Un mes.

Un mes había pasado desde que Sunwoo empezó a ignorar a Riki.

El ánimo del menor había decaído considerablemente, ya no se le veía esa sonrisa traviesa que siempre ponía cuando quería molestar a sus mayores, su apetito disminuyó, y en las prácticas que hacían de vez en cuando para su nuevo comeback no se le veía esa emoción en el rostro al bailar. El japonés no salía de su habitación, siempre buscaba la forma de evitar a todos, en especial al hyung de cabellos actualmente teñidos de rubio cenizo quien era el culpable de ese vacío en el pecho que sentía, muy distinto a la sensación revoloteante en su estómago, ese nerviosismo que provocaba en él a tal punto en que sus piernas parecían hacerse una gelatina, esa sudoración que sus manos primerizas le dejaba y esa manera en la que no podía dejar de sonreír hasta que sus mejillas aclamaban a gritos un descanso cuando estaban juntos.
Sunwoo lo sabía y se sentía como un completo egoísta al ver el daño ─no─ intencional que le hacía al más pequeño del grupo, le dolía mucho, pero no podía seguir dejando que sus sentimientos crecieran aún más.

Jungwon había intentado en múltiples ocasiones reunirlos y hablar con ambos al mismo tiempo, sin embargo, parecía ser imposible, así que optó por hablar con ellos individualmente.

Era su deber como líder saber que pasaba.

Sunwoo salía de su habitación para dirigirse a la cocina, sin esperar a encontrarse con Jungwon, quien tomaba un latte frío que le había hecho Jongseong antes de salir con Jaeyoon y Sunghoon de compras.

─Hola Jungwonnie-ah. ─saludó felizmente el rubio al menor.

─Hola Sunwoo hyung. ─devolvió el saludo─. Disculpe mi atrevimiento, pero debo hablar con usted sobre algo. ─el mayor soltó un suspiro acompañado con una sonrisa amarga.

─¿Sobre Riki, cierto? ─el líder asintió con la cabeza.

─Lo he visto muy distante éstas últimas semanas, a los mayores y a mí nos preocupa su bienestar, al igual que el suyo, he visto que justamente el cambio repentino de Riki empezó cuando comenzó a alejarse de él, así que dígame, ¿Pasa algo entre ambos? ¿Alguna pelea o algo por el estilo?

─No es eso Wonnie, es imposible que Ni-Ki y yo peleemos.

─¿Entonces? ─preguntó, desafiante.

─He decidido alejarme de Riki, el estar con él simplemente... ─estuvo en silencio por unos instantes que parecieron eternos para ambos─. Ah, no sé cómo explicarlo. ─terminó diciendo, cubrió su rostro con sus manos, mientras soltaba un chillido leve pero perceptible a los oídos del menor.

─¿No le hace bien a su enamoramiento? ─el mayor asintió, aún con las manos en su rostro.

─Exactamente, es muy complicado Junggie, trató de ocultarlo pero me es imposible, de verdad lo amo, sin embargo, sé que este enamoramiento es unilateral, porque sé que él no siente lo mismo, así que pensé que sí me separaba de Riki-ah, tal vez esto que siento se esfume tan rápido como apareció.

─Pero esa no es la manera Sunnie hyung, le hace a Riki y se hace daño a usted mismo. Por favor, hable con Ni-Ki o reconcidere su decisión porque, aunque no lo crea, también afecta al grupo. ─tomó el último sorbo del latte y dejó la taza en el lavaplatos, luego la lavaría─. No lo sienta como un regaño porque no lo es, solo me preocupo por mis miembros. ─se acercó a Sunwoo y dejó un beso en su cabellera luego de haberse puesto de puntillas. Jungwon se retiró del lugar para dirigirse a la habitación de Heeseung ─con el cual tenía planeado ver una película─, dejando así a su hyung pensativo y con un sentimiento de culpa que desde hace días lo carcomía por dentro.