Jimin habia tenido otra pesadilla, y ya no tenia a Yoongi, desde que escuchó aquello evita a Yoongi. ¿Porqué? Por ser él, por sus inseguridades no se atreve a hablar ocn Yoongi, ni siquiera mirarlo a la cara.

Ahora es Taehyung quien lo calma, y ha aprendido a aferrarse a ello, con un sentimiento cálido que invade en el pecho cada vez que Taehyung le abraza. Taehyung esta ahí para él ahora, no necesita a nadie más que no sea a él, y eso es a lo que quiere aferrarse.

Desde la pelea con Yoongi, no ha dejado su dieta, sabe que le hace mal, pero ahi esta, haciéndose daño a el mismo de alguna manera. Taehyung, aunque por mucho que le ruegue que lo deje ya se ha dado un tanto por vencido.

Tambien, cambio mucho, a su parecer. Ahora quiere lucir fuerte para el mismo y para los demas, aunque sabe que no puede estar más roto por dentro.

Tampoco le importó mucho al momento en que Yoongi, volvió junto a Jungkook un dia de descanso de la practica, despues de que Yoongi saliera afuera. Tampoco le importo, claro esta, que semanas despues estos estuvieran más melosos que nunca, claro que no.

Porque Yoongi..."Ya no importaba"

La pesadilla fue una de las peores que ha tenido. Sobre Yoongi... dejandolo, dandole la espalda, y aunque gritara él... no volvía a verle y se iba. Jimin supo que ese sueño fue más real, el que más expuso sus sentimientos, y a la realidad que le tenía miedo.

Pero una vez más se aferro a otra persona, Taehyung le daba calidez a su piel cuando aquello pasaba. Sus fuertes brazos le brindaban protección y su voz era como una canción de cuna que adormilaban sus sentidos. Y Jimin cayo ante el domador como una bestia rendida de luchar.

Y Jimin observó entre la oscuridad al bello rostro angelical de Taehyung mostrando la sonrisa que iluminaba en ella. Y Jimin no fue consciente de lo que hacía, y no pensó, y no midió las consecuencias de lo que pasaría a continuación. Solo se dejo llevar por la voz, por su rostro, por sus sentimientos propios, por su corazón roto, se dejó llevar por todo aquello. Pero se sintió como un suave y cálido toque cuando sus labios se encontraron y mariposas disparandose.

No le importó realmente, solo porque se sentia bien.