Nos ubicamos hace varios años antes de los eventos que todos conocemos, antes de la creación de la idea revolucionaria de Charlotte y la guerra angelical. La localización era el Anillo del Orgullo, haciendo énfasis en una desgastada van, aparentemente común y corriente, estacionada en medio de la carretera. Este era el humilde hogar de un imp solitario conocido como Rockeffeller, Rocky para los compas. El reloj marcaba las 10 pm aproximadamente, siendo ya relativamente tarde, este imp andaba descansando y bebiéndose un té con cianuro como si nada.

"Mmmm..." suspiraba el imp en relajación.

Hasta que, de repente, se escucharon unos golpes en la puerta de la van, acompañados de una voz retumbante.

"¡Pss psss, Rocky! ¡Rocky! ¡Ey, Rockyyyyyy! ¡Papuhhhh, ábreme!"

El imp se preguntó quien podría ser, pero se encogió de hombros y fingió que no lo escuchaba, dejando al intruso colgado.

"Por eso esperaba con la carita empapada... ya alaverga, me voy a meter."

La figura abrió la puerta estrepitosamente, simplemente ejerciendo un poco de fuerza en su mano, alertando a Rocky.

"(¡Me van a asaltar! Oh, solo eres tu.)"

Estos eran los pensamientos de Rocky, ya que era mudo.

Al verlo de cerca, se dio cuenta de que no era un ratero, sino el mismísimo príncipe del Infierno. Bafomet (también conocido como Billy) Morningstar. Y andaba particularmente ardiente en aquella noche helada y serena.

"~Noches, porque bueno estás tu, lindura~"

Su tono era seductor, pero Rocky no le siguió el juego al inicio.

"(Ufff, no soy tan joto. ¿Qué quieres?)"

Pudiendo leer sus pensamientos, Billy levantó una ceja y tiró su chaqueta.

"Tu sabes a que vine. ~Estoy hambriento, y cuando estoy hambriento, me gusta divertirme con mis 'amigos', tu sabes~"

"(¿Jugamos al poker o como?)"

Rocky se estaba haciendo el pendejo, pero a Billy le parecía encantador.

"~Ay, me encanta tu sentido del humor~"

"(Oh no, hermano... Ya deberías sacarte esas porquerías de la cabeza. Salte de mi pinche casa, cabrón, ya es muy tarde y además-)"

Billy lo interrumpió sacando un six pack lleno de ron de alta calidad, cambiando la perspectiva de Rocky inmediatamente.

"(... Bueno, quédate unos minutitos.)"

Al final no fueron unos minutos. Rocky le permitió a Billy hospedarse durante la noche, compartiendo unas buenas cervezas a pleno gusto. Era un escape y distracción a sus vidas diarias y eso era lo importante en una noche tan tranquila como aquella.

"(Me encanta... Ya en serio, gracias por venir a acompañarme. Este día fue... un poco...)"

Recordando algo un tanto sombrío, se desanimó, llevándose un trago adicional de cianuro a la boca, cosa que consternó a su acompañante. Billy sabía detectar cuando alguien se enfrentaba a un conflicto, por lo cual rechazó sus propios deseos carnales para preguntarle lo que pasaba.

"Huelo a... problemas emocionales. Cuéntame, ¿qué te agobia, Rocky?"

"(Pues con cada día que pasa, me siento más y más viejo, decrépito, agotado, desanimado... como si con cada paso que doy, con cara respiro que doy, me acerco más y más a la tumba. Y para un simple imp como yo, eso es de lo más normal.)"

Billy se vio cabizbajo, genuinamente preocupado por su salud. Pero lo cierto es que mucho no se podía hacer. 

"Amigo mío, te enfrentas a la fragilidad de la vida. ¿Necesitas que te ayude en algo?"

Rocky estaba muy desanimado con la existencia en general. Su trabajo era pésimo y muy poco remunerado, demandaba casi todo de su vida.

"(Hace tiempo desperdicié mi vida, no me queda mucho más por avanzar. Lo único que quedará de mi cuando muera es... ella)"

Al principio, Billy no entendió a lo que se refería, hasta que escuchó los suaves y dulces sonidos de una pequeña criatura recostada en una cuna. Inclinándose para verla más de cerca, se percató de que era una lobita bebé, durmiendo tranquilamente.

"Rocky, ¿tienes una hija? No tenía idea... es hermosa."

Billy trató de hablar en voz baja para no despertarla.

"(Temo que vaya a quedarse sola el día en que mi vida llegue a su fin. No sé que hacer con ella, he tratado de darle una vida digna, pero no creo que aguante más.)"

Genuinamente la amaba, pero al cuerpo de Rocky no le quedaba mucho tiempo.

"(¿Quién podría cuidarla? No quiero que acabe en una de esas apestosas perreras.)"

"¿Tienes algún amigo de confianza a quien se la puedas dar en adopción?"

Justo después de hacer esta interrogante, Billy recordó que Rocky literalmente no tenía amigos. Entristecido, pero dispuesto a ayudar a su colega sin importar que, Billy pensó en una ingeniosa solución.

"Ya sé que podemos hacer para solucionar esto." ideó Billy con una sonrisa esperanzadora.

"(¿Qué se te ocurre?)"

Extendiendo su mano, Billy lo miró a los ojos.

"Hagamos un trato. Yo cuidaré de tu hija el día en que mueras, a cambio de..." propuso a medias, haciendo una pausa dramática.

"(... ¿de?)"

Billy no lo dijo explícitamente, solo apuntó a la retaguardia de Rocky.

"(Ey, yo solo doy, te dije que no soy tan joto.)"

"Entonces dame ese-...~"

No terminó de decir la frase, pues Rocky suspiró y agarró su mano, sellando así el curioso trato. Los dos disfrutaron del momento y de la noche (obviamente en el maletero de la van), sin saber que el último día se acercaba para aquel triste demonio de baja sociedad.

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Unas horas después, Rocky se dirigió a su trabajo, dirigido por su jefe de mierda. Fue forzado a leer unos gigantes y espeluznantes slogans alrededor del pasillo de su oficina.

"Trabajen, o sino. Esfuércense, o sino..."

Era la misma advertencia de siempre. Al condenado pecador al mando le dicen 'El Gran Hermano', un ruso corrupto fallecido a causa de fusilamiento. Ahora en el Infierno, su táctica para mantenerse en el poder, sin tener que mancharse mucho las manos, solía ser mediante la manipulación a los demonios para que trabajen en su empresa de objetos genéricos y aguantasen sus propios regaños. No llegaba a ser tan grande, poderoso o destacable para considerarse un soberano, pero cubría un nicho encubierto que muy pocos conocían y se mantenía a salvo.

"Licenciado, llega tarde y se ve como la chucha de sucio. ¿Acaso se está buscando una verguiza salarial? Porque hoy mi bolígrafo anda con ganas de apuñalar a alguien."

Ese día en particular, el imp se había despertado con un espíritu de rebeldía. Rocky no aguanto ni un solo minuto en su puesto de trabajo y se rebeló contra las autoridades, sus pensamientos intrusivos ganando la batalla mental.

"(Hasta aquí llegó, hijos de la reputísima madre. ¡Viva la revolución!)"

Rocky se dispuso a volcar mesas y sillas, destrozando el área de trabajo y rasgando las paredes.

"¿¡Qué carajos!? Licenciado, usted está jugando con fuego. O le da un paro a sus bufonadas en este instante o habrán consecuencias."

Pero Rocky hizo caso omiso. Tal vez había caído en cuenta de que su vida iba a llegar a su fin en muy poco tiempo, o quizás la noche anterior con Billy lo inspiró a romper sus cadenas. Lo importante es que ahora nada lo iba a detener.

"(Me chupa un huevo. La vida es una y yo elijo hacer desmadre con lo poco que me queda de ella.)"

Siendo realistas, si había algo que lo podía detener. El jefe respondió a su revuelta con suma frialdad, cortándole la garganta y dejarlo desangrar enfrente de todos como advertencia en caso de futuros motines. El cuerpo moribundo de Rocky estaba tirado en el suelo, retorciéndose de dolor.

"Ya no me sirve este saco de sangre derramada. ¡Sácalo, inútil, y para hoy!" Le rugió a su empleado lamebotas

Este trabajador simplemente tiró a Rocky en un bote de basura. Ese marcó el fin inevitable del solitario imp, probando una vez más la fragilidad de estos demonios.

"Pobre diablo, nunca lo conocí, pero hay que tener los huevos grandes para hacer algo tan estúpido como llevarle la contraria al Gran Hermano." silbaba el empleado lamebotas, regresando a su puesto, pensativo.

Al cabo de unas horas, aparecería Billy a las afueras del edificio del Gran Hermano. Su intención era pedirle a Rocky unas 'cuerdas divertidas' que había dejado tiradas en su van sin querer.

"Oiga, don, ¿usted ha visto a Rocky? Imp, altote, pelazo como esponja, con una mini v-..."

Le estaba hablando a conserje, quien simplemente se encogió de hombros, sin saber de lo que hablaba. Al verlo tirando un saco de basura a un depósito de desechos, Billy visualizó con el rabillo del ojo a un imp.

"Ojo, ¿pa que tirar a un guapetón a la basura?"

Acercándose más, se dio cuenta de que no se trataba de una simple broma pesada, como tenía pensado al inicio. Claro que no. Ahí yacía el cadáver de Rocky, sin siquiera tener el lujo de un velorio apropiado.

"... ¿Rocky? Rocky, por favor no me hagas esto... dime que es un chiste, bro, dime que no estás..."

Billy se dispuso a decir varias palabras al azar, por un lado intentando tomárselo como un chiste de mal gusto, por el otro, viendo como su amigo había fallecido. No era la primera vez en su prolongada vida que había tenido a un ser querido, muerto en sus manos. Pero igual era doloroso, siempre lo fue.

"Es mi culpa, Rocky... pude haberte salvado, pude haber hecho más... pude haberte dicho, que yo te... que yo te..."

Ahogándose en la tristeza y sentido de culpabilidad, Billy sostuvo su propio rostro en angustia. Su breve luto fue interrumpido, al ver que desde arriba descendía algo más.

"Si, échalo a la verga; no necesitamos a una enana pulgosa cualquiera acá."

De la punta de uno de los pisos superiores del edificio, descendió un carrito de compras. Extrañado, Billy frenó su caída a tiempo, usando su telekinesis y lo bajó con cuidado al suelo. (Nota del autor: No hay que tirar menores de edad por lo alto de un edificio.)

"¿Qué es esto?" se preguntó Billy, inclinándose frente al carrito.

Escuchó los suaves arrullos típicos de las crías de lobo y se acercó. Y ahí se encontraba Priscilla, envuelta en una mantita.

"Pausa... ¿Esta no es Priscilla? ¿Qué haces aquí, pequeña?"

Obviamente no le podía contestar, pero lo cierto es que Rocky se la llevaba consigo al trabajo para poder cuidarla. Pero esa era la menor de las preocupaciones de Billy en estos momentos, ya que tenía a una niña huérfana en el carrito y no sabía qué hacer con ella.

"Mis condolencias, bebé. Uy, ¿ahora qué hago contigo? Ya soy un padre y-"

"¡Pa!" La pequeña inocuamente dirigió su primera palabra hacia a Billy. Quizá lo confundió con su verdadero padre.

"Ehhhh, yo no soy tu papá..." Le intentaría corregir Billy, pero la bebé siguió llamándolo "pa" un par de veces más. "No, nena, tu padre no soy yo."

Como si pudiera entender medianamente esta negativa, la niña empezó a llorar, alertando a Billy.

"¡Oh no! ¡No llores! Si soy tu papá. Por favor, no sufras más..."

Sintiendo como el espíritu maternal lo llamaba, Billy sostuvo a la niña en brazos para tranquilizarla. Vio adjuntada a su ropita una nota que decía lo siguiente:

"Papuh, acuérdate que si me dan de baja debes cuidar a mi chamaca, plsss"

- Rockeffeller

Fue entonces que Billy recordó el trato que había hecho con Rocky. Buscando honrar la memoria de su amigo y mantenerse firme a su palabra, Billy tomó su decisión.

"Priscilla, nena... a partir de ahora serás una Morningstar, como yo. Ah, y... ¿ves ese edificio feo con forma de dildo masticado de ahí? Papá va hacer que haga 'bum-bum', pequeñita."

"¡Bum-bum!" fueron las siguientes palabras de Priscilla.

Efectivamente, lo primero que hizo el príncipe posterior a la adopción de Priscilla, fue hacer cenizas a la compañía del Gran Hermano, legal y físicamente, y por otro lado, integrar a la hellhound híbrida a su familia, sin una sola pizca de discriminación ni de crueldad. 

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A Billy le gusta guardar los mejores recuerdos de sus amiguis, familia y conocidos en unos cassettes, por lo cual este se dedicó a grabar sus momentos más tiernos de la vida de Priscilla en varios videos.

Entre ellos destacaban "Primeros Pasos de Prisci":

"¡Vamoh, mija, camina hasta mí!" la alentó Billy vigorosamente.

Y Priscilla caminó, no sin darse la molestia de acercarse a un joven Sodom y darle tremendo empujón. Pero luego de eso, sí, caminó hacia su padre, orgullosa de sí misma.

"... Esa es mi niña."

(Nota: El Sodom se quedó chillando por 20 horas del empujonzote que le metieron)

También se grabaron momentos de hermandad entre Amora y Priscilla, claro está.

"Qué niña tan hermosa e inteligente. Amora. ¿No quieres jugar con tu hermana menor?" sugirió Billy, adorando a su hija del medio.

Amora asintió con la cabeza, por lo cual Billy la dejó con ella. Desafortunadamente, Amora se dio cuenta de que Priscilla era bastante pesada, así que la levantó, solo para dejarla caer inmediatamente.

"¡Chiflada mauser!" maldijo Billy, socorriendo a Prisci.

(Nota del autor: Billy tiene que censurarse enfrente de mini Priscilla)

Pero Priscilla recordó que 'Queen Never Cry', como decía aquella rara tira cómica coreana. Por lo cual se mantuvo en silencio.

"Menos mal salió fría como su madrastra" se alivió Billy, sujetando a su hija.

Adicionalmente, Billy también le dio algo de su sangre a Prisci para hacerla una hellhound avanzada con un poco de poderes sobrenaturales, suficientes para defenderse en la vida. Aunque esto en ocasiones le traía problemas.

"Prisci, linda, por favor no incendies la mansión... De nuevo..." suplicó Billy, viéndola jugar con sus poderes de fuego junto a un horno.

Siendo el mayor y más idiota, Sodom solía burlarse por la baja estatura de Prisci, al menos hasta su 'chiquitín' estirón a los 9 años, donde la hellhound llegó a medir 3 metros de altura.

"¿Quién es el enano ahora? Pendejo." se mofó Priscilla, descansando un hombro en la cabeza de Sodom.

"Ay, te pasas, bruta." se quejó Sodom.

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Años después, Priscilla y Sodom se marcharon de la casa de Billy para buscar nuevas oportunidades laborales. Ni UNA sola se presentó. Quedaron vagando por ahí en busca de chamba, pero sus opciones eran muy limitadas. Y eso de venderle las almas a algún soberano tampoco era una opción deseable.

"Te apuesto a que esta vez si agarramos techo, hermana. Mi horóscopo dijo que hoy era día de suerte para mi y mi familia." aseguraba Sodom, haciendo parkour por encima de los edificios.

"Tu y tus mamadas de astrología también decían que me iba a caer una piedra del cielo, pero mi cabeza sigue intacta, imbécil." contraargumentó Priscilla, siguiéndole el paso.

"¡Te prometo que esta vez si es de verdad! Encontré una moneda tirada en el suelo esta mañana, eso es símbolo de buena suerte." demostró Sodom, sacando una moneda del bolsillo.

"A ya, pues ¿apoco va a aparecer un apartamento convenientemente abandonado así porque sí?" sopetó Priscilla sarcásticamente, sin esperar absolutamente nada.

Hasta que encontraron un pequeño departamento (convenientemente abandonado), constando de un solo cuarto. Aunque parecía un set de película de terror, seguía siendo mejor que un techo de lámina. Con esto decidido, era cuestión de determinar quién dormiría en el piso.

"Dejando las telarañas, polvo, grasa, sangre relativamente fresca por las paredes, techo decadente, ventanas rotas, ventilación inexistente, y las ratas con esteroides caminando por ahí, está bonito, ¿no? Casa es casa." dijo Sodom, manteniéndose optimista.

"Al menos tiene nevera. Eso ya es un lujo. Ah, por cierto, tu duermes en el piso." estableció Priscilla como si nada, instalándose en la cama.

Pero aun teniendo departamento gratis, la comida tenía que servirse de algún modo. Haciendo uso de sus ahorros, Priscilla fundó su propia empresa de filmación independiente: "Estudios Prisci", y no estaba sola. Ya que contaba con la ayuda de un gran equipo compuesto de una hellhound aficionada con bastantes galardones en producciones mediáticas, y un pecador holgazán que solo buscaba conseguir chamba fácil en un lugar que no fuera en un restaurante de comida rápida. 

"¿Cuáles son tus facultades en el mundo de la cinematografía? ¿Alguna maestría o experiencia en el ámbito?" cuestionó Dortmund, en la entrevista de trabajo de el pecador en cuestión

"1% de experiencia, 99% fe." respondió Gonzo, fumando marihuana.

Dortmund se quedó con una cara de querer botarlo a la calle, pero Priscilla dio su veredicto.

"... No tenemos a más nadie, contratado por falta de personal. Bienvenido a bordo."

"¡Fuck, yeah!"

Dortmund se frotó el sien, decepcionada.

"(Debí agarrar la carrera de filosofía, así por lo menos moriría de hambre antes de morir por crisis financiera.)" se dijo a sí misma, consternada.

El éxito que pudiera tener este negocio era debatible y en ocasiones difícilmente legal. Pero esto es el Infierno, así que por esa parte no había que preocuparse.

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Poco antes de que Angel Dust se hospedara como el primer voluntario del hotel Hazbin y toda la aventura de la primera parte de esta historia aconteciera, Priscilla se encontraba en una peluquería. Aunque no exactamente para hacerse un nuevo corte, sino hacer de las suyas con el peluquero.

"Buenas, preciosa, ¿qué gustas hacer en esta hermosa tarde?" saludó el peluquero, Adelophis (pero como el nombre es difícil de pronunciar, le diremos Del).

"Pegarme una siesta porque un tiro no se puede. Sabes, ando como cabreada del trabajo, así que necesito sacarme el estrés de encima. Si me comprendes..." explicó Priscilla, con un aire de dobles intenciones.

"Ohhh, ya veo... ¿~quieres qué te de un 'corte especial' en esta ocasión~?"

Su tono sensual daba a entender que no era algo que usualmente hiciera con sus clientes.

"~Un tratamiento especial no me vendría nada mal~" aceptó Priscilla, sosteniendo sus caderas.

Posteriormente, se dirigieron a un salón secreto que había detrás de la peluquería en sí, para así poder hacer dicho 'corte secreto'. En realidad, los dos compartían un gusto muy fuerte por la actividad del BD(nuestro Señor y salvador Jesucristo)M y usar correas de látex. Lo que le mojaba a uno, también al otro, así de bien se conocían y entendían estos dos.

"~Ahhh, no ajustes la cuerda tan fuerte, me romperé una arteria~" advirtió Del, sudando profusamente.

"~Créeme, que romperé algo más que tus arterias, guapo~" silenció Priscilla.

Pero ese momento de intimidad fue abruptamente interrumpido por la llegada de unos guardias de seguridad de una perrera hellhound, quienes tumbaron forzosamente la puerta del cuarto secreto donde se encontraban esos dos.

"¡Ay, cabrón!" se exaltó Del, cubriéndose sus partes.

"¿¡Les importaría, pervertidos!? ¡Si quieren ver a gente que no conocen fornicando sin que ellos lo sepan, pueden buscar miles de videos de esa clase en la computadora!" vociferó Priscilla, enfadada con la interrupción.

"¡DE HECHO! Esos vídeos no siempre son realis-..." opinó un guardia con lentes de nerd.

"¡Manos arriba, perros! No nos iremos de aquí sin llevarnos a esta peligrosa fugitiva. El pasado día ocurrió un asalto en una perrera. Sospechamos que la responsable se trata de usted, señorita." amenazó otro guardia con más severidad, apuntando su arma hacia Priscilla.

Un guardia más enano enseñó una foto de una hellhound cualquiera.

"... Ey, pero no se parece un culo. Además, ¿no es esa la que te llevaste a 'conocer a tu mamá' anoche?" abrió a discusión el guardia con lentes de nerd.

"Ay caray, es cierto, tiene la misma verruga en la frente... bueno, que hueva ponerse a buscar ahora la foto real, nos vamos a llevar a esta largirucha pulgosa y aquí no pasó nada."

Los guardias le pusieron unas cadenas para someterla, a lo que ella los maldecía y les escupía sin oponerse. No tenía miedo de nada. Del intentó intervenir, pero los guardias simplemente lo empujaron fuera del camino.

"¡Llévenme, pinches nacos, pero dejen a mi cuchurrumín en paz! ¡No me arrepiento de nada! ¡TE AMO, DELLLL!" gritó Priscilla mientras se la llevaban.

La condena era de casi cinco años, por piratear una peli y por ser... simplemente una hellhound. Morningstar o no, seguía siendo hellhound.

https://youtu.be/P-pwdNmOgaw

Notas del autor adicionales:

1. Este libro no está basado en eventos de ninguna de las series o filtraciones.

2. Dortmund y Del están basados en personajes de fondo.

3. Rocky y Priscilla son personajes totalmente originales.

4. Este capítulo en específico maneja una cronología anterior a los eventos de la serie de Amazon Prime. Priscilla en particular es enviada a una perrera hellhound poco antes de los eventos del piloto siendo ya una adulta, siendo esta la razón a nivel narrativo por la cual no aparece en la primera historia.

5. Ninguna Priscilla salió lastimada en la creación de este prólogo (no, en serio, ella está a gusto en la perrera).

6. Billy parece una versión drogada y con piercings de Beto, el de plaza sésamo y Damiano David-... para, ¿quién escribió esto? xdddddddddddddd