FIN; Ecos del Pasado
Han pasado dos años desde aquel encuentro en el parque. Daphne ahora tiene doce años y ha madurado mucho. Después de aquel doloroso enfrentamiento con Yoongi y Hoseok, mi vida tomó un rumbo diferente. Wendy y yo seguimos siendo amigos cercanos, pero fue Taehyung, mi mejor amigo, quien estuvo a mi lado en los momentos más difíciles. Con el tiempo, nuestra amistad se transformó en algo más, algo hermoso y genuino.
Taehyung y yo comenzamos a salir, y su amor y apoyo me ayudaron a sanar las heridas del pasado. Hace un mes, nos casamos en una ceremonia íntima rodeada de amigos y familiares. Daphne, feliz de verme feliz, fue la dama de honor y no paró de sonreír durante todo el evento. Su alegría me recordó lo lejos que hemos llegado desde aquellos días oscuros.
Mientras tanto, la vida de Yoongi tomó un giro trágico. Su relación con Hoseok se deterioró rápidamente después del encuentro en el parque. Las peleas constantes y la falta de respeto mutuo los llevaron a una espiral descendente. Yoongi, incapaz de lidiar con la culpa y el dolor, comenzó a beber para escapar de su realidad.
La noticia de su caída llegó a mí a través de amigos en común. Me contaron que Yoongi se había vuelto un hombre diferente, consumido por el alcohol y la desesperación. Hoseok, incapaz de soportar la situación, finalmente lo dejó, dejándolo solo y más vulnerable que nunca.
Una noche, mientras Taehyung y yo estábamos en casa disfrutando de una tranquila cena, recibí una llamada inesperada. Era Namjoon, un viejo amigo.
—Jimin, es sobre Yoongi. Está en el hospital. Su estado es crítico. Pensé que deberías saberlo.
Las palabras de Namjoon me golpearon como un mazazo. Aunque mi vida había avanzado, no pude evitar sentir un dolor profundo por Yoongi. Decidí ir al hospital, acompañado por Taehyung, quien me sostuvo la mano con fuerza.
Al llegar, encontré a Yoongi en una cama, pálido y demacrado. Los médicos me informaron que su hígado estaba fallando debido al abuso del alcohol. Me acerqué a él, tomando su mano fría.
—Yoongi, estoy aquí —dije suavemente, con lágrimas en los ojos.
Él abrió los ojos lentamente, mirándome con una mezcla de dolor y arrepentimiento.
—Jimin... lo siento tanto —murmuró, apenas audible.
—No digas nada —respondí, tratando de mantener la calma. —Solo descansa.
Pasamos esa noche en el hospital, Taehyung a mi lado, brindándome apoyo. Yoongi luchó por su vida, pero al amanecer, su cuerpo no pudo más. Se fue en silencio, dejando un vacío y un dolor indescriptible.
La tristeza de perderlo se mezcló con la esperanza de mi nueva vida con Taehyung. Sabía que no podría cambiar el pasado ni las decisiones que habíamos tomado, pero también entendí que había encontrado un amor verdadero y un futuro brillante.
En su funeral, mientras sostenía a Daphne y Taehyung a mi lado, hice una promesa en silencio: vivir mi vida al máximo, recordando a Yoongi no por sus errores, sino por los momentos felices que compartimos. Porque al final, todos somos humanos y cometemos errores, pero lo que realmente importa es cómo elegimos seguir adelante.
Y así, con lágrimas en los ojos y amor en mi corazón, me despedí de Yoongi, con la esperanza de que finalmente encontrara paz.
Las Últimas Palabras
Unos días después del funeral, mientras organizaba algunas cosas en la casa, recibí una visita inesperada. Namjoon estaba en la puerta, sosteniendo un sobre. Me lo entregó con una expresión seria.
—Jimin, Yoongi me pidió que te entregara esto si algo le llegaba a pasar. Creo que es el momento adecuado.
Tomé el sobre con manos temblorosas, agradeciendo a Namjoon antes de cerrar la puerta. Me senté en el sofá, con Taehyung a mi lado, y abrí la carta con cuidado. La caligrafía de Yoongi era inconfundible.
Querido Jimin,
Si estás leyendo esto, probablemente ya no estoy aquí. No sé por dónde empezar, pero supongo que lo más importante es decirte lo mucho que lo siento. Lo siento por todo el dolor que te causé, por las decisiones egoístas y los errores que cometí. Siempre fui un cobarde, incapaz de enfrentar mis propios demonios, y te arrastré conmigo en mi caída.
Cuando te vi en el parque aquel día, me di cuenta de cuán lejos había llegado mi egoísmo. Quise tanto pedirte perdón, pero las palabras nunca salieron como deberían. Al final, solo causé más dolor.
Jimin, siempre fuiste lo mejor de mi vida, incluso cuando no lo merecía. Tus sonrisas, tu bondad, tu capacidad de perdonar... todo eso me recordó lo que perdí por mi propia culpa. Y ver a Taehyung a tu lado me dio esperanza. Espero que él pueda darte la felicidad que yo no pude.
Hoseok también merece una disculpa. Sé que lo lastimé tanto como a ti. Nunca supe manejar mis sentimientos y terminé destruyendo lo que alguna vez fue hermoso entre nosotros. Rezo para que él también encuentre la paz y el amor que merece.
Ahora que me enfrento a mis últimos días, solo quiero que sepas que siempre te llevaré en mi corazón. Lamento no haber sido el hombre que merecías. Ojalá pudiera retroceder el tiempo y hacer las cosas bien, pero todo lo que puedo hacer ahora es pedirte que vivas tu vida al máximo, que encuentres la felicidad que siempre mereciste.
Adiós, Jimin. Gracias por haber sido una luz en mi vida, incluso en los momentos más oscuros.
Con todo mi amor y arrepentimiento,
Yoongi
Las lágrimas cayeron sobre la carta mientras la leía. Taehyung me abrazó, su presencia reconfortante. Sabía que Yoongi había encontrado su propia forma de despedirse y, aunque el dolor seguía ahí, también sentí un cierre. Era hora de seguir adelante, con el recuerdo de Yoongi en mi corazón, y vivir la vida que él deseaba para mí.
El Fin del Camino
Han pasado varios meses desde que recibí la carta de Yoongi. Aunque el dolor y la tristeza nunca desaparecieron por completo, poco a poco encontré la manera de seguir adelante. Con Taehyung a mi lado, me sentí más fuerte y más seguro de mi futuro.
Daphne creció cada día más, mostrando una sabiduría y madurez que me sorprendía. Sabía que los años difíciles la habían moldeado, pero también que su capacidad de amar y perdonar era inmensa. Verla feliz y plena me llenaba de orgullo y esperanza.
Wendy, mi amiga incondicional, continuó siendo una presencia constante y alentadora en nuestras vidas. Su apoyo inquebrantable y su alegría contagiosa eran un recordatorio de la importancia de la amistad verdadera.
Un día, mientras caminábamos por el parque donde todo había cambiado, me detuve en el lugar exacto donde vi a Yoongi por última vez. El aire era fresco y el sol brillaba en el cielo, iluminando el sendero por delante.
—¿Estás bien? —preguntó Taehyung, tomando mi mano.
—Sí —respondí con una sonrisa. —Solo recordaba... todo lo que hemos pasado.
Daphne corrió hacia nosotros, su risa resonando en el aire.
—¡Vamos, chicos! ¡Tenemos que alcanzar a Wendy!
La miré, su rostro radiante de alegría, y supe que habíamos logrado algo maravilloso: habíamos construido una vida llena de amor, esperanza y recuerdos preciados.
Caminamos juntos, dejando atrás las sombras del pasado. Aunque Yoongi ya no estaba con nosotros, su carta y sus últimas palabras me dieron el cierre necesario para seguir adelante. Sabía que él también encontraría paz, dondequiera que estuviera.
Con Taehyung y Daphne a mi lado, y con Wendy como amiga fiel, comprendí que el futuro estaba lleno de posibilidades. Aunque las cicatrices del pasado siempre estarían ahí, se convirtieron en una parte de mí, recordándome la importancia de amar, perdonar y seguir adelante.
Y así, con el corazón lleno de amor y gratitud, caminamos juntos hacia un nuevo amanecer, listos para enfrentar lo que la vida nos deparara, sabiendo que, pase lo que pase, nunca estaríamos solos.
Fin.
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