Talk
—¿Tienes un minuto?—preguntó Jocelyn apenas se acercó al mostrador del pequeño local, acto que tomó a Leo desprevenido.
—¿D-Disculpa?
—Definitivamente tienes más que un minuto, por favor dame un batido de mora, esperaré en aquella mesa apenas termines tu turno, tenemos que hablar.
La determinación en el tono de Jocelyn hizo que las mejillas de Leo se sonrojaran levemente, quien espabiló de su ensoñación al escuchar a otro cliente hacer su pedido.
La mente de Leo solo podía pensar una cosa: "lo arruinaste", pero su corazón quería creer que, si la chica se había tomado la molestia de ir y exigirle que hablaran era porque, de alguna manera, le importaba.
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