Capítulo 16.- Jaehwan re-aparece
La tarde siguiente, Wonsik fue un poco más temprano al supermercado, estaba buscando las cosas para hacer una buena comida cuando una voz lo llamó por su nombre.
Giró un par de veces, buscando el origen de aquello hasta que notó a Jaehwan, acercándose con un gesto alegre de la mano. Wonsik sonrió también, feliz por volver a ver a su amigo.
—¡Ken, que coincidencia! Que alegría verte, —lo saludó mientras se acercaba.
Con su habitual confianza Jaehwan se acercó para besar la mejilla de su amigo, sin embargo al hacerlo el peliblanco se alejó de golpe, con un gesto adolorido.
—¿Wonsik? —preguntó el castaño, preocupado.
El mayor permaneció con la vista baja y hacia un lado, lo cual lo inquietó aún más. Con cuidado Jaehwan tomó la barbilla de su amigo para que volteara a verlo, así pudo ver el hematoma que marcaba su pómulo derecho.
Jaehwan soltó un jadeo sorprendido, no era la primera vez que veía así a su amigo, aunque en la universidad se peleó un par de veces, pero sí era la primera vez que veía aquella mirada en su cara, aquella expresión decaída y derrotada.
—¿Qué ocurrió? —preguntó con voz suave.
Wonsik intentó sonreír, aunque no fue tan bueno en ello.
—¿Esto? No es nada, no te preocupes... —comenzó a decir, pero tan inseguro que fue bajando poco a poco la voz hasta callar.
—Te lo hizo él, ¿no es así? Oh Wonsik.
—¡No! Bueno sí, pero él no quería, no lo entenderías.
Jaehwan le dio un suave apretón en el hombro, intentando ser reconfortante, sin embargo notó el nuevo gesto de dolor que marcó las facciones de su amigo, ¿qué diablos estaba ocurriendo con él?
—¿Sabes? Creo que necesitamos hablar, hace mucho que no nos vemos y debemos ponernos al día —dijo, ocultando su preocupación por medio de su alegría habitual.
Por algunos momentos el mayor pareció alegrarse, y estuvo a punto de aceptar antes de que la imagen de Taekwoon furibundo se cruzara en su mente, se giró para ver el reloj en su muñeca.
—Me encantaría, pero hoy no tengo tiempo. Lo siento.
Jaehwan lo miró, pensando por algunos instantes antes de golpear el puño con su palma, al obtener una idea que le pareció buena.
—¡Ya sé! Mañana vendré más temprano, a la cafetería que está enfrente de aquí, digamos que... a las 11:00 a.m. para poder comer un buen almuerzo. Si quieres hablar, puedes ir a alcanzarme ahí.
Wonsik suspiró con cierto alivio, No tenía necesidad de negar la salida con Jaehwan pues no era tal, y aún así tenía la posibilidad de hablar con él de nuevo. Con el trato hecho ambos amigos se despidieron y cada uno siguió por su camino.
Wonsik pagó sus compras y volvió a casa, aunque no podía quitar de su mente los ojos preocupados de Jaehwan, él normalmente era alegre y muy rara vez lo había visto así, ¿tan mal aspecto tenía?
Se miró en el espejo luego de bañarse y notó que así era, tenía moretones en la mejilla y en los brazos, además de que estaba pálido y con ojeras marcadas bajo sus ojos. Se tocó con suavidad la marca en su rostro, y el dolor que sintió terminó por convencerlo.
Por la noche, Taekwoon llegó con un humor tranquilo y normal, luego de cenar incluso se acostaron para ver una película romántica juntos, todo tan plácido que Wonsik dudó en su idea de ver al día siguiente.
Duda que solo duró hasta que, a la mañana siguiente, volvió a ver cómo el pelinegro tiraba las pastillas en la calle. Así que limpió todo y, media hora antes de las 11, salió de casa rumbo a la cafetería mencionada por su amigo.
Aún no se sentía del todo seguro y estuvo dando vueltas un rato antes de entrar al lugar, en cuanto lo hizo Jaehwan lo vió le hizo gestos alegres para que se acercara y se sentara con él.
—Me alegra que vinieras, anda pide lo que quieras, yo invito como siempre.
Sin mucho ánimo, Wonsik sólo pidio una taza de café negro, por algunos momentos aquello le recordó las primeras veces que salió con Taekwoon. Aún después de poner varios sobrecitos de azúcar y de crema, no lo bebió, simplemente rodeó la taza con las manos para disfrutar de su calor.
—Así que, ¿qué es lo que ocurre? —preguntó suavemente Jaehwan.
Aquello fue suficiente, sin planearlo de antemano Wonsik comenzó a narrarle todo lo que había vivido, desde que encontró a Taek en medio de un ataque, sobre su enfermedad y cómo habían luchado juntos contra ella.
Sus ojos se aguaron cuando comenzó a contarle de los últimos meses, de cómo Taekwoon había dejado de ser ese chico lindo y tímido para convertirse en alguien inseguro y agresivo. Jaehwan se quedó en silencio durante todo el rato, simplemente escuchando y asintiendo a lo que su amigo decía.
Wonsik siguió hablando y hablando hasta que por fin lo sacó todo, no lloró simplemente porque estaban en un lugar público, pero su voz se quebró un par de veces, a lo que bebía café para evitar terminar llorando.
—... quizá no lo entiendas, pero él está enfermo, y yo acepté permanecer a su lado. Es mi culpa por no saber cómo ayudarlo mejor.
—Te equivocas —interrumpió Jaehwan entonces.
—¿Qué?
—Tienes razón en que no puedo comprenderlo todo, pero de lo que sí estoy completamente seguro es de que tú no tienes la culpa de lo que está pasando.
—No, pero ya te dije que está enfermo, y no puede...
—Basta ya de excusarlo con su enfermedad Wonsik.
—Pero...
—Nada de peros. Piénsalo así, cuando alguien tiene gripe ¿qué es lo que haces? No vas a abrazarlo o besarlo ¿o sí? So riesgo de contagiarte también, lo que haces es apartarte y dejar que siga su tratamiento hasta que mejore, hasta que esté sano vuelves a estar con él.
—Tal vez, pero en una gripe no vas a dañarte a ti mismo. Jaehwan, si él se hace daño y no estoy para ayudarlo, no me lo voy a perdonar a mí mismo. Además, prometí no abandonarlo.
Por algunos momentos Jaehwan chasqueó la lengua.
—Y no vas a abandonarlo, no para siempre al menos. Pero Wonsik, es imperativo que te alejes de él, tú mismo dijiste que su violencia está creciendo hasta descontrolarse, ¿quieres esperar hasta que te mate?
Wonsik se vio silenciado por aquella pregunta tan cruda y directa.
—No, no quiero.
—E incluso no es solo por tí, también por él mismo, ¿cómo crees que se sentirá sí es que llega a lastimarte verdaderamente? ¿Si hace algo irreparable? Tú, como la parte coherente de la pareja, creo que debes alejarte de él hasta que las cosas estén calmadas y estables otra vez.
Wonsik suspiró con fuerza, analizando seriamente las palabras de su amigo.
—Aunque tengas razón, ¿cómo voy a dejarlo? No me permitirá marcharme así como así, aunque le diga que solo es un tiempo no me dejará, y temo que vuelva a explotar si lo intento.
—Sí, es más que probable que lo haga... —Jaehwan se quedó pensándolo algunos momentos—. No veo otra opción, lo mejor será que te vayas cuando él no esté, déjale una nota explicándole lo ocurrido y que volverás a verlo en cuanto las cosas estén bien.
>Eso además lo presionará para que vuelva a sus terapias y su medicación. Ponle que si no lo hace no podrás volver a su lado. Ponle todas esas cursilerías de que lo amas y eso, pero en serio es necesario que te alejes.
—Ni siquiera sé a dónde iría, si voy con mi madre y le cuento lo que ha pasado, no me dejará volver a verlo nunca más.
—¿Y con quién crees que estás hablando? ¡Ven a vivir conmigo! Será solo un tiempo en los que las cosas se acomodan, y puedes ayudarme con los gastos así ambos salimos ganando.
Por primera vez en mucho tiempo, Wonsik sintió algo de esperanza en que todo iría bien.
—De acuerdo.
****
Y ya sabemos qué va a seguir de esto.
La siguiente semana que nos leamos será la última con respecto a esta obra, y les tengo una pequeña sorpresa con ese final.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro