🍂[YeonJun]🍂

Deje caer mi cabeza en la computadora, cerré mis ojos muy fuerte, trate de acomodar mis ideas, levante mi cabeza en busca de seguir con el capituló 3 de la historia, pero una voz femenina me llamo.

— YeonJun, ¿vendrás a almorzar?, me gustaría presentarte a otras personas.

La mire con cara de cansancio — Shin Hye, si iré a almorzar.

— Bien, entonces ven conmigo.

Me levante tomando mi mochila donde se encontraba el almuerzo que BeomGyu me había hecho, seguí los pasos de la castaña, ella debes en cuando daba miradas hacia mi para después sonreír, eso era extraño, llegamos a una sala donde se encontraban no muchas personas, algunas mesas se encontraban vacías, nos acercamos a una mesa donde se encontraban 4 personas que no conocía.

— Hola chicos, ¿Ya almorzaron? — ella se sentó junto a un chico de cabello rojizo el cual se encontraba al lado de un chico castaño.

Me senté a un lado de un pelinaranja, era un poco más pequeño de estatura.

— Te estábamos esperando — el de cabello rojizo me miro — ¡oh!, perdón por ser descortés, hola, ¿Eres un nuevo empleado?, ¿Eres amigo de Shin Hye?

Todos me miraron en busca de mis respuestas — Hola, si, soy un nuevo empleado y soy compañero de Park.

— No Yeonie, ya eres mi amigo, no solo compañeros, amigos también.

Asentí solo como respuesta.

— ¿Cómo te llamas?

— Me llamó Choi YeonJun.

— Un placer conocerte YeonJun, yo soy Jeon TaeHyung, el es mi esposo Jeon JungKook — señaló al castaño a su lado, el cual levantó su mano — como somos esposos me gusta utilizar su apellido, creo que suena bien con mi nombre — sonrió — él es Park Jimin — era el chico que está a mi lado, me dio una sonrisa.

— Un placer YeonJun — hablo el, a lo que yo solo di una reverencia.

— y por último el es Kim NamJoon.

— Un placer conocerlos a todos.

Después de unos minutos de presentación, todos decidimos comenzar a almorzar, ellos daban comentarios graciosos y otros más serios sobre su nuevo proyecto de libros, algunas veces yo hablaba.

— Yeonie, ten — dejó un pedazo de carne en mi plato — come eso, si solo comes fruta y Kimchi no podrás concentrarte mucho a la hora de trabajar — sonrió y siguió comiendo.

Seguí comiendo sin tomar en cuenta el pedazo de carne que se encontraba en mi plato.

— ¿Y tienes pareja YeonJun Hyung?

Mire al pequeño a mi lado, si que él era muy curioso.

— Si, de hecho estoy casado — todos se miraron, no era nada de este mundo para que me miraran sorprendido.

— No te creo — hablo la castaña.

Levante mi mano izquierda donde se encontraba mi anillo.

— Sigo sin creerte.

Diablos, a ella que le importaba, okay, respiraré.

Tomé mi celular y marqué el número de BeomGyu, puse la llamada en alta voz, ni siquiera sabía porque hacía esto, la llamada seguía sonando hasta que la dulce voz de mi pequeño fue audible del otro lado de la línea.

— Hola cariño, ¿Sucede algo?.

— Hola amor, todo está bien, solo quería escucharte.

Todos se mantenían callados escuchando a mi esposo.

— Cariño, hablamos más tarde debo entregar un par de ideas al jefe, te amo, te amo, te amo, te veo más tarde.

— si amor, también te amo, suerte.

La llamada finalizó, mire la cara de los demás — ¿Ahora me crees Shin Hye? — asintió levemente.

— su voz era súper tierna, espero conocerlo pronto. — mire a Jimin.

Mi esposo, mío, solo mío.

✨[BeomGyu]✨

— Joven Choi, bienvenido a su primer día de trabajo, soy el jefe de esta área, soy el Jefe Min YoonGi, espero que trabaje duro, espero que sea muy bueno como dijo, quiero un buen trabajo, solo era para eso, puede regresar a su lugar.

— Gracias jefe, daré todo de mi, no lo decepcionare — di muchas reverencias.

Salí de la oficina del jefe, mi celular comenzó a sonar y pude ver que era YeonJun, conteste mientras me dirigía a mi lugar, comencé a escribir un para de ideas que se me habían ocurrido, me despedí de YeonJun para terminar de escribir, el tiempo paso rápido, mientras trasladaba mi idea a computadora, todos los demás iban a su descanso, seguí sentado hasta terminar, quite mis anteojos, talle mis ojos, debía acostumbrarme a esto, un susurro se escuchó en mi oído, a lo que salté en mi lugar, puse mis anteojos y me di cuenta que no había nadie conmigo, mire hacia enfrente y nuevamente aquella persona en la mañana estaba parada mirándome con sus ojos negros, se acercó y después paró en seco.

— ¿Tú puedes verme?

Su voz era tan fría, tan áspera que podría poner la piel de gallina a quien sea.

— ¿Quien eres?

— Tu puedes ayudarme — camino hasta estar a mi lado, su aura era oscura, su piel era tan blanca como la nieve y transmitía escalofríos — eres mi salida...solo debes ayudarme, ¡debo vengarme!.

Estaba un poco confundido, ¿vengarse?, ¿de que?, ¿de quien?

— No puedo ayudarte a vengarte, lo siento, ni siquiera tengo razones por las cuales ayudarte.

Sus ojos se tornaron más negros y su aura más oscura, apretó sus manos en puños.

— Verás de que soy capas hasta que me ayudes.

Y sin más, desapareció, toque mi pecho, eso había sido bastante aterrador, nunca había visto un fantasma así, los demás empezaron a llegar a lo que yo me tranquilice.

La ahora de salido llegó, baje en el elevador, coloqué mi mochila en el hombro, salí de la empresa y ahí vi a YeonJun, estaba parado esperándome, sonreí a su dirección, corrí abrazándolo por su torso.

— Te extrañe mucho amor — lo mire, él era un poco más alto que yo, así que debía levantar un poco mi cabeza.

— Yo te extrañe mucho más, ¿cómo te fue hoy?

— Bien, pero hay algo que debo decirte.

— De acuerdo, pero lo hablamos en casa, ¿si?

Asentí, tomé mi bicicleta, di un último vistazo a la parte de arriba de la empresa y ahí estaba ella, me miraba desde un ventanal, deje de mirarla, solo pedalee hasta alejarme de la empresa, pasamos a comprar un par de cosas para después irnos hasta nuestro departamento.

— Al fin llegamos. — las manos de YeonJun pasaron por mi cintura a lo que me estremecí, sus besos fueron dados en mi cuello, reí un poco por ello, me di la vuelta.

Quede frente a él, beso mis labios con delicadeza pero poco a poco fue tornándose apasionado, sus manos presionaron más mi cuerpo con el suyo, mis manos pasaron a su nuca, jugué con su cabello oscuro, me cargó a lo que yo pase mis piernas por los lados de su cintura, nos separamos un poco para llegar a nuestra habitación, reímos ambos, reímos como cuando éramos adolescentes, aquellos adolescentes que se habían enamorado sin piedad del otro.
Abrió la puerta, me dejó delicadamente en la cama, en cada segundo que pasaba nuestra ropa era desprendida de nuestro cuerpo, así sintiendo el calor del cuerpo contrario, YeonJun seguía siendo el mismo, sus caricias eran suaves, él besaba cada espacio de mi a lo que yo solo lo devolvía en su cuerpo, él buscaba protegerme con cada toque.

Siempre sería como la primera vez que hicimos el amor, siempre sería como mi primera vez.