sería una hellhound de fondo altísima y mamada, pero con la cara cute que todos conocemos.

7. Su actor de voz en inglés sería Kyle Soller (voz super masculina xd).

8. Priscilla es una top, pregúntenle a Del si tienen dudas.

9. Prisci ha conocido a Octavia, y ambas concuerdan en que sus padres tienden a cagarla. También escuchan al famoso artista Sexo Pluma.

10. El pelazo de Priscilla se mantiene esponjado por más que se lo corte.

11. Su relación con Sodom es difícil, lo tiró al desagüe en 1996 por echarse a su novia de ese momento, para que se hagan una idea.

12. Ah si, Priscilla es bisexual.