─ nine!
Unique extra!
Heeseung trataba de mirar discretamente a su pequeño dongsaeng, quien practicaba para su presentación de Chamber 5, fallando en el intento ya que el castaño de hoyuelos se había dado cuenta de su presencia, dedicándole una sonrisa que había hecho que su pulso se acelerase y sus mejillas se tiñeran de su fuerte carmín, haciendo contraste con su piel blanquecina. Era cierto que ambos podían ser competencia uno del otro, debido a que se encontraban en un programa de supervivencia, sin embargo, eso no impidió que los chicos formasen una linda amistad que, con el pasar de los días, fue fortaleciendose, haciéndose casi indestructible.
Pero, ni para bien ni para mal, esa amistad pasó a ser algo más para Heeseung, el cual torpemente se había enamorado de su menor, Jungwon. No pudo evitarlo y cuando menos lo esperó, se encontraba soñando despierto el como sería ser esa persona que estuviese a su lado el resto de sus vidas.
Otra cosa que tampoco esperaba era el ser correspondido, Jungwon más de una vez había recalcado que solo le había gustado una chica y que había sido hace tiempo atrás, por lo tanto, pensaba que ese amor que sentía era, probablemente, unilateral. No le molestaba ese hecho, le bastaba con que su menor fuese su amigo en realidad, aunque los celos que sentía cuando estaba con los demás tratasen de mostrar lo contrario.
A rastras, fue sacado de sus pensamientos por nadie más que su enamorado, el cual había terminado hace minutos de practicar y quería que su hyung lo acompañase a comer algo, esa invitación fue aceptada al instante y se dirigieron al comedor sin prisas, entre conversaciones triviales y risas, puesto que Heeseung era conocido por causar diversión en cualquier parte en donde esté.
Días después, se encontraban ambos en la habitación de Heeseung ─la cual compartía con Jongseong y Sunwoo─ descansando del último ensayo que habían tenido antes de la presentación, estaban acostados en la cama del mayor en silencio, pero no era incómodo en lo absoluto, para ambos el escuchar sus respiraciones tranquilas y los latidos de sus corazones era la mejor sinfonía que sus oídos podían escuchar.
Durante dichos días, el mayor se había planteado seriamente el confesarse a Jungwon, era difícil y muy complejo de hacer, pero sí algo había aprendido durante el programa es que debía arriesgarse, ya que no perdía nada con intentar.
Sin embargo, en ese caso sí podía perder algo, y eso era la amistad que tenían.
Ese era su gran temor, y aunque buscaba valentía para realizarlo, no podía, de sus labios no salían las palabras aún cuando tratase de practicarlas.
Pero hubo un momento, a solo horas de su presentación, en que había reunido valor y luego de pensarlo, pudo hablar para romper el silencio─. Wonnie, tengo algo que decirte.
─Está bien Heedeungie hyung, dígame. ─dijo su dongsaeng, sentandose en el borde de la cama para poder mirarlo a los ojos, aquellos que brillaban ligeramente cuando lo observaba sutilmente.
─Es algo que hace no mucho me ha estado pasando y creo que ya es tiempo de decírtelo, Jungwon-ssi... ─el sonido de la puerta abriéndose resonó en toda la habitación, era el más joven de todos los chicos que se hallaba en el lugar, Daniel. Parecía que no faltaba mucho para que tuviese que presentarse, ya que se encontraba con la vestimenta que habían acordado para la misma.
─Disculpen hyungs, ¿Interrumpo algo? ─ambos negaron con la cabeza, haciendo que el extranjero soltase un suspiro notorio, sacándole risas a sus mayores─. Jungwon hyung, ¿Podemos hablar? ─preguntó, con claro nerviosismo en su voz. El antes mencionado asintió con la cabeza, le susurró una pequeña disculpa a Heeseung y se retiró de la habitación, dejando a su mayor con el corazón en la mano.
Justo cuando pensó que podía hacerlo, el universo cambió sus planes, tal vez había tardado mucho y su menor, Daniel, sería más valiente que él y diría sus sentimientos a su enamorado, porque sí, a él también le gustaba Jungwon.
Heeseung lo sabía mejor que nadie y, aunque se había enterado luego de aclarar sus propios sentimientos, a veces se sentía culpable de que le gustase el mismo chico que su dongsaeng.
Los minutos pasaban y claramente Jungwon tardaba más de lo que hubiese esperado, por lo tanto, decidió salir de la habitación para averiguar que pasaba, solo porque se preocupaba por ambos.
Caminaba a pasos rápidos por todo el lugar, fijándose en cada rincón, su pulso se encontraba aún más acelerado que de costumbre y una mala corazonada se formaba en él. Esperaba muchas posibles situaciones, sin embargo no esperaba encontrarse a ambos chicos abrazados en el área de la cocina, susurrándose palabras dulces y dejando besos en las mejillas del contrario. Imaginándose lo peor, corrió todo lo que sus piernas le permitieron hasta llegar a su habitación para encerrarse y poder derramar aquellas lágrimas que amenazaban con escaparse de sus orbes cafés.
No se arriesgó a tiempo y ya habían robado el corazón de su amado cuando por fin quiso hacerlo.
Historia editada el 28 de septiembre del 2021.
Muchas gracias por haber leído este ff, por los votos y sus comentarios. Espero de todo corazón que les haya gustado.
En mi perfil encontrarán aún más contenido de ENHYPEN, sí desean pueden pasarse por ahí.
Sin más nada que decir, nos leemos. ♡
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